494 Zenbakia 2009-07-10 / 2009-07-17

Efemerideak

Efeméride. La poetisa Juana Ibarbourou falleció el 14 de julio de 1979



Juana Ibarbourou.

Ilustre poetisa uruguaya, nacida en la ciudad de Melo (Cerro Largo), el 8 de marzo de 1895. Su verdadero nombre era el de Juana Fernández Morales. Comenzó a escribir desde los seis años. Cuando apenas contaba veinte años (1915) contrajo matrimonio con el capitán Lucas Ibarbourou, originario del País Vasco Continental, que le proporcionará el apellido con el que será conocida. Habiéndose instalado en Montevideo en 1918, un año más tarde, cuando sólo contaba 24 años, aparece su primera gran obra, Las lenguas de diamante, que le llevará al éxito: “No existieron escalones ni camino hecho paso a paso. Fue el salto de la sombra a la luz; de Juanita Fernández a Juana de Ibarbourou. Los pequeños sinónimos furtivos quedaron en el olvido; sólo resplandeció ese nombre: Juana de Ibarbourou. Su ascensión pudo ser de las riesgosas, de las efímeras. Pero, desde entonces, ha sabido continuar superando su estatura; y volveremos a pensar en los presagios y los símbolos: el mismo titulo de Las lenguas de diamante habló por ella misma y fue el pedestal definitivo para una gloria que amanecía con su primer libro. Él le traerá un renombre que le vino sin esperarlo y sin darse cuenta. Podría no haber escrito otro que ése: su nombradía sería la misma...

La voz de Juana fue como la sonrisa fresca de la vida; vino a significar lo que en la antigüedad la floración de la cultura helénica ante otros poblados de mitologías oscuras y cansados de milenios” (v. Isella Russell: Noticia Biográfica, pp. 30-31). En 1920 publica los poemas en prosa del Cántico fresco, Montevideo, y dos años más tarde (1922), Raíz salvaje, Montevideo.

El 10 de agosto de 1929 es consagrada como Juana de América en una fiesta solemne celebrada en el Palacio Legislativo de Montevideo, donde asistieron las primeras autoridades de la nación y representaciones de los diversos países sudamericanos. Su producción literaria se sucede sin interrupción: La rosa de los vientos, Montevideo, 1930; Los loores de Nuestra Señora, Montevideo, 1934; Estampas de la Biblia, Montevideo, 1934; Chico-Carlo, Montevideo, 1944; Los sueños de Natalia, Montevideo, 1945; Pérdida, Montevideo, 1950; Azor, Montevideo, 1953. Al mismo tiempo su obra comienza a ser reeditada y se le traduce a diversas lenguas. Le son concedidas gran número de distinciones oficiales: Medalla de Instrucción Pública de Venezuela; Medalla de Oro de Francisco Pizarro, del Perú (1935); Orden del Cóndor de los Andes, de Bolivia (1937); Orden del Sol, del Perú (1938); Orden del Crucero del Sur, de Brasil (1945); Cruz de Comendador del Gran Premio Humanitario de Bélgica (1946); Medalla de Oro del Ministerio de Instrucción Pública de Uruguay; Orden de Carlos Manuel de Céspedes, de Cuba (1951).

En abril de 1951 se le confiere, junto con una medalla de oro especialmente acuñada, el rango de Huésped de Honor permanente de la ciudad de México. El gobierno uruguayo adquirió los derechos de propiedad literaria sobre todos sus libros editados y sobre tres inéditos: Puck (teatro infantil); Dualismo (versos); Destino (cuentos). La ley correspondiente fue suscrita por el presidente Amézaga, el 12 de noviembre de 1945. Dos años más tarde (7 de noviembre de 1947), toma asiento, como miembro de número, en la Academia de Letras de Uruguay. La Sociedad Uruguaya de Escritores le nombró su presidente en 1950. Más tarde (1953), la Unión de Mujeres Americanas, con sede en Nueva York, la designaría “Mujer de las Américas de 1953”.

Fallece en su ciudad natal el 14 de julio de 1979, a los 84 años de edad.