166 Zenbakia 2002-05-10 / 2002-05-17

Gaiak

¿Somos una especie éticamente sostenible?

SALOÑA BORDAS, Marta

¿Somos una especie éticamente sostenible? ¿Somos una especie éticamente sostenible? Marta Inés Saloña Bordas Los seres humanos, como todo ser vivo, modificamos sistemáticamente nuestro entorno para hacerlo más habitable de acuerdo a nuestras necesidades y objetivos. Desde situaciones tan antiguas como el rápido ascenso de los niveles de oxígeno, un contaminante producido por la acción fotosintética de organismos que relegaron a las arquebacterias a ambientes arcaicos, hasta el actual proceso exponencial antrópico, acelerado por el desarrollo tecnológico, todos los seres vivos modifican el entorno. El problema, en consecuencia, no está en esta capacidad de alterar y contaminar que tiene todo organismo y, con frecuencia, otro sabe aprovechar por ejemplo, el O2 permitió la diversificación de seres aerobios sino en la velocidad a la que este proceso tiene lugar tras nuestro desarrollo tecnológico, comparable a la acción de un enzima. Una velocidad a la que el entorno y los seres que lo habitan han sido incapaces de adaptarse, con los trastornos medioambientales que conlleva. "La aceptación generalizada del propósito de hacer más "sostenible" el desarrollo económico es, sin duda, ambivalente. Evidencia una mayor preocupación por la salud de los ecosistemas que mantienen la vida en la Tierra y desplaza esta preocupación hacia el campo de la gestión económica. Pero, la ausencia de definición con la que se maneja este término empuja a hacer que las buenas intenciones que lo informan se queden en meros gestos en el vacío, sin que apenas contribuyan a reconvertir la sociedad industrial sobre bases más sostenibles." (Naredo, 1998) . Nuestra actitud hacia los bienes que nos aporta la naturaleza son comparables a los del niño que se nos ponía como ejemplo en la conferencia "Ciencia y Valores" de este mismo ciclo, con la diferencia de que hace mucho que perdimos el referente paterno. No se nos pasa siquiera por la cabeza la idea de "no molestar a papá" porque hace muchoque ignoramos su existencia; es más, nos creemos huérfanos pero herederos de esta tierra que nos da la vida. Siguiendo con el símil del niño, actuamos con el mismo nivel de ignorancia que éste. Pongamos un ejemplo que todos habremos vivido en más de una ocasión: Un niño encuentra un juguete en una explanada (una plaza, un parque) ¿cómo reacciona? Tiene varias posibilidades, por supuesto; veamos cual de ellas se ajusta más a nuestra realidad, pongámonos en su lugar, ¿cómo reaccionaríamos? 1. Lo ve, lo rodea, mira si lleva etiqueta de identificación (o el nombre del dueño) y llama a la oficina de objetos perdidos para denunciar la pérdida de un juguete o lo deposita en ella. ¡Loable gesto! 2. Lo ve, ve que no hay ningún otro niño en la zona así es que juega un rato con él y cuando se cansa lo vuelve a dejar para que otro niño pueda jugar también con él. ¡Solidario! 3. Lo ve, ve que no hay ningún otro niño en la zona así es que juega un rato con él y como lo encuentra fascinante, lo coge y se lo lleva a su casa para seguir jugando con él; es más no deja que ningún otro niño juegue con él porque ES SUYO, ÉL LO HA ENCONTRADO. Bien, ¿cual de las 3 es la más habitual? Las dos primeras habrán causado hilaridad a más de uno y sólo se nos pasa por la cabeza la tercera. Ésta es, ha sido y no parece que vaya a dejar de ser nuestra actitud ante todo lo que nos rodea, que consideramos que nuestra madre naturaleza nos regaló o que heredamos del esfuerzo y trabajo de nuestros padres y antepasados, pero recordemos la frase de los indios norteamericanos: "No has heredado la tierra de tus padres, la has tomado prestada de tus hijos" Esta actitud la vemos con todos y cada uno de nuestros actos en relación con otros seres vivos que habitan el planeta. Consideramos que están aquí para nuestro disfrute y los utilizamos como meros objetos a nuestro servicio. Competimos con otros animales por los mismos recursos (p. ej. el lobo) y los desplazamos hasta excluirlos por competencia. Transportamosunas especies de unos lugares a otros del planeta sin medir las posibles consecuencias de nuestros actos plagas, exclusión competitiva de endemismos en peligro de extinción ni asumir responsabilidad alguna cuando se detectan los problemas que nosotros mismos causamos. Y por último, disfrazamos nuestras agresiones con términos políticamente correctos p. ej. considerar la caza masiva de cetáceos como toma de muestras, la llamada eufemísticamente "caza científica" llegándonos a creer nuestras propias mentiras; Ballenero japonés con una ballena minke (Balaenoptera acutorostrata) descuartizada a bordo y un cartel dónde nos hacen creer que recogen muestras de tejido para un estudio científico. Al parecer aun no saben cómo extraer biopsias de animales protegidos por convenios internacionales (Jaume Esquina leg., Antártida 2000) baste recordar los llamados "efectos colaterales" con que fueron bautizadas las víctimas civiles de la invasión de Afganistán o con los que se pretende camuflar a los asesinados por la violencia terrorista, a las víctimas de la violencia de persecución, etc. Llegamos a creernos que verdaderamente estamos llevando acabo un desarrollo sostenible del planeta con el actual modelo neoliberal de globalización económica. Y sin preocuparnos de sus "efectos colaterales", la extinción, la desertización, la polución genética, porque una nueva entidad, una nueva figura paterna parece querer erigirse en la salvaguarda de nuestros errores; la Biotecnología que vendrá a reparar nuestros daños con su política de patentes y de transgénicos. Parece ser que nunca maduraremos, que nunca alcanzaremos ese grado de adulto que tan optimista se nos presentaba en la conferencia antes referida. Porque una característica de los adultos debería ser la madurez y la capacidad de asumir la responsabilidad de sus actos. Siguiendo con ese proceso de cambio y manipulación, los niveles altos de oxígeno en la atmósfera permitieron a su vez la diferenciación de una fina capa de ozonoque frenó la llegada de la radiación ultravioleta a la superficie terrestre, con lo que la colonización de este nuevo ambiente amplió las posibilidades de diversificación hasta los niveles que conocemos hoy en día. De nuevo los vegetales fueron contribuyendo a la disgregación del suelo mineral y aportando restos orgánicos al suelo que pudieron ser aprovechados por otros organismos en procesos de humificación. De forma lenta y gradual, la superficie el planeta fue cambiando y adaptando nuevas formas de vida que interactuaron de forma similar a lo que observamos hoy en día en espacios naturales. Pero, por causas que se me escapan, y en las que sería interesante investigar desde un punto de vista antropológico, las poblaciones humanas occidentales nos hemos ido aislando todo lo posible de nuestro propio entorno perdiendo todo referente sobre nuestra dependencia del medio natural para nuestro desarrollo completo como individuos. "...Sabemos que el hombre blanco no entiende nuestras formas. Un pedazo de tierra es igual que otro para él, porque él es un extraño que viene en la noche y se lleva de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemiga y cuando la conquista se va. Abandona la tumba de sus padres, y el lugar donde nacieron sus hijos se le olvida..." Sealth, jefe Seattle al Presidente Franklin Pierce, Diciembre de1854. Así, clareamos del bosque para construir los primeros asentamientos humanos y usar la madera tanto como combustible como para edificar nuestras viviendas. A medida que aumenta la población humana avanza el proceso de deforestación. El suelo fértil, el más próximo a los cauces de los ríos es ocupado por núcleos urbanos cada vez más extensos que obligan a trasladar las zonas de producción agrícola a las laderas de los montes deforestados. Vivimos en una ciudad, Bilbao, que es un modelo exacto del proceso. Bilbao, una de tantas ciudades que han crecido a lo largo de una rivera, asfaltando suelo fértil y obligando a las escasahuertas que sobreviven a explotar suelos del monte deforestado. Al fondo se observan las grandes superficies de bosques de coníferas periódicamente taladas para la explotación de su madera. El suelo desnudo, por el proceso de deforestación pierde gradualmente sus reservas de alimento por acción del agua de lluvia, los nutrientes son arrastrados por los procesos de escorrentía a las partes más bajas donde no puede acumularse por la presencia del asfalto terminando por eutrofizar el cauce del río que se lleva los sedimentos lentamente hacia el mar. El suelo, que ha perdido su fertilidad por una mala gestión agroforestal va siendo abandonado o destinado a otros fines más rentables. El desarrollo tecnológico, alcanzado a finales del XVIII, da una nueva dimensión catalizando como un enzima este proceso de antropización. Los residuos producto de todas estas actividades urbana e industrial van siendo liberados directamente a la ría, perdiéndose la calidad de sus aguas, lo que obliga a embalsar el agua potable en zonas alejadas de los focos de contaminación y a anegar más suelo fértil. Tala de bosque para explotación de su madera en la construcción y en la fabricación del papel que consumimos. Los puntos de producción de alimentos y de almacén de agua se encuentran cada vez más alejados por el propio desarrollo urbano con lo que se incrementa nuestra dependencia del transporte para hacer llegar los recursos primarios a nuestros lugares de residencia. Y con el crecimiento desbordado de las concentraciones humanas la ciudad se atomiza, como lo hicieran los protozoos para dar paso a la condición pluricelular, más eficaz pero también más dependiente de una fuerte externa de energía y con mayor producción de residuos. Proceso de atomización del actual modelo de desarrollo. Se consumen materias primas y se producen residuos en todos los sectores de nuestra actividad diaria, vivienda, ocio, trabajo, etc. sobreconsumiendo energía para desplazarnos constantemente de unos puntos aotros, cada vez más alejados entre sí. El fuerte desarrollo industrial conlleva niveles de polución insoportables para la población y hace que estos puntos se encuentren cada vez más alejados de los núcleos residenciales; las actitudes durante el ocio llevan a estas zonas a un aislamiento similar, de tal modo que, en la actualidad, dormimos en un área determinada, trabajamos en otra más o menos alejada y nos divertimos en zonas diferentes de nuestros ambientes de trabajo y de descanso. La dependencia del transporte, y de la energía para desplazarnos, aumenta exponencialmente; del mismo modo aumenta nuestra demanda energética hasta agotar las fuentes tradicionales de energía. "España es uno de los países europeos en los que ninguna de las políticas de planificación, ahorro o racionalización en general ha dado resultados..." (Julen Rekondo, El Correo Digital) La falta de valor reconocido que el medio natural tiene en nuestra cultura ha ayudado a que, tras la crisis industrial de finales de los setenta, numerosas industrias y sus productos y desechos quedaran abandonadas sin que nadie se hiciera responsable dichas ruinas industriales. Resumiendo el proceso desde un punto de vista energético, nos encontramos con la siguiente tendencia evolutiva: 1. Núcleos unifamiliares autosuficientes de desarrollo sostenible, reutilizan recursos, reciclan desechos y minimizan la producción de residuos. 2. Especialización y dependencia de nuestros vecinos, política de trueque, incremento de la productividad y de la producción de residuos, sin tiempo a reaprovechar. 3. Modelo urbano actual, totalmente dependiente de la producción en zonas cada vez más alejadas, sin tiempo ni interés alguno en gestionar sus excedentes ni sus residuos. Modelo insostenible que puede llegar a explotar determinados recursos hasta el agotamiento, sin cultura del pasado; quema los residuos en vez de reciclar, sin conciencia de los derechos de generaciones futuras a disfrutar de esos mismos recursos. Larealidad de este proceso antrópico es que el desierto avanza inexorablemente mientras intentamos paliar la falta de agua potable superficial explotando los acuíferos reservas a largo plazo del agua potable que robamos a nuestros descendientes o con trasvases insostenibles, en lugar de desarrollar técnicas de ahorro y recuperación del agua, como los cultivos hidropónicos. Los acuíferos sobrexplotados no se regeneran porque la deforestación y el asfaltado del suelo fértil impide que el agua no retenida por las plantas baje hasta los niveles subterráneos y los niveles freáticos descienden progresivamente y el desierto sigue avanzando. Este problema es especialmente grave a lo largo de todo el cinturón tropical. Es urgente desarrollar una nueva cultura del agua , especialmente en España, donde el avance del desierto y una inadecuada gestión agrícola se intenta frenar con planes insostenibles de trasvases y embalses; mientras toneladas de alimentos son destruidos sin más objetivo que especular sobre sus precios. Con nuestra actual política de mercado, de explotar todos los recursos de países tropicales (madera tropical, soja, frutas, etc.) sin correspondencia alguna, o bien producir barato en dichos países dónde los salarios y condiciones de trabajo son más laxas que en nuestros países y vender caro en el rico 1er mundo, estamos forzando a las poblaciones indígenas a continuar nuestro modelo de desarrollo. Traslado del modelo de atomización al desarrollo insostenible del actual sistema neoliberal de globalización económica. Se estima que para dentro de 20 años, el 50% de la selva amazónica se pierda por la especulación de la tierra fértil que obliga al desplazamiento de estas unidades familiares, la deforestación para excavar pozos petrolíferos para satisfacer nuestra creciente demanda de energía y por la elevada demanda de madera tropical. Ante situaciones de hambruna, las poblaciones han optado siempre por emigrar. Así sucedió durante la crisis industrial, a finalesdel XVIII, con la consecuente repoblación del continente americano y desplazamiento de las poblaciones indígenas, a las que se esquilmaron sus tierras con la misma desconsideración del niño que antes mencionaba. En un reciente informe de la FAO podemos ver la evolución de las causas de emergencia alimenticia en el mundo en los últimos años. Las causas inducidas por el ser humano están siguiendo una tendencia claramente ascendente. En 20 años hemos pasado de un 10% de desastres naturales causados directamente por el ser humano a ser responsables de más de la mitad de estos desastres. Seguimos una tendencia claramente insostenible. El mapamundi elaborado al respecto , nos muestra las zonas rojas de emergencia alimenticia, fundamentalmente en países del áfrica subsahariana, sudeste asiático y Sudamérica. Y sabemos, por experiencia propia, que en épocas de carestía los seres humanos nos desplazamos a zonas más productivas para recuperar nuestro derecho a una vida saludable. Estas poblaciones desplazadas, al límite de sus posibilidades, aceptan condiciones de trabajo y de vida que para nosotros nos resultan inaceptables aunque no nos preocupa que otros las acepten por simple desesperación. El actual modelo de globalización económica neoliberal nos está llevando a que: Los ciudadanos nos creamos necesidades para dejar de ser autosuficientes y así, Exista mayor dependencia económica. Las crisis arrastran a toda la población, como hemos observado recientemente en Argentina. Sea máxima la demanda energética para el transporte de recursos y de residuos. Se incrementen las diferencias económicas entre comunidades y países. Aumente la población marginal y desplazada. Es obvio que nos encontramos ante un problema éticamente insostenible, provocado por nosotros mismos y por nuestro actual sistema de valores. Es urgente que desarrollemos vías de desarrollo sostenible a nivel global donde el medio ambiente tome un protagonismo fundamental. Sólo así podremos asegurar nuestrofuturo y el de las futuras generaciones. Da igual que nuestros gobiernos cierren las puertas a la emigración. Al ritmo de destrucción y de desesperación al que estamos conduciendo a los países subdesarrollados, llegará el día en que no tengamos suficientes guardias civiles para frenar su avance a lo largo del estrecho, ni a través de otros países europeos como Italia o Grecia. Y la situación actual de Centroamérica y Sudamérica no se aleja mucho de la del continente africano. Tenemos muchas asignaturas pendientes pero una es, claramente, la ética medioambiental. La Bioética es una disciplina relativamente reciente pero se había centrado hasta ahora en problemas estrictamente biomédicos. Su responsabilidad en aspectos referidos a la calidad de vida del ser humano hace que no pueda obviar su clara orientación medioambiental. Si aceptamos que todo ser humano tiene el derecho a disfrutar de un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado , es tarea urgente de todos establecer vías de reflexión para reconducir nuestro actual sistema de valores y reorientar la educación de la sociedad a todos los niveles, empezando por los mayores y terminando por los más jóvenes, para diseñar un modelo de sociedad global pero sostenible que sólo puede entenderse desde la justicia social, la solidaridad y el reparto equitativo de recursos. Tenemos una ardua tarea para llevar a cabo programas de educación ambiental que involucren a las poblaciones locales, para hacerles entender la importancia de un medio natural en equilibrio si queremos asegurar nuestro futuro y el de las futuras generaciones. Es nuestro deber, además, como ciudadanos responsables velar por la seguridad y sostenibilidad de nuestras ciudades colaborando en las campañas e recogida selectiva de residuos, reciclaje y reutilización; sólo así podremos exigir patrones de conducta sostenible a nuestros gobernantes. Y, por supuesto, votarles según su gestión y su respeto sin condiciones a todo los derechos humanos, empezandopor el derecho a la vida. Hemos heredado la cultura del derroche, que resulta a todas luces insostenible. Nada se hace para durar, ni las relaciones de pareja. Todo se usa y se tira cuando uno de cansa de ello, hasta a las personas. El abaratamiento de los materiales y de los procesos industriales, dónde el valor añadido el medio natural no se tiene en cuenta en los balances, hace que resulte más "económico" comprar un aparato nuevo que reparar lo dañado. Pero nos olvidamos de que nuestro planeta no tiene repuesto. No se ha encontrado aún planeta alguno que pueda albergarnos, excepto