Espejos donde mirarse: Festival de Cine de San Sebastián Espejos donde mirarse: Festival de Cine de San Sebastián Juan Miguel Gutiérrez La gran sorpresa del Festival de Cine, que para mí ha eclipsado cualquier consideración referente a la nueva sede del mismo, ha sido la constatación del renacimiento del cine francés, una cinematografía que, a excepción de unos cuantos nombres consagrados, estaba anclada en fórmulas estériles deudoras de un pasado sin renovación y a la que no se le auguraba un futuro próspero. Bernard Tavernier y Philippe Torreton, en un descanso del rodaje de "Ça commence aujourd'hui" La pujanza del nuevo cine francés viene producida fundamentalmente por una profunda reconversión moral. Los creadores han dejado de mirarse el ombligo, obsesionados por preocupaciones pequeño burguesas y estériles propuestas estetizantes y manieristas , para volverse hacia la realidad social y política de las gentes que les rodean. Era una tendencia ya iniciada en el Festival del año pasado con el film de Robert Guédiguian, que se confirma de forma masiva en la cosecha de este año. Los problemas más candentes de este nada risueño final de milenio resurgen en sus películas: Paro; racismo; violencia real y larvada, social y doméstica; falta de perspectivas de futuro, de ilusión y de esperanza; soledad; sociedad deshumanizada; desfase entre el mundo de los administradores y políticos y el de los administrados, etc. Este renacer del cine francés es tanto más notable cuanto se compara con las más recientes producciones del cine de nuestra tierra. Un cine que falto de temáticas sociales se vuelca o bien en lujosas adaptaciones o bien basa su fuerza en las introspecciones de universos individuales anclados en un pasado. En lo que se refiere al cine español nadie pondrá en duda la calidad de la factura de las cintas de Gracia Querejeta "Cuando vuelvas a mi lado" o José Luis Cuerda "La lengua de las mariposas" sin embargo es evidente que un cierto aire de falta de renovacióno de ahogo en las temáticas las recorre. Autores consagrados en el panorama francés como Bertrand Tavernier o Michel Deville dan la mano a jóvenes como François Dupeyron, Laurent Cantet o Erick Zonca construyendo una cinematografía joven, atenta a los signos de los tiempos, y que adecua la estética al mensaje que pretende transmitir. Estas líneas serán, a semejanza de como lo hice en las crónicas de pasados festivales, un recorrido de aquellas cintas que me han parecido más innovadoras, sin tener en cuenta la división en secciones de la muestra ni las decisiones del jurado en el palmarés. Cada cual con la soberanía que nos concede nuestra condición de espectadores hemos elaborado nuestras preferencias y otorgado nuestro propio palmarés , premios que permanecerán en mente y corazón durante largo tiempo. Ya conocíamos el talante creador de Bertrand Tavernier, su coherencia estilística y ética, su compromiso militante con la realidad socio política de Francia. Su última cinta es una vuelta de tuerca más en las preocupaciones de solidaridad con los que luchan por la justicia y el bienestar de sus conciudadanos. "Ça commence aujourd'hui" cuenta la vida de un director de guardería en un pueblo situado en una zona minera deprimida del norte de Francia, castigada por un paro y una decadencia brutal. En medio de esta pobreza y falta de perspectivas de futuro un hombre mantiene la ilusión de que haciendo bien su trabajo, implicándose en la problemática de sus alumnos conseguirá cambiar la sociedad. Como siempre sucede en los filme de Tavernier esta lucha generosa y sin tregua se va a ver obstaculizada par los estamentos oficiales, clase política y funcionarios, más atentos a cumplimiento de unas normas frías e impersonales que preocupados por el aquí y ahora de las familias concretas. Lo que cambiará Francia, lo que la revolucionará sostiene Tavernier serán las personas que hagan bien su trabajo, cualquiera que sea la rama en que se desarrolle: Así el profesor de la escuelaque nos ocupa, comprometido con sus alumnos; el policía que a pesar de sus contradicciones hace bien su trabajo ("L. 627") ; el militar que no se pliega a los caprichos de sus mandos ("La vie et rien d'autre") ; el soldado salvaje que no tiene más misión que matar en la guerra ("Capitain Conan"), etc. Celuloide valiente , necesario, instrumento de cambio social. Otra cinta altamente recomendable es "C'est quoi la vie?" de François Dupeyron. El protagonista de ella es un joven agricultor en una comarca agrícola en recesión: Restricciones de presupuesto; enfermedad de las vacas locas; aislamiento progresivo de los jóvenes en los pueblos pequeños; el fantasma del paro, etc. forman el marco socio político en el que el mundo rural también tiene que replantearse su futuro, inventarse un sitio, encontrar un lugar en el que trabajar, enamorarse y vivir. Con