450 Zenbakia 2008-07-25 / 2008-08-29

KOSMOpolita

Algunas migraciones de vascos a Argentina: 1906-1927. Filiaciones 1923 (III de IV)

ALVAREZ GILA, Oscar SIEGRIST, Nora

Investigadora. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. CONICET-CEMLA, Buenos Aires. ArgentinaProfesor Titular. Euskal Herriko Unibertsitatea. Vitoria-Gasteiz (Araba)

:: Algunas migraciones de vascos a Argentina: 1906-1927. Filiaciones 1906, 1907 y 1910 (I de IV) :: Algunas migraciones de vascos a Argentina: 1906-1927. Filiaciones 1911- 1913 (II de IV)

En la ruta del Atlántico, y si se centra la atención en el transporte hacia el cono sur americano, las principales compañías de navegación europeas partieron de varios puertos cabecera en los países del norte de Europa (Hamburgo en Alemania; Liverpool en el Reino Unido o El Havre y Burdeos en Francia), desde los que los barcos efectuaron una serie de escalas, prácticamente como un buque de cabotaje: Southampton, Cherbourg o Nantes, hasta cruzar a las costas de Galicia y Portugal (La Coruña, Vigo, Leixões y Lisboa), para desde allí enfilar hacia el Atlántico sur, con escalas facultativas en las islas Canarias, Senegal o Brasil, donde eventualmente podían recoger otros pasajeros. Empresas como la Mala Real Inglesa, la Pacific Steam Navigation Company, la Hamburg Sud-Amerikanische o la ya citada Messageries Maritimes, compitieron de este modo por hacerse con el mercado migratorio del norte de España, en concurrencia con las empresas locales, o por medio de un pequeño grupo de navieras de origen vasco pero radicadas y abanderadas en otros países europeos, que tímidamente hicieron unos intentos de entrar en este lucrativo negocio (por ejemplo, la Larrinaga Line, asentada en Liverpool). Excepción hecha de los barcos que partieron desde Burdeos, por lo general estos transatlánticos nunca se internaron en aguas del golfo de Vizcaya, sino que estacionaron en puertos de Galicia o del norte de Portugal, hacia donde drenaron mediante diversos sistemas de transporte la corriente emigratoria de la costa cantábrica. Junto con el ferrocarril, fueron los medios más utilizados para acercar a sus clientes a los puntos de embarque, como fue mencionado por Azcona Pastor1, desde el establecimiento de barcos de pasajeros que hicieron la ruta de cabotaje desde Pasajes, haciendo escalas en todos los puertos más o menos hábiles de su ruta. Como recordaba un emigrante vizcaíno, embarcado hacia América en la década de 1940:

Embarqué en Bilbao, y el difunto mi padre me acompañó en el barco hasta Santander. En Santander me estaba esperando otro hermano mío, y una tía, y total estuvimos cenando, y a las doce de la noche partió el barco. Al día siguiente amanecimos en Gijón, y al día siguiente salíamos ya de La Coruña, donde le decíamos adiós a España2. Vapor “Infanta Isabel de Borbón”, de la Cª Transatlántica.

Este sistema ya estaba plenamente implantado, en todo caso, desde la última década del siglo XIX. De hecho, uno de los más sonados y graves accidentes que implicó al transporte marítimo de emigrantes en territorio español fue protagonizado el 1 de enero de 1921 por el vapor Infanta Isabel, enfrente de la ría de Arosa, cuando transportaba pasajeros de todas las regiones cantábricas hacia el puerto de Vigo, a fin de que allí tomaran el barco que los llevaría a Buenos Aires; hecho del que se hacía eco, de este modo, la revista vasco-argentina La Baskonia:

Ha causado consternación general el naufragio del vapor “Santa Isabel” en las costas gallegas, en circunstancias que conducía pasajeros para el “Reina Victoria Eugenia”, cuya partida para el puerto de Buenos Aires estaba anunciada para los primeros días del corriente mes.

Escribimos estas líneas, con un gran presentimiento, temiendo la muerte de un gran amigo particular y un colaborador intelectual de valía que nos secundaba con un noble entusiasmo de hermano de raza, con su talento de escritor (...). Nos abruma la inquietud, al pensar que un hombre tan bueno y de su valer, haya ido a estrellarse entre las peñas, en la oscuridad de una noche tenebrosa, en medio de gigantescas olas enfurecidas y de un frío glacial, insoportable. Sería la más grande de las injusticias que depara el destino.

(...) Las informaciones telegráficas que han publicado los diarios estos últimos días, son verdaderamente espeluznantes, horribles.

La esposa y cinco hijos del señor Romualdo Baidor, residente en Buenos Aires, han perecido en dicha catástrofe.

En los nombres que transmite el telégrafo hay varias confusiones, que no tardarán en aclararse; pero lo más doloroso es que hay que lamentar gran número de víctimas, entre ellos muchas criaturas inocentes.

He aquí la nómina de los pasajeros baskos embarcados en Bilbao en el transatlántico “Santa Isabel”: Monseñor Francisco Azpiri, Luciana Ortendaga, Jesús Barrio, Josefa Urtezaga, Simona Uranga, José F. Abasolo, Ascensión Goicoechea, Ignacio y Juana Eseberri, Oscar y Armando Mallabia Barrena, José Ugalde, Aurelia Ureta, Alejandra Arenaza Orueta, Valeriano Ulecia, Pascual y Sergio Guinea, Benedicta Arana, Julián Arana Zabala, Cipriano Ibáñez, Claudia Altuna, Lucio Urbina, Ramón Lecumberri3.

En todo caso, la constatación de este fenómeno lleva a cuestionarnos la validez de algunos de los datos ofrecidos por las fuentes de la Dirección General de Inmigración, respecto al puerto real de partida de los inmigrantes. No fue infrecuente que en los registros se incluyera, como puerto de origen del pasajero, no el lugar físico donde había abordado el transatlántico que lo había llevado hacia América, sino el puerto desde el cual la compañía había comenzado a ofertar su servicio de transporte al emigrante, aunque fuera en otro buque. Así, por ejemplo, cabe explicarse informes como el emitido el 5 de octubre de 1906, en el que el cónsul de Argentina en Bilbao informó a sus superiores en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, de la partida desde Bilbao de emigrantes, en total 261 pasajeros de 3ª clase y 5 de 1ª, con destino a Argentina, repartidos entre los vapores Entre Ríos, Santa Fe y San Paolo de la Compañía Hamburguesa Sudamericana, y los vapores Potaro y Paraná de la compañía Mala Real Inglesa4.

Respecto a la ruta mediterránea, la propia configuración de los principales focos migratorios de la región –Italia y España– hizo que sus ramificaciones fueran menores. Por lo general, los barcos italianos y franceses partían de Génova y Marsella, para luego hacer escala en Barcelona, a su vez puerto cabecera para las compañías españolas. A partir de ahí, y dependiendo de otros factores, los barcos hacían escalas en otros puertos españoles como Valencia, Alicante, Almería o Málaga, para recalar muchos de ellos en Cádiz, desde donde se daba el salto al Atlántico. Desde las islas Canarias, la ruta fue en todo coincidente con la de los barcos procedentes del Atlántico norte.

En general, el conjunto de los emigrantes vascos presentó una notable preferencia por los puertos de la ruta atlántica, como a priori cabría esperar, dada la situación geográfica de Euskal Herria, volcada en su litoral hacia este mar. Sin embargo, si analizamos el comportamiento provincia por provincia (Cuadro nº 8), observamos una notable gradación, establecida entre las provincias marítimas y las del interior (Valle del Ebro), y muy especialmente entre Vizcaya y Navarra, provincias que presentaron el contraste más acusado. Cuadro nº 8

Distribución porcentual según rutas (atlántica y mediterránea) de los emigrantes vascos (1924-1925-1926). Provincia Atl. Med. Vizcaya 72,34 27,66 Guipúzcoa 67,59 32,41 Navarra 50,91 49,09

