446 Zenbakia 2008-06-27 / 2008-07-04

Artaretoa

Manu Muniategiandikoetxea

CURRICULUM VITAE Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco (UPV), en la especialidad de pintura y escultura. Entre 1992 y 1995 realizó distintos talleres en Arteleku, San Sebastián, para completar su formación. Así, en el taller de Adolfo Schlosser trabajó con Joan Hernández Pijoan, Pepe Espaliu y Jürgen Partenheimer. En 1994 participó en el taller de Ángel Bados y trabajó también con Txomin Badiola. Además, participó en un tercer taller de Pepe Albacete. Todo esto en Arteleku. Ha recibido varias becas con las que ha ampliado su formación artística. Entre otras cosas, ha participado en varias exposiciones colectivas, incluyendo la realizada en ARCO´06, en Madrid, “Dieciséis Proyectos de Arte Español”. En 2005 realizó una exposición en solitario llamada “Orain” en la Galería Espacio Mínimo de Madrid y en 2004 hizo otra llamada “Ni ez naiz hemengoa” en la Sala Rekalde de Bilbao junto a la comisaria Chus Martínez. En mayo de 2008 ha ofrecido la muestra “Behar Gorria Primavera Azul” en el Koldo Mitxelena Kulturune de San Sebastián. MANU MUNIATEGIANDIKOETXEA, EL PINTOR Y ESCULTOR URBANISTA

Manu Muniategiandikoetxea, pintor y escultor bergarés, empieza a ser muy conocido fuera del País Vasco, especialmente en Madrid, y es algo de celebrar, ya que no reniega de la pintura por la pintura.

En esta exposición, el público puede volver a disfrutar de parte de las esculturas que compusieron la muestra realizada en el Koldo Mitxelena de Donostia-San Sebastián, hace escasas fechas, acompañadas de las pinturas que también exhibió.

Las esculturas son de dos tipos: unas que responden a un proyecto urbanístico y recuerdan a esqueletos de edificios de retorcidas formas; otras que, o bien remiten a elipses entreveradas, o a esferas armilares. En cualquier caso, responden a la necesidad del autor de indagar en la representación espacial.

Los tres cuadros representan temas distintos. En el primero, un astrónomo, escudriñando el espacio con un telescopio que, vagamente, se asimila a alguna de las esculturas del autor. En el segundo, la representación pictórica de dos de las esculturas. Y el tercero, a un hombre que observa desde un bosque a oscuras, de tonalidad ocre azulada, como si fuera observado con algún sofisticado sistema de visión nocturna.

La obra de Muniategiandikoetxea progresa en la medida que no pierde curiosidad por estudiar la representación del espacio, ni la pictórica. Por lo cual es de deducir que sería un buen escenógrafo de la realidad o de lo que creemos que ésta es.

Ramuntcho Robles Quevedo