69 Zenbakia 2000-03-03 / 2000-03-10

Gaiak

Excavación del dolmen de Mandubi Zelaia (Ezkio-Itsaso)

MUJIKA, Joxean

Excavación del dolmen de Mandubi Zelaia (Ezkio Itsaso) Excavación del dolmen de Mandubi Zelaia (Ezkio Itsaso) Joxean Mujika Alustiza El dolmen de Mandubi zelaia ubicado en el término municipal de Ezkio Itsaso, a unos 300 mts. de su límite municipal con Beasain, se localiza en el camino que partiendo de la Venta de Mandubia asciende hacia la ermita de Kizkitza, a medio centenar de metros al sur de la pista y a una veintena de metros del límite de un prado y un pinar (hay también varias hayas en la muga) existentes en el lugar. Las primeras noticias sobre su existencia se deben a I. Goikoetxea quien a su vez fue informado por J. Etxaniz Aretxabaleta, propietario del caserío Mandubizar, quien le señaló la existencia de un montículo que le recordaba los dólmenes de Trikuaizti. Una vez tuvimos conociemiento de este hecho acudimos al lugar, pero la abundancia de zarzas nos impidió ver nada. Por ello decidimos hablar con el propietario del terreno (Caserío Urteaga) para recabar información sobre si habían detectado alguna acumulación de piedras en esta zona cuando era utilizada como hierbal. Los propietarios no habían detectado ningún punto especialmente pedregoso, ni nosotros en las prospecciones realizadas hace una quincena de años (entonces como ahora la vegetación nos impidió visulizarlo), pero decidimos desbrozar una zona que parecía ligeramente más elevada que la circundante. Tras esta labor quedó visible una especie de túmulo, algo irregular, de unos 17 m. de diámetro y una altura que no superaba el medio metro desde el lado oeste y en la zona central una losa orientada de Este a Oeste que apenas sobresalía en el terreno. La cercanía del monumento a otros excavados entre 1981 1985 (Trikuaizti I y II) nos llevó a proponer su excavación, habiendo desarrollado en ella dos campañas de excavación que han sido financiadas por el Departamento de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa. Esperamos que el próximo año podremos dar por finalizada su excavación. Las dos campañas deexcavación efectuadas se han desarrollado los meses de julio de 1.998 y 1.999, contando para ello con la colaboración de alumnos licenciados de la Facultad de Filología , Geografía e Historia de Vitoria Gasteiz (Universidad de País Vasco). Excavación de la cámara del dolmen de Mandubi Zelaia. Nivel superior. Hasta el momento los trabajos se han centrado en levantar la capa superficial del túmulo, constituída por una capa de tierra de unos 10 15 cm. de espesor, labor que se ha visto obstaculizada de forma importante por las raíces de los pinos plantados , algunos de los cuales tuvimos que cortar. Tras levantar dicha capa afloró la superficie del túmulo, que está constituída por cantos de basalto de reducido tamaño, inferior a 20 cm. Estos se concentran preferentemente en la zona central, y hacia la periferia asoman bloques de mayor tamaño que serán los que conformarán la base estructurada del túmulo. Su diámetro, aproximado, es de 16 m. y su altura respecto de la superficie situada en el lado noroccidental es de 40 cm. Los trabajos desarrollados en el túmulo se han centrado posteriomente en las bandas situadas al oeste de la cámara , excavando tres lechos que presentan las mismas características y que conformaban un relleno arrojado entre los bloques de mayor tamaño que comienzan a cubrir la mayor parte de la superficie de dichos cuadros. Los objetos arqueológicos recuperados en esta zona son escasos y poco significativos. Por otra parte, durante el desarrollo de estos trabajos quedó definida en la zona central una cámara tropezoidal de orientación E W. Las losas que cierran el recinto sepulcral son margocalizas. El estado de conservación de las primeras es bastante mediocre, con importante perdida de masa en sus partes aéreas como resultado de los procesos fisicoquímicos que han actuado sobre ellas, degradándolas y exfoliándolas. Las dimensiones de las losas que la conforman varían notablemente. Así la situada en el lado norte alcanza los tres metros de longitud, mientrasque una transversal a ella, de idénticas características a las recuperadas en la cámara de Trikuazti I, apenas alcanzan los treinta y cinco centímetros y un grosor de cuatro. La longitud interior es inferior a los 200 cm, y la anchura oscila