291 Zenbakia 2005-03-04 / 2005-03-11

Gaiak

Estrés, burnout y mobbing y sus costes económicos y sociales

DE NICOLAS, Luis SERRANO, Julio



D

esde el año 1984 el Comité Mixto de la Organización Internacional del Trabajo y de la organización mundial de la salud ha insistido en que los factores psicosociales en el trabajo, que consisten en interacciones entre el trabajo, el medio ambiente, la satisfacción y las condiciones de la organización por una parte, y por otra, las capacidades, necesidades, cultura del trabajador y su situación personal extralaboral, pueden influir en el rendimiento y la satisfacción en el trabajo, y por lo tanto, en su salud, a través de las percepciones y experiencias que el sujeto vive.

Si este modelo de sistema interactivo no es eficiente y se dan interacciones negativas es lógico que se puedan producir perturbaciones emocionales, problemas de comportamiento y cambios bioquímicos y neurohormonales, que presentan riesgos adicionales de enfermedades mentales y físicas. Todo ello supone un coste económico para el individuo, para la organización donde se dé esta interacción negativa, y para la comunidad. Todos estos factores psicosociales de mala utilización de las habilidades, de sobrecarga de trabajo, de falta de control, conflictos con la autoridad y con los compañeros, etc. están muy relacionados con el estrés laboral, y dentro del estrés laboral, como síndromes específicos o característicos que se generan en diferentes ocasiones, son de estudio actualmente el burnout y el mobbing.

El burnout como Síndrome de Agotamiento Psíquico o de quemado, es un estrés crónico, característico de aquellas personas que realizan su trabajo rodeadas de muchas otras personas y en relación directa con ellas, como es el caso de administrativos que atienden al público, secretarias, profesionales de la salud, de la educación, etc. Generalmente este síndrome aparece cuando el trabajador no puede ver cumplidas sus expectativas en relación a su trabajo y siente que ha perdido el control de su situación, o que no puede llevar a cabo su manera de realizar la tarea porque las demás personas no colaboran. Normalmente el síndrome aparece a través de un proceso que se inicia con la pérdida de autocrítica y problemas de relación que se manifiestan en actitudes negativas hacia los demás, después se da un progresivo deterioro físico y emocional que produce desmotivación del trabajo, pérdida de energía y cambios de puesto y absentismo por enfermedades psicosomáticas y por último puede llevar a una alta depresión, en la que el trabajador pida la baja total. No es de extrañar que se enfríen las relaciones con los demás, se tenga sensación de incompetencia en el trabajo y ante la percepción de agotamiento tanto físico como psicológico, pida la baja con los cotes económicos que suponga, tanto para el individuo como para la empresa.

El segundo tipo de estrés laboral conocido bajo el nombre de mobbing, es el Síndrome de Hostigamiento Psicológico. Este también tiene su origen en las relaciones personales pero generalmente más internas de los equipos de trabajo o de la organización, ya que se origina cuando los miembros de un equipo adoptan una posición de hostilidad en contra de un trabajador concreto, durante un tiempo prolongado, que generalmente, sea cual sea la denominación que utilicemos para hacer referencia a este fenómeno, debemos ser conscientes de los efectos devastadores, a nivel físico y psicológico, que sufren las personas que son sometidas a esta persecución, además de los daños sociales y económicos para las empresas...

El resultado siempre es doloroso (distrés físico o mental, enfermedad, aislamiento social) y bastante a menudo finaliza con la expulsión o abandono (cuando es posible) del trabajo. Es curioso y paradójico que el mobbing aparezca en una sociedad civilizada y que procesa el valor de los recursos humanos en las organizaciones. Pero además de las características y circunstancias de los agresores, las variables individuales, personalidad y circunstancias del agredido así como del que sufre el síndrome del quemado, la cultura y estructura organizacional, los acontecimientos desencadenantes (conflictos y excesos de trabajo relacional) y los factores externos a la organización (valores y normas sociales y culturales) que pueden contribuir a su aparición, se debe tener en cuenta que son índices de un clima laboral pobre en las organizaciones, por lo que el coste económico será mayor ya que está directamente relacionado con el valor social de la empresa u organización y máxime en esta sociedad del conocimiento.

