438 Zenbakia 2008-05-02 / 2008-05-09
Su presencia numérica en relación al conjunto de extranjeros, sus características especiales, aún presentes hoy día, la pervivencia de los viejos modelos de relación y sociabilidad después de cien años de independencia, la fácil asimilación de las nuevas políticas mercantiles, y principalmente, la notable impronta que dejaron en sectores muy concretos y de alto valor estratégico en la economía y sociedad mexicana, especialmente en la industria y el comercio, hacen de este grupo étnico-cultural merecedor de un estudio general.
El inicio de la Insurgencia en 1810 significó la ruptura con un tiempo pasado en el que las relaciones entre súbditos y colonia estaban forjadas por el dominio colonial. Si la presencia vasca en los treinta años anteriores fue de gran importancia al controlar prácticamente el Consulado de México e importantes figuras de la política habían sido originarios del País Vasco y Navarra, con el “Grito a Dolores”, el papel que tocó jugar a los descendientes de los vascos fue trascendental para el futuro de México. La presencia vasca procedente de Euskal Herria –término utilizado en todo momento con carácter étnico-cultural– a pesar de su escaso número jugó un papel prioritario en el desarrollo económico de México. Creemos oportuno reclamar un espacio propio dentro de la historiografía tanto española como francesa y mexicana, ya que los emigrados allí asentados, además de su condición francesa o española actuaron anteponiendo su condición étnica a la hora de emprender nuevos negocios o de contraer matrimonio. El interés de la historiografía, tanto española como vasca, se ha centrado fundamentalmente en el estudio de la emigración en masa a las nuevas repúblicas del Cono Sur americanas y en menor medida a la presencia española en México. Así pues, si minoritaria es la producción de títulos con protagonista español, mucho menor es en el caso vasco, y qué decir de la vascofrancesa que es inexistente. La posible razón de esta realidad se debe a la confluencia de varios factores como son el mayor interés por la presencia vasca en México durante la colonia –al ser el destino prioritario de los vascos–, el reducido número de vascos que emigraron a México durante el siglo XIX y un mayor interés por el estudio del exilio vasco nacionalista a América, tras la guerra civil de 1936-39.
Respecto al número de vascos que emigraron a México a lo largo del siglo XIX no tenemos cifras concluyentes aunque sí sabemos que durante la Colonia y a lo largo del período que nos ocupa, el flujo inmigratorio desde Euskal Herria fue constante pero muy minoritario, razón por la cual resulta aún más interesante el estudio de este colectivo en tierras mexicanas. Los datos sobre población disponibles para la mayor parte del siglo XIX son heterogéneos y contradictorios, y el manejo de las cifras se torna aún más complicado cuando se trata del estudio de los movimientos migratorios.
El vasco es un emigrante “privilegiado” no por arte de prerrogativas, sino por alcanzar posiciones aventajadas. La expresión no dejará de suscitar comentarios, pero los hechos referidos resultan elocuentes. Un marco legal que propició su ascenso, fundamentalmente durante el régimen de Porfirio Díaz, el ejercicio de destrezas y de habilidades para entablar conexiones personales, una disciplina cuasi monástica durante los largos años de aprendizaje y dedicación a su patrón, y una cualificación técnica superior al resto de los peninsulares, principalmente durante los últimos años del porfiriato, colocaron a los vascos en posiciones privilegiadas para poder alcanzar el éxito económico y social.
La estructura de este libro se fundamenta en tres partes significativamente diferentes: la primera es un análisis profundo del grupo desde distintas perspectivas en donde se presenta por primera vez la emigración vasca a México desde su inicio en Euskal Herria, mostrando elementos culturales e históricos en base a un criterio “cronovital” en el que van de la mano la sucesión de los acontecimientos y las experiencias vitales del joven emigrante.
La segunda fase es de marcado signo económico. En primer lugar se muestra el papel jugado por los vascos en la economía mexicana desde finales de la colonia hasta mediados de siglo XIX en el conjunto del país, observándose cómo los acontecimientos históricos fueron modelando al comerciante vasco hasta derivar en un personaje que navega entre dos mares: la continuidad en el ejercicio de sus labores comerciales y crediticias, como habían estado realizando durante la colonia y, por otro lado, la asimilación de nuevas fórmulas de relación entre las fuerzas productivas cercanas al eminente capitalismo liberal de finales de siglo. Durante esta segunda mitad los vascos van a ser un elemento fundamental en el desarrollo económico de México. Es por ello que nos ocupemos de los vascos en los distintos espacios geográficos y profesionales a lo largo de la república haciendo especial hincapié en cuatro regiones mexicanas en donde esta presencia ha sido más determinante y notoria. Aunque limitado por lo fragmentario de las fuentes, se ha procurado integrar datos económicos, información sobre las casas comerciales más importantes y materiales biográficos de los hombres de negocios vascos radicados en la república más destacados.
La tercera y última parte es un registro inédito en el que se identifica a cerca de 5.000 vascos, tanto del estado español como francés, que a lo largo del periodo 1810-1910 emigraron a México.
Todos estos datos que se exponen por primera vez son el fruto de una búsqueda minuciosa en más de una treintena de archivos y en cientos de libros y artículos en los que hemos expurgado. No solo nos hemos conformado con identificarlos sino que también aportamos datos significativos de su procedencia, profesión, residencia y datación de su periplo mexicano. Como conclusión, podemos decir que el estudio de los vascos en el México finisecular puede parecer a primera vista un ejemplo de “microhistoria” por su relativa presencia humana en este país americano, pero sin embargo es un vehículo de conocimiento de un vasto universo social que trasciende el mero análisis demográfico para profundizar en las múltiples dimensiones humanas y económicas de un colectivo como éste, tan importante en la historia de México.