Inmigrantes vascos registrados en el puerto de Buenos Aires (1923) 1 AZCONA PASTOR, José Manuel, Los paraísos posibles. Historia de la emigración vasca a Argentina y Uruguay, Bilbao, 1992, p. 126. Estudios sobre la emigración vasca en la primera mitad del siglo XIX, y aspectos metodológicos, cfr.: SIEGRIST DE GENTILE, Nora, “Bautismos, matrimonios y defunciones de vascos navarros en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, 1830-1860”, en Euskaldunak Munduan. Vascos en el Mundo, Vitoria-Gasteiz, Gobierno Vasco, Presidencia, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, Cultura, 2000, t. I, pp. 19-84; Idem, “Temprana inmigración del siglo XIX”, en Hernán A. Silva (Coord.), La inmigración española en Chile, Brasil y Argentina México, vol. VIII, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 1999, pp. 21-31; Idem, “El uso de las fuentes para el estudio de la inmigración española”, en Inmigración española en la Argentina, (Coord. por Hebe CLEMENTI). Buenos Aires, Oficina Cultural de la Embajada de España, 1992, pp. 107-128; Idem, “Proyección y Presencia de la emigración vasca contemporánea en Argentina. Miles de nombres de sus protagonistas en archivos bonaerenses: 1882-1927”, en Euskaldunak Munduan. Vascos en el Mundo, Vitoria Gasteiz, Gobierno Vasco, Presidencia, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, Cultura, 2001, t. II, pp. 15-62; ALVAREZ GILA, Óscar, “La emigración vasca al Río de la Plata en el siglo XIX (La América que encontró Iparragirre)” en, MENDIBIL, Gontzal (Coord.), Iparragirre. Erro- Urratsak. Raíz y Viento, vol. II, Igorre, Producciones S. L., 1999, pp. 137-148; Idem, “La formación de la colectividad inmigrante vasca en los países del Río de la Plata (siglo XIX)”, en Estudios Migratorios Latinoamericanos Nº 19, CEMLA, Buenos Aires, pp. 299-331; Idem, “Los vascos de Buenos Aires a la luz del Censo de 1855: las parroquias de Catedral al Norte y San Miguel”, en ÁLVAREZ GILA, Óscar - ANGULO MORALES, Alberto (Ed.), Las migraciones vascas en perspectiva histórica (siglos XVI-XX), (Servicio de Publicaciones UPV), Universidad del País Vasco (2002), pp. 131-178; MARENALES ROSSI, Martha; La aventura vasca. Destino: Montevideo R.O.U., 1991; IRIANI, Marcelino, “Los vascos y la inmigración temprana en la provincia de Buenos Aires. Su inserción en la estructura productiva: 1840-1880”, en Estudios Migratorios Latinoamericanos, N° 20, Buenos Aires, 1992, pp. 101-148; BOLLO CABRIOS, Palmira, “El proceso inmigratorio. Resultado y consecuencias en 1880”, Academia Nacional de la Historia, VI Congreso Internacional de Historia de América, vol. V, Buenos Aires, 1982, pp. 508 y ss. 2 Entrevista a Esteban ABASCAL SALDAMANDO, Carranza, 8 agosto 1996. Fondo de fuentes orales de emigrantes vascos “Ameriketako Oroitzapenak”, Área de Historia de América–Universidad del País Vasco, Vitoria-Gasteiz. 3 «El naufragio del vapor “Santa Isabel”», La Baskonia, Buenos Aires, XXVIII, nº 982 (10-I-1921), p. 155. Sobre los temas que se tratan, ver también, AZCONA PASTOR, José Manuel y VV. AA, Historia de la emigración vasca a Argentina en el siglo XX, Vitoria - Gasteiz, 1992. Fundamental para estos temas de los registros resulta la consulta del título de BERNASCONI, Alicia, “Aproximación al estudio de las redes migratorias a través de las listas de desembarco. Posibilidades y problemas”, en: BJERG, María --OTERO, Hernán, (Comp.), Inmigración y redes sociales en la Argentina moderna, Tandil, CEMLA-IEHS, 1995, p. 193 y ss. Alicia Bernasconi efectuó la búsqueda en la base de datos de los emigrantes señalados en los listados. Para seguir los sistemas de cadenas que se formaron entre los arribados a Buenos Aires, ver: SANTISO GONZÁLEZ, María Concepción, "Emigración vasca entre 1840 y 1870. Pautas de análisis acerca del éxito vasco en América: cadenas familiares, primeras letras y otras consideraciones”, en Boletín de la Asociación de Demografía Histórica, XI, No. 1, 1993, pp. 83-105. 4 Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina, Informes consulares, t. XIV, boletín Nº 96. Consulado de la República en Bilbao, 5-X-1906. :: Algunas migraciones de vascos a Argentina: 1906-1927. Filiaciones 1906, 1907 y 1910 (I de IV) :: Algunas migraciones de vascos a Argentina: 1906-1927. Filiaciones 1911- 1913 (II de IV)