Novedades bibliográficas en economía vasca y navarra en el fin de siglo (1999 2000) Novedades bibliográficas en economía vasca y navarra en el fin de siglo (1999 2000) Carmen Echebarria Miguel Los años 1999 y 2000 han venido marcados en el panorama bibliográfico de las economías vasca y navarra, como en otros ámbitos por dos poderosas huellas que han dejado en ellos, inevitablemente, su impronta. Primero, la dulce fase alcista de un ciclo que, a pesar de la desaceleración del último tramo del año 2000, hace soñar con un decenio completo a la americana, en el que descienda notablemente el desempleo y en el que la convergencia real avance hacia los elevados niveles medios de prosperidad de la Unión Europea. Segundo, la sensación de fin de siglo y de fin de milenio que invita a elevar la mirada por encima de la coyuntura y hacer balance del pasado o intentos de anticipación del futuro. Las relaciones entre ciclo económico y ciclo investigador son complejas, aunque, ahora más que nunca, la evolución económica avanza a un ritmo muy superior al de la academia a la hora de configurar teóricamente su explicación. De ahí, que no haya una cosecha abundante de análisis de las economías vasca y navarra en estos últimos años. En cualquier caso, el primer factor que ha marcado la actividad editorial en el período 1999 2000 es la fase expansiva del ciclo por la que transitan la economía vasca y navarra. En ambas economías, la renta ha crecido notablemente, colocándose a la cabeza de las principales economías de su entorno (Estados Unidos, España, Francia, Reino Unido, Alemania, etc.) en tasas de crecimiento medias, y siendo la demanda interna, especialmente la inversión en bienes de equipo, la pieza más determinante del proceso de crecimiento existente. A ello, hay que añadir la revitalización de las exportaciones durante el año 2000, así como la mejora en las expectativas y en el clima económico internacional, tras las crisis económico financieras asiáticas y latinoamericanas. Porsectores de actividad, destaca la recuperación a lo largo del año 2000 del ciclo de producción industrial, tras una fase de debilitamiento en los primeros meses de 1999. Tanto esa fase como la ascendente suelen tener su origen en las más o menos expansivas ventas al exterior. Por ello, el estudio del sector industrial en un período tan decisivo como los años noventa, que abarca la profunda crisis de los inicios del decenio y la recuperación de finales del mismo, es un tema recurrente de análisis, dado el fuerte componente industrial tanto de la economía vasca como navarra. Las industrias vasca y navarra son hoy más competitivas y van ganando participación en los mercados exteriores, sobre todo en los europeos, contribuyendo decisivamente a la favorable evolución de las cuentas del sector exterior de ambos territorios. En relación directa con la competitividad se encuentra la consolidación de la ciencia y la tecnología como los actuales motores del cambio económico y social. La necesidad de desarrollar un entorno industrial con capacidad de generar riqueza y empleo, el continuo cambio en las organizaciones, así como en los sistemas de producción y diseño de productos, hacen de la tecnología, y en un sentido más amplio de la innovación, un centro de interés tanto para las empresas como para las diferentes Administraciones. Por su parte, el sector de la construcción continuó siendo el más dinámico, aunque con una ligera desaceleración en los últimos meses. En lo que se refiere a la actividad constructora, es sorprendente, sin embargo, que a pesar de la elevación de la tasa de edificación y del aumento de actividad en obra civil, generadores en su conjunto de un increíble aumento del valor añadido bruto en el sector, no haya presencia de estudios individualizados del sector de la construcción. Este sector ha sido, sin duda, el más expansivo y ha favorecido en gran medida la reducción del desempleo. Sin embargo, esto puede causarnos cierta incertidumbre, ya que es un sectorprocíclico y el aumento del empleo vinculado a él puede variar fácilmente de signo. En lo que respecta a la economía de servicios, la evolución registrada por la producción y empleo en los servicios durante 1999 2000 revalida la positiva contribución del sector terciario a la expansión que vienen experimentando las economías vasca y navarra desde mediados de los noventa. Pero, además, en el caso de los servicios la atención se centra también en una serie de transformaciones que están desencadenándose, que van desde la adopción de medidas liberalizadoras hasta la progresiva introducción de las tecnologías de la información en el sector, y que empiezan a dibujar un sector servicios con unos perfiles muy distintos a los hasta ahora considerados. El estudio de las cuestiones monetarias, financieras y fiscales ha sido en los últimos años, y todavía parece serlo, objeto de atención significativa para los economistas vascos y navarros. Dos perspectivas son las más repetidamente abordadas: las relaciones financieras entre el Estado y cada una de las Comunidades Autónomas objeto de estudio, desarrolladas en el Concierto y en el Convenio Económico, respectivamente, y las implicaciones y desafíos de la nueva moneda europea, el euro, para ambas economías. Respecto a la primera de ellas, la amplia autonomía normativa así como el importante aumento de la recaudación impositiva, tanto directa como indirecta, derivado de la favorable coyuntura económica ha contribuido, sin duda, al ascenso del número de trabajos sobre estas materias. Con respecto a la segunda perspectiva, la sensación de final de período invita a tratar de anticipar nuestro futuro tras la adopción del euro como unidad monetaria en 1999, y la cesión al Banco Central Europeo del control de la oferta monetaria y de la capacidad de las autoridades para influir en el precio interior del dinero, o tipo de interés, y en el externo, o tipo de cambio. No obstante, la peseta seguirá existiendo durante un año más, aunque paradar paso formalmente al euro el primer día de enero del año 2002. En otro orden de cosas, las novedades bibliográficas en el campo de la administración de empresas, finanzas e inversiones empresariales a lo largo de 1999 2000 recogen los temas de actualidad en el ámbito académico y profesional que en esta ocasión presentan como denominador común la necesidad de tomar decisiones en un mundo caracterizado por tres hechos relevantes: la integración financiera de los mercados, la existencia de asimetrías informativas y el reconocimiento de la necesidad de incluir en el análisis las características institucionales de las diferentes economías. La crisis del Estado del Bienestar es otro de los grandes temas económicos en este fin de siglo. Tres aspectos son los habitualmente analizados: su trayectoria, la racionalidad y funcionalidad de su construcción actual y la cuestión de su sostenibilidad en el largo plazo, coexistiendo varios enfoques, reflejo del interés que suscita el tema. En la sociedad europea a la que pertenecemos no parece concebible un modelo de desarrollo que separe el bienestar económico del social y no considere a ambos indisolublemente unidos. En el ámbito de la economía regional y urbana se ha producido una auténtica explosión del número de publicaciones, síntoma del creciente interés que presenta éste área de conocimiento, influido, quizá, por la necesidad de conocer mejor la realidad socioeconómica de cada uno de nuestros territorios, como por la proliferación de políticas de revitalización urbana o los nuevos enfoques, pluridisciplinares e integrados, que están surgiendo en la ordenación del territorio. Así, la gestión urbana y regional cobra cada día más importancia social, a la vez que reclama una mayor atención sobre la capacidad de organización de las regiones metropolitanas, al estar estrechamente ligada a las redes estratégicas, a las condiciones económico espaciales y al apoyo político y social. Bilbao ha sido la ciudad que ha suscitado mayor análisis,debido en gran medida al impacto económico que ha supuesto el Museo Guggenheim. Otra línea de trabajo de máxima actualidad es la que tiene por objeto de estudio la agricultura, los recursos naturales y el medio ambiente. Esto nos lleva a plantear, entre otros aspectos, si el crecimiento genera mayores niveles de deterioro ambiental y si este proceso se acelera con la liberalización del comercio internacional o la denominada globalización de los mercados. La cumbre de Seattle puso de relieve, por un lado, que los aspectos ambientales iban a desempeñar un papel de primera magnitud en las negociaciones comerciales, y, por otro lado, que sus efectos en las estrategias empresariales ocupan ya el primer plano. El intenso ritmo de creación de empleo y de reducción de la tasa de paro, junto con el aumento de la contratación indefinida, han constituido los rasgos más positivos del mercado de trabajo durante 1999 2000. La observación de datos tan extraordinariamente favorables en un mercado laboral caracterizado tradicionalmente por graves problemas en su capacidad de generación de empleo y, desde hace poco más de un década, por una excesiva temporalidad, ha dado lugar a diversas interpretaciones, tanto sobre las circunstancias en las que se está produciendo este proceso, como sobre sus posibilidades de continuidad. En todo caso, la convergencia de nuestro mercado de trabajo con el europeo es un hecho cierto, aunque la reciente aparición de problemas tales como el aumento del diferencial de inflación y el bajo incremento de la productividad, introducen algunas incertidumbres de cara al futuro. En este contexto, es notable la ausencia de artículos sobre formación y el papel que ésta puede desempeñar como elemento clave a la hora de posibilitar la obtención o el mantenimiento del empleo y su gran relación con la productividad y competitividad empresarial. En esta línea, también se echan de menos artículos sobre fluctuaciones económicas e inflación, a pesar del comportamiento alalza de esta última, causado en gran medida por la carestía del petróleo y por la depreciación del euro. Por el contrario, en el campo de la economía del consumo, sí se pueden encontrar diversos artículos, seguramente motivados por los cambios producidos en nuestra sociedad que modifican sensiblemente la estructura del consumo familiar (dedican más a educación, cultura, vivienda y salud). Para concluir, la sensación de final de período invita a mirar hacia atrás y hacer balance y nada mejor que hacerlo de la mano de la historia económica. La perspectiva histórica no debe olvidarse nunca y más en esta ocasión donde se han reunido poderosos argumentos para abordar una interpretación de fin de siglo y de milenio como puerta de una nueva economía A modo de conclusión La literatura más reciente sobre economía vasca y navarra tiende a recoger algunos de los temas de más actualidad en el ámbito académico y profesional. Un período expansivo como el que ha conocido la economía europea en estos años ha tenido su traducción en un mayor crecimiento de nuestras economías, lo que les permite, efectivamente, culminar el siglo y el milenio con renovada confianza en sus posibilidades de desarrollo y en su capacidad para acercarse a los elevados niveles medios de prosperidad de los países que forman la Unión Europea. En 1999 2000 la fase expansiva del ciclo económico ha demostrado una consistencia más que notable, si bien los registros no han sido en su conjunto tan buenos como los de los años precedentes. Durante estos años las economías vasca y navarra han crecido a un ritmo superior al de la Europa de los once, lo que ha hecho posible alcanzar una significativa tasa de creación de empleo en un período caracterizado por la revitalización industrial, la mayor salida al exterior y el rebrote de las tensiones inflacionistas. Los últimos compases del siglo y del milenio, en consecuencia, han supuesto un importante avance en el proceso de modernización y desarrollo de ambas economías, noexento de problemas y desafíos que el tiempo nuevo nos está ya planteando. Los retos están ahí y no admiten demora: el reto que supone continuar incrementando el empleo, donde la inusitada tasa de temporalidad que parece haber cristalizado en el mercado de trabajo y las abultadas bolsas de desempleo que todavía sufre el colectivo de mujeres activas, aparecen como las sombras más destacadas. En la misma dirección, consideramos que la internacionalización, la innovación, la investigación y el desarrollo tecnológico, van a marcar, lo están haciendo ya, de modo decisivo la prosperidad relativa de las economías. De ahí que la internacionalización de nuestras empresas, la incorporación de las nuevas tecnologías, especialmente en las pequeñas y medianas empresas, y el acceso universal a las mismas para todos los ciudadanos se configuren como elementos esenciales para lograr un crecimiento económico sostenido y un mayor nivel de vida. En definitiva, la llegada del fin de siglo no deja de ser una buena ocasión para plantear las tareas pendientes en el estudio y análisis de las economías vasca y navarra. Carmen Echebarria Miguel, Departamento de Economía Aplicada V Facultad de Ciencias Económicas UPV/EHU Euskonews & Media 114.zbk (2001 / 3 / 9 16) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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