A la búsqueda de nuevas tierras para el euskera A la búsqueda de nuevas tierras para el euskera * Kike Amonarriz Un profundo y oscuro pozo "Euskara putzu sakon eta ilun bat zen" ("el euskera era un profundo y oscuro pozo"), escribió Aresti en un Bilbao castellanizado bajo la dictadura franquista, unas palabras que fueron recogidas en una canción que no tardaría en popularizarse por toda Euskal Herria: "Guk euskaraz, zuk zergatik ez?" ("nosotros hablamos en euskera, ¿tú por qué no?"). La comunidad lingüística vasca se encontraba hundida en un profundo y oscuro pozo, pero la colectividad ya había tomado la decisión de salir de ahí. Tomando el relevo de los emprendedores que les precedieron, varios pioneros partieron en busca de nuevas tierras. Txirrita Txirrita cantaba: "Erdera ez zen bakarrik kapaz, euskerak lagundu dio" ("el castellano no era capaz por sí solo; contó con la ayuda del euskera"), tratando de decir que el descenso del uso del euskera no fue motivado sólo por factores externos, sino que la actitud de los euskaldunes tuvo mucho que ver. Años más tarde, Xalbador recitó unos durísimos versos: "Hemen dago ama bat, bere haurrek hila" ("Aquí yace una madre asesinada por sus hijos"). Los poetas tienen en mente a los vascos. Y es que la sociedad, al fin y al cabo, es una red que agrupa a personas y a colectivos, y el hilo que permite tejer esas relaciones es el idioma. La lengua es, por encima de todo, un medio de comunicación de la comunidad lingüística de cada momento, y de la comunidad lingüística que generación tras generación ha creado una propia y peculiar perspectiva mundial. En nuestro caso, podríamos decir que la comunidad lingüística vasca es un ámbito comunicativo formado por personas, colectivos y entidades que viven en euskera, y que el principal instrumento que origina y cohesiona dicha comunidad es el euskera. Durante siglos, esa red y estructura social han sido capaces de salvaguardar el euskera, cuando al mismo tiempo era el propio euskerael que hacía las veces de nexo vinculante. Por todo ello, el euskera, en esa comunidad, era un idioma de gran prestigio y totalmente necesario, tal como explica Xabier Erize en su libro "Historia Sociolingüística del Euskera en Navarra". El principal motivo que ha dado lugar a la pérdida del euskera es la falta de cohesión interna. El objetivo de las medidas que se han adoptado contra el euskera es precisamente intentar que otra lengua supla al euskera en sus funciones, debilitar la estructura interna y las redes de comunicación de la comunidad, y llegar a suspender la transmisión. Como Iñaki Larrañaga suele comentar, nuestra comunidad lingüística se asemeja a un archipiélago rodeado por el océano castellano. Pero a lo largo de la historia nos encontramos con gran cantidad de personas que, además de paralizar el proceso de desaparición de la lengua, han partido en busca de nuevas tierras para la comunidad lingüística vasca. También en nuestra generación. Pensemos en las primeras gau eskolas, en las ikastolas, en la nueva canción, en los primeros programas de televisión en euskera... La gran mayoría estamos convencidos de que el haber avanzado un trecho en el camino ha supuesto un gran adelanto. El pozo ya no es ni tan profundo ni tan oscuro. Claro que tampoco resultaba tan difícil avanzar, teniendo en cuenta cuál era nuestro punto de partida. En cualquier caso, no hay que olvidar que los síntomas de las debilidades endémicas del euskera siguen estando al descubierto. Época de crisis A medida que los años transcurren, nuestras dudas e inquietudes aumentan: ¿Dónde llegaremos? ¿Dónde queremos llegar? ¿Dónde podemos llegar? A la velocidad a la que vamos, ¿no serán otros quienes se apoderen de las nuevas tierras que queremos conquistar? ¿Por qué nos ha abandonado tanta gente que emprendió el viaje junto a nosotros? ¿Por qué se ha rendido tanta gente? ¿Podemos ir más deprisa? ¿Podemos todos? Bernardo Atxaga El impass, el cruce de caminos, la redefinición, el cambio... "Laprimera verdadera crisis de nuestra generación", sentenciaba Bernardo Atxaga en el número de enero de Larrun. Si os fijáis, son palabras que leemos y escuchamos con una asiduidad cada vez mayor en las cavilaciones que se realizan sobre la actividad cultural vasca y el euskera. Parece que en primer lugar tenemos que ajustar, enriquecer, pulir y alimentar nuestro mundo conceptual y nuestros discursos. Es el momento de revisar los mecanismos conceptuales, las estructuras, las leyes y las estrategias que establecimos hace 20 25 años, y adaptar las estrategias, ideas y parámetros sobre los que se sostienen la Política Lingüística y la actividad cultural vasca al nuevo panorama socio político lingüístico económico (léase el parecer de Iñaki Martinez de Luna en el último número de Jakin). Y, puestos a modificar las políticas lingüísticas, no estaría de más cambiar las estrategias políticas. Por otra parte, tampoco podemos olvidar que vivimos en un mundo cada vez más complejo, más cambiante y más interrelacionado. Incluso el inglés es cada vez más nuestro, lo cual influye directamente en las actitudes y valoraciones respecto al euskera, en los ámbito de utilización y en el mercado cultural. Excepto el inglés, el alemán, el castellano, el japonés, el chino y el ruso, hoy en día todas las demás lenguas son minoritarias. Las diferencias vienen marcadas