164 Zenbakia 2002-04-26 / 2002-05-03

Gaiak

El espacio de libertad y seguridad europeo tras el 11-9-2001

ARANBERRI ARESTI, Garbiñe

El espacio de libertad y seguridad europeo tras el 11 9 2001 El espacio de libertad y seguridad europeo tras el 11 9 2001 Garbiñe INTRODUCCIÓN Aranberri Hay quienes afirman que el 11 09 2001 supuso un cambio en la vida de muchos ciudadanos y en la vida de los propios estados. La sociedad mundial se conmocionó y fue presa del pánico y tal vez de algo más, de una sensación de inseguridad. Por primera vez en mucho tiempo, americanos y europeos, unos y otros, y en general el mundo occidental fue consciente de su vulnerabilidad y también de su "impotencia", permítaseme la expresión ante un ataque terrorista de esas dimensiones. El objeto del presente artículo no es otro que el de transmitir una reflexión en voz alta sobre un tema, al que últimamente y por distintas vías se le ha brindado un tratamiento hasta ahora no concedido. Nos referimos al tema de la Seguridad y más en concreto al tema de la Seguridad Pública. A pesar de que siempre ha sido un tema objeto de análisis en distintos foros y cómo no a nivel interno en cada uno de los Estados miembros de la Unión Europea, con motivo de algunos de los factores que a continuación expondremos ha adquirido si se me permite la expresión la categoría de "grandes temas" sobre los que hay que tratar, y buscar puntos de encuentro que resulten además operativos. Si bien la Seguridad Pública constituye una competencia difícil de acotar, dado que sus normas ordenadoras no contemplan realidades físicas tangibles, sino eventos meramente previstos en el futuro, respecto de los cuales se ignora el momento, el lugar, la importancia, y en general las circunstancias y condiciones de aparición; se impone por tanto, conseguir la capacidad de cooperación política y coordinación técnica, el compartir información entre los diferentes niveles que configuran los sistemas públicos de seguridad interior. Los Estados han sido reticentes, y de hecho aún hoy en día lo son en muchos aspectos, a abordar la Seguridad Pública de manera conjunta y sobretodo global. Tal vez, haya que buscar el origen de esa reticencia en la pérdida de soberanía que puede suponer para cada uno de los Estados miembros, o tal vez una falta de anticipación o previsión, frente a la existencia de una delincuencia que opera en cada Estado pero con la posibilidad de una mayor movilidad por todo el espacio europeo. La Seguridad Pública no es de los temas que, tras el ataque sufrido el 11 de Septiembre de 2001 en los EEUU, más en cuestión se ha puesto. Es posible hablar de un antes y un después, o tal vez, de un punto de inflexión . Pero en cualquier caso, la Seguridad Pública ha sido y sobre todo es, piedra angular y objetivo prioritario de los Estados. La globalización por su parte es otro de los fenómenos que tiene su incidencia también en la seguridad y que conlleva necesariamente a la toma de decisiones conjuntas entre los diferentes estados. Sea cual sea el supuesto frente al cual se encuentre cada Estado, lo que sí ha quedado patente en los últimos tiempos es que la Seguridad no es una cuestión de cada uno en particular, sino que ha adquirido un carácter más global. La Seguridad Pública ha ido evolucionando hacia un nuevo concepto, el de la Seguridad Global. Podríamos referirnos por tanto a un concepto de Seguridad Global entendido éste como aquel que no va dirigido exclusivamente a una sociedad en concreto, carente de las connotaciones de servicio público que hasta ahora se venía entendiendo. Tal vez estemos en presencia de la acuñación de un nuevo término de seguridad más acorde con los tiempos que nos va a corresponder vivir. LA SEGURIDAD EN EL FENÓMENO DE LA GLOBALIZACIÓN La Globalización se plantea como un modo de ver, entender, organizar, dirigir y hasta relacionarse en la sociedad. Se concibe como un fenómeno de interacción social, política, económica y tecnológica, del que emana un discurso que dirige a la propia sociedad. Nadie resulta por tanto ajeno a este fenómeno: ni las clases dirigentes, ni los agentes económicos y sociales,ni las tendencias culturales, ni tan siquiera los propios ciudadanos. La Globalización es una realidad, no una elección. Se trata de un proceso en marcha, difícilmente parable, y que sentencia el momento en el que viven los ciudadanos y el modo en el que van a vivir este nuevo milenio recién estrenado. Es por ello que