Una publicación del renacimiento cultural vasco: la Revista de las Provincias Euskaras (1878 1881) Una publicación del renacimiento cultural vasco: la Revista de las Provincias Euskaras (1878 1881) (Resumen del trabajo del curso 1998/99 de Jakitez) * Traducción al español del original en euskera Jurgi Kintana En 1878 veía la luz en Vitoria la Revista de las Provincias Euskaras. En su aparición intervinieron tres factores principales. Por un lado, el desarrollo cultural que vivía la capital alavesa desde el Sexenio Democrático (1868 1874), estado éste que inercialmente se estaba prolongando hasta la Restauración. Fue en medio de aquel humus cultural, donde, valiéndose de las infraestructuras del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Vitoria, pudo germinar el proyecto de la revista. Un segundo factor lo constituyó el ambiente "euskaro" que inspiraba a la revista y que estuvo marcado por la abolición foral (1876) y las reacciones en su contra. De las cenizas forales emergía un renovado proyecto vasquista, lucha en la que se posicionaba activamente la Revista de las Provincias Euskaras. El tercer y último factor lo marcó el mecenazgo del escritor alavés Fermín Herrán (1852 1908). Fue él quien hizo posible que los dos factores anteriores se fusionaran en una revista. Y es que en Herrán se aunaron las vivencias del mundo cultural vitoriano y el impacto de la abolición foral. Es así como, haciendo uso de sus medios económicos y de la experiencia editorial adquirida en los años previos, Herrán llevó adelante el proyecto de fundar una publicación cultural vasca; revista cuya dirección ostentaría en los próximos cuatro años. La Revista de las Provincias Euskaras fue creada en julio de 1878, y durante dieciocho meses, quincenalmente, se publicó en Vitoria. La revista reunía en sí las funciones de boletín del Ateneo de Vitoria, así como el contenido más general de una publicación cultural vasca. En tanto que órgano de prensa del Ateneo, fueron muchos los miembros de estaasociación que escribieron en la Revista de las Provincias Euskaras. Así los alaveses redactaron en total la mitad del contenido de la revista; un tercio de los artículos se compuso gracias a la colaboración de los vascos de otros territorios, y el resto se repartió entre autores españoles y extranjeros. Muchos de los colaboradores activos eran amigos de la generación de Herrán, esto es, nacidos a mediados del siglo XIX. Pero la revista estuvo abierta a todo tipo de escritos y opiniones. En lo que respecta al contenido, predominaron los trabajos literarios, sobre todo poéticos. Pero junto a poemas, narraciones y críticas literarias, se destacan los temas historiográficos. A continuación encontramos artÍculos sobre cultura, crónicas, biografías, viajes y geografía, y artículos sobre la educación. Otros temas fueron menos frecuentes. La mayoría de artículos se centraban en un ambito vasco. Sin embargo, el esfuerzo por crear secciones permanentes de temática vasca (como por ejemplo la sección de crónicas euskaras) nunca se vio del todo materializado. Ese querer y no poder sobre el mundo vasco se reflejó claramente con el euskara: la revista estaba, casi en su integridad, redactada en castellano, pero trató de hacer sitio al euskara, sin llegar a cumplir tal deseo dignamente. En parte, debido a que las colaboraciones vascas no podían nutrir la totalidad de la revista, pero también por el talante abierto de Herrán, la Revista de las Provincias Euskaras se mostró también dispuesta a recibir artículos relativos a temas españoles (si bien las cuestiones referidas a este área fueron minoritarias respecto a las de temática vasca). Por lo tanto, cabe decir que en los años 1878 1879, la revista cumplió, en general, los objetivos que se había marcado. No consiguió, sin embargo, desarrollar un proyecto pleno. Durante esta época vitoriana, además de los lectores internos que tenía asegurados en calidad de boletín del Ateneo, la revista se hizo con una amplia red formada por suscriptoreslibres. Muchos de los suscriptores procedían de Vitoria, pero se extendían en general por todo el País Vasco peninsular. La Revista de las Provincias Euskaras también se difundió a través de toda España gracias a los intercambios entre revistas, y abrió asimismo suscripciones en las colonias vascas del extranjero. Parece ser que la mayoría de lectores pertenecían a la clase burguesa, tanto pequeña como de mayor envergadura, esto es, personas cultas y de buena posición de áreas urbanas. La revista tuvo una acogida bastante positiva, favorecida por el hecho de ser por aquel entonces la única revista vasca cultural del mercado (ya que la Revista Euskara de Pamplona no aceptaba suscriptores). En resumidas cuentas puede decirse que para diciembre de 1879, tras haber publicado treinta y seis números durante un año y medio, la Revista de las Provincias Euskaras, sin llegar a constituir un producto cultural de primer orden, se encontraba en una situación bastante halagüeña, con una calidad y una acogida aceptables. Si la revista no obtuvo mejores resultados, fue en gran medida por el limitado número de colaboradores y por ser Herrán quien llevaba a solas el peso de la iniciativa. En todo caso, el hecho de estar vinculado al Ateneo de Vitoria ofrecía una indudable protección al proyecto. Sirva como muestra de esa estabilidad el hecho de que a pesar de haber ido aumentando con el tiempo el número de páginas de la revista, el precio se mantuviera fijo. Pero en 1880, por motivos no del todo claros, Herrán tomó la decisión de trasladar la revista a Madrid. Afincarse en la capital de España fue una jugada arriesgada. Para empezar, la revista perdió tanto la función de boletín del Ateneo como la ayuda que sus miembros le proporcionaban (lectores y sostén económico seguros). En adelante, la revista se mantendría unicamente por medio de suscriptores libres. La publicación también perdió a muchos colaboradores del Ateneo, puesto que la Revista de las Provincias Euskaras dejó de ser suboletín. No obstante, aunque en menor número, Herrán siguió recibiendo artículos, de sus amigos de Álava y del resto del País Vasco. La característica de la época madrileña iniciada en junio de 1880 fue, por tanto, el aumento de colaboraciones españolas. Llegaron a ser tantas como las vascas. En paralelo de lo que sucedía con los escritores, también los contenidos de temática española se multiplicaron, llegando a ocupar tanto o más espacio que los asuntos vascos. Como consecuencia, aquella revista que se proponía ser un órgano cultural vasco (objetivo que fue confirmado en el período madrileño), empezó a perder personalidad. AsÍ, las secciones como historia, específicamente vinculadas a la temática vasca, fueron desapareciendo. Su lugar fue ocupado por la literatura, que entre 1880 y 1881 ocupó más de la mitad del contenido de la revista. De este modo, la Revista de las Provincias Euskaras fue convertiéndose en un producto cultural cada vez más general. El alejamiento físico de Euskal Herria tuvo, sin pretenderlo, esa misma traducción en el carácter de la revista. Puede sospecharse además que con la pérdida de los escritores vascos se produjo la de los lectores del país; debido quizá también a la concurrencia de la recién fundada revista Euskal Erria de San Sebastián. El esfuerzo por aumentar el número de páginas no trajo consigo el deseado incremento de suscriptores: al cabo de pocos meses, hubo que paralizar la revista y publicarse en una imprenta de peor calidad, al parecer para poder hacer frente a los gastos. En diciembre de 1880, una vez editados los doce números de aquel año, la publicación volvió a interrumpirse. Herrán, en un nuevo intento por seguir adelante, renovó el diseño de la revista y en marzo de 1881 publicó un número más. En él se reconocÍa la existencia de problemas, y tras aparecer el siguiente ejemplar de marzo, la revista no volvió a salir. Parece ser que el hecho de tratarse de un proyecto sin una clara definición, con ánimo de versar sobre lacultura vasca pero cada vez más abstracto y literario de facto, no satisfizo ni a los lectores vascos y ni a los españoles. Y así, a medio plazo, la apuesta por trasladarse a Madrid resultó un fracaso. A pesar de la desaparición de la Revista de las Provincias Euskaras, la publicación dejo su influencia. Para empezar, trazó el camino a las nuevas revistas culturales vascas que habrían de salir al mercado (Euskal Erria, de San Sebastián, Revista de Vizcaya de Bilbao). Y ayudó a difundir en Álava, así como en el resto de Euskal Herria el vasquismo, siendo uno de los precursores del renacimiento cultural euskaro. Jurgi Kintana Goiriena, licenciado en Historia y miembro de Eusko Ikaskuntza Euskonews & Media 57.zbk (1999 / 12 / 3 10) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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