A vueltas con el empleo A vueltas con el empleo Esperanza Molina Resulta harto comprometido a estas alturas intentar decir algo nuevo sobre el empleo ya que desde hace más de 10 años se ha producido un discurso público y privado repetitivo, circular, plagado de tópicos y sloganes que ha producido cantidades ingentes de bibliografía. Pero el problema sigue ahí, modificando relaciones sociales ideológicas e instituciones y haciendo cada día más débil la libertad individual y retrocediendo en la cota de democracia y fuerza civil. Los poderes públicos, financiados con los impuestos que pagan los ciudadanos, no parecen muy eficaces a la hora de enfrentarse al problema del paro que afecta como sabemos a 20 millones de europeos, sin contar los 2000 millones en el resto del mundo.Programas de formación, costosísimos y escasamente eficaces. Programas de autoempleo con subvenciones que no consiguen en la mayoría de los casos supervivencias superiores a los tres años etc. A lo largo de estos penosos más de diez años, no se ha demostrado que estas medidas, en teoría incentivadoras de contratación, hayan dado resultado. Sin embargo han constituido una carga insoportable para la sociedad porque se han invertido cantidades ingentes de dinero público, sin resultados convincentes y sobre todo por qué han descapitalizado a la Seguridad Social. Los déficits, agujeros (o como quiera llamarse), que minan la pervivencia de la Seguridad Social no se deben tanto a la escasa natalidad, como a la descomunal deuda que la Empresas tienen contraida con las misma y a las numerosas "medidas de fomento a la contratación" que consisten mayoritariamente en la exención de cuotas patronales. Volviendo al tema de la natalidad, tan traído y llevado, conviene recordar que en los años duros del paro se insistía machaconamente en que eran consecuencia del "baby boom" de los 60. ¿Chocante verdad? También conviene recordar que no se ingresan cuotas en la Seguridad Social por el mero hecho de nacer, sino porel de trabajar con contrato. En cuanto a la regulación y consecuente reducción de la jornada laboral (tan traido y llevado en estos días) como instrumento válido para la creación de empleo, sin desmentir esta convicción, cabe hacer algunas puntualizaciones. Por ejemplo, que el tema es muy antiguo. Pasando por alto los primeros intentos serios de regular la jornada laboral en nuestro país, como consecuencia de los movimientos obreros de principios de siglo ( ), destacaremos como muy notable el Decreto firmado por Don Manuel Azaña y publicado en la Gaceta del día 10 de Julio de 1.936 convocando una Conferencia Nacional con intervención de todos los agentes sociales para estudiar la reducción de la Jornada Laboral como medio para paliar los efectos del paro, insostenible en nuestro país. La guerra civil del 36 impidió obviamente la celebración de esta Conferencia. La lectura de este decreto es altamente recomendable, especialmente su preámbulo, por la actualidad de sus racionamientos y de su lenguaje. Sobre todo por ayudarnos a reflexionar con rigor y realismo sobre este no resuelto problema del paro. La reducción de la jornada laboral, tiene sentido no solamente porque puede ser un instrumento que facilite la creación de empleo, como ya se ha dicho anteriormente sino muy principalmente porque los medios de producción cada vez son más eficientes ( ). No se puede obviar, aunque sea simplemente mencionándolo la importancia que tiene en la actualidad, la mundialización de la economía. Solo señalar que el capital (mercados continuos, paraísos fiscales, el capital como producto) y la pobreza (más de 2.500 millones de seres humanos) son verdaderamente globales. Ante la dificultad de predecir el futuro parece razonable, al menos, señalar los puntos fuertes del panorama sociopolítico actual: Las megápolis y el fenómeno progresivo de urbanización salvaje del planeta (México, N. Delhi, N. York, Tokio, Rio, etc) Fertilidad incontrolada con la consiguiente explosión demográfica.Cuando hablamos del descenso de la natalidad; nos referimos exclusivamente a las poblaciones blancas del primer mundo. Incesantes desplazamientos de poblaciones, normalmente en el sentido Sur Norte y Este Oeste. Mestizaje cultural y étnico como consecuencia de lo anterior. Debilitamiento de los poderes públicos y fortalecimiento de los poderes privados, que superan a los Estados en riqueza y poder. Retroceso del pensamiento ante la potencia de los medios de comunicación que deciden e imponen las normas de lo que es social y políticamente correcto. Ya sé que esta relación es incompleta. Que podrían añadirse algunas cosas más, pero difícilmente podría suprimirse nada de lo expuesto. Inevitablemente hay que volver sobre algo señalado con anterioridad. Por ejemplo sobre lo difícil que es decir algo nuevo sobre el empleo porque siempre acabamos atrapados en el discurso circular donde se repiten machaconamente sloganes como: Formación, Autoempleo, Flexibilidad, Competitividad, Reparto del empleo, y finalmente una llamada a la imaginación ( ). Recurriendo a la experiencia acumulada a lo largo del siglo XX, observamos que las grandes crisis económicas con su secuela de paro generalizado, se han resuelto mayoritariamente con la actuación decisiva de los Poderes Públicos (New Deal de Roosvelt, o el Plan Marshall en la Europa de posguerra). No me refiero a las tareas controladoras, normativas y fiscalizadoras del Estado sino a su papel redistributivo y sobre todo a las INVERSIONES, ya que pienso que en ellas puede estar una de las claves del futuro, y no solamente respecto al empleo en nuestro país. El empleo, que convendría distinguir del trabajo, tiene una dimensión y una trascendencia para la mayoría de los ciudadanos que excede los objetivos y los planteamientos de la empresa y del capital privado. Porque como dice Marcos Peña "... es entre nosotros el instrumento, en realidad el único, de corporación social, de socialización; con trabajo somos sociedad y participamosdel proyecto social. Sin trabajo estamos al margen de la sociedad....Se nos expropia violentamente del derecho de ciudadanía" ( ). Recordemos que casi 3.000 millones de personas en el mundo. 