474 Zenbakia 2009-02-20 / 2009-02-27
La acumulación de sedimentos conforma un cúmulo de pequeñas islas planas cubiertas de plantaciones de herbáceas y moluscos propios de este hábitat, los cuales quedan cubiertos por el mar cuando sube la marea. En la zona de la playa, la arena que trae el mar y el viento que se adentra formaron dunas protegidas de la marea (el resto, la playa misma, está fuera de este espacio). Las mencionadas dunas sufren una presión antrópica fuerte, debido a que es un arenal utilizado como zona de esparcimiento.
Todo el entorno del arenal está rodeado por zonas urbanísticas (relacionadas con la zona de esparcimiento), carreteras y plantas industriales (en una zona de la desembocadura, rodeando las dunas, existen diversas refinerías). El espacio en sí y, sobre todo, las dunas, sufren las consecuencias de recibir un número elevado de visitantes: pisoteo, allanado de tierra, etc. Las tierras son cuaternarias: arena procedente del mar y limos de la ría
Durante el verano, teniendo en cuenta que está muy cerca de Bilbao, la playa de la Arena se llena de visitantes, y éstos, sin saberlo, producen una gran presión sobre los arenales de la costa. Así, pisan directamente la arena al andar, y las infraestructuras que se construyen en el supuesto hábitat de la zona producen aún más daños. Aunque estas condiciones adversas son muy significativas, en el espacio justo en torno a la ría del Barbadun podemos encontrar en la playa numerosa vegetación típica de este tipo de ecosistemas. En zonas donde la influencia del mar es grande, suele haber más humedad, salinidad y elementos orgánicos. Es por ello que las especies del límite entre la playa y las dunas se sitúan allí, por ejemplo, la Cakile maritima y la Salsona kali.
En las zonas protegidas, donde las dunas toman forma, hay muchas especies propias de entornos costeros, como son la Ammophila arenaria, el Elymus farctus, la Calystegia soldanella o la Euphorbia paralias. Aún así, debemos subrayar que aparecen dos especies exclusivas de estos arenales, pues hasta ahora, en Euskal Herria, sólo las hemos podido encontrar en las dunas de la playa de la Arena: la Barlia robertiana (orquídea mediterránea que aparece en el enclave puntualmente) y el Limonium Ovalifolium (más frecuente y extendido en el límite entre las dunas y la marisma y que aparece en las dos orillas de la desembocadura). Vegetación de interés especial
Dentro del arenal podemos observar dos hábitats totalmente diferentes con un gran interés ecológico. Por una parte está el arenal de la parte delantera de la playa, el cual todavía reúne a un gran número de características de las especies propias en estos entornos: la Ammophilia arenaria, la subespecie arundinacea, el Elymus farctus, la subespecie boreali-atlanticus, la Euphorbia paralias, la Asperula occidentalis, la Calystegia soldanella, la Aetheorhiza bulbosa, etc. También se hace mención de otras especies desde hace tiempo, aunque no se ha constatado su existencia desde tiempo atrás. Seguramente habrán desaparecido como consecuencia de los cambios habidos en el entorno.
La marisma del río Barbadun posee una buena muestra de comunidades y especies propias del entorno, empezando por las que se instalan en terrenos húmedos de salinidad variable o agua salada y acabando con aquellas que son cubiertas a diario por el mar: carrizales y juncales de las especies Juncus maritimus, la Sarcocornia sp. o el matorral halófilo donde prima la especie Halimione, la vegetación anual donde sobresale la especie salicornia sp., comunidades de la especie Spartina,... Como parte negativa mencionaremos la contaminación de las aguas y la acumulación de residuos, tanto los procedentes de la ría como los que trae la marea.
Entre las especies que hay, enumeramos las siguientes: la Sarcocornia perennis, la Sarcocornia fruticosa, la Salicornia ramosissima, la Armeria maritima, la subespecie miscella, la Saueda maritima, el Limonium vulgare, la subespecie Serotinum, la Puccinellia maritima, el Halimione portulacoides, la Inula crithmoides, la Spartina maritima, etc.
Al lado de Pobeña, la roca de piedra caliza que hay en la desembocadura muestra una vegetación original de la zona. Es una pequeña muestra de encinar cantábrico que incluye el lentisco (Pistacia lentiscus). Fauna de interés especial
Las zonas de estos humedales (marisma/carrizal) reúnen a un gran número de especies de avifauna que hacen su parada migratoria o invernan allí.
Son aves relacionadas con el entorno acuático, vegetación y limos que crecen en las orillas. Además, otras especies crecen y viven allí durante todo el año. Es el caso del pato salvaje (Anas platyrhynchos), el rascón (Rallus aquaticus), la focha común (Fulica atra) y el carricero común (Acrocephalus scirpaeus). Entre las que se pueden ver durante alguna de las estaciones están las siguientes: la garza real (Ardea cinerea), el porrón común (Aythya ferina), el ánade friso (Anas strepera), el ánade rabudo (Anas acuta), la cerceta común (Anas crecca), la cerceta carretona (Anas querquedula), el ánsar común (Anser anser), el calamón (Gallinula chloropus), etc., así como un gran número de especies que viven en los limos: el correlimos menudo, el correlimos común o chorlito, el andarríos, el archibebe...
En esta ría se han inventariado el 95% de las especies de la avifauna que descansan en los estuarios de Euskal Herria. El estuario del Barbadun
En el estuario, concretamente en la zona de Pobeña, las marismas se unen a una ensenada donde desemboca un riachuelo. Están bien conservadas y en ellas, junto con las de Urdaibai, es donde se desarrollan las zonas más amplias de fanerógamos en Bizkaia. Este tipo de planta aparece entre el mar y la tierra y necesita de un terreno muy estable para echar raíces. Es por ello por lo que crece en las zonas resguardadas de los estuarios. Hay que decir que en las zonas no resguardadas el fondo es de arena y roca, ya que la corriente se lleva las partículas más finas. En la parte de Pobeña la forma de la marisma está transformada: hoy en día un muro separa la marisma del río y del estuario y el agua le llega por debajo de un puente. El camino que va por encima del muro conduce a la ermita de Santa María Auxiliadora, hasta una roca que antaño fue isla. La zona de marisma que había entre el otro lado de la roca y el acantilado está enterrada y encima hay un aparcamiento y una residencia con vistas al mar.
El de La Arena es un estuario donde el plancton sufre una gran variación en la salinidad. Durante el verano, como el río lleva menos caudal, se pueden ver mareas rojas debido a que se llena de algas dinoflageladas que se multiplican sin parar. Hasta la fecha las mareas rojas no han sido tóxicas.
En el fango que hay entre el cauce central del estuario y la zona seca existen un sinfín de cangrejos (grillos de mar), utilizados como cebo por los pescadores. Cuando baja la marea, se pueden apreciar los agujeros hechos por los cangrejos para poder esconderse.
Se vio la típica mezcla que se da en los estuarios: prima la Hediste diversicolor con la Scrobicularia plana, junto con la pareja Peringia ulvae-Cerastoderma edule.