también la Seguridad y la delincuencia son sujeto objeto de la globalización. No podría desvincularse de este nuevo proceso la seguridad tan íntimamente ligada al ser humano en su doble dimensión como ser individual y como ser social. Ni tampoco la delincuencia en cuanto que ésta tiene por su parte su referente en un modelo social concreto. El desarrollo económico fruto de la globalización está abriendo grandes brechas y abismos de desigualdad social, que sin duda favorecerán la aparición de una nueva forma de marginación, que tal vez se conduzca hacia un estallido social violento, o hacia la aparición de células cuyo objetivo prioritario sea la desestabilización, mediante las fórmulas de siembra del terror. La construcción europea centrada en el desarrollo económico, no ha sabido o no ha podido potenciar un desarrollo armónico y progresivo entre el espacio de libertad, entendido éste como el ámbito de desarrollo de las libertades de circulación de personas, mercancías, capitales y servicios, y el espacio de seguridad. Todo ello ha conducido a un déficit de una política de seguridad que cobra especial relevancia al día de hoy. Pero no hay que perder de vista que tras el espacio de seguridad se oculta y articula la autoprotección que cada estado miembro desea efectuar del resto de sus espacios: el económico, el financiero, el mercado de trabajo nacional, los sistemas de producción y las relaciones interiores y exteriores, entre otros. Por tanto, el proceso de interacción e integración entre los distintos espacios, ámbitos o factores, comienzan hoy a articularse o diseñarse de un modo global, hasta el punto de incidir de un modo directo e el propio espaciode seguridad. Luego, por un lado, el espacio de seguridad va a quedar condicionado a las decisiones, objetivos, prioridades etc., que de modo global se adopten en el resto de los espacios: económicos, financieros,... y que serán los que marquen las pautas y articulen un discurso, más bien teórico, dirigido al diseño de objetivos estratégicos; además, el propio espacio de seguridad también va a ser objeto directo de esa interacción global. EL ESPACIO DE SEGURIDAD EN LA UNIÓN EUROPEA La Unión Europea ha respondido con firmeza y con una rapidez poco usual tras los atentados del 11 de Septiembre de 2001 ocurridos en EEUU. La convocatoria de un Consejo Europeo extraordinario permitió preparar un Plan de Acción para actuar con contundencia frente al terrorismo. Las áreas en las que la colaboración debería ser efectiva eran: las relaciones exteriores, la cooperación judicial y policial, el transporte aéreo, la ayuda humanitaria y la política financiera. Desde el 13 de septiembre, la Comisión presentó propuestas para crear un orden judicial europeo, que suplantara el sistema de extradición que disponían los estados miembros entre sí y elaboró una definición común de terrorismo. El Consejo europeo extraordinario identificó por su parte, una serie de medidas entre las cuales destacaban: grupos de investigación conjuntos de Policías y magistrados de todos los estados miembros de la Unión Europea, un listado común de organizaciones terroristas, intercambios de informaciones sobre terrorismo entre los estados y Europol, la creación de un grupo especial anti terrorismo en el seno de Europol, un acuerdo de cooperación contra el terrorismo entre Europol y las principales autoridades de los EEUU.; y finalmente, Eurojust: un grupo de coordinación compuesto por magistrados, abogados y oficiales de policía que se pondrían en marcha en enero de 2002. Otra medida clave era la de poner fin a la financiación del terrorismo. El 8 de Octubre de 2001 el Consejo solicitó a la Comisión Europeadar pasos necesarios para congelar los activos de 27 organizaciones o individuos sospechosos de mantener alguna vinculación con los atentados del 11 de septiembre. Así, la Unión Europea pensó en endurecer su ley contra el blanqueo de dinero que sólo se venía aplicando a los crímenes ligados al tráfico de drogas. Otra posible fuente de financiación para el terrorismo era la especulación, con lo que en la UE se estaba estudiando una propuesta para combatir la manipulación de los mercados de un modo más eficiente, obligando a las autoridades nacionales competentes a cambiar informaciones. En definitiva la UE deseaba implementar estas medidas basándose en los valores de la solidaridad hacia el pueblo estadounidense y la protección de la población civil de Afganistán, la seguridad y la rotunda determinación de la lucha contra el terrorismo , reflejado en una más estrecha colaboración entre las distintas fuerzas de seguridad estatales y las autoridades judiciales de los estados miembros, y entre éstas y las autoridades de los EEUU y de países no comunitarios. La Presidencia española de la UE durante este primer semestre de 2002 ha dejado también claro en su programa , el alcance y dirección en la que va a caminar la UE: "El horizonte político actual obliga a la UE a ser ambiciosa en tres direcciones. La primera consiste en diseñar una respuesta al Terrorismo, desde la perspectiva de la construcción de un espacio de libertad, seguridad y justicia." Continuaba además el discurso del Presidente del Gobierno del Estado español ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo el 16 01 02: " Más Europa, reforzaremos la lucha contra el terrorismo y aseguraremos la exitosa puesta en circulación del euro,..., y avanzaremos en la creación de una zona de mayor seguridad. Es preciso profundizar en el Plan de Acción contra el Terrorismo de la UE, para evitar la existencia de cualquier santuario del terror en el interior de nuestras fronteras. Todas las Instituciones de la Unión y, especialmente,la Presidencia el Parlamento, debemos trabajar ahora para que los instrumentos aprobados entonces sean lo más rápidamente efectivos. Estos instrumentos no serán efectivos si no se consigue, al mismo tiempo, una mayor cooperación entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de los Estados de la Unión. Por eso, la Presidencia considera prioritario constituir rápidamente equipos conjuntos de investigación, aumentar la eficacia de los trabajos de Europol e impedir la financiación de los terroristas y de aquellos que amparen o que los apoyan. Un primer paso también para ello, es el desarrollo de una estrecha cooperación en materia jurídico penal con los EEUU, de acuerdo con los Principios que informan el ordenamiento jurídico de la UE. La lucha contra el terrorismo se enmarca dentro de la construcción del espacio de libertad, de seguridad y de justicia." Este era el contenido programático de la Presidencia de la UE para este semestre. Evidentemente amparándose en la construcción de ese espacio de libertad, seguridad y justicia, podríamos decir que, el objetivo no es otro que el de la profundización del espacio de la seguridad, mediante la priorización a todos los efectos de la lucha contra el terrorismo. De lo expuesto, se pueden derivar dos cuestiones que en mi opinión, conducen necesariamente a una reflexión. De un lado, la quiebra que sufre el binomio libertad seguridad, que en modo alguno queda favorecido, ni facilitado entre los objetivos del Programa. Es decir, la consecución o la priorización de un espacio de seguridad, no lleva paralelamente un desarrollo en el ámbito de la libertad, lo cual supone un detrimento del espacio de las libertades y de los derechos de los ciudadanos europeos. ¿Cómo es posible garantizar un espacio de seguridad a los ciudadanos europeos, si sus derechos y libertades no están garantizados de igual manera?. O dicho de otro modo, ¿es posible que la Carta de Derechos de los Ciudadanos de la UE sea un elemento suficiente para garantizar los derechosy libertades en un espacio de libertad, seguridad y justicia?. Resulta obvio que la seguridad en el espacio europeo ha sido, e incluso es, objetivo prioritario de la Unión. Sin embargo, la Carta de Derechos ha quedado de algún modo como un documento cargado de simbolismo pero carente de mayor valor, salvo el añadido en la construcción política de la Unión Europea. La articulación de los derechos no deja de ser un enunciado retórico de derechos y libertades, con un potencial importante de desarrollo ulterior, pero en la medida en que exista una voluntad decidida de ejercicio. Frente a ello se encuentra la respuesta al mantenimiento de la seguridad articulada en medidas concretas, globales y uniformes en todos y cada uno de los estados miembros. Tal vez, a la vista de lo ocurrido el 11 de Septiembre de 2001, resulta patente que más allá de las libertades se está potenciando el mantenimiento de un orden, entendiendo la seguridad más como orden público, que como servicio público. La segunda cuestión, que ha de ser objeto de análisis detenido, es el hecho de que los estados miembros de la UE han dado respuesta conjunta en materia de seguridad movidos por circunstancias puntuales, que si bien