entre los 114 cm de la cabecera y los 80 del extremo opuesto. La altura de la cámara es de unos 50 cm. Hay que subrayar que cubriendo la mayor aprte de la superficie de la base de la cámara existía una losa de margocaliza. Excavación de la cámara del dolmen de Mandubi Zelaia. Nivel inferior, tras levantar la losa que separaba ambos niveles. La excavación de este recinto ha permitido diferenciar dos niveles de enterramiento separados de forma nítida por una losa margocalcácea y degradada, que cubría parte de la cámara. Los primeros enterramientos se realizaron depositando los cadáveres sobre la losa de la base de la cámara. Estos no presentan en la actualidad, salvo contadas excepciones, ningún tipo de conexión anatómica, ya que la necesidad de espacio para las sucesivas inhumaciones hizo que éstos fuesen arrinconados en el interior de la cámara, razón que explica la concentración de cráneos junto a algunas de las losas camerales. El estado de conservación de los restos correspondientes a las inhumaciones más antiguas es mejor que el de los depositados en la capa superior, siendo relativamente abundantes los cráneos incompletos y otros huesos del esqueleto en contraposición con las númerosas piezas dentarias y penuria de otras piezas anatómicas del nivel superior. El ajuar más significativo que acompaña a los inhumados del nivel infrayacente, parte del cual parece retrotraerse a mediados del III milenio, está constituído por un botón de perforación en V realizado en hueso, una punta de flecha de pedúnculo y aletas cortas, fragmentos de otras puntas de retoque plano, tres objetos de hueso (un cincel y dos punzones) etc. Durante la labor de excavación hemos constatado que este nivel de inhumados estaba cubierto parcialmente por unalosa margocalcácea de notables dimensiones, que abarcaba la práctica totalidad de la anchura de la cámara, pero que no llegaba a sellar el último medio metro del extremo oriental, que estaba rellenado por bloques de basalto de las mismas características que las del túmulo. Sobre esta laja se inició un nuevo periodo de enterramientos, quizás tras un breve lapso de tiempo de abandono que no podemos en estos momentos cuantificar y valorar. Esta losa creó una estratigrafía en el interior de la cámara del dolmen, lo que tiene gran interés por ser un hecho poco frecuente, pero no es menos cierto que la relativa escasez de restos arqueológicos no permite generalizar lo observado en este monumento. Nivel inferior, cuando comienza a asomar la losa de la base de la cámara. En el nivel superior abundan también los restos humanos, pero su estado de conservación es deplorable. La mayor parte de los restos corresponden a piezas dentarias, estando muy mal representadas las restantes piezas anatómicas. Las evidencias industriales recuperadas (un biapuntado de sección romboidal metálico, tres puntas de flecha de pedúnculo y aletas de silex, dos cuentas de collar en materia ósea, fragmentos de un recipiente cerámico, etc.) permiten adscribir estas inhumaciones al II milenio antes de Cristo. En definitiva, estamos ante un dolmen clásico que presenta una cámara de tendencia tropezoidal cosntruida con losas margocalizas, posiblemente, introducidas en el paleosuelo. Una vez erigido el recinto, o quizás previamente, se dispuso una gran losa del mismo material que constituirá el suelo sobre el que depositaron los primeros cadáveres. Los útiles y objetos de adorno personal recuperados nos llevan a proponer una cronología plenamente eneolítico o calcolítica para la primera utilización del sepulcro. En un momento de finales del III milenio o de inicios del II se realiza un reacondicionamiento de la cámara (¿quizás, en relación con un corto periodo de abandono de la zona?) disponiendo de una losamargocalcácea sobre los primitivos enterramientos y prolongando así su uso durante buena parte del II milenio. Hay que subrayar que el interés de este nivel se acrecienta por el interés que presenta para el conocimiento de las últimas fases de utilización de estos sepulcros, mal representada en la zona por la inexixtencia de restos humanos en las excavaciones desarrolladas durante los últimos años en la zona de Goierri. Joxean Mujika Alustiza, profesor del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la UPV/EHU Euskonews & Media 69.zbk (2000/ 3 / 3 10) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria