729 Zenbakia 2018-04-04 / 2018-05-02

Gaiak

Resolver el problema del nombre del país de los vascos

AZKOAGA, Iñaki

El nombre que se da al conjunto del país de los vascos, entendido en sentido cultural y antropológico, es un tema mal resuelto en nuestro país. Ni los partidos afinan, ni las autoridades lo abordan con la seriedad que se merece. Sería de agradecer un debate sereno y profundo para abordar la resolución del problema.

Profundizando en el tema publiqué el libro titulado Vasco, ¿cómo se llama tu país? que analiza el tema y propone alternativas válidas que pueden ser aceptadas por cualquier ideología. Con la sensibilidad que aporta el haber estudiado y propuesto estas alternativas, me fijo constantemente en el uso del nombre y la verdad es que no hay día que no se pueda observar alguna disfunción en su uso.

Aparte de que las selecciones deportivas se llamen internamente “euskal selekzioa”, sin poder ponernos de acuerdo para dotar con un nombre concreto a los equipos, al menos hemos llegado a la conclusión que cara al exterior para que los equipos compitan con un nombre inglés, “Basque country”. ¡Todos contentos, magia!

También ha aparecido “El libro de estilo de EITB” en el que sus mismos autores reconocen sus contracciones, ya que la palabra Euskadi se limita a la Comunidad Autónoma Vasca, aunque la hacen equivalente a País Vasco, que a su vez en euskera se llama Euskal Herria (la Comunidad Autónoma Vasca, la Foral de Navarra y la Communauté du Pays Basque). De manera que cuando un periodista dice País Vasco no se sabe muy bien si se refiere a la Comunidad Autónoma Vasca, a esta comunidad más la navarra o a la formada por las tres administraciones.

Cuando la consejera del Gobierno Vasco Arantza Tapia dijo en Navarra eso de que “el TAV ahora uniría las cuatro capitales vascas” generó una abrupta contestación por parte de algunos grupos políticos, sin embargo en mi opinión se podría haber mitigado si estuviera bien definido este tema del nombre, quizás podría haber dicho “con este nuevo acuerdo se posibilita la unión de las cuatro capitales de Vasconia” seguramente el motivo de protesta se hubiera atenuado de manera importante.

Ahora mismo estamos ante el debate sobre las nuevas relaciones del País Vasco con el Estado. El uso del nombre también da para hablar. Quizás no sea el momento para introducir un nuevo sesgo al ya complicado proceso, pero no me resisto a plantear algunos detalles. El PNV ha propuesto cuatro diferentes nombres del sujeto “político-jurídico” que acompañen y definan a a Euskadi, Comunidad Nacional Vasca, Comunidad Foral Vasca, Estado Autónomo Vasco o Estado Foral, entonces una periodista preguntó a Andoni Ortuzar por el nuevo nombre del país, a lo que respondió que este era Euskadi. ¿Pero entonces Euskadi no sirve cuando el ámbito también corresponde a Navarra y al Pays Basque?

Fiesta de la Txalaparta, Juan Mari Beltran

Vasco, ¿cómo se llama tu país? de Iñaki Azkoaga.

EH Bildu en su documento plantea el nombre del conjunto Euskal Herria, y habla de Estado Vasco y Comunidad Estatal Vasca, por tanto ¿cómo se llama esta parte del territorio con respecto al conjunto? El PSE utiliza País Vasco y Euskadi indistintamente, pero cuando habla del conjunto tampoco se define.

Por los feed-back que estoy obteniendo sobre este tema, creo que el nombre preocupa y bastante. Nos damos cuenta de que tenemos un problema, pero tengo la impresión que nos da pereza y/o miedo abordarlo. Aunque estoy seguro que más temprano que tarde habrá que afrontarlo.

Ahora mismo hay varias líneas de opinión sobre el tema, estos son los nombres que se proponen:

  • País Vasco. Es el nombre más utilizado, aunque no define a qué ámbito se refiere, es el nombre del conjunto y cada una de las partes.
  • Euskadi. Es el nombre propuesto por Sabino Arana adecuado a las norma de Euskaltzaindia (s en vez de la inical z). Sin embargo, probablemente se está mal utilizando, ya que se permite nombrar como Euskadi a una de las partes, la Comunidad Autónoma Vasca, al igual que al todo.
  • Navarra. Se basa en que el único estado que abarcó al conjunto de Euskal Herria fue el Reino de Navarra.
  • Euskal Herria. Este es un término aceptado por todos como nombre cultural, sin embargo no se propone como nombre válido en todos los idiomas.
  • Vasconia, es la versión en idioma castellano del Euskal Herria euskérico.
  • Vasconavarra, es una alternativa con una tradición de más dos siglos, que se viene proponiéndose cada cierto tiempo.

Generalmente estas alternativas tienen una óptica política, lingüística o histórica. Sin embargo estamos en el siglo XXI, donde los profundos cambios derivados principalmente del mundo digital (robots, internet etc.), nos obligan a introducir nuevas miradas, como la del marketing, la sociología y la tecnología.

En la nueva era es preciso una visión donde confluyan la historia, la lingüística, el marketing, la sociología para tomar una decisión, y por supuesto la tecnología. Siendo la política la principal usuaria.

Supongamos un nombre del país de los vascos que no pueda encontrar su sitio porque los códigos ISO, que codifican todos los nombres de países, no puedan asignársele para dos o tres dígitos por sus primeras letras, ya que están ocupadas. Se añadirían enormes dificultades para conseguir una codificación coordinada con el nombre real del país, absolutamente necesaria para optimizar las posiciones en los buscadores de la red, por ejemplo.

Con las búsquedas de internet surgen también otros problemas, así en Google las partes de esa Euskal Herria son más nombradas que los nombres del conjunto como País Vasco, Vasconia, Vasconavarra, la propia Euskal Herria o Euskadi. La realidad es que Navarra, Bizkaia, Gipuzkoa les superan en menciones, y Álava, si se mide en proporción a su tamaño, también.

¿Por qué no intentar poner un poco de orden es este desajuste? Sé que no es un tema sencillo, requiere reposo, análisis y voluntad de llegar a un acuerdo. Se precisa un enfoque multidisciplinar para abordarlo, sería una pena que una de las visiones se arrogara su derecho a liderar el proceso. Tampoco sería deseable que quienes defienden algunas de las posturas antes citadas se enroquen en su opción.

Porque una cosa que nos pesa es que, como muchos de entre nosotros hemos debatido alguna vez el tema, tenemos elegida nuestra opción y, una vez tomado partido, nos cuesta muchísimo aceptar otras visiones. Sin embargo, soy optimista respecto al momento, creo que para abrir debates de este tipo estamos mejor que nunca, esta es una buena época.

No en vano, el libro verde que se ha elaborado para el Congreso del centenario de Eusko Ikaskuntza titulado “Construyendo cohesión y solidaridad: Libro verde del (de los) territorio (s) de Vasconia” inicia su primer capítulo: “Bases para la cohesión del (de los) territorio(s) vasco-navarros: historia, cultura y voluntad”, con el siguiente párrafo, “La comunidad histórico-antropológica denominada Vasconia, País Vasco-Navarro o Euskal Herria se asienta en los territorios históricos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, alta y baja Navarra y Zuberoa. La propia denominación del conjunto de dichos territorios está abierta al debate”.

Y en la nota de pie de página matiza “La denominación histórica de los territorios vasco-navarros no se agota en los términos anteriormente citados y depende del punto de vista político, institucional o cultural del que se parte. Con el fin de ofrecer una marco abierto para el debate, hemos optado aquí por las denominaciones tradicionalmente utilizadas por Eusko Ikaskuntza a los largo de su trayectoria”.

Vengo proponiendo que el nombre país que se adopte responda a estos cinco criterios, de forma que sea:

  • Compacto, por lo que se admitiría un nombre compuesto pero no separado.
  • Idéntico en todos los idiomas, incluido el euskera.
  • Inclusivo, que no marginen a ninguna identidad ni ideología, evitando fricciones sociales.
  • Identificador, reconocible y diferenciador, de forma que discierna suficientemente.
  • Concordante con los usos históricos

Eusko Ikaskuntza podría asumir el liderazgo de este tema y abordarlo con valentía. Me da la sensación que tendría el aval de las instituciones, de los intelectuales, de asociaciones, think tank o fundaciones que se ocupan de estas cuestiones y también de los partidos políticos, porque el problema es tan obvio, que el país agradecería con creces su resolución.