539 Zenbakia 2010-07-02 / 2010-07-09
Se está conmemorando el 750 aniversario del otorgamiento de la carta puebla de la villa de Mondragón a la puebla de Arrasate. Me hubiera gustado que se hubiera programado con suficiente rigor intelectual y, sobre todo, con la participación activa de la universidad del mismo nombre y de los distintos centros escolares, a través de conferencias, debates y unidades didácticas. Responsabilidad es, también, a mi juicio, del Ayuntamiento de Arrasate/Mondragón y también de la Diputación de Gipuzkoa, ya que era uno de los lugares de tanda más importantes de sus Juntas Generales. Es más en las últimas Juntas Generales, celebradas en Donostia, antes de la supresión de los Fueros por el gobierno centralista de Canovas del Castillo el año 1975, se decidió que las siguientes fuesen en Mondragón, lo que recordamos 104 años más tarde, para que así se hicieran. Efectivamente, al restaurarse las Juntas Generales en 1979 se celebraron en la casa consistorial arrasatearra.
Generalmente se da por supuesto, claro está sin rigor histórico, que la actual configuración histórico-territorial de los cuatro territorios forales de Navarra, Alava, Gipuzkoa y Bizkaia se perdía en la noche de los tiempos. O todo lo más, el reino pamplonés perdió sus tres territorios occidentales a comienzos del siglo XIII, olvidando que el Señorío de Bizkaia no estaba ya en la órbita navarra desde hace bastante, excepción hecha del Duranguesado, que sí lo era. Como también variaron los límites entre Alava y Tierra Estella, ya que esta “perdió” a favor de la provincia alavesa más de 500 km2 en las actuales cuadrillas de Kanpezu y Laguardia, bastante tarde, en el siglo XV.
En los afanes expansionistas de Alfonso VIII le arrebató a la corona navarra lo más granado de su territorio occidental, los territorios nucleares de Alava y Gipuzkoa, la cuenca del Deba, el Duranguesado y la franja estratégica comprendida entre las bahias de Pasaia y Bidasoa, las peñas de Aia y el mar, privando a Navarra de su litoral histórico y comunicándose directamente con Lapurdi, a la sazón del ducado de Aquitania de donde era la esposa del monarca castellano. La división intravasca se había consumado no solamente por la conquista castellana o la traición de bastantes jauntxus occidentales, sino, también del rey Sancho VII el Fuerte, que abandonando su reino andaba de correrías de armas y harenes en tierras de moros, permitiendo así la perdida para siempre de sus territorios occidentales. Echarle la culpa al “enemigo”, en este caso al monarca castellano es muy socorrido para algunos historiadores navarros, pero no vendría mal una especie de “autocrítica” histórica.
Foto: Indalecio Ojanguren.
A mi juicio, no pasaron a la órbita castellana como se viene repitiendo Gipuzkoa, Alava y el Duranguesado. Eso sería hacer una lectura posterior de la actual configuración de las provincias. Más exacto sería decir que el reino navarro perdió la Gipuzkoa nuclear, la Alava nuclear, el Duranguesado y la cuenca del Deba, lo cual es diferente. Porque veamos las dos villas cabeceras históricas de las dos comarcas de la cuenca: Debabarrena y Debagoiena, Elgoibar y Arrasate-Mondragón son y, no casualmente, las que en su cartas-pueblas no indica que eran entonces Gipuzkoa. La de la cuenca superior decía: “que habemos de facer bien é merced a todos los pobladores de la puebla que es en Leniz , que havie ante nombre Arreaste, á que ponemos nombre Montdragon...”. La de la villa de la cuenca inferior decía: “buenos fidalgos é labradores de Marquina y Mendaro... facer poblar é cercar una villa en el lugar que llaman el campo de Elgoibar... á que haya nombre Villamayor de Marquina...”. Como es sabido la carta-puebla de Arrasate/Montdragón es del año 1260 y el de Elgoibar/Villamayor de Marquina de 1346. Tampoco Elgueta de la que la carta-puebla, del año 1335 solo indica: “... en la puebla nueva que se face en los campos de Maya, a la cual puebla ponemos nombre Elgueta, que es frontera de Vizcaya...”. (Hay que recordar que el Duranguesado pasó a integrarse en el Señorío de Bizkaia doce años más tarde de su separación del reino pamplonés y es con esta comarca con quien limitaba Elgueta, concretamente con las anteiglesias de San Agustín de Etxebarria —la villa de Elorrio no existía aún— y Zaldibar). Eibar en su primera documentación histórica aparece como perteneciente al “valle de Marquina de Suso” y Placencia como “Marquina de Yuso”. En el caso de Bergara en la del año 1310 no menciona a Gipuzkoa, aun que sí en su confirmación posterior. Tampoco en la primera documentación sobre Salinas de Leniz —en euskara Leintz Gatzaga—, aunque también en su confirmación de 1410.
Es la que hoy llamaríamos “Administración eclesiástica” quienes nos arroja luz para entender el asunto. Porque durante muchos siglos, seguramente más de ocho centurias, existía el Arciprestazgo Mayor de Gipuzkoa, perteneciente a la diócesis pamplonesa, que comprendía y, no casualmente, los pueblos y valles de habla guipuzcoana, es decir las cuencas del Urumea, Oria y Urola, más los puertos de Pasaia San Pedro (Pasai Donibane, con los municipios actuales de Errenteria, Oiartzun, Lezo, Irun y Hondarribia, pertenecieron hasta el siglo XVII al obispado labortano), Monreal de Deba y Mutriku (el puerto y su parroquia, ya que la otra parroquia, Astigarribia, pertenecía a la vicaría de Elgoibar). Fundamento mi hipótesis de que ese Arciprestazgo Mayor es el territorio nuclear de Gipuzkoa en un argumento lingüístico: “giputz, hay testimonios en que la palabra se refiere a la zona de habla guipuzcoana” dice el OROTARIKO EUSKAL HIZTEGIA–DICCIONARIO GENERAL VASCO de Luis Mitxelena, existiendo testimonios gentilicios y toponímos de “giputz” en sus diferentes grafías arcaicas desde la Edad Media hasta Toribio Etxeberría, Juan San Martín, Loramendi, en pleno siglo XX. El escritor leinztarra Juan Arana Ezpeleta “Loramendi” de la anteiglesia de Bedoña escribío: “Leinz-ko erri guztiak Gipuzkoak dira (XX mendean, noski). Baña, ez dute giputxera egiten...”. El gentilicio euskérico “gipuzkoar” es bastante más tardío.
Foto: Indalecio Ojanguren.
En cambio, hasta la creación de la diócesis victoriense en 1862 toda la cuenca del Deba, menos su desembocadura, pertenecieron al obispado de Alava, primero y después cuando se suprimió éste tempranamente por la diócesis calagurritana y no al arciprestazgo de Gipuzkoa, sino a los arciprestazgos de Leniz y Durango. Las parroquias de Soraluze/Placencia, Eibar, Aguinaga (de Eibar). Elgoibar, las dos de Mendaro y Astigarribia (Mutriku) a la vicaría de Elgoibar (Villamayor de Marquina), dependiente, como la otra vicaría de Markina (la del valle del Artibai) del extenso arciprestazgo de Durango. Así aparecen, todavía, en una junta o asamblea de párrocos de primeros del siglo XIX, celebrada en San Salvador de Gerediaga: Por lo que respecta al arciprestazgo de LENIZ (en su forma euskérica LEINTZ), el mismo abarcaba toda la cuenca alta del Deba, es decir, a lo que hoy se ha venido en denominar, a lo mejor sin necesidad, ALTO DEBA/DEBAGOIENA. Empezando en Leintz Gatzaga y siguiendo por las numerosas parroquias de las anteiglesias de Eskoriatza y Aretxabaleta, las del actual termino municipal arrasatearra, pero también las tres de Oñati: villa, Araotz y Urrexola, las dos de Bergara, las dos de Antzuola, las de Angiozar, Ubera y Elgeta. Incluso de las nueve parroquias del condado de Aramaio, solamente la de Oleta, pertenecía al arciprestazgo de Durango y las otras ocho, geográficamente de la cuenca del Deba, también eran del arciprestazgo de LEINTZ, cuya cabecera o capitalidad fue durante muchos siglos Arrasate/Mondragón.
Como conclusión diría que lo que figuraba hace ahora 750 años como territorio de LENIZ confirma que Arrasate-Mondragón era la capitalidad de la comarca y que juntamente con el Duranguesado, la tierra de Markina y los condados de Aramaio y Oñati que dejaron de pertenecer al ámbito de la monarquía navarra a comienzos del siglo XIII, pero que al ampliarse los tres territorios nucleares del occidente de Vasconia, fueron agregándose a los mismos. Empezó el Duranguesado en 1212 que se incorporó al Señorío de Durango como merindad, si bien con su personalidad, ya que siguió conservando sus Juntas Generales en Gerediaga hasta 1875, siguiendo las diferentes villas de la cuenca del Deba en diferentes fechas conformando con la Gipuzkoa nuclear —el territorio coincidente con la Gipuzkoa eclesiástica— la Provincia por autonomasia “Gipuzkoako Probintzia”. Hay que precisar, por ejemplo que lo que no muy propiamente se llamó “Real Valle de Leniz” no pasó a Gipuzkoa hasta 1497, pero todavía dos años antes estuvo en un tris de pasar a Alava, es decir, los actuales términos municipales de Aretxabaleta y Eskoriatza con sus quince anteiglesias y, en cambio, el condado de Aramaio, pasó a Alava, en la misma época, concretamente en 1489. La tierra de Markina cogió dos derroteros, las localidades del valle del Artibai se incorporaron al Señorío, con la excepción de la parroquia de Aguinaga y las villas originariamente markinarras de la cuenca baja del Deba : Eibar, Soraluze/Placencia y Elgoibar se agregaron a la Gipuzkoa nuclear. Finalmente, Oñati, como dominio señorial del conde de Gebara —“kondepekos” eran los oñatiarras— se integró plenamente en Gipuzkoa en 1845.
Arrasate/Mondragoeko herriari bere 750. Urteurrenean aitormenezko txosten hau eskaintzen diot. LEINTZ lurraldearen hiri nagusi mendez mendetan, Nafarroako Erreinuko, lehendabizi, Gipuzkoako Probintziako, geroago eta Mendebal Euskal Herriko hiri garrantzitsu beti.