449 Zenbakia 2008-07-18 / 2008-07-25
En la anterior contribución titulada: “Algunas migraciones de vascos a Argentina: 1906-1927”, se puso de relieve el estado de dicha partida de personas de ambos sexos a la Argentina entre 1906-1907 y 1910 y la manera en que gran parte de los que viajaron fueron transportados por compañías navieras. Debe destacarse, que el análisis del estado sobre el tráfico naval de la emigración, apenas puede resumirse en un amplio catálogo de las cuestiones que se encuentran necesitadas de estudio. Aparte de algunos trabajos, como la relación de empresas internacionales y agentes que operaron en el País Vasco español hacia 1850 ofrecida por Azcona Pastor1, las breves referencias de Arrieta González a la propaganda y corresponsalías de las navieras en territorio alavés2, la detallada descripción de Mehats sobre los armadores, buques y rutas que partieron regularmente hacia América desde el puerto de Bayona entre 1850 y 19403, y otras menciones menores, poco más es lo que se sabe sobre las preferencias y prácticas habituales de los vascos a la hora de preparar materialmente su desplazamiento al Nuevo Mundo.
Las fuentes proporcionadas por la Dirección General de Migraciones de argentina ofrecen, a este respecto, unas interesantes vías de análisis, al aportar de cada emigrante dos datos fundamentales: el puerto de partida, y sobre todo el nombre del buque en que llegaron, lo que permite determinar no sólo la ruta, sino la compañía que los transportó. Si nos centramos en el puerto de salida (Cuadros 5, 6, y 7, correspondientes a los años 1924, 1925 y 1926), la primera característica que resalta es, sin duda, la gran diversidad de puertos desde los que salieron los emigrantes vascos. Más aún, a pesar de ser Euskal Herria una región litoral, con amplia tradición marinera, y dotada de infraestructuras precisas para el traslado de emigrantes –puertos de gran calado, y potentes compañías navieras autóctonas–, más de la mitad de los emigrantes vascos optaron por un puerto de embarque distinto al de Bilbao –que es el único del que participaron, en los años indicados, líneas regulares desde el País Vasco hacia el Río de la Plata–. De hecho, el abanico de posibilidades fue amplio en el extenso marco geográfico de toda Europa, abarcando desde Liverpool y Hamburgo en el norte, a Génova como extremo más oriental, y las islas Canarias como límite meridional.
Diferentes Cuadros que seguidamente se insertan, permiten resumir la gran información recogida: Cuadro nº 5.
Puertos europeos y africanos de salida de los emigrantes vascos. Año 1924 Cuadro nº 6.
Puertos europeos y africanos de salida de los emigrantes vascos. Año 1925 Cuadro nº 7
Puertos europeos y africanos de salida de los emigrantes vascos. Año 1926
Cabe destacar que el reparto de las salidas no fue igual en todos los puertos, constituyendo una minoría, los que acaparan el grueso de los embarque de emigrantes vascos. Entre estos, fueron los puertos españoles los que se situaron, con diferencia, entre los más utilizados: por orden de prioridad éstos fueron, Barcelona, Bilbao, los puertos gallegos y Cádiz. En este punto, el comportamiento de los emigrantes vascos encajó, con sus peculiaridades, en el contexto general de la emigración española y sus pautas migratorias hacia el Río de la Plata; ello, en lo tocante a la elección del puerto de salida. Así por ejemplo, un informe de la embajada argentina en Madrid calculó de este modo el reparto de los emigrantes embarcados en puertos españoles para Argentina en 19064: Pasajes 34 Bilbao 2.693 Santander 16 La Coruña 14.256 Marín 315 Villagarcía 3.200 Vigo 16.078 Barcelona 13.238 Valencia 796 Alicante 120 Málaga 2.567 Cádiz 2.693 Las Palmas 425 Sta. Cruz Tenerife 428
Desde el último tercio del siglo XIX, existieron en España varias grandes compañías navieras especializadas en el tráfico ultramarino de pasajeros, teniendo el transporte de emigrantes como una de las bases más lucrativas de su negocio. Cabe citar, entre otras, a la Compañía Transatlántica, con sede en Barcelona, fundada en 1881 por el cántabro Antonio López y López, primer marqués de Comillas y “americano” enriquecido en Cuba5; o la empresa Pinillos y Cia., con base en Cádiz, si bien ésta estuvo más centrada en las líneas con el Caribe6. A las indicadas, podemos sumar algunas compañías vascas, como la potente Sota y Aznar que, si bien no estuvieron tan especializadas en el transporte de pasajeros como las anteriores, desarrollaron algunas líneas regulares entre puertos vascos y españoles, y los puertos de Montevideo y Buenos Aires en el cono sur americano.
Sin embargo, el porcentaje de quienes eligieron un puerto no español para emigrar no es insignificante. Fueron, sobre todo, puertos de Francia –entre los que destaca el de Burdeos–, Italia –Génova–, y en menor medida Portugal, Reino Unido, Bélgica, Alemania, los que recibieron a estos vascos como escala en su emigración a América. En modo alguno debe extrañar esta diversidad. Por un lado, debe recordarse que, para la tercera década del siglo XX, la sociedad vasca no podía considerarse ya en modo alguno como aislada de las influencias del mundo, alejada de las rutas de comunicación, ya que éstas –terrestres y marítimas– cruzaban en todas direcciones los territorios vascos. Como agudamente hizo notar el cónsul argentino en Bilbao:
Conocida la situación de las provincias vascongadas, con sus múltiples vías férreas y sus amplios puertos de embarque las hacen fácilmente accesibles, se comprenderá fácilmente el inmenso porvenir que les está reservado, siendo por así decirlo, la llave de la parte más productora de España, o sea, todo el norte. Es sabido, por otra parte, que la característica de estos pueblos, es la labor y la perseverancia, lo que les ha traído como consecuencia el ambiente de bienestar de que ahora disfrutan, pudiendo decirse que aquí se desconocen por completo las crisis de hambre y de miseria que tanto azotan a las demás provincias españolas7.
Pero no sólo fueron los aires de una modernidad reciente, en forma de ferrocarriles, carreteras e industria, las que se hallaron detrás de este fenómeno. Ya desde comienzos del proceso migratorio vasco hacia América, reconstituido tras la momentánea fractura que supuso la independencia latinoamericana y el corte de los lazos políticos entre las nuevas naciones y la antigua metrópoli, los vascos del sur de los Pirineos mostraron una acusada tendencia a utilizar los puertos del otro lado de la frontera para trasladarse al Río de la Plata. Usando datos de la misma Dirección General de Migraciones Argentina, complementadas por otras fuentes oficiales de este país y Uruguay, Azcona Pastor evaluó en cerca de un 45-50% el porcentaje de los vascos de Álava, Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra que llegaron al Río de la Plata partiendo desde los puertos franceses de Bayona y Burdeos8. En el siglo XX, el cambio más importante que se operó, fue la práctica desaparición del principal puerto vasco-francés en beneficio de Burdeos. No en vano, en la capital de la Gironda se situó uno de los puntos de salida de la empresa Messageries Maritimes, ejerciendo un poderoso poder de atracción hacia la corriente emigratoria del sur de Francia y el norte de España.
Sin embargo, esta distinción metodológica entre puertos españoles y puertos extranjeros, establecida entre otras fuentes por las propias estadísticas migratorias confeccionadas por el estado español –que ha sido seguida por la historiografía posterior–, se considera que no sirve para alcanzar un cabal conocimiento de la realidad de los mecanismos de partida de los emigrantes. En cierto modo, efectuar una distinción entre puertos nacionales y no nacionales como criterio discriminador de los datos, oculta la propia realidad de las rutas navieras, marcadas por la geografía física y no por la política. España, en su conjunto, presentó fachada costera a dos mares, y detrás de ellos a dos espacios geográficos muy divergentes. Es de señalar que en torno de estos temas debería establecerse una distinción entre una ruta atlántica y una ruta mediterránea, cada una de ellas con su propia dinámica, sus mercados y una elevada dinámica de competencia por hacerse con la clientela entre las diversas compañías navieras que operaron dichas rutas. De hecho, uno de los aspectos que muchas veces quedó minusvalorado a la hora de analizar el transporte de emigrantes fue su carácter de negocio empresarial competitivo; así, en los datos de pasajeros ofrecidos por las compañías navieras puede constatarse cómo “más allá del circuito migratorio de auto expulsión, hubo un real interés por parte de los propietarios de todas estas compañías navieras, para que la situación continuara al alza”9. Inmigrantes vascos registrados en el puerto de Buenos Aires (1911-1913) 1 AZCONA PASTOR, José Manuel, Los paraísos posibles. Historia de la emigración vasca a Argentina y Uruguay, Bilbao, 1992, PP. 121-147. 2 ARRIETA GONZÁLEZ, Ángel M., La emigración alavesa a América en el siglo XIX, Vitoria- Gasteiz, Gob. Vasco, 1999. 3 MEHATS, Claude, L’émigration basque-français aux Amériques (XIXème siècle), Tesis de doctorado, Faculté Pluridisciplinaire de Bayonne, 2004. 4 Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Argentina, Informes consulares, t. XV, boletín Nº 102. Embajada de la República en Madrid, 15-II-1907. 5 RODRIGO Y ALHARILLA, Martín, Antonio López y López (1817-1883), primer Marqués de Comillas, un empresario y sus empresas, Madrid, Fundación Empresa Publica, 1996. 6 GARCÍA ECHEGOYEN, Fernando José, El misterio del Valbanera (Desaparición y Naufragio), Madrid, Agualarga ediciones, 1997. 7 Comunicación del cónsul de Argentina en Bilbao, J. Vieyra Latorre (1906). Cit. por SIEGRIST DE GENTILE, Nora L., «Relaciones argentino-españolas. Inmigración hispana a la República Argentina a través de fuentes diplomáticas y consulares: 1905-1914», Octavo Congreso Nacional y Regional de Historia Argentina. La Rioja, 2-4-X-1992, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1998, separata. 8 AZCONA PASTOR, J. M., Los paraísos posibles..., 1992, pp. 131-132. 9 Cfr. SIEGRIST DE GENTILE, N. L., “Proyección y Presencia de la emigración vasca contemporánea en Argentina. Miles de nombres de sus protagonistas en archivos bonaerenses: 1882-1927”, en Euskaldunak Munduan. Vascos en el Mundo, Vitoria Gasteiz, Gobierno Vasco, Presidencia, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, Cultura, 2001, t. II, p. 34. :: Algunas migraciones de vascos a Argentina: 1906-1927. Filiaciones 1906, 1907 y 1910 (I de IV)