67 Zenbakia 2000-02-18 / 2000-02-25

Gaiak

La creación de las ikastolas en Donostia

IRAETA USABIAGA, Ainara

La creación de las ikastolas en Donostia La creación de las ikastolas en Donostia * Traducción al español del original en euskera Ainara Iraeta Usabiaga La primera ikastola de San Sebastián en adquirir la legalización oficial fue Orixe el 8 de septiembre de 1970. Durante el primer curso contó con 80 alumnos de hasta 9 años y 4 profesoras. En el proceso de obtención de dicha legalización, es del todo memorable la gran labor efectuada en silencio y en la clandestinidad por la zumaitarra Elbira Zipitria, instructora tanto de estudiantes como de profesoras; de hecho, la mayor parte de las docentes e impulsoras de las primeras ikastolas de Gipuzkoa procedían de la Escuela de Elbira. Al finalizar sus estudios de Magisterio, Elbira Zipitria inauguró su trayectoria como profesora en 1926, en la ikastola de los Muñoa, en un local ubicado en la calle Ikatza de la Parte Vieja donostiarra. Sin embargo, la llegada de la guerra civil de 1936 la obligó a salir del país, motivo por el cual en 1939 partió de Sara a Donibane Lohitzune, localidad en la que vivió hasta su regreso a San Sebastián en 1942. En palabras de la profesora Karmele Esnal, quien realizó prácticas junto a Elbira a lo largo de un año, "Elbira regresó con la intención de trabajar en la enseñanza vasca, pero la realidad era que mucha gente todavía se encontraba en el extranjero, por lo que tuvo que empezar con un solo alumno". En 1946, habiendo conseguido agrupar unos cuantos estudiantes, trasladó su ikastola al número 26 de la calle Fermín Calbetón de la capital guipuzcoana. Pronto se vio en la necesidad de solicitar ayuda externa, debido al éxito que empezaba a cosechar su ikastola, que se traducía en un aumento de pupilos. Las profesoras de la escuela de Elbira En vista de la buena acogida de la clandestina ikastola, y habiéndose percatado de la necesidad de nuevas maestras, Elbira recurrió a la profesora Itziar Arzelus; de este modo, en el curso 1950 51 Itziar empezó a impartir clases a los jóvenes de 3 y 4 años,mientras que Elbira se ocupaba de los mayores de 5. Dos jóvenes profesoras más se incorporaron a la mencionada ikastola en calidad de practicantes entre 1952 53: se trataba de Karmele Esnal y Jone Forkada. En 1955, la primera alquiló un local en el centro de San Sebastián e instaló en él una nueva ikastola, ya que, tal como ella misma explica, "en el tiempo que estuve de prácticas en la ikastola de Elbira, el número de alumnos aumentó tanto que ya no cabíamos en el local de la Parte Vieja, y al ver que muchos procedían del centro, alquilamos un local en la calle Pedro Egaña y empecé a dar clases a siete alumnos". A partir de 1955, Elbira contó anualmente con una nueva profesora practicante, que luego abría su propia ikastola. Señala Karmele que "al finalizar mis estudios, no sabía nada sobre la enseñanza. Elbira me enseñó a enseñar". En 1956 Mari Karmen Mitxelena estuvo de prácticas con Elbira, y abrió una ikastola en el puerto de San Sebastián; en 1957 fue Carmen Lasarte quien estuvo con Elba, abriendo después otro centro en la casa que poseía en la calle Angel; en 1960 se puso en marcha la ikastola de Pasaia; en 1961 la de la calle Campanario; en 1962 la ikastola Urumea de Hernani… y así sucesivamente. Todas ellas eran ikastolas promovidas por las andereños que realizaron sus prácticas con Elbira. Karmele sostiene que "por aquel entonces el euskara estaba enfermo, y lo que nosotras queríamos era ayudar a que se mantuviera, que no se perdiera. Ése es el motivo por el que abrimos las ikastolas, porque queríamos ofrecer a la juventud la oportunidad de estudiar en euskara". Características de la enseñanza en las ikastolas Las ikastolas fundadas en aquellos años en San Sebastián no tenían nombre, ni siquiera legalidad; en su clandestinidad se ocultaban bajo la apariencia de academias particulares. Elbira impartía sus clases en el salón de su casa, sentada en el suelo. Cabe destacar la escasez de material, ya que no había libros redactados en euskara, por lo que ,o biense empleaban los editados antes de la guerra, o bien se realizaban copias en máquinas de escribir para uso de los estudiantes. Elbira se mantenía informada sobre la situación por la que atravesaba la enseñanza en Europa, y solía estar al corriente de las investigaciones y cavilaciones desarrolladas en el ámbito de la pedagogía. Esta serie de conocimientos se plasmaba después en sus clases, teniendo una directa influencia en la enseñanza de las ikastolas; las andereños emplearon métodos hasta entonces totalmente ignorados en las escuelas castellanas. Desde 1969 hasta la creación de Orixe En los años 1968 69 resultaba necesario contar con la Cartilla de Escolaridad. Los alumnos de 9 años que habían estudiado en la ikastola debían realizar un examen de ingreso para poder ser admitidos en las escuelas. Sin embargo, la circular suscrita por el gobernador civil de Gipuzkoa, Oltra Moltó, el 19 de julio de 1968, estableció la imperatividad del permiso para toda escuela de enseñanza. En palabras de la profesora Mari Carmen Mitxelena en la entrevista mantenida con Xabier Aranburu, y que se recoge en el libro Cuadernos de Sección/Educación de Eusko Ikaskuntza "durante el curso 1967 68 tuvimos graves problemas, porque se empezó a exigir la Cartilla de Escolaridad, que nosotras no podíamos emitir. (…) Algunas ikastolas se pusieron en vías de la legalización contando para ello con la protección de la Iglesia. Vimos que iba a decretarse la obligatoriedad de emitir la citada cartilla, por lo que era necesario proceder a la legalización. A Elbira la idea no le gustaba en absoluto; se mostraba convencida de que los derechos de la ikastola y del euskara se verían perjudicados, pero, a decir verdad, no cabía otra posibilidad. Así que nos reunimos cuatro profesoras (Miren Teresa Aleman, que antes trabajó en el Antiguo y en Añorga, Koruko Aldanondo, de la Plaza de la Constitución, Elbira y yo), y tomamos la decisión de fundar la ikastola Orixe. El único modo de superar los problemas y obstáculosque acabo de mencionar y de obtener la legalización era contar con la protección de la Iglesia; de modo que fuimos a la iglesia de Santa María, de San Sebastián. El párroco se ofreció a ayudarnos, y lo designamos titular de la ikastola. La legalización nos llegó en 1970, y así es como las cuatro nos pusimos a trabajar en la ikastola Orixe. Primero, al igual que antes, con alumnos de hasta 9 años, en el plan nuevo, hasta 3º de básica. Y, poco a poco, empezamos con el cuarto curso de básica, y más tarde con el quinto". Ainara Iraeta Usabiaga, periodista Nota: Las fotografías han sido publicadas en los Cuadernos de Sección Educación de Eusko Ikaskuntza en el artículo de Xabier Aranburu Puente. Euskonews & Media 67.zbk (2000/ 2 / 18 25) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria