59 Zenbakia 1999-12-17 / 1999-12-24

Gaiak

Los neveros, una actividad desaparecida en nuestras montañas

CALVO, Ángel María

Los neveros, una actividad desaparecida en nuestras montañas Los neveros, una actividad desaparecida en nuestras montañas (Artículo publicado en Zainak, Cuaderno de Antropología y Etnografía, 14, pp. 203 213. Eusko Ikaskuntza Calvo Barco, Ángel María PRESENTACION Me llamo Ángel Mª Calvo, soy miembro del Departamento de Etnografía de la Sociedad Aranzadi y del Grupo de Montaña Xabier. La afición a este deporte me llevó a contactar con unos extraños agujeros en diversos lugares, algunos con muros revestidos de piedra. Desconocía su utilidad, podían ser caleras, loberas o algo por el estilo pero no lo eran. Mi curiosidad me adentro en el conocimiento de un mundo nuevo para mí, el de la nieve y su entorno que había gozado de gran popularidad durante los siglos XVII, XVIII y XIX principalmente, hasta el nacimiento de la moderna industria frigorífica. En la actualidad está en el olvido. En 1982 comenzamos a trabajar en el asunto de las neveras o elurzulos de Guipúzcoa y aunque no lo hemos hecho de forma continuada e intensiva, elaboramos un Catálogo de estas construcciones en nuestra provincia y que no tardando mucho esperamos darlo a conocer. Pusimos especial interés en la localización y descripción de los ejemplares y en todo lo concerniente al comercio de la nieve y el hielo en los diversos municipios. Nevera de Muruzábal, (Navarra) (27 09 92) Nos fue difícil encontrar personas que hayan trabajado en esta actividad, tanto en el llenado como en el transporte y su posterior venta. Esto nos ha complicado la labor, las informaciones que disponemos son generalmente de segunda mano. Los ancianos consultados en los diversos caseríos y lugares próximos a las neveras nos contaron que "....cuando eran niños haber oído a su padre, que su abuelo trabajo en el elurzulo". A lo sumo nuestros interlocutores participaron directamente en la destrucción de las construcciones, que al irse arruinando con el tiempo eran un peligro para el ganado. Por lo escuchado como norma general deduzcoque la mayor parte de las neveras de nuestra región dejaron de utilizarse a fines del XIX y a comienzos del presente siglo, siendo excepcionales las que llegaron a los años treinta. Un repaso a los diversos trabajos sobre la toponimia vasca y guipuzcoana más en concreto nos ayudaron a encontrar los lugares de su emplazamiento aunque en la actualidad no quedan nada de los elurzulos. Los archivos consultados nos aclaran bastantes cosas, son datos sueltos, "que si en tal sitio hay una nevera, contratos de arrendamientos, arreglos de las construcciones, precios de la nieve, etc...". Es este un filón en Guipúzcoa que todavía no esta muy explotado respecto a este tema. Nevera de Sargiñola, (Peñas de Aya) (1986) Una vez hecha esta introducción voy a esquematizar lo que hablaré a continuación : ¿Qué es una nevera? Situación de las mismas. Sistemas de llenado y conservación. Transporte y venta del hielo. Utilización de la nieve. Los propietarios, los arrendamientos, etc... Los "elurzulos" en Guipúzcoa. Preguntas sobre el tema y proyección de diapositivas. Dentro de la arquitectura popular, los pozos neveros o elurzulos son unas construcciones de tipología diversa dentro de las limitaciones que requieren estas edificaciones dedicadas exclusivamente al almacenamiento, conservación y venta del hielo. Nevera de Régil, (Guipúzcoa) (13 12 94) Por sus características las podemos dividir en naturales y artificiales. Las primeras consisten en el aprovechamiento de una sima o cueva en terreno calcáreo generalmente. La labor humana se limitaba en ocasiones al acondicionamiento de una chabola en sus aledaños. Es abundante su número en nuestras montañas más representativas : Andia, Aralar, Aitzgorri, Entzia, Urbasa, Gorbea... Como están situadas a más de 1.000 metros tenían garantizado la materia prima y buena parte de su llenado de forma natural, y su conservación era excelente durante gran parte del año. El principal inconveniente era la distancia a los lugares de abastecimientoy los deficientes caminos de acceso. Como ejemplo valen las siguientes cavidades: de Goñi, Olderiz, del Roble, Aratz, San Cristóbal, Pardelutz, Uarrain, Neberabaltz, Artzanburu, .... Su profundidad es variada llegando alguna de estas simas a alcanzar los cuarenta metros. También se aprovechaba la nieve de los ventisqueros y dolinas situados en las laderas norte de los montes, donde se acumulaba la nieve y se conservaba bastante tiempo. Las neveras artificiales se encuentran a lo largo de toda nuestra geografía tanto en los montes como en el interior de nuestras poblaciones. Son construcciones más elaboradas que constan de dos partes diferenciadas, el pozo y la cubierta. El pozo consiste en una oquedad excavada en un declive terroso revestido casi siempre por paredes de piedra en mampostería. Dispone como requisito indispensable de un fondo permeable o en su defecto de un suelo levemente inclinado hacia un desagüe con una alcantarilla para el escurrido del agua derretida del hielo almacenado, con objeto de una correcta conservación del resto. Para bajar al fondo las neveras de montaña no disponen de escaleras. Algún ejemplar tiene a lo largo del perímetro de la circunferencia de la pared, peldaños de losas que sobresalen de ésta y permiten descender al suelo. Ciertas localidades alavesas, navarras y riojanas en sus neveras de población disponen de unos pasillos subterráneos con escaleras que nos conducen mediante una puerta al fondo del pozo o a escasa altura sobre él. Son auténticas bodegas. Buenos ejemplos son las construcciones de Aras y Puente la Reina en Navarra, y Labraza, Yécora y Moreda en Alava Los pozos por la forma de su planta son en su mayoría ovalados o circulares, son escasos los cuadrados y sólo conozco uno de forma octogonal. Las piedras de los muros por lo general son de caliza o arenisca, en ocasiones están labradas y son de todos los tamaños. Tienen un grosor medio entre 60 y 70 centímetros. Asimismo hay pozos sin revestimiento en las paredes, aprovechandoen buena parte la roca natural. Neveras de Xoxote, (Macizo de Izarraitz) (1986) Las medidas de los pozos oscilan entre los tres y los diez metros de diámetro y su profundidad entre los tres y los doce metros, siendo la media alrededor de los siete metros. Las medidas que acabo de referir conciernen a las neveras de nuestra zona. Los ejemplares del mediterráneo español son de mayor tamaño. En algunas casas o caseríos se utilizaron unas pequeñas neveras o agujeros en su interior de menos de dos metros, para uso familiar o como depósito intermedio entre abastecedores y compradores. Como almacén de nieve también fue empleado el karobi (horno de cal). Las cubiertas son de formas variadas en los escasos ejemplares que aún las conservan. Las hay abovedadas; con aspecto tumular exterior cuya cúpula está recubierta de tierra; también tumular pero coronada en forma de pozo artesiano, y cuyo aspecto en sección es de una cantimplora o botella; en forma de polígono regular de dieciséis lados y sobre el otro menor con la misma figura; las hay que no tuvieron cubierta; las hay ovoides y finalmente las que exteriormente su aspecto fue de una barraca o chabola, la tipología más extendida entre las neveras de abastecimiento o montaña. Las construcciones de población o neveras bodega no presentan un aspecto definido vistas desde el exterior. Las cubiertas disponían de una, dos o más huecos o ventanas a nivel del suelo exterior para facilitar la introducción y extracción de la nieve. Otras se llenaban desde lo alto de la bóveda donde tienen una abertura circular, que una vez concluida la labor de encerrar el hielo se tapaba mediante grandes losas superpuestas. Junto a la puerta había instalada una argolla para colocar la polea y facilitar la subida del hielo. Bajo las techumbres y en las casetas anexas se guardaban los útiles para la recolección de la nieve, como son las palas, los pisones, los rastrillos, los picos, las angarillas, la escalera de mano, la polea de madera, el torno, lascadenas o sogas. a lo largo del año se almacenaba en su interior, el helecho, la paja, la cascarilla de trigo y centeno, las zarzas, las hojas de pino, la cascarilla de arroz en otros lugares, que posteriormente eran usados como aislante y separador de las capas de hielo que se formaban dentro del silo. Los materiales empleados para las coberturas de los pozos están mejor trabajados que en el