valentía y generosidad Dupeyron nos muestra a sus personajes enfrentados al abismo de la falta de horizontes y las diversas soluciones que cada uno da a su problema: el suicidio en el caso del padre; el escapismo en el de la madre; la vuelta a la tradición, reinventándola con imaginación, por parte de hijos y abuelos. Un fresco apasionante, lúcido y sensible. "Ressources humaines" de Laurent Cantet rompe la difícil barrera existente entre el documento y la ficción. Con técnica de reportaje ficciona el conflicto generacional entre un padre y su hijo. El padre es un obrero "de toda la vida" sumiso y desmovilizado, el hijo forma parte de una nueva generación de jóvenes diplomados en gestión de empresas que vuelven al pueblo de sus orígenes con otro status social. La lucha de clases se mezcla con el conflicto generacional en el marco de un capitalismo cada vez más deshumanizado, en donde los protagonistas del conflicto aparecen con una sinceridad y verdad tales, que atraviesan la pantalla. "Baños" es un film procedente de un joven cineasta chino. Con humor y sensibilidad cuenta la historia de la vuelta al hogar de un ejecutivoque, tiempo atrás, dejó el pueblo de sus antepasados y el trabajo tradicional (casa de baños) que regentaba su padre. Acompañando a este último el hijo pequeño, hermano del anterior, subnormal, disminuido en su inteligencia pero crecido en su capacidad de dar emoción y ternura que reconoce instintivamente la escala de valores que deben primar en su vida. La influencia del discapacitado será decisiva en el cambio de mentalidad del hermano mayor. Como en las películas francesas citadas anteriormente, tan importante como la intriga individual es el telón de fondo social ante el que se desarrolla la historia: Una nación en proceso de cambios vertiginosos sobre la que se cierne el peligro de perder sus señas de identidad. El cineasta Zhang Yang no escurre el bulto a la hora de proponer soluciones y deja bien claro cual es el sistema para encarar el futuro con esperanza adaptando los nuevos valores a los tradicionales ya existentes. Cinta muy estimable, en la línea del maestro Zang Yimou, una muestra clara de la vitalidad del cine chino de hoy. "Baños" de Zhang Yang "El trono de la muerte" de Murali Nair es un film singular. Lleno de un insólito y surrealista humor negro es una crónica sobre la vida en un pueblo rural de la India profunda con una primera parte contemplativa, casi mística, y con una segunda que plantea a través de un humor muy especial, un feroz alegato contra la pena de muerte. Una de las sorpresas de este festival. Las claves por las que se rige la película del canadiense Jeremy Podeswa: "Los cinco sentidos" son totalmente diferentes a las analizadas en las cintas precedentes. La película intenta adentrarse en los recovecos del alma humana investigando los mecanismos de la comunicación más personal y profunda: los cinco sentidos, verdaderos portales a través de los que entran y salen las informaciones menos dependientes de los filtros conceptuales o intelectuales. Con un estilo frío y sobrio, en la línea de su amigo personal y conciudadano Aton Egoyan, elcineasta construye un mundo lleno de sugerencias y embrujo en el que el espectador participa como si se tratara de un juego tan apasionante como inquietante. La limitada extensión de este artículo no me permite detenerme en algún título más de la excelente selección de este año. Por no faltar a la justicia no me gustaría dejar sin mención a cintas tan interesantes como "La maladie de Sachs" del veterano Michel Deville al que se le podrían aplicar los mismos adjetivos laudatorios que hemos dedicado a sus colegas de la selección francesa; "Agnes Browne" sorprendente y divertida segunda obra de Anjelica Huston; "Jaime" película valiente y necesaria de Antonio Pedro Vasconcelos; el más que digno debut de Antonio Banderas con su "Crazy in Alabama"; la sordidez fatalista de la escocesa "Ratcatcher" de Linne Ramsay y la sorprendente farsa belga de Benoit Mariage "Les convoyeurs attendent". Quedan, pues para el recuerdo los títulos citados y una sensación agridulce: positiva por la indudable calidad de las películas presentadas y negativa por la constatación de la pérdida del norte en el cine español y todavía más en el cine vasco, ambos cada vez más preocupados por cuestiones estéticas, alejadas de la realidad que vive nuestro pueblo. Ojalá esta impresión sea fruto únicamente de un período estéril pero pasajero de nuestra historia y que los nuevos estrenos corrijan un rumbo a todas luces errático y que otras cinematografías por ejemplo, la francesa han sabido reconducir. Juan Miguel Gutiérrez, Presidente de la Sección de Cinematografía de Eusko Ikaskuntza Euskonews & Media 50.zbk (1999 / 10 / 15 22) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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