23 Zenbakia 1999-02-26 / 1999-03-05

Gaiak

El Nacionalismo en armas: Euzko Gudarostea (1936-1937)

VARGAS ALONSO, Francisco Manuel

El Nacionalismo en armas: Euzko Gudarostea (1936 1937) El Nacionalismo en armas: Euzko Gudarostea (1936 1937) Francisco Manuel Vargas Durante la guerra civil española de 1936 1937 el País Vasco contó con una serie de aspectos que dieron un carácter propio a la fase bélica padecida en tierra vasca. La fundamental era la presencia en la Euskal Herria peninsular de una fuerza política nacionalista, el EAJ PNV, que se convirtió en el punto referencial del marco autonómico vasco refrendado por una República acosada por el alzamiento militar. Esta fuerza tuvo en Euzko Gudarostea una fuerza militar propia, diferenciada en el ámbito vasco de las demás Milicias levantadas por el resto de fuerzas político sindicales presentes en Euzkadi. Esa fuerza la componían 28 batallones de primera línea, incluidos tres de Ingenieros. Las líneas que siguen sintetizan la Historia de dichas fuerzas, auténtica punta de lanza del Nacionalismo Vasco de armas. Las fuerzas que integraron el Ejército que se movilizó en Euskadi durante la guerra del 36 para hacer frente al alzamiento militar, no constituyeron un bloque definible por unos objetivos político sociales únicos. Todos los partidos o sindicatos que quedaron, de uno u otro modo, a favor de la legitimidad republicana, organizaron sus propias milicias voluntarias. Entre estas, las del Partido Nacionalista Vasco fueron la fuerza más representada, merced a las 28 unidades tipo batallón que agrupó en Euzko Gudarostea. En términos historiográficos este hecho ha posibilitado muchas veces la visión de un Ejército en el que la ideología nacionalista primaba entre sus unidades. Conocido el Alzamiento militar, la primera reacción del Partido Nacionalista Vasco en Bizkaia fue la de ordenar la constitución de guardias armadas que garantizasen el orden en las poblaciones, evitando así posibles excesos revolucionarios como los que empezaron a darse en otras zonas bajo control republicano. Fue en Guipúzcoa donde se formó el núcleo primigenio de Euzko Gudarostea.Allí, en torno a la Junta de Defensa Nacionalista creada en Azpeitia, se fundó en los primeros días de agosto Euzko Gudarostea. Esta entidad, quedó bajo el mando de un capitán de Intendencia, Cándido Saseta, y bajo el control de los diputados peneuvistas Irujo, Lasarte, y Monzón. Las juventudes nacionalistas comenzaron a encuadrarse en auténticas unidades de Milicias mediante una movilización municipal dirigida desde los diferentes batzokis, y controlada por el Bizkai Buru Batzar desde Sabin Etxia mediante la gestión de Ramón de Azkue. El hecho fundamental en las decisiones del PNV fue la imposibilidad de contar para sus proyectos con el llamado Ejército Vasco. Por el miedo a una guerra civil con sus aliados frentepopulistas y anarquistas, el PNV tuvo que renunciar a un golpe de timón en tierra vasca, bien fuese este hacia el independentismo, o hacia una negociación menos oscura que la efectuada con el Vaticano y los fascistas italianos. Sociológicamente, los combatientes nacionalistas eran casi todos naturales del País Vasco, el 80% tenían entre 20 y 30 años. Sólo un 6% de los hombres de entre 20 25 años, y alrededor del 30% de los de entre 26 30 años, estaban casados, y su media de hijos, salvo en el grupo poco numeroso de 20 25 años, aparece como inferior al de otras formaciones. Por último, cabe destacar que los gudaris del PNV presentaban un menor porcentaje global de trabajadores industriales artesanales, tanto cualificados como no cualificados, con un 65% del total, y en cambio tenían un importante núcleo de labradores, 22%, y de empleados, cerca del 9%, además de un apreciable número de estudiantes. La aventura bélica de la Euskadi autónoma acabó en gran medida en Santander, en agosto de 1937. El Pacto con los italianos se frustró ante la negativa de Franco a concesiones no asumidas por él, y Mussolini hubo de contentarse con conseguir para los vascos una represión menos brutal que la que se ofrecía con la gran captura de miles de combatientes vascos atrapados,incluidos lo que quedaba de Euzko Gudarostea. Dr. Francisco Manuel Vargas Alonso, Licenciado en Historia.