por el porcentaje de monolingües, el nivel de oficialidad y la fuerza de la comunidad lingüística. El campo de las relaciones o luchas entre las lenguas es hoy mucho más amplio, y la nueva generación tiene ante sí un nuevo sistema de relaciones. Tienen el mundo en casa, y la comunidad lingüística y el país que estamos levantando están cada vez más presentes en el mundo. De todos El euskara es de todos En nuestra comunidad ya no hay vascos monolingües. De nosotros depende que empleemos, transmitamos o desarrollemos una u otra lengua... Por lo tanto, es imprescindible reforzar la vinculación, el afecto y la motivación por el euskeradesde una perspectiva de integración lingüística, donde la auténtica clave de la supervivencia del euskera sea, entre otros factores, la voluntad de los ciudadanos de mantenerla viva. Para que el euskera sea un elemento que contribuya a cohesionar la sociedad en lugar de dividirla, tendremos que incidir en la pluralidad y atractivo de la comunidad vasca, superando o divulgando los estereotipos que el euskera ha creado y recibido entre no pocos castellanos (y jóvenes euskaldunes). Tenemos que difundir el discurso a favor del euskera y llegar hasta los castellanoparlantes neutralizando los discursos contra el euskera. Difícilmente tendrán éxito alguno las políticas lingüísticas que no cuenten con el respaldo de la sociedad. Y para que en esas nuevas tierras que ansiamos para el euskera la convivencia lingüística resulte viable, es absolutamente necesario generalizar socialmente el conocimiento del euskera; es decir, garantizar la euskaldunización de todos los niños que se escolarizan. Dicho esto, conviene añadir un importante detalle: la principal finalidad de la enseñanza no puede ser el mero aprendizaje de una lengua, sino garantizar la capacidad comunicativa de los niños y jóvenes, y asegurar la adhesión a la lengua. Para ello hace falta desarrollar mecanismos y programas que aseguren la transmisión y reproducción social de la lengua: desde prestigiar y garantiza el uso de la lengua de casa, hasta euskaldunizar el entorno del niño: la enseñanza, los servicios extraescolares, las ofertas culturales y los servicios y consumos para el ocio. Para todo ello se requiere una política lingüística más efectiva, coordinada y amplia que la actual, en todos los niveles administrativos. Disfrútame más Considero que en lo que respecta a la actividad cultural y a los medios de comunicación habría que incidir en dos aspectos: por una parte, favoreciendo la creación y la producción, y por otra parte fomentando la difusión de dicha producción. Tenemos que conseguir que el euskera sea(más) accesible, (más) atractivo en Internet, en el cine, en los medios de comunicación, en la música, en el ocio... Nos estamos jugando buena parte de nuestro futuro en una vida demográfica, social, económica y cultural. En la calidad, especialidad y accesibilidad de la oferta en euskera. Tenemos que detectar las carencias que hay en la oferta de distintos ámbitos (prensa, radio, televisión cine, libros y cultura en general), y definir las posibilidades y procedimientos para desarrollar mecanismos de creación. Las planificaciones, los proyectos de normalización, las normas... constituyen el esqueleto, pero para que puedan vivir necesitan además un corazón y unos músculos que se traducirían en servicios y productos. Pero no basta con producir. Las políticas que se han seguido hasta ahora se han dirigido especialmente a impulsar la producción, pero en estos momentos la necesidad de fomentar la producción cultural en euskera es ya una evidencia. Tenemos que dar a conocer, promocionar y ofrecer nuestra oferta, para de tal forma llegar hasta nuevos receptores y sectores que hasta ahora no hemos alcanzado. En ese sentido, será necesario que los agentes culturales arriesguen más en sus apuestas y que la administración ofrezca un amparo más amplio. ¿Hacia dónde nos dirigimos por este camino? Para terminar, en estos difíciles, amargos pero interesantes tiempos políticos, si queremos llegar a nuevas tierras para el euskera, y, tomando la idea de Toni Mollà, entendemos el proceso de normalización lingüística como un proyecto para la cohesión social, opino que es absolutamente necesaria la cooperación y coordinación de las instituciones y de los agentes sociales para afianzar el proceso de integración en la sociedad, encauzar el proceso de normalización lingüística y reforzar su legitimación social. Contar con la adhesión de la mayoría de los ciudadanos y de la sociedad, así como con la cooperación entre las administraciones y los agentes sociales serán totalmente necesarios parasuperar las dificultades e inercias, para crear y difundir la ilusión, para neutralizar los ataques y para poder hacer frente a los intereses político económicos de los estados. Dicho de otro modo, para llegar a una especie de Lizarra Garazi del euskera, donde, en una situación distendida, los agentes políticos y sociales lleguen a un consenso. No sé si llegaremos a descubrir nuevas tierras, pero les aseguro que el viaje bien merece la pena. Kike Amonarriz Fotografías: Auñamendi, http:Eusko Ikaskuntza Euskonews & Media 201. zbk (2003 / 02 28 / 03 07) Euskomedia: Euskal Kultur Informazio Zerbitzua Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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