Leymann, pionero en el estudio científico del mobbing, ya en 1966 clasificó conductas por categorías, como:

Impacto sobre la autoestima y forma en la que ocurre la comunicación: Tu superior restringe la oportunidad de expresarte o eres interrumpido constantemente...

Ataques a las relaciones sociales personales: La gente no habla contigo en ningún caso. Tú no puedes hablar con nadie, por ejemplo, se te niega el acceso a otros...

Ataques a tu reputación: La gente habla mal de ti a tus espaldas. Hacen circular rumores infundados...

Ataques a la calidad profesional y a la situación vital: No existen tareas específicas para ti. Los supervisores te asignan tareas sin valor...

Ataques directos a la salud: Eres obligado a realizar un trabajo físico fuerte. Recibes amenazas de violencia física...

Tanto el burnout como el mobbing, en cuanto respectivamente son un desgaste relacional o un ataque emocional interrelacional que comienza en el mobbing cuando un individuo se convierte en el objetivo de comportamientos como los señalados por parte de otros y es iniciado por un miembro de la organización (superior, compañero, subordinado), quien implica a, o logra que otros le sigan debido a que la organización ignora, presiona o incluso instiga la conducta ante una víctima que se encuentra indefensa.

Las consecuencias económicas son totalmente evaluables aunque de hecho no haya grandes datos. Ya la Organización Mundial del Trabajo en 1998 informaba que los actos de violencia en el trabajo provocan alteraciones en las relaciones interpersonales, la organización del trabajo y el entorno laboral en su conjunto, además de consecuencias devastadoras para la salud del individuo. Y en el año 2000, Namie y Namie denunciaban que esta epidemia silenciosa o mobbing conllevaba unos costes directos e indirectos parta la organización como consecuencia de la disminución de la productividad, la reducción de la calidad de los productos, la pérdida de prestigio de la organización, la disminución de clientes...Las consecuencias del mobbing pueden ser de distinta naturaleza y afectar a varios ámbitos próximos a la patología originada por el estrés, pero con una especial incidencia en la patología de tipo social, tanto para el trabajador afectado a nivel psíquico, a nivel físico, a nivel social y a nivel laboral, como para la organización del trabajo.

La organización en si misma se verá afectada por individuos desmotivados e insatisfechos que encontrarán el trabajo como un ambiente hostil asociado al sufrimiento y que no tendrán un óptimo rendimiento, también por el empeoramiento de su propia imagen y credibilidad, reclamaciones por compensaciones económicas, costes relacionados con la intervención de terceras partes...(Leymann, 1990; Einarsen et al. , 1994; Niedl, 1996).

Además tendrá efectos sobre el rendimiento produciéndose una disminución en la calidad y cantidad del trabajo desarrollado por la persona afectada, disminución de la motivación del personal y de la calidad en la atención al cliente, aumento del absentismo por enfermedad, entorpecimiento o imposibilidad de trabajar en equipo, problemas en los circuitos de información y comunicación...sobre el clima laboral ya que la cohesión, la colaboración, la cooperación, la calidad de las relaciones interpersonales...que señalan la calidad del clima social en una organización se verán afectados ante la existencia de un problema de este tipo.

La tasa de accidentes puede aumentar por negligencias, descuidos...ya que la calidad del clima laboral está relacionada con la tasa de incidentes y accidentes.

Para el núcleo familiar y social como entorno social del afectado padecerá las consecuencias de tener una persona cercana desmotivada, apática, sin expectativas ni ganas de trabajar, y que puede llegar a padecer algún tipo de trastorno psiquiátrico.

Y para la comunidad, como estudió Leymann sobre el impacto económico de este tipo de problema para la comunidad en que no hay que menospreciar las consecuencias que a este nivel se producen: la pérdida de fuerza de trabajo, coste de asistencia a enfermedades, costes de la pensiones de invalidez...y así de gran cantidad de trabajadores suelen ser diagnosticados de estrés y acaban en una jubilación anticipada. Concluyendo, podemos decir que cuando aparece tanto el burnout como el mobbing en una organización, los costes en productividad, sufrimiento humano y dinero pueden ser muy altos.