305 Zenbakia 2005-06-17 / 2005-06-24
Tras la derrota, a finales de 1812, de Napoleón en Rusia, José I abandonó Madrid el 17 de marzo de 1813 para establecerse en Valladolid, junto con su Corte y Gobierno, a fin de reagrupar el grueso de sus ejércitos. Wellington, que se hallaba en Portugal, atravesó la frontera el 22 de mayo con sus tropas, engrosadas por el ejército de Galicia. Así, se inició una fulminante persecución que obligó al Monarca y a su considerable y pesado convoy a replegarse, acosado desde el Sur y desde la costa cantábrica, en dirección a la llanada de Vitoria, a la que llegó el anochecer del 19 de junio del año 1813. La desgracia, que se cebó con José Bonaparte, hizo que el jefe del Estado Mayor, Jourdan, cayera enfermo, y que tuviera que arrostrar sólo la situación, ya que Clausel, con los 15.000 hombres que abandonaron Pamplona el día 17 de junio, no apareció. El día 20 ordenó que parte del convoy (3.000 vehículos), siguiera adelante, mientras las tropas esperaban el enfrentamiento, desperdigadas, sin atrincherarse ni volar puentes. Oculto a la vista de los josefistas, Wellington preparó un ataque trifronte: el ala derecha de sus fuerzas embistió por los montes de Lapuebla, la izquierda cortó el camino hacia Francia, entre las dos, sendas columnas cercaron a un enemigo mal apostado empujándolo hacia Vitoria. En el otoño de ese mismo año Beethoven, antiguo admirador de Napoleón antes proclamarse emperador, compuso su Sinfonía de la victoria de Wellington o de La batalla de Vitoria que fue estrenada, junto con su Sétima Sinfonía, el 8 de diciembre en el Auditórium de la Universidad de Viena.