18 millones en la U.E y más de 2 millones es España están excluidos de la sociedad. Estas magnitudes nos llevan al convencimiento de que la plaga del desempleo es una verdadera cuestión de estado y los dirigentes públicos no pueden mirar para otro lado haciendo dejación de su responsabilidad. El tiempo ha caído inevitablemente sobre el conocido y ampliamente citado Libro Blanco de Delors y su exitoso término, Yacimientos de Empleo, en el que se señalan como tales los empleos y ocupaciones generados por la implantación y desarrollo del Estado de Bienestar. Bueno, esto es válido tiene su importancia, sobre todo porque dá oportunidades a las personas con niveles de formación media baja. Pero ¿qué pasa con los numerosos titulados universitarios que se subemplean o que prolongan casi indefinidamente su dependencia familiar, con su secuela de inmadurez social y personal, acumulando títulos de postgrado o segundas carreras? En el trabajo, cada vez tiene menos importancia, la fuerza física y más el pensamiento. La resolución de problemas, la creación de prototipos y la anticipación en aproximadamente una media de diez años a la demanda del mercado. Y para ello es imprescindible contar con titulados, con expertos. En definitiva, con Investigación, Pensamiento y Ciencia. El trabajo en los países del primer mundo, es sobre todo trabajo de calidad, trabajo muy selectivo. Cuanta más calidad, más complejidad y más abstracción, mayor prestigio. El prestigio para un país o para una sociedad es Marca. Es Imagen. Es Marketing, en definitiva mayor prosperidad. Solamente un inciso para recordar que España en los años 50 60 exportaba emigrantes sin cualificar. Mano de obra barata. En la época de los 80, los mejores titulados, los universitarios más prestigiosos, constituyen el grueso de las personasque salen de nuestro país con un contrato. Estos titulados, estos profesionales se marchan no sólo buscando mejores retribuciones, que por supuesto también, sino laboratorios, departamentos, hospitales, oficinas de patentes, grandes institutos de investigación. En definitiva buscando posibilidades de desarrollo y creación. De prestigio y reconocimiento social. A mí me parece muy bien que el sector privado invierta en I+D (ya me gustaría, ya) pero la I+D, no es posible sin la I. Es necesario, casi diría urgente e imprescindible, considerar la Alta Investigación Básica como instrumento de empleo y desarrollo. La investigación básica, es decir, la que "no sirve para nada" según el sentir general, es la única capaz de crear las bases de una sociedad dinámica, abierta al mundo, pero poco dependiente, respetada, admirada y con orgullo cívico. Con los pies puestos en el presente y los ojos puestos en el futuro. Un futuro que puede tener más o menos 25 años (una generación) de distancia. Y ¿quién puede hacer una inversión fuerte para rentabilizarla a largo plazo? Obviamente la Administración que, al contrario de la empresa privada, debe invertir en Bien Común. Desconozco si se ha calculado lo que supondría la demanda de material especializado y su consiguiente generación de empleo en cuanto a producción y comercialización. Se ha hablado en esta última década insistentemente de los yacimientos de empleo y de la necesidad de utilizar la imaginación. Y yo pregunto, ¿alguien ha imaginado los yacimientos de empleo ocultos en áreas tales como la genética, la biología, la nutrición, las comunicaciones, el medio ambiente, la salud, los cosméticos, el sector aeroespacial, la farmacología, la energía, las matemáticas, las lenguas, etc? Para extraer el máximo de estos yacimientos es necesario invertir. Invertir dinero público en inteligencia por medio de la educación. Invertir dinero público en definitiva porque los beneficios los recogerán posteriormente las empresas privadas con susprogramas de desarrollo y por supuesto ciudadanos. ¿Resultará más barato o al menos igual de costoso la creación de bien dotados Institutos de Investigación que los innumerables Planes de Formación y de Empleo realizados hasta el presente? Honestamente creo que no o que al menos debería tomarse en consideración y plantearse como una verdadera cuestión de Estado, la gran frontera de la ciencia para hacer realidad aquello de "Democracia es dar a cada uno lo que necesita, no lo que puede pagar" ( ). NOTAS 1) Gaceta.10 de Julio 1936. Pags 703 704. Decreto de 7 de Julio de 1936 (M. Triales). JORNADA LEGAL. Convoca Conferencia para el estudio de su reducción.( ) 2) FORD. Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid, 1919 (publicada en 1921). ( ) 3) GIARINI. "El dilema del empleo" Club de Roma (informe) 1998. ( ) 4) PEÑA. "El gigante dormido". El País: pag 12, 3 2 98. ( ) 5) JACKSON. "Civilización y barbarie en la Europa del siglo XX". Planeta 1997. ( ) Esperanza Molina Cubillo, Doctor en Filosofía y Letras. Antropóloga
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