342 Zenbakia 2006-04-07 / 2006-04-14

Gaiak

Prevención de riesgos profesionales

MONTESINOS, Gregorio



En la actual sociedad industrial está adquiriendo una importancia trascendental el tema de la prevención de los riesgos laborales derivados de todo tipo de actividades, en los que la población activa está involucrada en su quehacer diario. Esta inquietud ha dado origen a la aparición de una profesión, la de Técnico de Prevención de Riesgos Laborales, en cuya divulgación estamos interesados especialmente, pues nuestro centro, el Instituto Politécnico Easo de San Sebastián es pionero impartiendo esta especialidad en el campo de la Formación Profesional.

Desde el año 1995, cuando se promulgó la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, se ha vivido un cambio de actitud en las empresas en el tratamiento de la Seguridad e Higiene en el trabajo, cobrando importancia esta disciplina al tomarse como una función integrada junto con las otras funciones de la empresa y no separada ni marginada.

La empresa podrá organizarse para llevar a cabo la actividad preventiva de cuatro maneras: asunción personal del empresario, designación de uno o varios trabajadores, servicio de prevención propio o contratando servicios ajenos. El Servicio de Prevención propiamente dicho corresponde a los dos últimos casos y sus funciones principales son:

a) Diseño y aplicación de los planes de la acción preventiva

b) Evaluación de riesgos

c) Determinación de prioridades en adoptar medidas preventivas

d) Información y formación de trabajadores

e) Primeros auxilios y planes de emergencia

f) Vigilancia de la salud en relación con los riesgos

La cobertura de la función de prevención en las empresas se encomienda a técnicos que en cuanto a su cualificación pueden ser de nivel básico, intermedio o superior. Esta función comprende cuatro especialidades que son: ergonomía y psicosociología, seguridad, higiene y vigilancia de la salud. Una explicación muy somera de las mismas sería la siguiente: La ergonomía adecua el puesto de trabajo al trabajador y no a la inversa, evitando malas posturas y esfuerzos innecesarios. La psicosociología se preocupa de la satisfacción psicológica y social del trabajador. La seguridad de evitar accidentes. La higiene de las enfermedades profesionales. La medicina de empresa de la salud y atención médica en general. La cualificación exigida para cada una de las especialidades antedichas es la de licenciado, diplomado, ingeniero o arquitecto.

La formación intermedia se imparte en un ciclo de Formación Profesional Superior durante dos cursos en el que se estudian todas las especialidades mencionadas. En el segundo curso se complementa la formación teórica con prácticas en empresas.

Finalizado el periodo de formación y prácticas los alumnos se integran a desarrollar su función, bien en las propias empresas en que han desarrollado las prácticas, en otras empresa distintas, en Servicios de Prevención ajeno, ayudantes de Técnicos Superiores en empresas de más de 100 trabajadores, etc.

Las áreas de intervención de la función de los técnicos son: definir la política preventiva, la protección colectiva y protección personal, estableciendo las medidas de control y correctoras necesarias para evitar o disminuir los riesgos hasta niveles aceptables, con el fin de conseguir la mejora de la seguridad y de la salud en el centro de trabajo, de acuerdo con las normas establecidas.

Para llevar a efecto las funciones mencionadas se le faculta para: Controlar el uso de los equipos de protección individual definidos en su política de actuación. Realizar la evaluación de riesgos y eficacia de los sistemas de prevención. Proponer medidas para el control y reducción de los riesgos. Supervisar la correcta utilización de los equipos de protección individual y de los equipos y medios de prevención colectiva. Vigilar el cumplimiento del programa de control, reducción de riesgos y condiciones de trabajo establecidas.

Las actividades que desarrolla el Servicio de Prevención Propio o Ajeno pueden ser generales o específicas. Entre las primeras estarían la evaluación de riesgos que consiste en identificar los peligros de un puesto de trabajo que se concretan en factores de riesgo tales como ruido, iluminación, fatiga física, etc. con los que se tiene que identificar el técnico, pues pueden ser detonantes de un accidente, asignando un nivel de riesgo en función de la probabilidad y de la severidad, para después planificar las acciones preventivas que trata de definir en el tiempo, priorizando según su urgencia en las actividades a realizar para controlar los riesgos anteriores y evitar así accidentes.

Dentro de las específicas está la formación a impartir a los propios trabajadores de distintas áreas o actividades, como por ejemplo sobre: carretillas elevadoras, manutención manual, pantallas de visualización, combustibles, etc.

Otro aspecto a destacar de estos técnicos es la necesidad de que desempeñen una labor de comunicación para lograr los objetivos de los programas de prevención, participando en debates y consultas tanto individuales como comités.

Los ámbitos de colocación de los Técnicos están, por lo tanto, en empresas de Servicios de Prevención Ajenos que son consultadas en la fase de elaboración del Programa de Gestión y posteriores fases de implantación, seguimiento y control, Servicios de Prevención Propio, servicio que deben constituir todas las empresas de más de 500 trabajadores de forma obligatoria, y otras más pequeñas que lo hacen de forma voluntaria.

No obstante, es frecuente que Técnicos Intermedios desarrollen conjuntamente con los Superiores la función de asesoramiento tanto a la dirección como a los trabajadores en materia preventiva. Hay que destacar la relevancia que la prevención de riesgos ha adquirido en la actualidad, integrando la seguridad en el trabajo diario, entendiendo integración como algo intrínseco e inherente a todo trabajo. El responsable de la organización del trabajo es responsable también de la seguridad que debe conllevar y el responsable de ejecutarlo es responsable de hacerlo sin accidentes. Es decir, la seguridad integral parte de la idea irrenunciable de que la prevención es obra de todos. Antes, los recursos para seguridad eran vistos como gasto superfluo, ahora sin embargo, se ven como una inversión.