Trabajo infantil rural a lo largo del siglo XX Trabajo infantil rural a lo largo del siglo XX Koldo Azkue Antzia Hay pocos datos en la historia de nuestro mundo occidental en todo lo referente a los niños. Las elevadas tasas de mortalidad han hecho que durante siglos no se prestase apenas atención a los pequeños, al menos hasta que superasen la adolescencia. Un rastro de tal situación lo encontramos en el uso de necrónimos en Euskal Herria a principios del siglo XX , así como en la extendida costumbre de no inscribir a los "párvulos" en los Libros de Defunciones de las parroquias. En la clase media italiana, siglos XIV al XVI, tras el nacimiento el niño se criaba fuera del hogar a cargo de un ama de leche, hasta los 2 años en que volvía al hogar, donde permanecía hasta los 7, edad en que comenzaban a ser preparados los niños para el comercio y las niñas, a los 9 años, para el matrimonio o el convento. En la Inglaterra de los siglos XV y XVI, los aristócratas eran enviados a la Escuela Primarias a la edad de 6 o 7 años o, ya en el siglo XVII, a aprender un oficio fuera del hogar. En las clases bajas, el tema del niño como trabajador en casas ajenas, está mal estudiado. Según Laslett, en Inglaterra se enviaban los hijos a otras casas para servir como criados. Chalotte Augusta Sneyd decía que la falta de afecto en los ingleses se manifestaba en que "después de tener a sus hijos en el hogar hasta los 6 7 años, los envían, tanto niños como niñas, a prestar duros servicios en casa de otras personas". El estudio publicado en Cuadernos de Etnografía es el resultado de un trabajo de campo llevado a cabo durante los años 1998 y 1999 en el bizkaino Valle de Arratia, con el objetivo de hacer una comparación etnológica con la situación en Euskal Herria. Se han entrevistado unos 80 hombres y otras tantas mujeres nacidos entre 1900 y 1950, con el objetivo de conocer los parámetros del trabajo infantil y su evolución a lo largo del siglo XX. Se ha investigado el efecto de variablestales como el sexo y la posición dentro de la prole, es decir, el carácter de primogenitura o de hijo a menor, la condición de adoptivo y el carácter de propietarios o rentadores de los padres. Se ha encontrado que, al menos durante el siglo XX, la prole ha sido criada siempre en casa, sin abandonarla hasta el comienzo del aprendizaje o del trabajo. Respecto a las niñas, los resultados indican un comienzo del trabajo a los 5 6 años (4 5 a principios del siglo) para el papel de criada y de 14 para el trabajo en fábricas. Se aprecia claramente el aumento de la edad de inicio a medida que avanza el siglo, observándose también cómo la actividad de criada es preponderante en las niñas (65%), aunque a veces esta actividad es un paso previo al inicio del trabajo industrial (13%), contra un 20% de trabajo en casa. La hija más joven, se queda habitualmente en casa, aunque no siempre. En muchas ocasiones el trabajo de criada terminaba con el casamiento de la joven, a los 22 o 24 años, aunque no pocas veces se quedaban solteronas, en la familia a quien servían. El trabajo como criadas afectaba a la mayor parte de las niñas, no solamente a las pertenecientes a las clases más humildes.. En los niños la incorporación al trabajo es un poco más tardía que en las niñas, con un promedio de 11 años para el inicio de los trabajos como criado, aunque la mayor parte esperan a los 14 años tanto para esta tarea como para iniciar su aprendizaje en fábricas o en otros oficios. Es clara la preponderancia del trabajo en la industria (40%) sobre el de criado (21%). Los casos encontrados de salida del hogar con destino a conventos (2%) son esporádicos, mientras se queda en casa el 16 % y estudia el 5%. No parece que la primogenitura facilitara la opción de quedarse en el hogar. Más bien es entre los benjamines donde se aprecia una menor tendencia a salir de criados y entre ellos se encuentran los pocos que han ido al convento o se han puesto a estudiar. Los hijos adoptivos procedentes del hospicio("urikoak"), tanto niños como niñas, parecen haber recibido el mismo trato que los naturales. En general, cada nuevo nacimiento suponía la salida del hogar de un hermano o hermana, puesto que la madre tenía una capacidad limitada de atención a dos o a lo más tres hijos, aparte del recién nacido. En todo caso, el trabajo de criada o suponía el abandono casi total de la familia de adscripción Como conclusión se puede afirmarque los patrones de conducta de las familias rurales vascas en pleno siglo XX con relación al trabajo infantil, han sido muy similares a las descritas para las sociedades occidentales en períodos desde la Baja Edad Media hasta el Antíguo Régimen. La actividad infantil del trabajo como criados, ha supuesto durante décadas la ruptura de la idílica imagen de hogares rurales con una numerosa prole reunida al anochecer en torno al fuego del hogar junto a sus mayores. Es esta una fotografía familiar que solo se ha dado en muy contadas ocasiones como la Nochebuena o,quizas, la fiesta patronal. Koldo Azkue Antzia, licenciado en Antropología Euskonews & Media 84.zbk (2000 / 6 / 23 30) gratuita | Abonnement gratuit | Free subscription Eusko Ikaskuntzaren Web Orria webmaster@euskonews.com http://ikaskuntza.org/cgiBanner/banner.cgi?datos=masters&link=www.eusko ikaskuntza.org/masters/index.htm http://ikaskuntza.org/
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