resto de la construcción. Se utilizaron ladrillos, sillares y adoquines, madera para las vigas y tejas. Por su ubicación las neveras podemos clasificarlas como de almacenamiento, distribución y domésticas. Las primeras se encuentran en las montañas donde nieva con relativa asiduidad. Las segundas se hallan en las proximidades de las poblaciones o en su interior, sirven para facilitar su distribución y venta, y por ultimo las domésticas de pequeño tamaño y de uso familiar construidas en el interior de las casas. Los elurzulos de nuestras montañas están situados preferentemente en las laderas norte o en lugares umbríos. Se encuentran entre los 400 y los 1.400 mts. en nuestra comunidad. Cuando nevaba el encargado de la nevera contrataba cuadrillas para la recogida de la nieve y su introducción al pozo. Era llevada hasta la puerta mediante leras, capazos o haciendo bolas si es que lo permitía la pendiente. La labor más ardua comenzaba en el fondo del pozo, los peones allí situados pisaban y endurecían la nieve hasta convertirla en hielo. Anteriormente en la base habían colocado tablas, sarmientos o barrotes de hierro con el fin de que la carga de hielo no contactara con la nieve derretida. Se hacían capas de veinte y hasta cincuenta centímetros, y entre capa y capa se colocaban otras compuestas de helecho, paja ; hojas de haya o otros vegetales que les servían de aislantes y contribuían a facilitar su separación en el momento de sacar el hielo. En otros lugares donde el clima es más riguroso y las precipitaciones de nieve son prácticamente nulas, utilizaban balsas de agua de poca profundidad,que durante las frías noches invernales se helaban y convenientemente partidos en bloques eran transportados a la cercana nevera, conocida como el "pozo del Yelo" . Este sistema se empleaba en varias poblaciones navarras. Se vendía por los pueblos que lo solicitaban, transportándolo preferentemente por la noche, para una mejor conservación del producto, en burros convenientemente protegidos por pieles de cabra o en carretas de bueyes cargadas de cestos de hielo envueltos en arpilleras y alkotza. Como ejemplo del comercio y transporte por nuestra provincia podemos señalar que la nieve de Aralar se llevaba a San Sebastián y en ocasiones a Fuenterrabía. De Peñas de Aya se vendía regularmente a Francia, y de Izarraitz se llevaba a los puertos de Zumaya, Motrico y Ondárroa. Hubo otro comercio de hielo entre Escandinavia y diversos puertos europeos entre ellos el de Donosti, hasta fines del pasado siglo y citado por DUNIXI en "Mi pueblo ayer", que aunque no tiene relación con las construcciones que estoy tratando lo reseño como curiosidad. Se empleaba con fines terapéuticos y culinarios. Usándose contra las fiebres, para rebajar las inflamaciones en las fracturas, para cortar las hemorragias, y mezclando el agua de nieve con unas gotas de aceite para las quemaduras. En la cocina se utilizaba para conservar los alimentos, refrescar las bebidas y hacer helados. En el momento de su desaparición sus últimos clientes fueron los Balnearios de Cestona, Ormaíztegui y Alzola. Como ejemplo de utilización de la nieve con fines terapéuticos voy a citar estos dos casos recogidos en el Archivo Municipal de Rentería. y en el Archivo Municipal de Oyarzun. El primero (Libro de Actas nº 85, folio 157, 14 VII 1762) dice así: "Don Joseph Estevan de Nagore Medico asalariado , y titular de V.S. con el debido respecto, pone en alta consideración de V.S. que haze dias, que algunos de los naturales de V.S. se allan insultados de una fiebre aguda inflamatoria ardiente á causa de la calida estacióndel tiempo; para cuio methodo curativo, y preservativo de otras, que suelen invadir en semejantes estaciones, como le ha acreditado la larga experiencia, necesita del uso de agua de nieve como remedio, que puede auxiliar á uno y otro methodo, esto es exterminar con su uso las presentes fiebres, á fin de que no se propaguen por todas las familias, y preservar a los demas de las otras que pueden sobrevenir, y deseando el suplicante la seguridad, y acierto en dichas calenturas, recurre a la benignidad de V.S. y / Suplica rendidamente que desde suyo, atendiendo al beneficio de los enfermos, y utilidad comun, tome las debidas providencias para la conducción de la nieve, para que de esse medio logren los pobres enfermos el alivio que tanto desean, es favor que espera merecer de la grande piedad y clemencia de V.S. / el más atento y rendido servidor de V.S. / Don Joseph Estevan de Nagore". El segundo ejemplo es una carta referente a la nevera de Rentería existente en el Archivo Municipal de Oyarzun (A 13 12 2)(1884) : " San Sebastián 4 de Julio de 1884 Señor Don Antonio Iriarte Oyarzun Muy Sr. mio : es en mi poder su atenta del 2 del corriente. Si desgraciadamente llegase el caso de presentarse el cólera (lo que Dios no quiera) y necesitasen nieve para los habitantes de ese Valle, pueden tomar de mi nevera la que necesitaren, acudiendo al caserío Barinqueta, cuyo dueño Celedonio tiene la llave de la nevera y sin que tengan Ustedes que abonar nada. Saluda a V., afectuosamente......Miguel de Oteiza". Los elurzulos pertenecían por lo general a los municipios, monasterios e iglesias y a particulares. Los municipios arrendaban sus neveras poniendo ciertas condiciones en los contratos que generalmente eran: su duración, cuatro años o más, disposición de nieve para su venta desde primeros de mayo hasta mediados de octubre; se ajustaba el precio de la nieve y si no nevaba en la zona, se indicaba de dónde se podía traer y el correspondiente aumento de precio por los gastos extrasocasionados..... Todos los municipios de cierta importancia disponían de nevera. Por diversas citas en documentos sabemos que este negocio no era muy regular pues no siempre nevaba, y en bastantes ocasiones no se presentaban rematantes para hacerse cargo de ellas. La nieve fue utilizada desde la antigüedad, las culturas clásicas como la griega y la romana nos aportaron en sus escritos testimonios sobre su uso, bien sea a su favor o en su contra. Hipócrates, Aristóteles, Lucillius, Plinius Secundus, Marcial, Plutarco, Plinio el Joven, Galeno, Suetonio, son algunos de ellos. En China e India también la emplearon por lo menos las familias más poderosas. Los musulmanes adoptaron sus aplicaciones y quizás por su influencia conocimos en España sus propiedades. En libros de cocina medievales y de las cuentas de la Casa Real de Pedro III de Aragón, claramente se habla del consumo de helados. Es una prueba de su disfrute, entre las clases elevadas, el hecho de que Carlos III el Noble de Navarra (1387 1425) construyera un pozo de nieve en su residencia real del castillo de Olite. Pero cuando realmente se popularizó su empleo fue a mediados del siglo XVI y en el XVII fue el boom en la construcción de pozos. Muchas poblaciones los construyen, la demanda de su consumo se generaliza y los precios son accesibles para la gente. Bergara, Rentería, Gabiria, Aránzazu.... son ejemplos de los diversos lugares que construyeron sus neveras en dichas fechas. Como veréis por la bibliografía, al final de este articulo, la profusión de escritos acerca de la aplicación de la nieve, sus ventajas y perjuicios son corrientes en esta época. El estado ante tanta demanda ve la posibilidad de aumentar las arcas reales y crea un impuesto sobre la nieve, como lo tenían otras mercancías, que modificándose a través del tiempo llegó hasta la desaparición de dicho comercio. Es cierto que las tablas de contribución industrial recogen en los años treinta del presente siglo tres tipos de comerciantes de hieloy nieve. Dichas tablas sirvieron para todo el país, mejor dicho para todo el Reino. Pero yo no he podido localizar ni en la matricula industrial ni en su contribución ningún caso de cuota por este hecho en Guipúzcoa durante esta centuria. En 1902 sí paga matrícula industrial una fábrica de hielo artificial, regentado por Don Ramón Usabiaga y Compañía sita en Urnieta, en el barrio de Lasarte. El no pagar cuotas no quiere decir que hubiera desaparecido dicho comercio, pues sabemos por diversos informantes que llegaron a utilizarse hasta los años treinta algunas neveras guipuzcoanas y lo mismo podemos aseverar de las del resto de Euskal Herria. En la actualidad estas edificaciones o sus ruinas es lo que nos queda de una industria desaparecida no hace mucho de nuestras montañas y que nos resulta ahora distante. Si no hacemos ahora algo por recuperar dichas construcciones se perderán irremediablemente. La