786 Zenbakia 2024-11-21 / 2025-01-15

Gaiak

El ocio en Eibar en 1912

SERRANO, Fernando

Estos apuntes de la vida cotidiana eibarresa hace 112 años, cuando Eibar tenía 10.733 habitantes, pueden ayudarnos a conocer a que dedicaban nuestros ancestros el ocio o período de tiempo en el que una persona no está ocupada con obligaciones laborales, responsabilidades o tareas rutinarias.

El ocio es una parte importante de la vida y permite a las personas descansar y recuperarse del trabajo o las actividades diarias, evitando el agotamiento y el estrés. Además, proporciona una oportunidad para el desarrollo personal, el crecimiento creativo y el aprendizaje. También fomenta la interacción social, fortalece las relaciones personales y contribuye al bienestar emocional y mental.

Por aquel entonces, el tiempo libre era en general fuera de casa y público, ya que en el hogar no existían las posibilidades actuales de medios audiovisuales y multimedia (radio, televisiones, internet, videojuegos...).

Había 21 sociedades (organizadoras del homenaje a Ignacio Zuloaga en enero), 36 tabernas y 11 cafés y casinos que permitían socializarse y despejarse de las jornadas agotadoras por su duración y a destajo (hasta después de la 1ª Guerra Mundial no se consiguieron las 8 horas).

El sociólogo Jacques Valdour, describe en “El obrero español” su estancia en Eibar como trabajador: “Con su ganancia diaria de cinco a ocho pesetas, los obreros de Eibar viven con cierta holgura convenientemente alojados y alimentados, gastan en placeres todo el dinero que les sobra. El domingo si hay fiesta en San Sebastián (le coincidió estar el 15 de agosto) no dudan ir a pasar el día, pese a que, solo el tren, les cuesta más de cuatro pesetas. Las distracciones en Eibar consisten en varios círculos recreativos, un cinematógrafo, una plaza de toros, un frontón, el paseo todas las noches, y música dos días a la semana. El domingo, en las distintas misas (había 12 sacerdotes empadronados), la iglesia parroquial llena, siendo gran mayoría las mujeres. A las tardes, los círculos y cafés se llenan de tertulias …A la noche, después de cenar, la música suena en la plaza, que se llena de gente bailando. El cine no parece tener gran éxito ya que sólo abre a la noche: su público se compone, en sus dos terceras partes, de niños ruidosos, bruscos e inquietos; a las proyecciones siguen canciones de café-concierto y sus bailes acrobáticos y sin gracia …

A su vez, la población rural de los 210 caseríos inventariados se solazaba con romerías tal como relata Arantza Lasa en su “Historia de las mujeres de Eibar” y las mujeres jugando a la brisca…

Del periódico La Voz de Guipúzcoa hemos entresacado algunos de los eventos que se celebraron en Eibar en 1912:

Así en el Fronton Astelena: los partidos de pelota se celebraban los sábados, domingos y fiestas; los bailes en la noche del domingo, salvo invierno que se hacían en el Salón Teatro; en algunos intermedios se exhibían películas cinematográficas; esporádicamente había pelea de gallos; mitin radical con 5.000 participantes; un banquete con más de 700 comensales…

Plaza de toros: En las fiestas de San Juan se celebraron dos corridas, con el diestro mejicano Rodolfo Gaona de único matador y los 8 toros mataron tres caballos y siete dejaron para el arrastre (No fue hasta 1928 cuando se decretó el uso obligatorio del peto para protección de los caballos en las plazas de primera categoría). Saltaron al ruedo 4 espontáneos. La organización perdió 7.500 pesetas. Hubo también una novillada de 4 novillos para los diestros bilbaínos Tuñón e Irala. Y se presentó como caballero en plaza un niño de 11 años que fue muy aplaudido. En San Pedro, se celebró una becerrada a beneficio del hospital. Se lidiaron tres toretes de la ganadería de Lastur por una cuadrilla de aficionados. Se les capea y simula la suerte de matar y son devueltos al corral.

Los antitaurinos crearon una sociedad y organizaron una conferencia contra el flamenquismo y las corridas de toros.

Peleas de carneros se celebraron los domingos de agosto, noviembre y diciembre. Pruebas de bueyes, unas cinco competiciones. También hubo un evento con carrera pedestre, levantamiento de pesas a pulso y lucha greco-romana.

Salón Teatro Cruceta: Se representaron 6 obras de teatro, 4 zarzuelas, 4 veladas musicales, 3 conferencias, 2 funciones cinematográficas… en beneficio de causas sociales.

Salón Teatro: Hubo 5 conferencias sobre higiene, pedagogía, tuberculosis, religión…bailes los domingos de invierno y uno de máscaras, monólogo en vascuence, una zarzuela y una comedia, tenor cómico, concierto de gramófono...

Casino de la Amistad. Se organizaron 5 conferencias sobre temas médicos e históricos.

Pabellón cine Alfonso XIII: Proyectaban películas documentales o de ficción mudas a las noches y también atracciones. En los años dorados eibarreses llegaron a funcionar 4 salas de cine, y ahora solo queda una.

Audiciones musicales: Había mucha afición musical, mantenida por las bandas existentes (tres orquestas y dos orfeones) y foráneas. Se prodigaban los alardes musicales y concursos de bandas. Un cronista adelantaba que “Medio población se desplazará a Bilbao para escuchar el concierto de la banda de la Guarda republicana francesa”.

Otros eventos: verbenas, tiros de pichón, bailarinas y cupletistas en recintos portátiles, concurso de aurreskularis, compañía de circo, competiciones con apuestas (carrera de correr, levantamiento de pesas, subir montañas, cortar troncos…).

Además de todos estos elementos de esparcimiento, los meses de verano se duplicaron las ventas de billetes expedidos en la estación de Eibar para realizar excursiones o expediciones a los pueblos próximos, a pasar el día en los puertos de mar o en sus montes.

También debía de haber mucha afición al juego, ya que el nuevo ayuntamiento inicio una enérgica campaña para eliminarlo.

Lectura: la afición a la lectura estaba extendida, había menos analfabetismo que en España y sabían leer y escribir más mujeres (el 73,3%) que hombres (el 68,7 %).

Se distribuían hasta 12 diarios y semanarios de diferentes ideologías. Los periódicos también contenían folletines: “las victimas del amor”, “la hija maldita”, “la hija del cementerio” …).

Para la lectura de libros tenían las bibliotecas públicas: municipal (inaugurada en 1907), el centro obrero de Bidebarrieta y el casino “La Amistad” (reservada para los socios).

Deporte:

Juegos de pelota. Había mucha afición a jugar a la pelota y a ver jugar, “disponían de un frontón municipal, de otro particular cubierto, y de un trinquete”.

Foot-ball. Este año la sociedad de cazadores compró unos terrenos para establecer el tiro de pichón, campo de foot-ball y otros juegos.

Ciclismo. Había afición, ya que, en un mitin para reclamar derechos a la federación española de ciclismo, participaron 150 ciclistas.

Toribio Echevarria, escribió “los deportes interesaban en la medida en que uno mismo podía hacer el deporte. Y se era deportista como montañero, subiendo a los picos; como excursionista, recorriendo sobre dos ruedas todas las carreteras de la región; como pescador, entrando al agua y mojándose lo que reza el adagio; y perrechiculero, madrugando a los montes y recorriéndolo…”.

Hay que considerar que no era fácil tener tiempo y ganas de hacer deporte con aquellas largas y fatigosas jornadas de trabajo.

En contraposición con la actualidad, en general, debido al progreso social, tecnológico, cultural y al uso de dispositivos electrónicos y el entretenimiento digital hay una mayor diversidad y disponibilidad de opciones de ocio en comparación con 1912, que se basaban más en interacciones sociales directas y experiencias físicas.


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