174 Zenbakia 2002-07-05 / 2002-07-12

Gaiak

Morir en Lezo en el siglo XVII

AGUIRRE SORONDO, Antxon

Morir en Lezo en el siglo XVII Morir en Lezo en el siglo XVII Antxon Aguirre Sorondo Introducción Hace algunas fechas se publicó en esta misma revista un interesante artículo del historiador Carlos Rilova Jericó sobre "Piratas a la puerta de casa". Esto me recordó un artículo que publique en 1991 en la revista de Lezo sobre las primeras actas de defunción de dicha población. En dicho trabajo aparecía una buena colección de vecinos que murieron en el "oficio de corso". Por ello y por si puede interesar a algunos el contenido de dicho trabajito me atrevo a republicarlo. La muerte en Lezo Aunque a primera vista el tema puede antojársenos un tanto áspero aún más hoy, en que la muerte ha quedado prácticamente desprovista de los ritos religiosos y sociales que hasta ayer fueron inherentes, al contrario de lo que sucede con las ceremonias y los banquetes de bautizos y bodas , en realidad, si conseguimos superar los prejuicios propios de nuestra cultura, descubriremos que al tiempo que va perdiendo esa aureola siniestra, se presenta ante nosotros con su cara natural como uno de los fenómenos que dan sentido a nuestras vidas. Ya lo decía el romano cordobés Séneca: "En la vida hay que aprender a vivir, pero también hay que aprender a morir en la vida". Siguiendo esta misma filosofía, me he sumergido en los libros de difuntos de la parroquia de Lezo estudiando una a una todas las actas de defunción. Han hecho falta muchas horas para cubrir este empeño, cuyo resumen somero presentamos en el presente artículo. A la luz de este simple listado de nombres y fechas, hemos querido plasmar el modus vivendi y la actividad de los naturales de Lezo en aquellos años del siglo XVII. El primer registro que aparece en los libros de finados de la parroquia de Lezo data de 1638, y dice así: " En veinte y ocho de agosto murió D.Sebastiánde Zamora en la villa de Tolosa. Recibió los sacramentos y testó. Por la verdad, D. Esteban de Villariz" Este mismo año aparecen los asientos de María Domingode Salaverría, de quien se ignora dónde murió, y la de María Joan de Iturarain, alias "Santua", fallecida en Alza. A partir de entonces se inscriben en dicho libro buena parte de los finados en Lezo, aunque es a partir de 1645 cuando se hace de forma sistemática, tal vez a consecuencia de la orden dada por el visitador (comisario eclesial que periódicamente visitaba las villas para comprobar el correcto funcionamiento de las parroquias y certificar las necesidades y transformaciones que debían acometerse) D. Pedro de Saravia y Mendoza, que en dicho año instó a las autoridades locales a levantar actas de defunción de todas las personas, indicando el día exacto del óbito, así como si testó o no, con la firma del párroco al pie de cada documento, "bajo pena de excomunión mayor" si no lo hicieren. Así se explica que en 1638 sólo hubiera nueve fallecimientos registrados; dos en 1639; nueve en 1640; tres en 1641; el año 1642 son ocho; suben a doce en 1643, y ya en 1645 encontramos veintinueve registros, continuando en ritmo ascendente los años sucesivos. En ocasiones, muy contadas para nuestra desgracia, los libros indican el oficio del difunto. En base a ello hemos elaborado la siguiente lista (la fecha corresponde a la del asiento del documento, que generalmente coincide con su defunción excepto si esta se produjo fuera de la villa, en cuyo caso se anota al conocerse la noticia): El licenciado don Esteban de Echaçarreta (7 V 1643). Los bachilleres don Antonio de Eliche (4 VI 1643) y don Miguel de Ayçaga (24 XI 1643). El canónigo don Baltasar de Arizabalo (11 VI 1650). El vicario don Esteban de Villanueva (1 XI 1650). El sacerdote don Hugo Reli (16 VII 1658). El estudiante don Nicolás de Gainza (6 XII 1653). El molinero de Borda aundia Martín de Aguirre (31 VIII 1645). La "serora" de la iglesia de Lezo María Martín de Arrieta (30 I 1648). Atípicos son los asientos correspondientes a María Joan de Iturarain, de quien ya mencionamos se cita su alias "Santua" (14 IX 1638),y a María de Yribarren, alias "Mari largura" (25 V 1640). También puntual es la aparición de nombres de caseríos lezotarras existentes en aquella época: CORTABURU (5 V 1652, donde murió un francés), ALZATE (21 XII 1678), BORDA AUNDIA (31 VIII 1645) y BORDA LA BORDA (27 VI 1703). Por el contrario, sí era corriente que se explicitara el motivo del fatal desenlace. Veamos algunos casos: ASESINADO Un criado de Miguel de Gainça (no se da su nombre ni apellidos) murió a consecuencia de una herida que le propinaron. AHOGADOS EN EL MAR Cuando pescaban (supondremos que se hundieron con la lancha) murieron en un mismo día (11 VII 1649): Martín de Yturain Joan de Dorronsoro Martín de Arrillaga Pedro de Darieta Joanes de Gamboa Marcos de Gamboa Asimismo laborando en el mar desaparecieron: Miguel de Olayçola (21 IV 1699) Juanes de Martiarena (31 IV 1662) Se ahogaron, aunque sin citar las circunstancias: Miguel de Alfaro (1645, no se cita día ni mes) Bernando de Elizon (20 V 1696) Josep de Aguirre (llegó la noticia el 02 VI 1697) Agustin de Charte (18 IX 1701) Miguel de Arrieta (3 VIII 1710) Joan Antonio de Elizondo (9 VIII 1710) Juanes de Barrechea (9 VIII 1710) Manuel de Echeverria (10 VIII 1710) Otros casos también relacionados con el mar fueron los de: Juanes de Salaverría, que se ahogó en el puerto de Arsucoa en Fuenterrabía, pescando posiblemente (1 VI 1688) Sebastián de Darieta, Juan Nuñez de Iturain y Juan de Gamboa, que "se perdieron en el mar en un navío llamado San Sebastián" (16 XI 1658) Martín de Elizondo, quien cayó de un navío (22 VII 1693) Erramus de Urbieta, murió en la mar a causa de una enfermedad (1 VIII 1710) MUERTOS EN EL CORSO Esto es, persiguiendo y saqueando las embarcaciones mercantes del enemigo, actividad amparada y fomentada por la corona como práctica común en tiempos de guerra, especialmente en estos años en que la disputa por el dominio de los mares entre españoles, franceses e ingleses hizo de la marina el baluarteprincipal de la expansión de las nuevas potencias, coincidente con el ocaso del imperio español: Roque de Yriberri (7 V 1640) Joanes de Yrigoyen (29 X 1641) Joan de Torre y Miguel de Miura (29 I 1644) Domingo de Alfaro (30 I 1644) Leon de Ollo (23 IV 1644) Miguel de Largo (2 VI 1644) Joanes de Arrigaga (1 VIII 1647) Francisco de Careaga ("dicen sus camaradas le mató el enemigo andando al corso") (14 IX 1651) Joan de Berayz (9 IV 1658) Lucas de Elorriaga (11 IX 1658) Sebastián de Largo (1 X 1692) Domingo de Echegaray (28 IV 1693) MUERTOS EN LA ARMADA Es sobradamente conocida la tradición marinera del pueblo de Lezo, que además de haber dado grandes nombres a la historia de la armada española, también ha entregado la vida de muchos de sus hijos en las expediciones militares y aventureras. Así por ejemplo, gracias al excelente trabajo de José Ignacio Tellechea Idígoras "OTRA CARA DE LA INVENCIBLE" (Grupo Dr. Camino, Sdad. Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones. Donostia 1988), sabemos que seis lezotarras perdieron la vida en el desastre de la Armada Invencible el año 1588 (Juan de Zabalaga, Joanes de Joanmarindegui, Miguel de Inurruzu, Martín de Aurela, Hernando de Aranheder y Tomás de Apaezyarza). En concreto, y ya volviendo al siglo XVII, embarcados en naves de la armada real como marinos o soldados fallecieron los vecinos de Lezo: Gregorio de Sançenea (10 IX 1642) Esteban de Arrillaga, que murió "en el puerto de Mahón sirviendo en la armada real" (10 VII 1648) Gabriel de la Cuesta (20 I 1667) Joseph de Picoaçarate "yendo embarcado en los navíos de la armada para Cádiz" (28 X 1690) Joseph de Carega (24 II 1692) Vicente de Arpide, en Cádiz (3 I 1700) MUERTOS EN EL EJERCITO Se especifica que cayeron en acto de servicio durante esos tormentos años: Joanes de Soroeta, soldado, que murió estando sobre Lérida (3 XII 1647) Esteban de Arizabalo y Joan Nuñez de Darieta, "murieron en la armada que a su cuenta llevo el Sr.D. Joan de Austriaa la composición de la ciudad de Nápoles" (11 II 1648) Joan de Villaviciosa, alférez de una compañía caído durante el sitio de Barcelona, último capítulo de la llama "guerra dels Segadors" (19 III 1652) Y como presos de guerra en los Países Bajos durante su guerra de independencia: Juanes de Vidarte (8 VI 1641) Santiago de Garaicoechea, piloto (17 V 1642) Como vemos, siempre que tuviera lugar fuera de los límites de la villa se acostumbraba a indicar el lugar donde se produjo el luctuoso acontecimiento. Aparte de los ya indicados hasta ahora, conozcamos otros casos: EN FRANCIA Es de suponer que muchos perecerían en el curso de las batallas que precedieron y siguieron a la Paz de los Pirineos entre las dos naciones enfrentadas: Salvador de Iturain "soldado en la armada que está sobre Burdeos" (11 VIII 1652) Jaques de Febres, que murió en "Bure" (¿Burdeos?), reyno de Francia" (28 XI 1652) Pascoal de Aguirre, murió "de enfermedad en la ría de Burdeos en el navio llamado La Soledad" (1 XI 1653) Nicolas de Lete (1 X 1678) Rafael de Echarta (4 I 1684) Joseph de Salaverria (24 IX 1684) Santiago de Yriberri (22 X 1684) Juanes de Laforzada (14 I 1690) Juan Bautista de Carceaga (30 V 1690) Joseph de Salaverría (21 I 1691) Joseph de Lasarte (12 IV 1693) Y víctima también de la disputa imperial entre las coronas de Francia y España fue María Domingo de Salaverría, que murió "cuando entró el francés", que se cita en un asiento de 1645 aunque sin fecha concreta. EN ANDALUCIA Dada la muy importante relación entre Cádiz y Guipúzcoa en esa época, por ser aquélla la puerta de entrada y salida hacia o desde "las Indias" (el continente americano), numerosos marinos y emigrantes vascos llegaban a aquellas tierras, al igual que grandes cantidades de hierro y herramientas construidas en nuestras ferrerías. No es de extrañar por lo tanto que en medio siglo todos estos naturales de Lezo vieron apagarse sus vidas en aquella hermosa ciudad andaluza: Diego de Aldave(1 II 1646) Diego de Aguirre (8 XI 1657) Miguel de Yanci (16 XII 1677) San Juan de Vidarte (21 VIII 1678) Juan López de Larrizaval (15 I 1690) Joseph de Arpide (19 X 1694) Benito de Arpide (6 I 1696) Ignacio de Aristizabal (31 X 1696) Antonio de Olayzola (26 VII 1701) Bernardo de Muxica (25 V 1706) Otras citas que encontramos referentes a tierras sureñas son: Martín de Yribarren, "en Andalucía" (16 VI 1645) Joseph de Endara, "en Cádiz o Sevilla " (6 X 1652) Nicolás de Arrieta, en Sevilla (29 VI 1709) Patricio de Larzabal, en Córdoba (14 XII 1677) Miguel de Yturain, murió "de vuelta de la Andalucía" (24 VIII 1658) Pedro de Salavarría, que murió en el "lugar de Christalina, tierra de Burgos", a la vuelta de Cádiz (10 X 1677) Esteban de Zubigaray, que murió en el hospital de Burgos, cuando volvía de Andalucía (28 XII 1668) Se perdieron en el mar volviendo de Cádiz, suponemos que a causa de un naufragio (8 IX 1662): Vicente de Arrillaga, Juanes de Zuloaga, Bautista de Camusarri y León de Yriberri EN "LAS INDIAS" En este caso las fechas corresponden al día en que llegó a Lezo la noticia de la muerte, que como es lógico ocurría mucho tiempo antes: Bartolomé de Arranamendi (30 III 1644) Joanes de Gamboa (5 V 1644) Manuel de Maynçia (1645, no se indica día ni mes) Joseph de Zumarrista (23 III 1649) Juan Núñez de Muru y Lezoandia (11 IX 1652) Capitán Juan de Iturayn (septiembre de 1658) Joseph de Zuloaga (16 VII 1665) Miguel de Yturrasayn (8 X 1665) Félix de Irigoiti (15 XI 1679) Sebastián de Careaga (17 XII 1684) Juan Bautista de Gainza (6 I 1692) Lázaro de Torres (1 I 1695) Felipe de Salaverría (11 V 1695) Antonio de Echevelzyte (19 X 1698) En algunos casos el asiento señala exactamente el punto de América en que murió, como por ejemplo: Joan de Aduna, murió en Campeche (México) (18 VIII 1645) Onofre de Enparan, en Panamá (9 III 1687) Baptista de Darieta, "que murió en el viaje de los galeones en el puertode La Habana" (9 IV 1673) Lucas de Yrigoyen, murió en Santo Domingo (21 V 1646) Bonifacio de Aguirre, en Buenos Aires (6 IV 1704) Juan Antonio de Yribarren, en "Riojanero (Río de Janeiro) viniendo de Buenos Arayeres (sic)" (17 IV 1706) Joan y Antonio de Echeveste, que murieron en viaje al nuevo continente (3 VI 1674) Sebastián de Carega, tambien en ruta (4 XI 1665) Fermín de Iribarren, en el viaje de regreso (6 III 1672) Miguel de Aramburu, murió en Cantalapiedra (Salamanca) "viniendo de Yndias" (25 IV 1644) En cuanto al lugar de enterramiento, lo más normal era la inhumación en el interior de la iglesia parroquial de Lezo, en donde cada familia poseía un carnario. No obstante, en los libros hallamos también algunas citas de personas que falleciendo en Lezo deseaban ser enterrados en otros términos, fundamentalmente en sus villas de procedencia. Así se dan traslados funerarios a Rentería, "Pasajes de la parte de San Sebastián" (hoy Pasajes de San Pedro) o "Pasajes de la parte de Fuenterrabía" (hoy Pasajes de San Juan o Pasai Donibane). En estos casos, en lugar de pagar un funeral completo, abonaban los familiares al cabildo una cuarta parte del importe de un funeral completo, lo que se designaba "cuarta funeral". En caso de carecer de medios y si era natural del pueblo se le hacía un "funeral de Caridad". Los funerales se realizaban en el lugar del enterramiento, y si moría en el Nuevo Mundo o lejos de aquí, al llegar la noticia a la villa se oficiaba un funeral como cualquier otro, sin distinción alguna con los fallecidos en la localidad. Por último trascribimos un documento fechado el 23 de octubre de 1645, que sirve de modelo y descripción de los rituales típicos en aquellos lejanos años. Su lectura nos hará pensar hasta qué punto han cambiado las cosas: " ...murió Simona de Arrillaga, hija legítima de Nicolás de Arrillaga y Magdalena de (en blanco). Recibió los sacramentos y mandó que fuese enterrada en la parroquia del Pasaje de la parte de Fuenterrabía;pagaron la quarta funeral sus padres y se repartió la dicha quarta entre los beneficiados de este lugar, la iglesia y serora a cada uno un ducado de plata y a la serora medio ducado y porque murió en la jurisdicción y feligresía de este lugar el vicario y beneficiados dieron en su casa a su cuerpo el responso con la cruz, candelas encendidas y capa y le acompañaron hasta la casa de Navetas Liçarça y allí lo recibieron el vicario y beneficiados de dicho Pasaje, siendo testigos el canónigo D. Baltasar de Ariçabalo, D. Joan Chacón, D. Joan de Ezpeleta, Joanes de Gamboa, Joan de Arreche, Nicolás de Arrillaga y otros muchos y por la verdad firmo, D. Esteban de Villariz" Antxon Aguirre Sorondo, miembro de la sección de Antropología de Eusko Ikaskuntza Fotografías: Página web del Ayuntamiento de Lezo http:// Euskonews & Media 174.zbk (2002 / 7 / 5 12) Euskomedia: Euskal Kultur Informazio Zerbitzua Eusko Ikaskuntzaren Web Orria