342 Zenbakia 2006-04-07 / 2006-04-14

Gaiak

La integración: una asignatura pendiente

DEX, Janine ETXABE, Maite ILARRAZ, Lourdes



Foto: Dr John2005. ....“25 africanos ahogados, 25 sueños naufragados”.... Este es el final de una de tantas historias convertidas en noticia que suenan a diario en los medios de comunicación y que desgraciadamente en ese mismo instante quedan en el olvido.

...pero para 10 supervivientes es el principio de un largo camino en busca de una vida digna para ellos y sus familias.

Al mismo tiempo en el aeropuerto de Madrid aterriza un avión con 50 latinoamericanos nerviosos por cruzar la anhelada aduana y pisar la tierra prometida.

En ambos casos empieza la maratoniana carrera de obstáculos: la búsqueda de vivienda, empleo, los ansiados “papeles”.... es decir, el proceso de Integración en la sociedad de acogida.

Una buena acogida por parte de la sociedad receptora es la base fundamental para la integración y evitar así la marginación de este colectivo.

Debemos partir de que el inmigrante es ante todo una persona igual a todos nosotros, con los mismos derechos humanos y también con las mismas necesidades básicas para el desarrollo de la vida.

Ante este nuevo fenómeno es importante trabajar en dos sentidos:

Por un lado, procurar que toda persona tenga cubiertas las necesidades básicas y así poder trabajar a favor de la promoción, participación y protagonismo de estos nuevos ciudadanos.

Por otro lado, hay que informar y sensibilizar a la sociedad de acogida para poder superar prejuicios, temores e inseguridades; y de esta manera percibir a los inmigrantes no como una amenaza sino como una oportunidad para todos, en el desarrollo cultural, económico y la vida en nuestra nueva sociedad.

Nuestro futuro es el de una sociedad multirracial, pero hay que superar muchas barreras. Una de las más importantes es la propia Ley de Extranjería que no respeta los Derechos Humanos. Y no hay que obviar las consecuencias de dicha ley que es un factor más de vulnerabilidad de las personas inmigrantes y provoca la existencia de mafias, tráfico de personas y explotación laboral.

La auténtica Integración, no consiste en la “asimilación” de la cultura de la sociedad receptora y en que el colectivo inmigrante rechace su propia identidad cultural y religiosa, sino en que todos estemos abiertos a conocer y reconocer la riqueza cutural de cada persona y cada pueblo, sentando así las bases de una convivencia plural. En cualquier caso, estamos ante un gran reto para el conjunto de la sociedad que pondrá de manifiesto nuestra calidad humana.