bibliografía sobre las neveras y su entorno fue escasa hasta no hace muchos años, pero a partir de las publicaciones de Don Horacio Capel Sáez se revitalizó el tema y poco a poco han aparecido estudios y pequeños trabajos que han dado a conocer esta actividad. No voy a extenderme mucho y sólo voy a citar algunos estudios relacionados con nuestra región y la lista de libros de los siglos XVI y XVII sobre el empleo de la nieve: "El comercio de la nieve y los pozos de Sierra Espuña (Murcia)",de HORACIO CAPEL SÁEZ. Estudios Geográficos, Madrid, nº 110 (1968), Páginas 123 174. "Una actividad desaparecida de las montañas mediterráneas: el comercio de la nieve", de HORACIO CAPEL SÁEZ. Revista de Geografía, Universidad de Barcelona, vol. IV, nº 1, enero julio 1970, Págs. 5 42. "Invierno en verano o nieve en Pamplona, Estella y Tudela", de FLORENCIO IDOATE. Rincones de la Historia de Navarra. Pamplona 1954, tomo I, págs. 206 211. "Neveras tradicionales en Navarra", de RAFAEL GARCíA SERRANO. III Semana de Antropología Vasca, (1973), tomo I, págs. 232 272. "Las neveras de Vizcaya",de JOSÉ Mª SALBIDEGOITIA Y JOSÉ IGNACIO BARINAGA. Revista KOBIE nº 5 (1974), págs. 43 83. "Los pozos de nieve (Neveras de La Rioja)", de ANTONINO GONZÁLEZ BLANCO, URBANO ESPINOSA, HILARIO PASCUAL, etc... (1980), 77 páginas. "El abastecimiento de nieve a Sangüesa, (1600 1926), de JUAN CRUZ LABEAGA MENDIOLA. Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra nº 60 (1992), págs. 247 288. "Los pozos y el comercio de la nieve en Viana y Aras", de JUAN CRUZ LABEAGA MENDIOLA: (C.E.E.N.) nº 39 (1982), págs. 261 328. "Tipología de las Neveras de Euskalerria", de ANGEL Mª CALVO II Congeso Europeo sobre Arquitectura Popular y Hórreos.(1992),(Comunicación). (En prensa). "Los elurzulos o neveros de Deba", de ANTXON AGUIRRE SORONDO REVISTA DEBA, nº 26, invierno 1993, págs. 61 65. "Los pozos de nieve elurzuloak", de ÁNGEL Mª CALVO. Revista OARSO 1995. págs. 95 98. Renteria. "Catálogo de Neveras de Guipúzcoa",de ÁNGEL Mª CALVO. (inédito). "Tratado de la nieve y del uso de ella", de FRANCISCO FRANCO. Sevilla, 1569. "Libro que trata de la nieve y de sus propiedades y del modo que se ha de tener en el beuer enfriado con ella: y de los otros modos que hay de enfriar", de NICOLÁS MONARDES. Sevilla, 1574. "Alivio de sedientos, el cual se trata la necesidad que tenemos de beber frío y refrescado con nieve, y las condiciones que para esto son menester, y cuales cuerpos lo pueden libremente soportar", de F. MICÓN. Barcelona, 1576. "Libros de los provechos y daños que provienen con la sola bebida del agua: como se deba escoger la mejor y rectificar lo que no es tal, y como se ha de beber frío en tiempo de calor sin que haga daño", de ALONSO DÍEZ DAZA. Sevilla 1576. "Carta al doctor Pedro de Párraga Palomino, médico en la ciudad de Granada; en que se trata del arte y orden para conservar la salud, y dilatar nuestra vida y buen uso del beber frío con nieve", de ALONSO GONZÁLEZ. Granada 1612. "Tratado de la grande excelencia del agua y de sus maravillas, virtudes, calidades y elección, y del buenmodo de enfriar con la nieve", de FRANCISCO JIMÉNEZ DE CARMONA. Sevilla 1616. "Breves advertencias para beber frío con nieve", de MATÍAS DE PORRES. Lima 1621. "Disertación teórico práctica del uso del agua fría en la operación de los catharticos", de TORIBIO COTE Y COBIÁN. Sevilla 1636. "Utilidades del agua de nieve y del beber frío y caliente", de FERNANDO CARDOSO. Madrid 1637. "Tractatus utilis et jucundus de potionum varietate", de GASPAR CALDERA DE HEREDIA, (siglo XVII). "Método curativo y uso de la nieve, en que se declara y prueba la obligación que tienen los médicos de dar a los purgados agua de nieve, con las condiciones y requisitos que se dirá", de ALONSO DE BURGOS. "Breve apología y nuevo discurso del método que se debe observar, reprobando el agua de nieve, en día de purga", de MIGUEL FERNÁNDEZ DE LA PEÑA. Granada 1641. "Breve antología al discurso nuevo del doctor Miguel Fernández de la Peña. Método verdadero del uso del agua de nieve en día de purga", de ISIDRO PÉREZ MERINO. Jaén 1641. Ángel María Calvo Barco, Sociedad de Ciencias Aranzadi Euskonews & Media 59.zbk (1999 / 12 / 17 24) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria