637 Zenbakia 2012-09-07 / 2012-09-14
Aurreko idazkian ikusten genuen moduan, 1897ko abuztuaren 8an, Santa Agedako Bainu Etxean gertatutako hilketaren ondoren Arrasate espainiar politiko askoren jomuga bilakatu zen. Estatu eta probintziako diputatu, senatuko kide, alderdikide, noble eta kasta politikoaren ordezkari ugarik toki hartu zuten Gipuzkoako bazter haietan, Antonio Cánovas del Castillo, Espainiako Ministroen Kontseiluko Lehendakariaren heriotza zela-eta.
Besteak beste, Bainu Etxea zegoen Gesalibar auzoraino Emilio Castelar I Errepublikaren Botere Exekutiboko Lehendakari ohia azaldu zen. Politikan kontrarioak izan arren aspaldiko adiskideak ziren Castelar eta Cánovas. Eta kazetarien aurrera azaldu zen espainiar politiko liberala: “El Sr. Castelar (que está muy afligido) ha manifestado que Cánovas sostenía la cruz de todos los españoles, y que todos eran sustituibles en nuestra patria menos él. Añade que servirá á su patria, pero fuera del Gobierno”. “La Época” arratsaldeetako Madrileko egunkariaren kazetariak segitzen zuen hilaren 10eko zenbakian, informazio puntuala eskainiz: “También habló sobre el asesino, manifestándome que no ha querido verlo por la repulsión que le inspira”.
Emilio Castelar Ripoll.
Irudia: Joaquín Sorolla [Public domain], undefined.
Hura ez zen Castelarrentzat Arrasatera eginiko lehen bisita. Miguel Madinabeitia historia egileak 1884ko irailaren 21ean “El Noticiero Bilbaíno” egunkarian idatzitako kronikan zioenez, urte hartako abuztuan Santa Agedako bainuak hartzen egon zen Emilio Castelar politiko eta hizlari aparta. Eta, hain zuzen, hil hartako 3an Castelar eta goi mailako beste pertsona batzuk Arrasateko kaleetatik barrena ibili ziren, Garibayren jaioterria bertatik bertara ezagutu guran.
Abuztuaren 10ean, San Lorenzo eguna santutegian, hilotza zeraman komitiba abian jarri zen:
“A las diez menos cinco minutos ha salido del balneario el cadáver del Sr. Cánovas con dirección a Zumárraga. El féretro fue llevado en hombros hasta el coche por los diputados á Cortes Conde de San Luis, Marqués de Villasegura, Conde del Moral de Calatrava y Barón de Satrústegui y por el sobrino del señor presidente, D. Antonio Cánovas y Vallejo.
En la plaza del balneario formaba un piquete de miqueletes con música. Esta tocó la Marcha Real y los soldados presentaron las armas al paso del ataúd. El féretro, que es negro con franjas de oro, fue colocado en una carroza llegada de San Sebastián tirado por seis caballos empenachados. Sobre el ataúd se colocó una corona de llores naturales enviada por S. M. la Reina Regente, y á los lados del coche, las del Duque de Tetuán, Gobernador de Guipúzcoa, alcalde de San Sebastián y unionistas vascongados. Al salir la Sra. de Cánovas, abrazó llorando al señor marqués de Vallejo. A las diez y cinco se puso en marcha la fúnebre comitiva.
Iba delante una pareja de la Guardia Civil de Caballería, detrás el coche fúnebre y luego secciones de Caballería de los regimientos de Arlabán y Vitoria al mando del general Villar. Seguía un coche con la Sra. de Cánovas, acompañada de los Sres. Castelar, marqués del Pazo de la Merced y duque de Sotomayor, éste en representación de S. M. Después iba el coche del ministro de Ultramar y treinta carruajes”.
Santa Agedatik atera aurretik, Canovasen alarguntsak eskutitz bat jaso zuen, Donostian uda ematen zegoen Maria Kristina espainiar erreginak igorrita. Gutunaren edukia “El Nacional” egunkariak erreproduzitu zuen:
“... Yo también he perdido mucho: al consejero leal que tanto mi ayudaba y de quien necesitaba tanto... Los servicios eminentes que prestó a mi esposo Alfonso XII hacíanle objeto de todos mis respetos... La patria, el país, la historia le harán justicia...”
“La Época” egunkarian, Urrengoechea izenarekin sinatzen zuenak abuztuaren 10ean idatzi zuen:
“No recuerdo viaje más triste quo este que acabo de efectuar. El día estaba caluroso, pesado. El fúnebre séquito ha hecho el viaje en cinco horas En el camino han ocurrido algunos accidentes que han podido tener remedio. La subida deja cuesta de Descarga fue muy penosa. De todos los pueblos próximos y de los caseríos salían las familias de los aldeanos, descubriéndose unos respetuosamente, arrodillándose otros, al paso del coche que conducía el cadáver. En todo él tránsito han dado estos pueblos muestras de respeto”.
Aipatutako “La Época” egunkarian, Cárdenas kazetariak bidali zuen telegraforen bidez Zumarragatik, hilaren 11ko zenbakian agertuko zena:
“Ha marchado el expreso. Empieza á disolverse el gentío que habíase reunido en los alrededores de la estación y en ésta, y aprovecho momentos de relativa calma para completar las noticias referentes al viaje desde Santa Águeda y de lo ocurrido aquí No hay palabras con qué encarecer las fatigas que el viaje ha causado, á consecuencia del horrible calor y del polvo denso que se levantaba en la Carretera al paso de la comitiva.
Para que el coche-estufa1 subiera la Cuesta de Descarga hubo necesidad de que algunos bueyes auxiliaran a los caballos que tiraban de la fúnebre carroza. El alto que antes se hizo en Mondragón obedeció principalmente á la conveniencia de que descansaran un poco las tropas, que iban materialmente cubiertas de polvo y sofocadas por el calor. Poco después de salir la comitiva del balneario uniéronse a ella los representantes de la Diputación, los diputados Sres. Gurrea y Gandarias, el Sr. Olavarri (D. Benigno) y un representante de la Sociedad La Vizcaya, Sr. Zaracondegui, portador de una corona dedicada «Al protector del trabajo nacional».
En Mondragón el clero de la villa cantó un responso. En Vergara esperaban el alcalde. D. Julio Retaveitía, varios concejales de aquel Municipio, el secretario del Ayuntamiento y el Sr. Lili, ex-presidente de la Diputación provincial de Guipúzcoa.
Hizo los honores al Cadáver una sección de miqueletes. Miqueletes fueron también los qué trasladaron el féretro en Santa Águeda para dejarlo depositado en el coche-estufa. El error de creer que habían cumplido con tan triste misión varios diputados a Cortes, cuyos nombres han sido transmitidos ya, originóse, sin duda, en que pensaban hacerlo, desistiendo al fin por ruegos de la Sra. de Cánovas, que manifestó su deseo de que fueran miqueletes los que se encargaran de la traslación, y en que dichos señores llevaran después las cintas que pendían del féretro”.
Cánovas Santa Agedako Bainu Etxeko galeria honetan hil zuten.
Kazetarien bat bateko joan etorri azkar eta presatuak errakuntza bat baino gehiagoren publikapena sortu zuen. Gehienak arrotzak, eta bat ere usadiorik gabe halako gertakizunetan, egun haietako kroniketan zuzenketa ugari irakur daiteke, gaizki egindako informazioaren ondorioz. Arrasate eta inguruetako bazterrak ez ezik, baita Cánovas del Castilloren gaineko ezagutza zuzena zuena, Miguel Madinabeitia Arrasateko udal idazkaria zen, zenbait egunkaritako kronika egilea bere ordu libreetan. Eta Madinabeitiari zor dizkiogu ondoko zehazkizunak, “La Voz de Guipúzcoa” egunkarian, abuztuaren 23an argitaratuta:
“Al hablar del sangriento drama de Santa Agueda, incurren varios cronistas y corresponsales en errores que juzgo de interés rectificar en provecho de la historia.
La ermita de La Esperanza no es tal ermita sino un humilladero que está al pie de la parroquia rural de Santa María de Uribarri, una de las cuatro anteiglesias de Ugáran, que en 1353 se anexionaron a la villa de Mondragón. Este sitio era muy simpático para Cánovas y su señora por la frecuencia que lo visitaban y hubo veces que apeándose los ilustres conyuges en la cuesta de “Mendi” y mandando al cochero les aguardase en La Esperanza, iban al mismo sitio por el camino de la feligresía, subiendo una suave rampa de paraje ameno y pintoresco. En aquel humilladero nunca se ha celebrado misa.
La misa que por última vez oyó el ilustre interfecto fue en la parroquia de Santa Agueda de “Guesalibar” contigua al establecimiento de baños y que solo le separa la carretera para Aramayona. El asesino oyó también la misma misa y según después se ha dicho, hacía 13 años que no la había oído.
El que de Zumárraga va a Santa Agueda, no ve de Mondragón más que los arrabales. Así, pues, el responso que el clero rezó el día 10, no fue en la plaza de Mondragón sino en la plazuela de San Francisco”.
Canovas del Castilloren hilotza Madrilerako bidea hartzen ari zen bitartean, Michello Angiolillo hiltzailearen gaineko xehetasun gehiago publikatzen zituzten egunkariek. “Angiolillo ha declarado que pensaba matar al general Polavieja para vengar la muerte de Rizal. El asesino tomó un baño caliente el día que llegó á Santa Águeda. El médico le dijo que no debía hacer eso sin consulta facultativa y le recetó inhalaciones, que Angiolillo tomaba con movimiento nervioso. El criminal se encuentra en la cárcel de Vergara en un calabozo y con grillos” zioen “La Época” egunkariak abuztuaren 10ean.
Geroko egunetan hiltzaileari buruzko albisteak ematen jarraitu bazen ere, oso neurtuak agertzen ziren prentsan, aldez aurretik adostutako jokaerari jarraitu izan baliote bezala. Ez bide zuten publizitate larregirik eman nahi. Hala ere, abuztuaren 12an irakur zitekeen, Bergaratik bidalitako prentsa ohar zabal baten bitartez:
“Angiolillo ha pasado el día afectando serenidad y haciendo grandes esfuerzos para no dejar traslucir la excitación nerviosa de que se halla poseído. Ha comido poco. Dice que está muy agradecido porque no le hayan maltratado. Los periodistas no han podido verle. El revólver que ha empleado era de poco precio, pero muy seguro. Lo había probado antes del crimen. Explica que no utilizó la dinamita porque no quería hacer daño a nadie, excepto al presidente. Angiolillo habla con sus guardianes, exponiéndoles la doctrina anarquista. Manifestó deseo do saber si será juzgado como anarquista o como cualquier asesino.
El criminal ha pedido que le den algo que leer. Entregáronle un devocionario, que rehusó. Le dieron varios libros de cuentos infantiles, embebiéndose en su lectura hasta terminarlos. No quedó satisfecho del retrato que se le hizo por orden de la autoridad, y ha pedido que le fotografíen de nuevo, mudándose antes de camisa, poniéndose cuello almidonado y corbata. Tiene el miserable la obsesión de la popularidad. El médico forense D. Félix Zumalabe ha tomado las medidas antropométricas del reo. Después de descansar un rato le visitaron dos frailes dominicos, que le ofrecieron de nuevo libros religiosos. Esta voz no los rechazó. Los frailes trabajan para conseguir que se confiese.
Ha llegado un jefe de la policía francesa, trayendo un retrato del reo que le ha sido enviado de París. Allí, la dirección de Seguridad había señalado á Angiolillo como anarquista peligroso. Confrontáronse las señas y resultó perfecta identidad entre la fotografía de París y el detenido aquí. También uno do los agentes de la policía de Barcelona ha reconocido al reo apenas lo vio, llamándole José Souto, nombre que usó en la capital del Principado. Angiolillo dice que ha pertenecido á la Escuela de suboficiales del ejército italiano”.
Canovas del Castilloren gorpua Arrasatetik garraiatzen.
Eta amaitzeko, aurreneko aldiz epaiketa militarrari buruzko albisteak eman ziren abuztuaren 12ko oharrean:
“Han llegado un teniente coronel, un capitán, un cabo y un ordenanza, todos de Infantería. Constituyen el juzgado militar. El juez militar D. Fernando Almarza propónese imprimir grandísima actividad á las diligencias. Supónese que éstas terminarán mañana. La Guardia civil se ha concentrado. Todos estos pueblos, poseídos de justísimo horror al asesino, se resisten a que en sus recintos se ajusticie al asesino Angiolillo. Es probable que la ejecución sea en Vergara. El Consejo dícese que lo presidirá el teniente coronel Elicegui, á quien corresponde en turno”.
Abuztuaren 13ko zenbakian “La Época”-n irakur zitekeen:
“La que ocupa el asesino es una habitación de unos cinco metros de largo por tres de ancho. Da acceso á la celda una puerta de color achocolatado, que tiene un seguro cerrojo. Según se entra en la habitación, en el frente, pegada al rincón de la izquierda, tiene la cama, que es de hierro, con un jergón, sábanas y dos almohadas. Sobre la cabecera do la cama hay una reja de un metro cuadrado, resguardada por fuertes barrotes de hierro. Junto á la entrada pende del techo una lámpara eléctrica, a la que sirven de pantalla pedazos de periódico. A la puerta de la celda, que está abierta, hay dos guardias civiles, sentados en sillas de paja, custodiando al reo. Este permanece echado gran parte del tiempo, levantándose cuando quiere. Fuera de la celda hay más guardias civiles; mientras unos duermen otros pasean por lo que es capilla de la prisión.
El reo se encuentra abatido. Conócesele que hace grandes esfuerzos para aparentar tranquilidad, pero esto es superior a su espíritu y de vez en cuando, se hace visible su decaimiento, Se encuentra esposado, y por esta causa el alcaide tiene que servirle los alimentos. Preguntado por uno de sus guardianes si repetiría el horrendo crimen, contestó:
—No se puede predecir en lo futuro.
Tiene verdadera manía por aparecer ilustrado, y al efecto hace continuamente citas de autores.
Ha quedado elevada a plenario la causa contra el asesino. Confírmase que la pena de muerte la sufrirá en garrote vil. De la sentencia tiene que entender el Tribunal Supremo de Guerra y Marina. La causa de haber pasado el proceso á la jurisdicción de Guerra es la de haber confesado el asesino su participación en el horrendo atentado de la Calle de Cambios Nuevos.2 Ha sido nombrado defensor del reo el teniente de Artillería D. Tomás Goiria, que saldrá mañana á las siete para Vergara. Es casi seguro que el consejo de guerra se celebrará el lunes”.
Angiolilloren gaineko albisteen jarioa murrizten joan zen, epaiketaren eguna iristen zen neurrian. Prentsaren jokaerak garbi asko utzi zuen bere asmoa. “La Época”-n irakur zitekeen abuztuaren 14an:
“Hemos recibido varios telegramas do Vergara dándonos cuenta del estado en que se encuentra el asesino. No los publicamos por estar resueltos á no ayudar a que se logren los fines del miserable, de obtener notoriedad. Nos limitaremos en adelante á dar cuenta del estado de la causa, lo más someramente posible, y de haber expiado en el patíbulo afrentoso su abominable crimen”.
Biharamunean, aldiz, egunkariek Gerrako Kontseiluaren berri eman zuten, Artilleriako Eduardo Elizegi teniente koronelak presidituko zuela adieraziz. Fiskala Karlos Eskosura izan zen eta abokatu aldeztailea, ofiziokoa, Tomas Gorria. Epaia Kontseilu Gorenera bidaliko zen eta horrek ontzat emanez gero sententzia jarraian betetzea zen agindua. Eta Bergarako kartzelan bertan exekutatuko zutela aurreratzen zuen prentsak. Epaiketa publikoa izan zen baina aldez aurretik abisatu zen ez zirela telegrafoetako zerbitzutik epaiketaren berri emango zuten telegramarik bidaliko.
Horregatik, oso ohar txikia irakur zitekeen medio desberdinetan epaiketa irekitzean. Honako hau “La Época”k zekarren, hilaren 16an:
“Se ha reunido el Consejo de guerra, constituido en la forma ya sabida. El reo entró acompañado por una pareja de la Guardia Civil. Tomó asiento en el banquillo, frente al Tribunal. Público poco numeroso ocupa la sala. En la población completa indiferencia, mostrando el vecindario poco interés por presenciar las sesiones”.
Kontrajarria zegoen egun bereko arratsaldeko prentsan Madrilen goizez Cánovas del Castilloren alde burututako elizkizunak deskribatzean. Portadek San Francisco el Grande elizako zeremoniak azaltzen zituzten zehazkizun osoz.
Bi egun geroago, abuztuaren 18an, behin epaiketa amaitu ondoren, Bergaratik albiste gehiago heltzen ziren egunkarietara:
“Los padres dominicos fray Juan López y fray Arturo, que han visitado al reo, dicen que éste ha manifestado que había estado de pequeño en un Seminario y conoce algo la doctrina cristiana. Es posible que a última hora la religión haga alguna conquista en su espíritu. En la parroquia se cantan letanías y se expone por tres días el Santísimo Sacramento para que el reo abrace nuestra santa religión. El reo lee las obras de Santa Catalina de Siena, escritas en italiano, algo de las de Balmes, y Mis prisiones, de Silvio Pellico. Se han dicho Misas ante el altar del célebre Cristo, de Montañés.
La última ejecución capital que se ha efectuado en esta población fue en el año1809. El reo se llamaba Osoro y había asesinado a su padre en Eibar. Viene el verdugo de Burgos. Se cree imposible que el patíbulo pueda levantarse en uno de los patios do la cárcel, como se ha dicho. Estos patios son pequeños y tienen todo el aspecto de un corral. El patíbulo se construyó la última vez junto al frontón y delante de la iglesia parroquial. Está a una distancia de la cárcel como de la Puerta del Sol á los Consejos. Hay que recorrer tres calles: una de ellas es estrecha y con pequeñas tapias. Desde el comienzo de la misma se puede distinguir el patíbulo, si es que se levanta en el sitio indicado. La primera cárcel celular que se edificó en España es la actual de Vergara, y su arquitecto fue D. Carlos Uriarte”.
Michele Angiolilloren exekuzioa Bergaran.
Argazkia: Wikipedia.
Abuztuaren 18an bertan amaitutzat eman zen epaiketa eta 19an irakurri zioten epaia Angiolillori. Justizia militarraren 635. artikuluaren arabera, zigorra eredugarria gerta dadin, amaiera arteko epea laburtu egin zitekeen. Horregatik, 20rako iragarri zuten exekuzioa.
Bitxia da, amarillismoarekin lotu zitekeen albiste bat ere eman zela Bergaran. Honela zioen “El Liberal”ek 19ko zenbakian:
“Un fotógrafo de Vergara había hecho 300 ó 400 fotografías del asesino del Sr. Cánovas para que fuesen vendidas en San Sebastián. Habiendo la autoridad, con muy buen acuerdo, mandado retirar de la circulación dichos retratos, el fotógrafo ha expuesto al duque de Tetuán el perjuicio que esto le ocasionaba. El duque de Tetuán3 dispuso enseguida que el fotógrafo fuese resarcido de dichos perjuicios. Esta generosidad es muy celebrada”.
Iritsi zen eguna, abuztuaren 20, eta dena zegoen prest heriotza zigorra betetzeko. Egun hartako medioek oso informazio txikia ematen zuten Bergaran gertatzen ari zenaz. Hauxe zioen “La Época”k:
“El fraile dominico que administró la Extremaunción al Sr. Cánovas ha visitado al asesino para notificarle el perdón de la señora viuda de Cánovas. A las once de la mañana de ayer le fue notificada la sentencia á Angiolillo, que la escuchó bastante abatido. A espaldas del edificio de la cárcel, dentro de un pequeño patio y entre dos tapias de escasa altura, se ha construido el tablado para la ejecución. Desde el callejón inmediato se ve el patíbulo, al que dan acceso quince peldaños. Han llegado á Vergara los señores conde de Retamoso, Rodrigo Soriano y otras personas conocidas. El verdugo se aloja en la cárcel, habiéndole negado la autoridad el permiso de pasear por las calles. A las once del día 20 ha sido ejecutado el asesino del, Sr. Cánovas, sin que haya ocurrido ningún incidente”.
Biharamunekoek, berriz, Donostiatik bezperan bidalitako telegramen edukiak argitaratu ziren Madrileko prentsan:
“Esta tarde han regresado las personas que fueron a Vergara a presenciar la ejecución del asesino del señor Cánovas. Dicen que ha asistido mucha gente, entre la que se veían a dos Hermanas de la Caridad y varios ciclistas. El público no ha demostrado la menor compasión hacia el reo”.
Azkenik eta gertaeren deskribapenarekin amaitzeko, hona hemen abuztuaren 22ko “La Época”k Donostiatik igorritako informazioa:
“Ha causado excelente impresión la parquedad con que los periódicos han dado cuenta de la ejecución del asesino del Sr. Cánovas. Muchas personas con quienes he hablado consideran este proceder de la prensa como un buen sistema, que debe continuar. Entienden, además, que las ejecuciones de los anarquistas no debían hacerse públicamente, sino en el interior de las cárceles y en presencia solamente do las autoridades. Esta opinión se apoya en lo dudosa que es la ejemplaridad que producen estos castigos. Se ha comprobado que el reo quiso envenenarse, valiéndose de un pañuelo impregnado de ácido prúsico. Cuando pidió el pañuelo, las personas quo con él estaban tuvieron el buen acuerdo de no dárselo”.
1Gorpua eramaten zuen zalgurdiari esaten zitzaion horrela.
2Bartzelonako Montjuichen 1896an anarkistek jarritako lehergailu batek eztanda egin zuen, Corpus eguneko prozesioan.
3Estatu Ministroa zen.
Canovas del Castillo: 115 urte hil zutela