son graves, deberían haber sido objeto de debate, análisis y estudio más riguroso, y no motivados por la aparición de circunstancias puntuales; aún cuando éstos sean de naturaleza terrorista. La construcción europea demanda un planteamiento serio y la respuesta responsable a los problemas que la sociedad europea y los ciudadanos europeos tienen planteados. No se trata de apagar los fuegos que de modo puntual surjan. Por el contrario, se trata de responder a los problemas que se generan en el espacio europeo y dotarlos de respuesta, eso sí, amparada en una visión global y conjunta de la UE. Es decir, habrá que plantearse qué seguridad se demanda y cuál es la respuesta conforme a una estrategia conjunta del espacio de libertad, seguridad y justicia, y con un desarrollo equilibrado entrelos mismos. LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA VASCA EN EL ESPACIO DE SEGURIDAD El desarrollo y la orientación que recibe el espacio europeo de seguridad condicionará en gran medida el diseño de las políticas de seguridad que desde la Administración Pública Vasca puedan efectuarse. La falta de "legitimación" jurídica y la mordaza política que viene sufriendo la Administración vasca de seguridad en los denominados Asuntos de Interior o en cualquiera de los asuntos relacionados con la UE plantea un obstáculo difícilmente salvable para el diseño estratégico de las políticas de seguridad en la Comunidad Autónoma Vasca. No obstante, y a pesar del escollo que supone el hecho de que las Comunidades Autónomas y en concreto la vasca, no tenga capacidad de decisión y representación directa en la Unión, en aquellos ámbitos de decisión en los que tiene asumidas las competencias frente al estado español, como lo es en el ámbito de la Seguridad, no deja de ser un problema más a superar. A pesar, de que tras la Cumbre de Laecken el tema de las denominadas regiones con "capacidad legislativa" haya quedado sobre la mesa, habrá que esperar a la próxima Conferencia intergubernamental en la que tal vez el "paso adelante" en la construcción europea quede expresamente recogido. Por su parte, la Administración Pública de Seguridad frente al reto de un nuevo espacio de libertad, seguridad y justicia deberá, por un lado, diseñar políticas, no sólo que luchen contra el terrorismo, que si bien ha de ser y es un objetivo prioritario en cuanto que vulnera derechos y libertades fundamentales, generando además una importante fractura en la sociedad vasca; sino también políticas que permitan prevenir y en su caso dar respuesta a aquellas conductas que de modo global acechan a la sociedad europea. Los problemas de seguridad que tiene planteados la sociedad vasca en su conjunto no van a estar vinculados necesariamente a la territorialidad, ni en su ejecución ni en su materialización operativa. Se ha apuntadocon anterioridad la existencia de un espacio de libertad, seguridad y justicia en construcción, que tiene que hacer frente a una delincuencia organizada y transfronteriza y cómo no a una globalización de los fenómenos delincuenciales. Por tanto, el ámbito delincuencial vasco no va a estar necesariamente acotado al ámbito de la Comunidad Autónoma Vasca. Su respuesta requiere de planteamientos globales, aunque en su resolución de una operativización parcial y coordinada, y de cooperación en la información. En definitiva de diseño de estrategias y políticas de seguridad globales pero de aplicación territorial. Y cómo no, también requiere de la búsqueda de fórmulas de participación de la Ertzaintza en las instituciones europeas y junto a los demás cuerpos policiales del espacio europeo. La cooperación con otros servicios policiales resultará fundamental para la lucha contra la delincuencia y el terrorismo en la UE y sobre todo, para la verdadera consolidación de un espacio de libertad y seguridad. Finalmente la potenciación, capacitación, adaptación y formación de los agentes de la Ertzaintza deberá ser otro de los aspectos que deberá abordar el diseño de las políticas de seguridad por parte de la Administración Vasca, si quiere hacer frente decididamente a una delincuencia globalizada y mantener la seguridad desde su ámbito competencial, desde su responsabilidad y compromiso en la construcción europea. Garbiñe Aranbarri, abogada economista Fotografías: De las páginas web "Puntodequiebra" y "Mujereslegendarias" Euskonews & Media 164.zbk (2002 / 4 26 / 5 3) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria