540 Zenbakia 2010-07-09 / 2010-07-16
Venezuela está situada en la costa septentrional de América del Sur. Tiene una superficie continental e insular de 916.445 km2, casi el doble que España. Esta amplitud se traduce en una línea de costa que alcanza en el mar Caribe 2.183 km de longitud, a la que se suman numerosos cayos e islotes de soberanía venezolana que se extienden por el norte y los más diversos paisajes: selva amazónica, llanos y cumbres de nieve perpetuas.
La belleza de esta tierra no deja indiferente a quienes lo visitan. El propio Colón, en 1498, la definía en su Carta a los Reyes Católicos como “Tierra de Gracia”, y en la actualidad su riqueza geográfica sigue siendo una de las características que hacen de este destino un escenario único para los amantes de la naturaleza, el sol, la aventura y pueblos llenos de encanto.
Existen espacios naturales cuya visita marca un antes y un después en la vida de quienes tienen la posibilidad de admirarlos. Entre ellos se encuentran:
– Amazonas: Cuna del río Orinoco y de más de ocho mil especies de plantas y orquídeas, la flor nacional. La mejor forma de conocer sus selvas y parques nacionales es navegando en bongos o curiaras. Algunas comunidades indígenas como la yanomami, la yekuana, o la curripaca habitan desde hace cientos de años estas tierras donde se unen las fronteras de Colombia, Brasil y Venezuela.
– Bolívar: La grandeza de este estado no solo se limita a sus 240.528 km2, sino a la cantidad de tesoros naturales que alberga: el Parque Nacional Canaima donde se encuentra el Salto del ?ngel, la caída de agua más alta del mundo, la Gran Sabana, llena de ríos multicolores y tepuyes, las formaciones más antiguas del planeta que el tiempo se ha encargado de transformar y que tienen un carácter sagrado para los indígenas de la zona. En función del tipo de turismo y de la zona que se quiera visitar, se ofrecen experiencias en avionetas, curiaras, jeep o rutas a pie, todo ello envuelto en un halo de leyendas e historias como la de El Dorado y otras propias de la tradición local.
– Archipiélago de Los Roques: Este parque nacional, formado por cincuenta cayos y trescientos bancos de arena en forma de atolón, hace único e incomparable a este grupo insular de los mares venezolanos, donde pueden encontrarse el 87% de todas las especies marines del Caribe. Cuenta en su cayo principal, el Gran Roque, con una pequeña pista de aterrizaje para avionetas que llegan desde Caracas e Isla Margarita, y con una amplia oferta de posadas para quienes deseen quedarse unos días a disfrutar de las aguas cristalinas que ofrece y la variedad de fauna y flora marina de la que disfruta. Es una referencia para los amantes del buceo, el mar y atardeceres inimaginables. Entre los meses de noviembre y abril, se abre la temporada de langosta, que se une a la abundante oferta de pescado y mariscos frescos.
– Los Andes: A pesar de estar situado en el trópico, Venezuela tiene la suerte de contar con una extremidad de la cordillera de los Andes. Con varios picos que sobrepasan los cuatro mil metros, los Andes venezolanos ofrecen paisajes y ambientes atractivos, que han convertido a esta región en uno de los polos turísticos del país. Los tres estados andinos (Mérida, Táchira y Trujillo) ofrecen paisajes montañosos, páramos, lagunas, valles y pueblos pintorescos que cautivan por la amabilidad de su gente. Esta región, limítrofe con Colombia, cuenta con un clima privilegiado y una gastronomía muy interesante.
Esta pequeña muestra, junto con alternativas como Choroní, en la costa central, un destino privilegiado para los surfistas y visitantes ansiosos de probar la típica guarapita (bebida a base de aguardiente y zumo de frutas) al son de la música de tambores. En la vecina Chuao, se cultiva uno de los mejores cacaos del mundo. Otros destinos como Coro, capital de Falcón, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad y poseedora de un paisaje desértico gracias a sus médanos, o los parques nacionales de Morrocoy y Mochima, con sus cayos y diversa flora y fauna marina, dan fe de un territorio que, a pesar de las dificultades por las que atraviesa en la actualidad, sigue maravillando a quienes lo visitan.