67 Zenbakia 2000-02-18 / 2000-02-25

Gaiak

Caracterización y recursos faunísticos de los ríos de Bizkaia

RALLO, Ana

Caracterización y recursos faunísticos de los ríos de Bizkaia Caracterización y recursos faunísticos de los ríos de Bizkaia Ana Rallo Los ríos vascos nacen en cotas de altitud similares, con máximos de unos 1000 m. y tienen cursos cortos de apenas unas decenas de kilómetros, con dirección predominante norte sur. Pero según el desnivel de estos recorridos son de dos tipos: sus aguas pueden despeñarse hacia el Cantábrico siguiendo caminos donde alternan fuertes pendientes con vegas en valles más o menos abiertos, o buscar el Ebro hacia el sur, donde vierten aguas en cotas de 400 450 m de altitud media sobre el nivel del mar. Los que drenan el territorio histórico de Bizkaia (salvo unos pocos, como el Urkiola) pertenecen a la primera clase: son de fuertes pendientes y caudales fluctuantes en una temporalidad muy marcada, y alcanzan el mar sin desarrollar tramos inferiores que recorran plácidas llanuras costeras. En Bizkaia, tanto la orografía como el clima abierto al mar, con pluviosidades medias de 1000 1500 mm/año generan ríos de fuerte torrencialidad. Por tamaño, en Bizkaia se distinguen siete cuencas fluviales mayores, cinco intermedias y otras muchas menores. De oeste a este son las mayores las del Carranza, Cadagua, Mercadillo o Mayor, Nerbión Ibaizábal (que, en conjunto, drenan casi la mitad de toda la superficie de la provincia), Butrón y Oka. Son de superficie media el Galindo, Agüera, Asúa, Lea y Artibai, y se encuentran entre las pequeñas o menores las del Gobelas, Andrakas, Sollube, Laga, Artigas, Estepona y Ea. Los ríos siguen la mayor parte de su recorrido valles en V angostos que se ensanchan en vegas allí donde la morfología lo permite. La existencia de costas elevadas en cantiles determina que la salida de los ríos al mar se haga en muchos casos a través de estuarios (mal llamados "rías") encerrados entre montes. En conjunto, la fisiografía del territorio presenta una naturaleza doble: zonas de montaña, con ríos encajonados entre laderas de fuerte pendientedonde naturalmente se extienden bosques autóctonos (haya, roble, castaño, abedul, con aliseda estrecha en bosque galería, si cabe, junto al río) y zonas de vega, aterrazadas y elegidas preferentemente para asentamiento humano. Es obvio que la fisiografía del territorio de Bizkaia no presenta una vocación agrícola: de hecho, las actividades de este tipo se han limitado a pequeñas huertas para uso doméstico y mercado comarcal restringido y la economía se ha basado en ganadería y pesca marítima, junto a las actividades mineras y otras industrias asociadas. En la actualidad, la explotación forestal es dominante; la gestión de los bosques condiciona en gran manera los cambios en las cuencas fluviales. Por ejemplo las cortas forestales en áreas de ladera de fuente pendiente y las frecuentes lluvias de la zona han arrastrado cantidades importantes de suelo a los cauces. La situación actual de cualquier río es fruto de dos componentes: su condición natural y la alteración sufrida por acción humana a lo largo de la historia. La antigüedad de los asentamientos humanos en este territorio así como su alta densidad de población y el grado de industrialización y usos de los recursos naturales hacen suponer que el peso de esta segunda componente sea grande. El uso de los recursos fluviales (agua, riberas, pesca, espacios de cauce) es y ha sido intenso en la historia de Euskalherria. En particular, la accidentada orografía de su territorio explica la concentración de núcleos de población importantes en la proximidad de los ríos, allí donde haya vega o "ibarra". Los efectos más importantes son dos: la pérdida de espacios de cauces naturales y riberas, tradicionalmente ocupados por huertas y otros establecimientos humanos habitación, caminos, industrias en zonas donde los terrenos horizontales son muy escasos, y el empeoramiento de la calidad hasta llegar a grave contaminación de las aguas fluviales. Aparte de molinos, la industria histórica en Bizkaia consiste en ferrerías que,establecidas en principio a boca de mina, en los montes, (¡en el siglo XVI se contabilizan más de 300, entre Guipúzcoa y Bizkaia!), se trasladan a partir de la segunda mitad del siglo XVII a las orillas de los ríos con suficiente pendiente y caudal asegurado, para usar la energía hidráulica como fuerza motriz. Se construyen azudes y se ganan terrenos, y también se arrojan las escorias y cenizas producidas durante siglos al cauce: es aún frecuente recogerlas entre el sedimento fluvial. Pero otros efectos secundarios actúan sobre los ríos: los producidos por la deforestación de las cuencas para la producción de carbón vegetal para alimentar los hornos. Las viejas ferrerías dieron paso a la siderurgia y empresas del sector del metal. Además, en el siglo pasado se inicia la repoblación de los montes deforestados con una especie exótica: el pino de Monterrey (Pinus radiata), que tiene una productividad extraordinaria. El asentamiento de papeleras ocurre también en las zonas próximas a los ríos, y sus efectos se han hecho notar allí donde se encuentran. Otras actividades industriales históricas son las de textiles y asociada de tintes, con efectos importantes en la calidad de las aguas fluviales. En síntesis, en las cuencas vizcaínas pueden distinguirse claramente dos zonas: las correspondientes a los valles cerrados, donde los ríos discurren encajonados y donde las modificaciones humanas más importantes se deben a gestión forestal, y las de valles abiertos en vegas, donde se aglomeran población e industria. Una tercera componente cobra importancia: la demanda de espacios para sector terciario, que exige también las facilidades que suponen los cauces y recorridos fluviales para el trazado de vías de comunicación rápidas en un territorio que presenta grandes dificultades para lo mismo. Las condiciones físicas actuales y la composición química de las aguas de los ríos en zonas de clima templado, como es el caso de Bizkaia, son resultado integrado de dos tipos de factores deimportancia diferente según los casos y momento. Estos factores se refieren no sólo a lo que es el río hoy en sí, sino a todo su cauce, el corredor fluvial y la cuenca en general, y son de naturaleza no biológica (factores abióticos, tales como sustrato geológico y clima) o biológica (factores bióticos: vegetación y fauna). Entre estos últimos es de especial importancia la actividad humana. Por su composición química las aguas fluviales se caracterizan por la concentración de oxígeno disuelto, por su grado de mineralización (medida por conductividad, alcalinidad, dureza, concentración de iones) y por concentración en nutrientes. La mayor parte de los ríos vizcaínos a causa de su alto hidrodinamismo tienen concentraciones de oxígeno altas o aceptables. La conductividad es moderadamente alta, con valores superiores a los 200 m S/cm. Las aguas más mineralizadas son las del Cadagua y Nervión, por efecto de los diapiros que atraviesan en cabecera (en Villasana de mena y en Orduña, respectivamente) y los vertidos que reciben en sus tramos medios, y las del Galindo, Gobelas y Asua, en estos casos sólo como efecto de la contaminación. Los nutrientes, solutos relacionados directamente con la productividad biológica del río (nitratos, nitritos, amonio, fosfatos,...), proceden en su mayoría de dos fuentes externas: las rocas y sedimentos de cauce y cuenca y los ecosistemas terrestres de la cuenca. En el estudio general realizado en los años 1987 se detecta una importante variación estacional de nutrientes, y también que el aporte de fosfatos no depende de la superficie agraria utilizada (valor con el que sí esá correlacionado en Alava), sino de nivel de asentamientos humanos e industriales en primer lugar, y de condiciones de pluviosidad puntual y escorrentías, también. En cuanto a los factores biológicos, Bizkaia se encuentra en la región holártica en un lugar estratégico de vías de paso de flora y fauna que relacionan los ejes norte sur (Europa continental con la meseta y Africa)y este oeste (la cornisa cantábrica hasta Portugal con el Mediterráneo, por el valle del Ebro), dentro de lo que se distingue como subsector vasco dentro de la región Eurosiberiana (criterios principalmente florísticos) separable del santanderino por su diferente pluviometría. Por ello cabe esperar una gran riqueza de especies, tanto vegetales como animales, y así se ha confirmado.. La vegetación de ribera dominante es la aliseda cantábrica eutrofa, desaparecida prácticamente de las vegas (muy alteradas) y que se conserva a alturas no superiores a los 800 m en valles encajados, en tramos de cabecera de todas las cuencas. En cuanto a la fauna de peces, desaparecido prácticamente el salmón por la contaminación de los estuarios, en Bizkaia se encuentran 10 especies presentes más o menos en todas las cuencas, con una distribución zonal clara. Así, en los tramos alto medios de los ríos coexisten trucha común, foxino y locha de roca. En zonas más bajas habitan barbos y loinas. Por último en los tramos de transición al mar, con influencia de los estuarios, aparecen platijas y mubles (capitán y corcón). En todo el río puede haber anguila (si la continuidad física del sistema no está cortada por alguna presa insalvable), y en remansos o zonas asociadas, contaminadas o no, se encuentra carpas y carpines introducidos. En zonas próximas al mar hay también espinoso. La gestión de la fauna de peces que realiza la Diputación Foral de Bizkaia consiste en el control de las poblaciones de especies autóctonas, en particular de salmónidos pero también de ciprínidos, incluyendo estudios de genética y dinámica poblacional, repoblación y mejora de poblaciones especialmente elegidas por su calidad, en mejora de hábitats y en la gestión de cotos con repoblación equilibrada de trucha común (Salmo trutta fario) y arcoiris (Oncorhynchus mykiss) adecuada para atender a la demanda de pesca. Entre los invertebrados explotados como recurso se encuentra el cangrejo de río. En toda Europa meridionaly del oeste, hasta las islas británicas, la especie autóctona es el llamado cangrejo de patas blancas, Austropotamobius pallipes. A causa de una epidemia de peste producida por un hongo, Aphanomyces astaci, y también del deterioro de calidad de los ríos, esta especie prácticamente ha desaparecido de la mayor parte de los cauces y sólo se encuentran pequeñas poblaciones en zonas aisladas, en condiciones de conservación muy críticas. Está estrictamente protegida. La desaparición de la especie nativa, que se pescaba tradicionalmente fue causa de introducciones incontroladas de otro cangrejo, el rojo o de las marismas (Procambarus clarkii), que se vendía vivo procedente de cultivo. Para atender a la demanda de pesca de cangrejo y también para detener la expansión de las poblaciones del cangrejo rojo, que es una especie altamente indeseable, hace unos veinte años la administración introdujo en los tramos medios de algunos ríos una tercera especia, más indicada: el cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) , cuyas poblaciones, ahora controladas en cotos de pesca, parecen detener las del rojo y son susceptibles de pesca, con lo que las de autóctono están menos amenazadas por el furtivismo. Por último, pero no como menos importante, está el uso del recurso agua para abastecimiento. Las aguas fluviales son en la Comunidad Autónoma Vasca la principal o casi la única fuente utilizada de agua dulce para atender a las demandas domésticas, rurales e industriales. Ello supone que del río se retiran importantes caudales de agua de buena calidad, suficientes para cubrir la demanda existente. En el caso de Bizkaia, ahora proceden principalmente del trasvase de agua del sistema Zadorra (vertiente del Ebro). Pero los caudales menos importantes que se toman de ríos para demandas menores pueden ser decisivos por las modificaciones que provocan en la condición del río. Ello obliga a definir lo que se llama "caudal ecológico", o mejor, caudal mínimo que tiene que fluir por el cauce para quese mantenga la calidad del río dentro de unos límites prefijados. Otro aspecto del problema es la devolución de las aguas residuales al cauce sin depurar debidamente. Un plan de saneamiento como el que se está ultimando en Bizkaia supone que la calidad de estas aguas estará muy mejorada, pero que se devolverá al río en un punto determinado, y no a lo largo de todo el cauce, como ocurre en los emisarios dispersos que se daban en la situación previa. Esta modificación cambia también la situación del ecosistema fluvial. En síntesis, es claro que los diferentes tipos de recursos y usos que ofrecen los ríos son muy variados, pero también muy limitados. Cualquier modificación provoca otras muchas que deben preverse y valorarse cuidadosamente. El problema del agua exige, de forma especial en este momento, una gestión muy cuidada y equilibrada, con adopción de unos objetivos claros y consensuados por todos los demandantes y afectados. Bibliografía Orive, E. y A Rallo. 1997. Bizkaiko Ibaiak/Ríos de Bizkaia. Diputación Foral de Bizkaia. Instituto de Estudios Territoriales. 258 pp. Rallo et al.. 1992. Caracterización hidrobiológica de la red fluvial de Alava y Gipuzkoa. Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza. Viceconsejería de Medio Ambiente. 511 pp. Líneas de investigación: 1 Caracterización de calidad de sistemas fluviales por condiciones fisico químicas y faunísticas. 2 Evaluación y propuestas de gestión de recursos faunísticos fluviales. Proyectos financiados y realizados en colaboración con Gobierno Vasco y Diputación Foral de Bizkaia. Ana Rallo, Catedrática de Zoología de la UPV/EHU Euskonews & Media 67.zbk (2000/ 2 / 18 25) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria