658 Zenbakia 2013-02-13 / 2013-02-20

Gaiak

La autonomía de los centros de la Escuela Pública Vasca

LARRUZEA, Gonzalo



La Ley 1/1993 de la Escuela Pública Vasca, dedica un título entero, el V, cuyo desarrollo es prácticamente la mitad de la Ley, a la autonomía de los centros públicos. Pasados casi 20 años de su promulgación ¿cómo ha repercutido dicha ley en la generación de una red de centros públicos con personalidad propia? A esta pregunta ha tratado de responder la investigación que aquí presentamos, una investigación cualitativa de carácter hermenéutico y transformador que ha pretendido inspirarse a la vez en el paradigma interpretativo y en el sociocrítico: Investigar para conocer mejor la realidad y poder transformarla.

A través de 25 entrevistas y dos grupos de discusión, 36 personas de prestigio profesional, conocedoras del mundo de la enseñanza pública (profesionales docentes, directores y directoras, inspectores e inspectoras, políticos, sindicalistas, técnicos, profesores universitarios, padres y madres...) han manifestado sus puntos de vista en relación a cuestiones como el concepto de autonomía y sus diversos enfoques, el desarrollo legislativo y práctico de la autonomía en la Escuela Pública Vasca, los avances y deficiencias generales y por ámbitos en la Escuela Pública Vasca y los principios y condiciones para una construcción de la autonomía en la Escuela Pública Vasca, en clave de servicio público y equidad.

Las 30 horas de grabaciones de las entrevistas y de los grupos de discusión se transcribieron y se sometieron a reducción y a análisis cualitativo por medio del programa Atlas.ti 5. Las citas seleccionadas por su relevancia significativa han sido un total de 1145. Tras un largo proceso de agrupación, comparación y reconstrucción de significados, se identificaron 34 categorías, a su vez reagrupadas en 8 metacategorías.

Un número importante de centros no cumple unos mínimos de calidad como elaborar y tener vivos y operativos los documentos educativos básicos (Proyecto Educativo, Proyecto Curricular, Plan de Convivencia, Plan Tutorial etc.).

Foto: CC BY - flickingerbrad

Vamos a intentar hacer aquí un apretado resumen de las principales conclusiones, especialmente las que conciernen más directamente al ámbito de la Escuela pública Vasca.

1. Dentro de su concepción administrativista, que no deja margen a replanteamientos sobre la titularidad de los centros o la personalidad jurídica de los mismos, la Ley de la Escuela Pública Vasca es todavía un marco desaprovechado para el avance de la autonomía de los centros, con aspectos de la misma no suficientemente desarrollados o simplemente incumplidos: el marco jurídico que exige para hacer efectiva la autonomía y que todavía no se ha llevado a cabo, las inexploradas posibilidades de perfilación en la gestión de personal, la figura del Administrador...

2. Si, comparativamente, el grado de la autonomía de los centros públicos vascos es bajo, examinada la situación por ámbitos se podría decir lo siguiente: En el ámbito pedagógico y curricular la permisividad de facto, y el nuevo decreto curricular (175/2007), abren posibilidades de autonomía no despreciables que los centros no siempre exploran. En el ámbito organizativo existen algunos pequeños márgenes de autonomía, pese a la tendencia hiperreguladora de la Administración a través de las Instrucciones de comienzo de curso o del Decreto de condiciones laborales y de las normativas que marcan con rigidez los horarios, calendarios y jornada. En el ámbito de la gestión financiera se han dado pasos importantes para la gestión autónoma de las partidas económicas que se asignan a los centros para que gasten en función de sus criterios. Pero sigue un marco restrictivo en obras, en obtención de fondos, en gestión de las compras y en la contratación de personal o de servicios. En el ámbito de la gestión de personal la autonomía es prácticamente nula.

3. Las principales rémoras que dificultan el avance la autonomía en la escuela pública vasca son: A) la Administración educativa, que es pesada y centralista. B) El sistema funcionarial, tal como está concebido, y la cultura profesional que ha florecido en torno a él. C) La falta de direcciones y líderes.

4. Una mayoría de centros públicos no tiene proyecto educativo, o si lo tiene, es un documento meramente formal, que no es referencia para la vida del centro.

5. Un grave problema que arrastra la Escuela Pública es la falta de candidatos para las direcciones de los centros. Esto ha obligado a realizar continuamente nombramientos forzosos por cortos períodos de tiempo, lo que ha traído como consecuencia, sin menoscabo de la entrega y honestidad con que tratan de realizar su función las personas nombradas, un liderazgo de subsistencia, esto es, una gestión del día a día, sin más proyección de futuro que dar el mejor relevo posible al siguiente equipo directivo.

6. El colectivo del profesorado es plural y diverso en características e implicación, pero podemos destacar cuatro elementos de importancia que condicionan la autonomía: las plantillas no gozan de estabilidad; la cultura profesional no está preparada para el trabajo en equipo, la elaboración de proyectos y la dedicación a la tarea fuera del horario lectivo; el profesorado no es objeto control y evaluación en su trabajo; finalmente es un colectivo con un alto promedio de edad. El sistema funcionarial, basado en la acumulación de méritos por antig?edad y en la distribución especialidades, es un pesado lastre para las innovaciones que justifican la autonomía. Los centros se acomodan a los derechos funcionariales y no al revés. Los sindicatos, con frecuencia, refuerzan ese status quo.

7. La participación en la Escuela Pública Vasca es baja —quizá un reflejo de que ocurre en la sociedad—, salvo algunas excepciones como es el caso de las Comunidades de Aprendizaje. Existen cauces formales de participación importantes que recoge la LEPV. Pero no se da una participación más vital, ligada al acontecer del centro. Por otro lado, hay un vacío de competencias educativas en los municipios vascos. Ello repercute en la deficitaria inserción de los centros en su entorno próximo.

La Administración Educativa Vasca no tiene un proyecto para la Escuela Pública, más allá de responder a coyunturas, según los responsables políticos de turno.

Foto: CC BY - egizu

8. En la Escuela Pública Vasca no hay una cultura evaluadora, ni de rendición de cuentas, salvo para el control de la asistencia y la contabilidad. Con la evaluación de diagnóstico se ha introducido por primera vez una evaluación externa vinculada a la mejora, lo que representa un pequeño paso esperanzador.

9. La Administración Educativa Vasca no tiene un proyecto para la Escuela Pública, más allá de responder a coyunturas, según los responsables políticos de turno. Además es centralista, pesada en su estructura, mal coordinada, desconfía de los centros con los que se relaciona a través de procedimientos estandarizados y de la misma forma homogénea les reparte los recursos.

10. Un número importante de centros no cumple unos mínimos de calidad como elaborar y tener vivos y operativos los documentos educativos básicos (Proyecto Educativo, Proyecto Curricular, Plan de Convivencia, Plan Tutorial etc.) y las herramientas de gestión básicas. Existen las redes de Comunidades de Aprendizaje, de Amara Berri y de Kalitatea Hezkuntzan, pero una mayoría funciona sin ninguna vinculación entre sí.

Tratándose de una investigación orientada a la mejora, la misma finaliza ofreciendo un conjunto de propuestas de actuación que constituyen una especie de reverso en positivo de las deficiencias detectadas. Todas ellas realizadas desde la perspectiva de crear una Escuela Pública dotada de centros con personalidad, que favorezcan la calidad de la enseñanza sin que ello suponga detrimento para el servicio público y la equidad, consustanciales a la misma.