Bai Korrikari Sí a la Korrika *Traducción al español del original en euskera Garbiñe Ubeda Korrika se creó al amparo de la campaña Bai Euskarari. Es fruto del espíritu vascófilo constructor de la nación reforzado por el macrofestival de 1980. El acto organizado por Euskaltzaindia Real Academia de la Lengua Vasca tuvo mucho éxito, ya que, además de haber contado con la participación de mucha gente, consiguió ayudas económicas a favor de la actividad cultural vasca. Puede incluso decirse que la campaña de Bai Euskarari se mitificó. Por aquellos días AEK necesitaba organizar este tipo de eventos para así poder recaudar dinero y obtener el apoyo de la sociedad. La situación era grave. La cruda y dura realidad mostraba que la comarca más sólida de AEK, de Bizkaia, tenía por aquel entonces una deuda de cinco millones de pesetas, y la relación que las instituciones tenían con la coordinadora comenzaba a tambalearse. Hoy día, una generación más tarde, parece que las cosas se están repitiendo; se diría que el ciclo ha dado una vuelta entera. Recientemente hemos visto llenarse hasta los topes los cinco estadios de fútbol del País Vasco con motivo de la segunda campaña de Bai Euskarari, convocada por Kontseilua. Y cuando el eco todavía sigue resonando se está pidiendo una hora a favor del euskara , nos encontramos ante una nueva edición de la Korrika. Poco antes de adentrarse en el asunto Pinochet, la Justicia española quiso contraponerse a la fuerza de las 100.000 personas que se dieron cita en los estadios, al menos en lo que a la Korrika se refiere. Sin embargo, este ciclo no se ha cerrado. Ya se han celebrado diez Korrikas desde que Xabier Amuriza vistiera por primera vez la txapela del País Vasco y cantara "Bat korrika, bi korrika, mila korrikari, zazpi euskal herrietan. Denok bai euskarari/Uno corriendo, dos corriendo, mil corricalaris, en los siete pueblos vascos. Todos sí al euskara". Así que este onceavo que viene es un perro viejo. Ha recorrido mucho camino y aprendidomuchas cosas en el caminar. La primera edición le hizo ver que la nevada de pleno invierno no es muy buena compañera de viaje, y que, a fin de evitar peligros, es más apropiado decantarse por los meses como marzo u octubre para fijar la fecha exacta de la Korrika. También sabemos apreciar la puntualidad, que es necesario cumplir lo acordado en el paso por cada pueblo. El humor, el buen ambiente, las ganas de correr y la paciencia se marchitan si se llega tarde... o llegando antes de lo previsto, tal como ocurrió en la Korrika 3. La Korrika ha aprendido de lección de actuar con atención y rigor, porque de lo contrario los errores imprevistos se pagan caro. Trayendo a la memoria aquel lamentable incidente de la primera edición, en el que por haber perdido el mensaje que llevaba el testigo no se leyeron las palabras de Rikardo Arregi y se vociferaron otros eslogans, Korrika perdió la protección de Euskaltzaindia y EAJ PNV decidió no conceder ayudas a la siguiente edición. Pero el distanciamiento no sólo se debió a ese pequeño percance. La Korrika ha sido reflejo de los problemas que merodean en nuestra sociedad, y los líos y vaivenes que tuvieron lugar únicamente se pueden entender desde esa perspectiva. Al fin y al cabo, a la Korrika le resulta imprescindible la participación de todo el pueblo; independientemente del color que tengan, necesita de la fusión de las personas, de las instituciones y de las fuerzas vivas. Echando una mirada a las ediciones anteriores, la Korrika ha puesto el termómetro a todas las enfermedades de nuestro país. Repitiendo lo anteriormente citado, el ciclo generacional no ha sido un circuito cerrado. Afortunadamente, hay aspectos que no volverán a verse en esta onceava edición. Y si comparamos con las ediciones que tuvieron el mismo punto de partida y de llegada, es decir, las Korrikas cuyo recorrido transcurría entre Pamplona y San Sebastián, esta nueva edición que se pondrá en marcha el 19 de marzo no será objeto de ninguna prohibición porparte del Gobernador Civil de Navarra, como sucediera en la Korrika 2. Y, gracias al consenso de estos últimos tiempos, los partidos nacionalistas y vascófilos no se posicionarán en contra de recaudar dinero en las Diputaciones y Ayuntamientos, como EAJ PNV, EA y EE hicieran en la Korrika6. No se necesita gran cosa para que uno se dé cuenta de las grandes dificultades a las que la sociedad ha tenido que hacer frente en estos veinte años (alguna ventaja deberá tener la retrospectiva). Pero no es agradable percatarse de que aún quedan otros tantos obstáculos en el camino del consenso y de la fuerza para la euskaldunización de nuestro país. Si el esfuerzo pudiera calcularse en kilos, diríamos que necesitaremos toneladas para hacer avanzar las Korrikas venideras y demás. Al fin y al cabo, ¿qué es una sola generación en el proceso de recuperación de la lengua? ¿Cuál será la situación dentro de veinte años? Garbiñe Ubeda, periodista. Coordinadora del libro "Euskal Herria 10 korrika.
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