169 Zenbakia 2002-05-31 / 2002-06-07

Gaiak

Del pasado al futuro, la formación, clave del caserío

FRÍAS, Jesús

Del pasado al futuro, la formación, clave del caserío Del pasado al futuro, la formación, clave del caserío Jesús Mª Frías Ugarte Si nos remontamos en el tiempo, buscando acciones de formación en el sector agrario, vemos que los primeros autores que tratan sobre las técnicas agrarias, como el romano Columela (s .IV a. C.) o el árabe Abu Zacharias (siglo XII) y el castellano Alonso Herrera (siglo XVI) se circunscriben a recoger las técnicas más utilizadas en su época, muchas de las cuales han llegado a nuestros tiempos y a transmitirlas, a través de tratados de agricultura para conocimiento y utilización de los propietarios rurales. Coincidiendo con nuevos descubrimientos tecnológicos importantes, el primer esfuerzo en nuestro entorno se produce a mediados del siglo XIX, cuando los grandes propietarios agrícolas que controlan las Diputaciones Forales, con la cercanía de la instalación del ferrocarril ven abierto el acceso a nuevos mercados, y a su vez, la posibilidad de aumentar las rentas de sus propiedades introduciendo las nuevas técnicas agrarias que la Ilustración europea ha desarrollado principalmente en Francia, Alemania y Bélgica y que se conoce con el nombre de "Nueva Agricultura". Es en ese momento cuando las Diputaciones envían a varios técnicos a la escuela de Grignon (Francia), siendo el guipuzcoano Eugenio de Garagarza, Tolosa 1825 San Sebastián 1899, la figura central de los programas de reconversión agraria puestos en marcha por las Diputaciones Forales, que se concretaron en la creación de tres casas modelo o escuelas prácticas de agricultura, Erandio (Bizkaia) 1852, refundada en Zalla y Abadiano a principios del siglo XX, Arkaute (Alava) 1855 y Yurreamendi Tolosa (Gipuzkoa) 1857, refundada en Fraisoro en 1898, a través de las cuales se transfirió al agro vasco las técnicas que se practicaban en la "Nueva Agricultura". Más cercana en el tiempo, en la década 60 70 del siglo pasado, se produce un resurgir de las Escuelas Agrarias (Zabalegi, Arkaute,Fraisoro, Derio) coincidiendo con la transformación que supone en la Europa Agraria la aplicación del plan Mansholt de la Europa Verde, que se tradujo en el paso de la agricultura tradicional, familiar, de autoabastecimiento y muy diversificada, a una búsqueda de estructuras productivas, competitivas, especializadas, industriales, con el desarrollo de nuevas tecnologías, mecanización, abonado, semillas, selección ganadera y la introducción del concepto económico comercial, etc. que todavía estamos digeriendo y que ha supuesto la reconversión del agro europeo y la desaparición de millones de explotaciones familiares. Nos encontramos ante un nuevo ciclo marcado por los avances tecnológicos impensables hace unos años, tales como la aplicación de la biogenética a las producciones agrarias y por cambios sociales como la reducción de la población activa agraria a límites inferiores al 3% actual, con lo que supone de pérdida de la influencia social y económica en la vida del país. Las circunstancias que modelan la actualidad y el futuro de nuestro agro son muy variadas e incluso en algún caso contradictorias. Las más importantes son: La intensificación y especialización en la actividad agraria ha supuesto una contención reducción de los precios agrarios que ha devenido en la inviabilidad económica de la mayor parte de los caseríos y como consecuencia la desaparición de la actividad tradicional en la mayoría de ellos. Los que han quedado dedicados como actividad económica principal a la agraria se han especializado en sectores intensivos, como la producción de leche, hortalizas, flor, etc. La mayoría mantienen la actividad a tiempo parcial como complemento del trabajo en la industria o servicios, otros han extensificado la actividad a cultivos de cereales, forestal, ganadería extensiva de carne o simplemente en otros casos, se están abandonando casas y tierra. Como consecuencia, se ha generado un abandono del sector por las generaciones jóvenes y por ello una pérdida de lacultura agraria tradicional, muchos hijos de baserritarras sólo conocen una técnica de producción y la mayoría ni eso. Foto: Horticultura Alberro Baratzaintza Actualmente en el sector agrario conviven dos corrientes, una dominante, convencional productivista, intensiva, con la aplicación de técnicas en muchos casos agresivas con el medio natural y con el hombre, y otra emergente que propugna la agricultura sostenible, técnicas agroambientales de protección medio ambiental (Kioto) e identificación entre alimentos y salud. Se empieza a valorar, aunque todavía no lo suficiente, además del aspecto económico de las producciones del caserío, el papel que representa como protector del medio ambiente, como depósito de valores culturales que representan la esencia o raíces de un pueblo. Se produce la incorporación al mundo agrario del urbanita que busca un modo de vida más acorde con la naturaleza. Entiendo que a través de la ciencia y la investigación se tiene que desarrollar una "Nueva agricultura" bajo los parámetros de la sostenibilidad y la protección medioambiental y que la evolución futura de todo el sector deberá ir por esos caminos, sustentada en la aplicación de la tecnología más avanzada, tal y como ha ocurrido con el desarrollo de la producción agraria convencional. En el contexto de esa nueva agricultura se va a desarrollar en el futuro la actividad del caserío y como siempre el factor más importante será el factor humano que como decimos estará casi ayuno de esa cultura agraria y tendrá que adquirir conocimientos y destrezas en aspectos tan complejos y dispares como tecnología agraria, robótica, informática, protección medio ambiental, relaciones humanas, etc. aspectos que se los deberá trasladar la sociedad a través de la formación que como hemos dicho muchas veces, es la clave del desarrollo de un sector, de un país. Jesús Mª Frías Ugarte, Director Mendikoi Arkaute Euskonews & Media 169.zbk (2002 / 5 31 / 6 7) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria