457 Zenbakia 2008-10-17 / 2008-10-24
Proviene de una familia de origen vasco oriunda de Portugalete, en la Provincia de Bizkaia, situada en la margen izquierda del río Nervión. El pueblo fue fundado en 1322 por María Díaz de Haro, y se dedicó siempre a la actividad comercial, transporte de mercaderías y pesca. A fines del siglo XIX se construyó el puente colgante que hoy caracteriza a la ciudad, que fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Sus abuelos se establecieron primero en Uruguay, y posteriormente en la Provincia de Córdoba, en la República Argentina. Como una suerte de mandato familiar, los Vizcaya estudiaban para farmacéuticos, y este era el rubro en el que muchos se desempeñaron.
Por lo tanto, fue la actividad que desarrolló Ricardo Ignacio Vizcaya, un hombre orgulloso de su origen vasco, que se casó con Margarita Nícoli —Titi—, una hija de inmigrantes italianos que vivían en Chañar Ladeado, Provincia de Santa Fe. En Córdoba nacieron las dos hijas del matrimonio: Maytena en Corral de Bustos, y Mertxe en Marcos Juárez, a quien debió inscribir como María de las Mercedes porque no lo dejaron inscribirla en euskara.
A principios de la década del los 60 vinieron a la Provincia del Chaco, porque vislumbraron mejores condiciones. Su padre trabajaba de Visitador Médico y estudiaba abogacía, llevando sus libros en sus viajes al interior y rindiendo libre las materias. Una vez egresado ejerció la profesión en forma independiente, pero también se desempeñó en el Poder Judicial: fue Fiscal Penal en la localidad de Villa Ángela y Juez del Trabajo en la ciudad de Resistencia. Pero además, poseía una gran inclinación artística hacia la pintura, que evidentemente heredaría su hija menor.
Mertxe en su infancia.
Mertxe realizó sus estudios primarios en la Escuela de Niñas N.° 2 ‘Raúl B. Díaz’, y los secundarios en el Colegio Nacional ‘José María Paz’. Vivió la cultura en su casa. Recuerda los momentos especiales que pasaba escuchando las conversaciones de su papá con su tío Pancho —el más joven de los tres hermanos Vizcaya—, que despertaban en ella verdadera fascinación. Y fue justamente ese tío quien la introdujo a la literatura, regalándole libros de Henry Miller, Franz Kafka, Miguel Hernández, Isidoro Blastein, Adolfo Bioy Cazares y Jorge Luis Borges, entre otros.
La influencia paterna inclinó su vocación hacia la abogacía. Estudió y egresó de la Universidad Nacional del Nordeste. Pero aun antes de recibirse, rindió un concurso de ingreso al Poder Judicial del Chaco y comenzó a trabajar en el Juzgado de Paz de Barranqueras. Primero lo hizo en el cargo de Escribiente, luego fue Escribiente Mayor, dirigió y redactó el Boletín del Poder Judicial de la Provincia, hasta que llegó al cargo que hoy ocupa de Directora de Legislación y Jurisprudencia, y con 32 años de servicio en la Justicia chaqueña.
Si bien siempre se interesó por la pintura, su inicio fehaciente se debe a un amigo:
‘En el Poder Judicial conocí al Dr. Fernando Varela, una persona muy instruida que hablaba inglés y francés, que leía de arte y hablábamos a diario sobre pintura. A él le comenté mis inquietudes y las ganas que tenía de estudiar. Así que vino un día y me dijo: ‘mañana empezás en el taller de Artes Visuales porque te inscribí’.
En el Taller de Artes Visuales de la Universidad Nacional del Nordeste estudió durante cuatro años, y entre sus maestros recuerda a Susana Geraldi, Oscar Sánchez Kely, y Rodolfo Schenonne. Ellos mismos fueron quienes la incentivaron a exponer sus trabajos y participar de concursos, comenzando con el Salón de Charata donde obtuvo el primer premio como estudiante. Más tarde se presentó al Salón del Museo ‘Timoteo Navarro’ de Tucumán, siendo nuevamente galardonada. Considera esta distinción como un aporte importante para su afianzamiento como artista.
Con su padre en su recepción.
Luego siguieron otros premios, entre los que vale nombrar: Mención Especial “Dante Alighieri” en el XXXI Salón de Tucumán para el Ámbito Nacional de Pintura, Finalista del Primer Salón Municipal de la Provincia de Corrientes, y fue distinguida por la Comisión del V Salón Nacional Fraternitas de Rosario.
También considera importante exponer sus obras:
‘Una exposición es el fruto de un trabajo sistemático, el cierre de una etapa que configura una producción. Es como abrir las puertas de tu casa luego de un tiempo que ha estado cerrada. Además, las muestras te aportan el poder comunicarte con la gente, y despierta tu imaginación las opiniones que dan sobre tu trabajo, lo que provoca en los demás. Así es común que encuentren en cada pintura cosas que uno ni tuvo intención de poner o decir. La gente hace su propia lectura.’
Sus obras fueron presentadas en forma colectiva e individual en distintos salones, museos y ciudades: Galería de Artes “Artistas y Artesanos” de Resistencia, Centro Cultural Nordeste en adhesión al V Concurso Nacional de Esculturas en Madera, Museo Provincial de Bellas Artes del Chaco, Club del Progreso: Primer Encuentro de Artistas Populares de la Provincia del Chaco, Muestra del “TANGO” en Centro Cultural Nordeste, Centro Cultural“Leopoldo Marechal” con motivo del Día Internacional de la Mujer, Primera Muestra Regional de Artes Plásticas “Mercosur 98” (Argentina, Brasil y Paraguay), Muestra de Pintura y Escultura "Buenos Aires Tango", V Bienal Internacional de Acuarela en México, Palais de Glace- Salón Fundación Banco Nación, Museo de Bellas Artes de Tucumán “Timoteo Navarro”, Centro Cultural Misiones, Tel Aviv 2007, etc. Esta última fue una serie de 25 trabajos titulada ‘Enredos’, donde expresa en una referencia simbólica las tramas, tejidos, uniones y desencuentros de la vida, temática que sigue trabajando y explorando pero desde otros lugares.
Sus pinturas son adquiridas en las exposiciones, tanto por coleccionistas de arte como por particulares que lo hacen por placer estético. Ella se manifiesta halagada por esto, pues va más allá de un mero detalle económico. Entiende que quien compra una obra suya la elige de alguna forma a ella, y se deleita por su pintura. Disfruta cuando va a algún lado y se encuentra con un trabajo que adorna una sala. Esto es un incentivo para seguir produciendo. Nos cuenta:
‘Soy una ferviente trabajadora, y siempre estoy buscando formas y colores y siendo fiel a mis pasos, a mi línea, no me fijo para nada en lo que ‘está de moda’ o en las últimas tendencias. No estoy pendiente por ejemplo de lo que se muestra en la Bienal en San Pablo, o lo que se premia en los Salones, ni lo que vendió en Arte BA este año. Siempre hago exclusivamente lo que siento. Soy fiel a mi desarrollo, marco mi propio camino, lo que mi necesidad o mis ganas me indican. Picasso decía: ‘si la inspiración viene, que me encuentre trabajando’, y es una gran verdad. Eso de las musas es relativo. A veces te evitan o te abandonan sin reparos. No ocurre que vos entras a tu taller y las musas aparecen, te invitan y agarran tu mano y se produce el milagro creativo. No, las musas se presentan en tantos las tentás trabajando. Creo que el crecimiento es producto de la constancia, del trabajo diario. Como dijo Goethe, ‘Lo que puedas hacer o soñar, ponte a hacerlo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia.’
Reunión del grupo.
Mertxe menciona a Roldolfo Schenonne como su maestro, más que a otros. Con él pasó los últimos años de estudiante, y estableció una relación afectiva de profesor a alumno, de maestro a discípulo. El le enseñó muchísimo, se brindó a ella con generosidad, y tal vez sea una de las pocas alumnas que sigue sus pasos en la técnica de la acuarela. Además de ser Schenonne un referente como artista, valora el trabajo de los chaqueños Juan Stegmayer, Ronaldo Sa Fleytas, Beatríz Moreiro, Milo Locket.
Mertxe en París, junto al Sena.
Ha hecho también ilustraciones, como la del libro ‘Fulgores’ del poeta chaqueño Bosquín Ortega, ‘La Tusca’ de Carancho Ramirez, ‘La gracias de Dios’ y ‘Gracias a mi madre’ de Diógenes Flores Garcete. Además los Programa de mano, la escenografíay difusión de distintas obras teatrales: la Opera Prima ‘Balada de mi Primera Novia’, ‘La Fatal’, ‘Do Re Mi Solfa’, y “El caminante”, presentadas por el grupo ‘Asociación y Lícita (Abogados en Escena)’cuyo elenco integra. Porque el teatro es, además, una de sus pasiones, pero algo que realiza en forma grupal, junto a otros actores y directores, con distintos códigos comunicativos.
Pero sin lugar a dudas, su vida es la pintura. Sostiene que es una ‘pintora orgánica’, porque lo hace de la misma forma en que respira o toma agua, viviendo el arte como algo esencial, vital y necesario. Es respetuosa del arte, y para ser artista sostiene que hay que trabajar. Y para ello tiene su taller, su lugar íntimo, vedado y restringido hasta para la familia.
Ella ve al futuro como la mejor etapa de su vida. A eso apuesta: a lo que vendrá. El pasado ya fue juzgado, por ella misma y la sociedad. Por eso lo que viene representa el riesgo, lo desconocido, el desafío. Allí está lo que la moviliza. Nos dice:
‘El arte es eso: búsqueda, riesgo, desafíos, curiosidad. Es no resignarse ni abandonarse a las circunstancias. La muerte es azarosa, pero el arte es vida, es ir a un continuo encuentro. Es una rebelión contra el destino, una fuerza que se opone a la muerte. La Divina Comedia habla de un lugar, en donde los castigados no podían esperar nada, ni el dolor ni el placer, ni lo malo ni lo bueno, y ese según Dante, era el peor lugar del infierno.’
Además de artista es militante del arte; y esto lo demostró en la fundación del Grupo Trazos, junto a otros reconocidos plásticos del medio.
Mertxe es vasca desde el apellido. Argentina y chaqueña; pero de estirpe vasca. Estuvo en Euskadi y sintió vergüenza no poder expresarse en euskara. Pero de vasca tiene más que el nombre de uno de los siete territorios históricos. Tiene el temple y la fuerza. La voluntad de avanzar y de crecer. La vista puesta siempre en el futuro pero orgullosa de su pasado. Se manifiesta con el arte, con la plástica, y tiene en este ámbito el reconocimiento que se merece. Seguirá el camino que le trazara su padre, quizás sin que ella se diera cuenta, porque era una niña y él se fue siendo joven. Ella seguirá porque tiene el espíritu de un gudari.
Familia actual: madre, hermana, cuñado y sobrinos.