482 Zenbakia 2009-04-17 / 2009-04-24
Proyecto Twilight
Twilight o su traducción al castellano “crepúsculo”, supone: “La claridad que hay desde que raya el día hasta que sale el Sol, y desde que éste se pone hasta que es de noche” o en su tercera acepción: “Fase declinante que precede al final de algo”. Se suman aquí por tanto los aspectos real y abstracto de un mismo acontecimiento.
El proyecto se centra en un análisis de la construcción de realidad a través del lenguaje simbólico occidental. La función del espectáculo es reducir los elementos de atención, acotar el plano de lo “visible dirigido” para su digestión. El proyecto se basará en esos lenguajes y dispositivos para evidenciar esa estructura e intentar vulnerarla.
Proyectos anteriores como Überlegung (2005) y Outside comes first (2007) manifiestan un interés por desmembrar al objeto y experiencia contemporáneas; hacer transparentes las cuestiones que su paradigma pretende encubrir. El Proyecto Twilight indaga en el utensilio más básico y a la vez sofisticado del espectáculo: el dispositivo de iluminación como aparato constructor de la realidad espectacular. Así como el espectáculo aísla los elementos y hace invisibles las relaciones que escapan a su intención, en este proyecto se pretende llevarlos a conflicto.
Twilight supone la translación simbólica de un elemento que construye realidad en el espectáculo al lugar que éste mismo niega mediante una intervención real. Es decir, anular temporalmente el sitio del espectáculo para localizar en espacio y tiempo un lugar que no tiene cabida en ese esquema.
La primera parte utiliza un campo de fútbol, un espacio hiperdefinido por y para el espectáculo, cuya iluminación descriptiva presenta el sujeto de su atención como el único existente. Concretamente se trata de una intervención temporal en el esquema de iluminación del Estadio del Sardinero mediante la sustracción de una de sus torres de iluminación. Es uno de los pocos estadios en España cuya iluminación depende únicamente de cuatro grupos cardinales de luz frente a otros que disponen de iluminación perimetral. Esto hace que al sustraer uno de ellos el desequilibrio lumínico sea más patente. De carácter más simbólico, esta fase produce una falla inicial en el sistema espectacular.
La segunda fase es la principal y da titulo al proyecto. En ella se concede presencia temporal a un espacio natural ajeno al circuito, utilizando su mismo lenguaje. Reclama la existencia como objeto de lo que hemos denominado, desierto.
Esta instalación se lleva a cabo en la última selva de España y una de las últimas de Europa. Situada en el norte de Navarra, la Selva de Irati. Consiste en la instalación temporal de una torre de iluminación en un bosque de hayas de dicha localización. La intención es introducir un dispositivo puntual de iluminación generando una dislocación del circuito. Este proyecto estudia el potencial transformador que esconden pequeñas alteraciones sobre un esquema instaurado. En Twilight la representación es insuficiente, debe trasladarse y presentar el lugar. El último paisaje es el paisaje mismo. “Carlos Irijalba y las luces en la selva”
El grito en la oscuridad puede hacer referencia a una película, o el grito de sorpresa emitido por un búho cegado (del recóndito valle de Aezkoa ) al ver en pleno funcionamiento la instalación de Carlos Irijalba, flamante vencedor del Certamen Fotográfico Purificación García 2009.
Y si su objetivo era denunciar la intromisión de las nuevas tecnologías en entornos no degradados por la mano humana, lo ha conseguido. Y todo gracias a la ayuda graciosamente concedida por la Fundación Marcelino Botín de Santander.
El efecto es la perplejidad que produce en cualquier espectador sensible a la naturaleza el ver un foco de estadio de fútbol en el mayor bosque de hayas de Europa. Y el resultado son fotos iluminadas de una zona silenciosa y que ahora grita en plena luz artificial volver a su estado primigenio.
Ramuntcho Robles Quevedo