38 Zenbakia 1999-06-18 / 1999-06-25

Gaiak

Ernestina de Champourcin - I: la autenticidad hecha poesía

ASCUNCE ARRIETA, José Ángel

Ernestina de Champourcin I: la autenticidad hecha poesía Ernestina de Champourcin I: la autenticidad hecha poesía Jose Angel Ascunce Ernestina de Champourcin (Vitoria, 1905) representa una de las cimas poéticas de la denominada poesía pura; sin lugar a dudas, la más importante entre el grupo femenino de dicha generación.La obra de Ernestina de Champourcin, al ritmo de su propia vida, puede ser dividida en tres períodos que podrían ser denominados con los siguientes títulos: 1º . La poesía del amor humano (1905 1936) Ernestina nace en Vitoria el 10 de julio de 1905. Desde niña recibe una educación muy esmerada. Sus institutrices, francesas e inglesas, la van familiarizando con la lengua y con la literatura de sus países de origen. Desde niña hablaba y escribía con suma perfección el francés, el inglés y el castellano. Este conocimiento de los idiomas le permite ser en su madurez una de las traductoras más importantes del siglo XX. Los años de niñez y adolescencia fueron tiempos felices de alegría y alborozos. La escritora recuerda con agrado sus juegos y pasatiempos. Le encantaba inventar cuentos para narrarlos a las amigas. Jugaba especialmente a viajes. Imaginaba viajes a los lugares más exóticos e iba narrándolos según los iba imaginando. Ernestina tenía desde niña un corazón romántico y soñador que la empujaba a la poesía, como forma ideal de dar rienda suelta a sus evocaciones imaginativas y concisión expresiva a sus emociones y sentimientos. En su hogar realiza los primeros estudios. A los 10 años ingresa en el Colegio del Sagrado Corazón, donde realiza el bachillerato elemental. En casa y con profesores particulares prepara el bachillerato superior. Se examinaba en el Instituto Cardenal Cisneros. Aunque su idea era estudiar la carrera de Filosofía y Letras, presiones ejercidas por el padre y cierta tozudez mantenida por ella echan al traste los planes de estudio. Por esta época, Ernestina escribe con verdadera entrega y pasión los primeros poemas. Sin embargo,insatisfecha de los resultados quema y destruye todos los poemas de su prehistoria poética. Con tesón y trabajo sigue escribiendo poemas y versos. Los títulos se suceden: En silencio (Madrid, 1926), Ahora (Madrid, 1928), La voz en el viento (Madrid, 1931) y Cántico inútil (Madrid, 1936). Con estos cuatro títulos adquiere un renombre sólido y gana un puesto puntero en el panorama poético de la España de preguerra. Desde su primera obra En silencio hasta la última de esta primera etapa Cántico inútil se observa un largo camino de depuración poética. De un arranque con marcadas influencias románticas y modernistas va evolucionando, siguiendo de cerca el magisterio de Juan Ramón Jiménez, hacia una poesía cada vez más conceptual y pura. Ernestina fue en esa época de vanguardias y exactitudes líricas una de las defensoras de la poesía pura. Pero su poesía, al margen de modas y gustos, fue en todo momento un clamor de amor humano dirigido a los seres y a las cosas que formaban el entorno de su vida y las aspiraciones de su corazón. La escritora vasca con María de Maeztu y María Baeza entre otras mujeres inquietas y preocupadas por la cultura femenina, crean el Liceo Femenino. Ernestina fue la secretaria de dicha institución hasta la guerra. En las tertulias del Liceo Femenino se dieron cita todos los grandes intelectuales y artistas de la época. Era un centro con una gran vida social y una intensa actividad cultural. Fue amiga de la gran mayoría de escritores y artistas de la época. Junto a la profunda amistad y admiración que sentía hacia Juan Ramón Jiménez y Cenobia, frecuentaba la compañía y afecto de poetas como Concha Méndez y Altolaguirre, Emilio Prados y Rafael Alberti, etc. Entre el grupo de íntimos se encontraban Pilar Zubiaurre y Juan de la Encina. Estos le presentaron por primera vez a quien pasado cierto tiempo llegaría a ser su marido Juan José Domenchina. Fueron tiempos felices y despreocupados de poesía y literatura, de tertulias y amistad, de paseos y cultura.Fue la suya una vida tranquila y sosegada, truncada y deshecha con el estallido de la guerra civil y el consiguiente exilio. 2º . La poesía del amor divino (1936 1974) En 1936 estalla la guerra civil. Desde el balcón de un cuarto piso de la calle Barquillo, Nº 23, Ernestina escucha los encendidos discursos de La Pasionaria, de Margarita Nelken, etc, pero también oye con horror el estruendo de las primeras bombas nacionales lanzadas sobre del Ministerio de la Guerra. Con el estallido de las bombas y el aullido de las sirenas desaparece el bullicioso y despreocupado ambiente de ese Madrid de la literatura y de la cultura. Son tiempo de sufrimiento y de entrega. Así lo entienden todos los intelectuales, quienes desde una posición u otra se preparan en la medida de sus posibilidades para una lucha larga y cruenta. Juan Ramón Jiménez y Cenobia, preocupados por los niños huérfanos o abandonados, fundan una especie de comité denominado "Protección de Menores". Ernestina se suma a este trabajo en calidad de enfermera. Debido a ciertos problemas con algunos milicianos deja esta labor para entrar a trabajar como auxiliar de enfermera en el hospital regentado por Lola Azaña. Colabora allí de forma desinteresada hasta el día de su matrimonio con Juan José Domenchina. A partir de las vivencias que tiene en este trabajo inicia la redacción de una novela Mientras allí se muere, inconclusa por falta de final o por que ese final fue destruido por la autora. Debido a las ideas políticas de Domenchina, afiliado a Izquierda Republicana, y a sus cargos políticos, secretario del gabinete diplomático del Presidente de la República Manuel Azaña, el joven matrimonio tiene que moverse al ritmo que impone el grupo presidencial. Se desplazan con el gobierno y el 5º Regimiento a Valencia. El viaje lo realizan con otros intelectuales, entre los que se encontraban los vascos Pilar Zubiaurre y Juan de la Encina. Más tarde a Barcelona y de la Ciudad Condal con el ejército nacional en los propios talonespasan a Francia. Residen durante tres meses en Toulouse, acogidos por el Comité de Ayuda a los Intelectuales Españoles. El exilio para Ernestina no fue ni doloroso y traumático como lo fue para Juan José Domenchina. De espíritu aventurero y amante de los viajes, la escritora tomó el destierro como un viaje de aquellos que imaginaba y narraba en su niñez. Con el tiempo termina enamorada de la gente y de la geografía de México. Una vez instalados en México, Juan José rechaza el trabajo de profesor al no sentirse ni preparado ni vocacionado. Enterado Cosío Villegas de la situación en que se encontraba el matrimonio, les ofrece colaborar con el Fondo de Cultura Económica en calidad de traductores. La primera obra que tradujo Ernestina para el F.C.E. fue una biografía de Voltaire. La traducción resultó tan del gusto del director, que se le abrieron todas las puertas y se le dieron todas las facilidades. Ella escogía los títulos que iba a traducir. Estos eran preferentemente históricos, literarios, sociológicos, etc. Colabora igualmente para editoriales como Centauro. U.T.H.A (Unión Tipográfica Hispanoamericana). Realiza una labor increíble. Su trabajo alcanza el medio centenar de títulos, significando su labor un puente cultural sólido que sirvió para empezar a despertar las dormidas cabezas de la España franquistas. En forma de las traducciones en editoriales americanas empezaba a llegar la voz de los desterrados. Muchas de las traducciones de Ernestina de Champourcin siguen vigentes y reeditándose a pesar del tiempo transcurrido. Ernestina era poeta y como tal fue recibida en su nueva tierra de residencia. Sin embargo, el nuevo trabajo de traductora ahogó su voz poética durante más de quince años. Salvo contadas ocasiones y de forma más bien esporádica sus colaboraciones en la revista Rueca serían la gran excepción deja de lado su tarea poética. La vida en el exilio exigía una dedicación remunerada y las traducciones daban para vivir sólo cuando se trabajaba de maneraintensa. En 1952 publica Presencia a oscuras. Si durante la época de preguerra clamaba por el amor humano, ahora la poeta dialoga con el amor divino. El tema religioso llena a partir de ahora todas sus páginas poéticas. Este sentimiento de amparo divino se ve acrecentado en octubre de 1957 con la muerte de su marido. Humanamente quedaba sola, espiritualmente se encontraba acompañada de Dios y de los suyos. La fe le sirve para superar estos momentos de gran tragicismo . Con este sentido y bajo este sentimiento van apareciendo sus siguientes libros: Cárcel de los sentidos (México, 1964), Hai Kais espirituales (México, 1967), El nombre que me diste (México, 1966),Cartas cerradas, México, 1968) y Poemas del ser y del estar (Madrid, 1874). La verdadera obsesión de la escritora alavesa es a partir de estos momentos el destierro espiritual del hombre. Su fe inquebrantable en el mas allá da un nuevo colorido a toda su obra. Para Ernestina de Champourcin no existe propiamente exilio espacial o transtierro emocional sino destierro espiritual 3º. La poesía del amor sentido (1974 1991) Desde 1972 reside en Madrid. Esta vuelta, en esta ocasión definitiva, le hace evocar los sentimientos y recuerdos de sus vivencias pasadas en la capital durante la guerra civil. Como especie de recuperación evocativa va recreando todas sus andanzas, inquietudes y sufrimientos. Nace así su libro Primer exilio. Por otra lado, sufre la gran decepción de un Madrid que no se parece nada a la ciudad de sus recuerdos. Estas experiencias íntimas se van concretando en su obra La pared transparente. Frente a tanta negatividad, existe una puerta abierta a la salvación, "la transparencia del muro" que ejemplifica la transcendencia a través de la interiorización. De esta introspección de vida y de sentimiento nace, por una parte, su siguiente y última obra Huyeron todas las islas, expresión de la ruptura física con los seres y las cosas queridas, pero, por otra parte, quedan reforzadas la fe y la esperanza enla vida definitiva del mas allá. Ernestina de Champourcin en medio del reconocimiento que despierta su persona y obra, aquí y en todas partes, Premio Euzkadi de Literatura (1989), creación en Vitoria del Certamen de Poesía Ernestina de Champourcin, publicación de antologías y estudios críticos, la aparición de sus Obras Completas, etc., vive en el recuerdo de sus lectores y en los versos de sus muchos poemas. Jose Angel Ascunce Arrieta, profesor en la Universidad de Deusto