éste en el que vivimos y que generosamente nos alimenta. Es urgente recuperar la cultura del ahorro, reciclar en lugar de destruir e incinerar. El compostaje devuelve la materia orgánica al suelo del que extrajimos los nutrientes en forma de verduras y de legumbres para alimentarnos a nosotros y a nuestro ganado; la incineración quema nuestro futuro y deja el suelo sin nutrientes para las futuras generaciones. Resulta llamativo que la posibilidad de instaurar vías alternativas de obtención de energía empiece a generar polémica en las mentes más críticas de la sociedad. Una vez más, el ansia de control y de superproducción conlleva a programas insostenibles de producción de energía considerada alternativa, p. ej. fantasmagóricos parques eólicos, a veces precedidos de informes de impacto ambiental que adolecen de la profundidad y del rigor científico precisos . Vivimos a expensas de una política de mercado que ha alcanzado a nuestros políticos y a la propia comunidad científica, la cual no sólo ha perdido su independencia sino que se ve requerida a aportar resultados a corto plazo, con bajos presupuestos y presionada por la posibilidad de perder financiaciones que le permitan seguir llevando a cabo su trabajo sí sus informes no se ajustan a lo que sus gestores desean oír. Llama la atención, además, ese repentino empeño de la administración en imponer inmensos parques de producción energética,con alto coste medioambiental, mientras otras energías siguen relegadas a un segundo plano. Es el caso de la energía solar que podría y debería de ser prioritaria en uno de los países de mayor exposición solar . ¿Cómo se sostiene que el mayor productor solar mundial sea un país del norte de Europa, con muchas menos horas de sol que nosotros? Es simple y llanamente aberrante. ¿Pueden imaginar por un momento puntos donde se podrían instalar paneles solares? Tejados de todos los edificios (empezando por los de la misma administración que subvenciona los parques eólicos insostenibles), farolas, señales de tráfico, vehículos, lindes de caminos, carreteras, autopistas, vías de tren, invernaderos... una lista interminable. Pero ¿dónde está la zona de máxima producción de energía solar? Potencialmente en el pobre sur. ¿A qué gobierno le interesa que sus ciudadanos sean energéticamente independientes, qué decidan sobre su propia producción las tarifas, o que sean los países del sur los que nos controlen por su mayor producción energética? Es irónico que Alemania esté por delante de España en la producción de energía solar . Y aun podemos hacer más. En breve se va a presentar un nuevo modelo de motor que funciona con aire y que requiere de una carga mínima de energía para el motor eléctrico, una carga de 1 2 minutos da una autonomía a los vehículos de 200 300 km o de 10 horas de circulación . El motor MDI es, además, un sistema idóneo de almacén de energía generada por los sistemas eólico y solar, por lo que contribuiría a resolver el problema antes mencionado sobre como almacenar la energía solar. ¿Qué futuro le deparan a este modelo de transporte limpio y sostenible? ¿Cómo reaccionarán las grandes petrolíferas y los gobiernos que dependen de sus financiaciones para las campañas políticas? Tenemos mucho trabajo por hacer, pero si aun nos queda tiempo libre, una alternativa interesante al ocio vacacional consiste en colaborar activamente en campañas de protección medioambientaldentro de programas de ecovoluntariado. Pero este será otro tema para otro día. (1) Naredo, J. M. 1998. Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible, en "Ciudades para un futuro más sostenible" Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid documento en línea 10 03 02 (2) RedHearts Native American Indian Homepage Weblink documento en línea 26 03 02 SpiritWindz: Honoring The Creator documento en línea 26 03 02 (3) Greenpeace, 2002, Las Ballenas, Presente y Futuro, en Océanos documento en línea 26 03 02 (4) Seattle, en Kimon's Web Page (5) FAO, 2000 Medio siglo de agricultura y alimentación. en El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2000, documento en línea 02 03 25 (6) Rekondo, J. 7 03 2002. El desconcierto de la energía. en Opinión, El Correo Digital documento en línea 7 03 2002 (7) FAO. 02 03 22. Jornada Mundial del Agua 2002: FAO: más producción agrícola con menos agua. documento en línea 20 03 02 (8) FAO, 2001, Ethical issues in Food and Agriculture. Current Trends. documento en línea 25 03 02 (14) http:// http:// Marta Inés Saloña Bordas, Dpto. de Zoología y Dinámica Celular Animal. UPV EHU Euskonews & Media 166.zbk (2002 / 5 / 10 17) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria