23 Zenbakia 1999-02-26 / 1999-03-05

Gaiak

El estudio de los emblemas heráldicos den el arte medieval navarro: objetivos, metodología y vías abiertas a estudios similares

MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Javier

El estudio de los emblemas heráldicos den el arte medieval navarro: objetivos, metodología y vías abiertas a estudios similares El estudio de los emblemas heráldicos den el arte medieval navarro: objetivos, metodología y vías abiertas a estudios similares. Javier Martínez de Aguirre En 1996 apareció la publicación Emblemas heráldicos en el arte medieval navarro, fruto de varios años de colaboración entre sus autores, Javier Martínez de Aguirre y Faustino Menéndez Pidal. Se trata de una experiencia de investigación pionera que sirve muy bien para ejemplificar las posibilidades que brinda el estudio de los emblemas heráldicos a todos los interesados por nuestro pasado. De ahí que resulte adecuada su inclusión en el Coloquio Internacional sobre "La heráldica como fórmula para interpretar el paso del medievo a la modernidad (siglos XV y XVI). Símbolos, semióticas e historia". El estudio ofrece información de muy distintos géneros, desde lo más objetivo, como pueda ser la asignación de cronología a una obra o el conocimiento de su promotor, hasta lo más interpretativo: razones y procedimientos de mecenazgo, filiaciones estilísticas, historia de las mentalidades, etc. En su origen está la constatación de la utilidad que tuvo el análisis de los escudos existentes en grandes obras arquitectónicas góticas navarras, como la catedral de Pamplona, Leire y Ujué, en el curso de la tesis doctoral de J. Martínez de Aguirre que se publicaría con el título Arte y Monarquía en Navarra 1328 1425 (Pamplona, 1986). Fue entonces cuando comenzó la colaboración entre los autores, que pertenecían a áreas de investigación histórica diferentes: más centrado en cuestiones heráldicas F. Menéndez Pidal y más orientado hacia la historia del arte medieval J. Martínez de Aguirre. Gran parte de lo que de positivo pueda tener el estudio aquí comentado radica en la fructífera colaboración entre ambos campos del saber. Los objetivos iniciales eran ambiciosos: abordar todas las obras artísticas medievalesnavarras en que figuraran emblemas heráldicos para extraer lo que dicha presencia pudiera implicar. El ámbito geográfico era abarcable y casi similar a lo que fue en los siglos bajomedievales el reino navarro. El ámbito cronológico también: desde la aparición de los emblemas heráldicos en el siglo XII hasta la conquista del reino en 1512. Con el tiempo y la profundización se vio que podíamos ir más allá: eran muchas las perspectivas que se iban abriendo, tanto desde el punto de vista histórico artístico como desde el heráldico, no sólo en el campo de cada obra en concreto, sino sobre todo a la hora de establecer análisis de comportamiento a mayor escala. Como decíamos, con la investigación se ha conseguido un mejor conocimiento del arte medieval navarro en su faceta cronológica, en lo referente a las filiaciones artísticas, en las cuestiones de mecenazgo, en la interpretación de los programas iconográficos, en la secuencia de los repertorios ornamentales, etc. No ha faltado incluso el descubrimiento de alguna obra rehecha o quizás falsificada. Y todo ello no en piezas sólo relevantes para especialistas, sino en empeños de la calidad de las catedrales de Pamplona y Tudela, del monasterio de Leire, del santuario de Ujué, etc., por no citar sino obras de importancia europea. Además se ha conseguido un corpus de los emblemas heráldicos presentes en estas obras, que con las muestras sigilográficas, los armoriales y las referencias escritas constituyen el bloque de lo que hoy podemos saber acerca de los emblemas heráldicos en tiempos medievales. Y se ha avanzado de manera considerable en lo que respecta al uso que tuvieron dichos emblemas en las sociedades pretéritas. Un tercer logro consiste en haber ensayado y establecido una metodología de trabajo para este tipo de producciones hasta ahora nunca abordado a la escala como aquí se hace. Destaca en este sentido la importancia que tiene el establecimiento de tipologías de objetos y espacios en que aparezcan emblemas heráldicos.Los números son claros: más de cuatrocientas entradas de catálogo, casi cincuenta localidades donde se ubican obras estudiadas, todo tipo de producciones en todos los géneros artísticos, a cargo de todos los grupos de población con recursos suficientes, desde el rey hasta comunidades muy limitadas. Todo ello concentrado en una publicación de casi quinientas páginas, dotada de todas las ayudas que hemos creído convenientes: ilustraciones de conjunto y detalle, gráficos, diversos índices, etc. Aunque los objetivos se han cumplido con creces, la labor nunca estará agotada. Ahora es el momento de extender este tipo de estudios a otros ámbitos geográficos o cronológicos, por ejemplo al País Vasco, donde resultaría perfectamente factible. Y, por otra parte, también hay que incorporar algunas obras navarras que hemos conocido una vez terminada la publicación, casi todas ellas localizadas a raíz de las correspondientes restauraciones. Javier Martínez de Aguirre, profesor de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona) Copyright © Eusko Ikaskuntza