9 Zenbakia 1998-11-06 / 1998-11-13

Gaiak

José Francisco Aizkibel

ELORTZA, Urdin

José Francisco Aizkibel José Francisco Aizkibel *Traducción al español del original en euskera Urdin Elortza Aizkibel Autor de Diccionarios Este infatigable bibliógrafo y autor de diccionarios nació en Azkoitia en 1798. En su afán por mejorar su educación se puso al servicio de un canónigo en Roma y logró hacerse con una extensa cultura. Más tarde, viajó por toda Europa como secretario particular del duque Granada de Ega y, finalmente, se estableció en Toledo, ciudad en que la que pasó los últimos años de su vida hasta su fallecimiento en 1865. El Diccionario Basco Español Euskeratik erderara biurtzeko iztegia es el más conocido de sus cuatro grandes diccionarios. En gran medida está basado en el diccionario de Larramendi y no vio la luz hasta 1884. Esta obra, aparte de contener el único texto en euskara de Aizkibel, nos sorprende por una particularidad: Aizkibel propone una renovación ortográfica que rompe con el modelo castellano utilizado hasta el momento. En efecto, abandona las letra C y Q y en su lugar emplea la K y la Z y utiliza siempre la G en su sonido suave, es decir unas propuestas que se vieron reforzadas en la ortografía posterior. "Cuando el país Bascongado tenga una Gramática general de su lengua razonada según los principios establecidos en ella como demuestran claramente los elementos de que se valieron para su formación desde los primitivos tiempos de su origen hasta la época de su apogeo, y aprendan mis paisanos su lengua nativa con reglas seguras fundadas en las bases más sólidas de la lingüística, saldrán desde luego buenos lingüistas y filólogos para estudiar con más facilidad, conocimiento y seguridad las demás lenguas, y tendrán la suya para punto de comparación y estudio de la perfección de las lenguas." (Toledo, mayo de 1856) Dichas innovaciones no eran enteramente suyas, puesto que para entonces los escritores de Iparralde ya habían empezado a escribir de esta manera. Pero esto mismo nos muestra claramente el alcance de la intuición de Aizkibely su deseo de una lengua universal para los vascos. "Razones para el cambio de ortografía en la lengua bascongada. Convencido sin duda de la necesidad de esta reforma el Autor del mes de María Andre Dena Mariaren ilhabethia, edición de Bayona año de 1838, usa de una reforma de ortografía que en su mayor parte la he adoptado, o por mejor decir, la tenía adoptada desde el año 1832, como se ve en los cuatro tomos en folio de mi Diccionario, copiados en aquella época por mi escribiente, siguiendo la invariable máxima de que cada letra no debe tener mas que un solo sonido." Aizkibel es un producto de este ambiente. Según se dice aprendió antes el latín que el castellano. Su honradez y cualidades intelectuales lo llevaron a Roma para ser secretario de un canónigo. Más tarde pasó largos años al servicio de los Duques de San Fernando en sus viajes por Europa. Aizkibel no hubiera sido más que uno de los numerosos escribanos que dio la Gipuzkoa de aquellos años, a no ser por el descubrimiento de su calidad de vasco, cosa que sucedió en el extranjero. Este hecho cambió por completo su vida y dedicó a sus trabajos vascos el tiempo libre que le dejaba su trabajo. El tiempo libre y el dinero, más concretamente. Gastó sus ganancias en la compra y colección libros vascos. En uno de los pocos viajes que realizó a nuestro país, conoció en Bilbao al herrero de Abando y gran vascófilo José Paulo Ulibarri. Este, al saber que Aizkibel estaba confeccionando un diccionario, le llevó un cesto lleno de libros. Aizkibel le quiso dar por ellos dos mil reales de oro y Ulibarri se enfadó: "Yo jamás he sido un logrero, se los doy para que haga el diccionario". Anduvo revolviendo aquí y allí en busca de libros vascos, registrando entre viejos ropajes, arcones y desvanes: "Sé por experiencia el trabajo que da el hacer estos trabajos en un pueblo que tan poco se preocupa por su lengua". Aparte de los libros vascos, Aizkibel completó la más importante biblioteca técnica de toda España: botánica, minería,medicina, ciencias exactas, clásicos griegos, latinos y franceses... Los 3.477 libros, clasificados en 23 secciones, del patrimonio de Aizkibel pasaron a manos de la Diputación Foral de Gipuzkoa al año siguiente de su muerte, ya que ésa fue su voluntad, en consonancia con la crítica tantas veces expresada de la pasividad de los políticos. "El abandono, y el poco aprecio que hacen de su lengua los que dirijen los destinos del país Bascongado, sin una Biblioteca, sin una cátedra, y (vergüenza dá el decirlo) sin un diccionario Basco Español, ni una gramática medio regular, será causa de que se estinga una lengua tan antigua, tan filosófica como económica en su construcción, y tan rica en sus elementos, que puede servir de modelo para los que trabajan sobre una lengua universal". (Toledo, mayo de 1856) Robando tiempo a su vida privada, dictando cartas y consideraciones incluso cuando estaba enfermo y en cama, poniendo sus ganancias en libros que no habían de aportar beneficios materiales, sacudiendo la conciencia de un pueblo que vivía descuidadamente, impulsando investigaciones sobre la lengua, Aizkibel es un intelectual modélico. Si la Azkoitia del siglo XIX es modelo de lo que no hemos sido, Aizkibel es modelo de un comportamiento a un tiempo humilde y audaz guiado por su conciencia euskaltzale. A pesar de ser hijo del siglo XIX, Jose Francisco Aizkibel anuncia el siglo XX: pretende una lengua culta, nuestra y universal, capaz de expresar todas las ideas. "La época del dialectismo en griego coincide con la de la literatura clásica, que se llama la época Helénica; más tarde, de todos los dialectos el de los Atenienses predominaba solo; pero habiendo llegado a ser propiedad universal de todos los Helenos que no eran atenienses, fue alterado poco a poco, y en este estado de alteración lenta, pero inevitable, recibió el nombre (de) dialecto común. Esto mismo quisiéramos que sucediera con nuestra Euskera, que poco a poco se formase un dialecto clásico o literario que comprendiesenigualmente los habitantes de todo el país bascongado indistintamente." (Toledo, mayo de 1856) Aizkibel preve la necesidad de la Academia Aizkibel conocía muchas lenguas, incluídos los dialectos de nuestra lengua. Esto le proporcionaba un punto de vista particular sobre la necesidad de unificar el euskara: "Tal y como sucedió con el griego, nosotros deseamos que poco a poco surja un dialecto literario o clásico, fácil de comprender por los habitantes de toda Euskal Herria". Por esa razón consideraba imprescindible la creación de la Academia del euskara, a fin de profundizar en la filología, implantar las reglas para la enseñanza de la lengua y asentar la lengua literaria. En este sentido, Aizkibel es un adelantado, un predecesor, puesto que, casi 100 años antes que ningún otro, supo ver la necesidad de Euskaltzaindia. Y concienció a su amigo José Paulo Ulibarri de aquella necesidad. Ogetalau gizon Bear dira icentau, Guernicaco batzarrean Euzkeraren ganean Eguiteco alegiñ au. ("Hay que elegir 24 hombres en la asamblea de Gernika que hagan este trabajo en torno al euskara") "Es indispensable la formación de una Academia compuesta de Bascongados que hayan hecho estudios especiales sobre su lengua o que hayan estudiado las lenguas orientales, o dedicádose a estudios lingüísticos, admitiendo igualmente en su seno a todo filólogo o lingüista extranjero que se dedique al estudio de nuestra lengua." (Toledo, mayo de 1856) "Con buenos elementos gramaticales y lexicógrafos, ¿cuánto no se adelantaría en nuestra lengua? Pero para esto se necesita trabajar para la unidad etnográfica por medio de una gramática general razonada de la Euskera, aprovada y autorizada por una Academia compuesta de hombres competentes en la materia. Si en el día no se pudieran hallar tan inteligentes por falta de estudios preliminares, con este estímulo se formarían dentro de algunos años." (Toledo, mayo de 1856) "Es lástima que se pierdan tantos trabajos individuales y tantos esfuerzos por no formar unasociedad literaria o filológica de esta lengua, donde discutir y consultar sobre las dudas que ocurran, y combatir los errores que inocentemente por ignorancia se propagan. Deseamos que llegue este día para asegurar el buen éxito de los esfuerzos de los amantes del País Bascongado." (Toledo, mayo de 1856) Unica comunicación de Aizkibel en euskara "Ha transcurrido un siglo y diez años desde que nuestro Aita Larramendi nos dio su diccionario trilingüe; durante este período muchos han hablado, y bien, sobre el euskara desde fuera de Euskal Herria, tanto en Italia como en Francia, e incluso en Alemania. El prestigio del euskara se extiende de día en día por toda Europa, y desde que que el prusiano Humboldt ha mostrado en su libro que los vascos actuales son del linaje de los iberos de antaño y que la lengua de aquellos es la hablada por los vascos de hoy, las miradas de todos los eruditos se fijan en nosotros, atendiendo a lo que escribimos y cómo lo hacemos sobre el euskara. En primer lugar necesitamos un buen diccionario vasco, porque hasta ahora no tenemos ninguno. En tiempos del Padre Larramendi eran muy pocos los libros en euskara: no incluye más que diez en el prólogo de su diccionario, y hoy yo mismo poseo ciento catorce libros en euskara o sobre el euskara. En Euskal Herria cada vez se escribe mejor en euskara, tanto en Francia como en España, y para mí siendo iguales todos los vascos que habitan este mundo, a todos les hablo como a mis hermanos. Este diccionario mío es vasco español y cuando se quiera conocer el significado de una palabra en castellano, aquí se puede encontrar con mucha facilidad, ya que el del Padre Larramendi sirve únicamente para conocer el significado en euskara de las palabras castellanas. Muchos de ustedes piensan que el Euskara no tiene ningún valor, y en esas provincias tampoco demasiados, porque ahora todos saben hablar en Castellano". Aizkibel, un enciclopedista poco habitual José Francisco Aizkibel fue un erudito, un bibliófilo empedernido,pero al mismo tiempo poseía dos cualidades que, en general, difícilmente están presentes en la élite intelectual: la inclinación hacia el pueblo y el seguimiento de las preocupaciones y conflictos de su tiempo, en cuanto a opiniones al menos, para tomar partido con conocimiento de causa. Este azkoitiarra no fue, por tanto, el típico señorito que encerrado en su gabinete daba la espalda a su entorno y a su tiempo. Su preocupación y amor por el euskara lo acercaría a los labradores, a la gente humilde, para aprender la lengua viva y poder saborearla. Ni que decir tiene, grande había de ser la preocupación, si tenemos en cuenta que Aizkibel pasó en el extranjero la mayor parte de su vida. Podríamos decir, por tanto, que con una gran nostalgia de su país, comenzó a recoger las canciones oídas de labios de sus paisanos ‹o rescatadas de su propia memoria‹ en un trabajo de folclorista que por desgracia no pudo prolongar demasiado. Estaba igualmente interesado por las últimas invenciones de la hidráulica que por canciones como Lo, lochua o Dingulun Dangulun. Era un gran bibliófilo, eso está claro. Pero esta afición no consistía en una mero atesoramiento y resulta evidente su interés por las obras contemporáneas; por ejemplo, la primera edición de la obra de Chao Voyage en Navarre pendant l'insurrection des Basques aparece entre sus libros. Es de suponer que siendo carlista, leería con auténtica pasión la obra del zuberotarra. Y en esto Aizkibel también rompe con un gran tópico, puesto que hace compatible su opción política ‹en contra de lo que dicen los manuales de historia‹ con las luces, con el avance, con el progreso, en una palabra con el enciclopedismo. Españian da gizon bat bear deguna maita, Frantzizko Aizkibel jauna euskaldunen aita; txit da gizon prestua eta jakintsua, errespeta dezagun gure maisua. Ogei ta ainbeste urtetan bizi da Toledon, Izarraizko semea ez da beti lo egon; liburuen gaiñean lanean gau ta egun, gure euskera maitea galdu ez dezagun. Arabe eta hebreo,denak denak beera! Nere adiskideak, gora, gora euskera! Biotzean gurutza eskuan bandera, esan lotsarik gabe euskaldunak gera! Pakean bizitzeko gure mendietan euskeraz itz egin bear da batzarre denetan, ta euskaldunen izena geroko eunkietan famatua izango da alde guztietan. "Arren, ez bedi galdu euskera" (Iparragirre) Galdu dirade oitura onak galdua degu euskera... Ola bagoaz, eun urte barru galdu da gure izena! Erro, Aizkibel ziran bezela, erakuslerik gaur ez da. Gure euskera... Ai, galtzen bada, gu... euskaldunak ez gera!