42 Zenbakia 1999-07-16 / 1999-07-23

Gaiak

Las casas consistoriales de Bizkaia durante el Renacimiento

LEIS, Ana Isabel

Las casas consistoriales de Bizkaia durante el Renacimiento Las casas consistoriales de Bizkaia durante el Renacimiento Ana Isabel Leis Para la nueva imagen urbana que se inició en el Renacimiento, fue decisiva la continuación de la política edilicia que se venia desarrollando a partir de las Ordenanzas de los Reyes Católicos. En este contexto se enmarcan las leyes promulgadas en Toledo (1480) y Sevilla (1500), en las que se ordena la edificación de casas en las ciudades y villas para juntarse sus "ayuntamientos". Frente a la diversidad de construcciones que en épocas anteriores habían acogidos las reuniones del Concejo (casas particulares, portico de la Iglesia...) se intentaba, siguiendo los nuevos postulados culturales, la construcción de edificios funcionales y representativos. Tales aspectos eran tenidos en cuenta desde el momento de elegir el emplazamiento, generalmente presidiendo la Plaza pública. En Bizkaia ambas leyes afectaban a diecinueve villas y a la ciudad de Orduña, y casi la mitad de ellas erigió su primer consistorio en el siglo XVI. Las Casas Consistoriales edificadas en Bizkaia durante esta centuria adoptan las formas de palacio residencial y las dotan de unas características específicas hasta convertirlas en el protptipo de los ayuntamientos. Así, son construcciones de una o dos crujias, con amplia fachada y escaso fondo; su característica principal es su apertura al espacio urbano, la plaza, mediante un amplio soportal en arcos de medio punto. Este elemento, dispuesto a lo largo de toda la fachada ensancha la plaza a costa de la primera planta del edificio. En la segunda altura se abren una serie de vanos adintelados y en ocasiones el balcón concejil, más discreto en este centuria que en las posteriores. Es frecuente que la entrada principal y la escalera de acceso al segundo piso se encuentren lateralizadas. Los elementos emblemáticos, se situan en la fachada principal: son las alegorías y los escudos, normalmente pintados. De los elementos específicosdel ayuntamiento es imprescindible el salón de sesiones, donde se reunían el alcalde y la corporación. Además, no suelen faltar el archivo (Durango, Markina...), y la cárcel (Balmaseda, Lekeitio...). Menos frecuentes son las capillas (Durango), o las salas de armas (Bilbao, Lekeitio). También son habituales otras estancias poco corrientes en el resto de la Corona de Castilla pero presentes en los consistorios Aragoneses: la alhóndiga (Lekeitio, Balmaseda, Bilbao...) y el pósito de granos (Balmaseda, Durango...) La existencia de estas dependenciasse constata hasta bien entrado el siglo XIX. Dentro de estos edificios desaparecidos está la antigua casa consistorial de Balmaseda, erigida ya en 1528. Situada en la plazuala de la cárcel, funcionaba además como cárcel publica, alhóndiga y custodia de granos. En 1742, ante la falat de capital para terminar la nueva casa del concejo, la corporación tuvo que venderla. Para 1525 el primer consistorio de la villa de Lekeitio estaba concluido aunque no llegó a ver el final del siglo ya que desapareció en el incendio de 1595. Adosado a la muralla, disponía de soportal y servía tambien para alhóndiga y granero. La segunda casa concejil de la Villa marinera, se comenzó en 1596, con trazas de San Juan de Anitua o de maese Hernando de Busturia. Frente a las obras estaban el carpintero Pedro Aguirre y el cantero Domingo de Laxiar. Construido en sillería, mantiene el soportal y se adosa igualmente a la muralla. En el segundo suelo, el salón de sesiones ocupaba todo el espacio longitudinal del edificio, desde esta sala se accedía a la armería, sirviendo el resto a la cárcel. Fue sustituido por el actual en 1721. La primera Casa Consistorial de Bilbao se inició en 1535, dando frente a la plaza mayor. Su existencia fue breve, ya que desapareció con la riada de 1553. Hacia 1567 se finalizan las obras del segundo Consistorio de la Villa, en el que se aprovecharon el solar y los materiales del primer edificio. Al frente de la construcción seencontraban los maestros canteros Ortuño de Ugarte y Juan de Laríz. Servía además de alhóndiga, peso público, y custodia de armas y municiones. Una nueva avenida en 1593 se la llevó aguas abajo, por lo que el Regimiento tuvo que recurrir a locales privados y eclesiásticos para sus reuniones, hasta que en el siglo XVII levantó una nueva casa concejil. El primer Consistorio de Gernika edificado en 1545 sustituido en 1814 por el que proyectará Juan Bautista de Belaunzaran. La antigua casa del consejo de Plencia de 1562. Y, el primer Consistorio de Portugalete (1562 1714), son los tres edificios desaparecidos menos conocidos. De los Consistorios que han llegado hasta nuestros días el más antiguo es el de Markina Xemein. En la actualidad se presenta como un conjunto formado por la unión de dos edificios paralelos, cuyo frente miran a las calles Erdiko kalia y Guen Kalia respectivamente, cerrados transversalmente por la fachada principal. Este último elemento constituye el espacio original. Elevado en 1542 por el cantero Tomás de Urcaray y el carpintero Pedro de Andrino, su diseño se enmarca dentro del tipo que henos definido, pero con una variante, no mira a una plaza, sino a la calle Zihar Kalia. La causa fue el marco impuesto por la muralla que imposibilitó un solar más adecuado. Por su repercusión sobre esta fachada cabe señalar la sustitución de los pies derechos de madera que soportan el salón de sesiones por robustas columnas de piedra, obra llevada a cabo entre 1636 48. De las ocho columnas toscanas, se inició la serie con la más próxima a Erdiko Kale, obra del maestro San Juan de Urizarzabala. Las restantes se deben a dos artífices, Juan de Basaybar, que realizó las cinco con el énfasis más marcado y Sebastian de Lexardi, que intervino en las tres cuyo fuste carece de abombamiento central. Estas ultimas con capiteles historiados: las columnas de hercules y la inscripción "PLUS ULTRA", en memoria del triunfo del Emperador Carlos V. La Casa Consistorial de Durango: En 1570 los maestros Bernabé de Solano, Martín de Urquiza y Martin de Zabala se adjudicaron la cantería, según traza de Pedro de Mazaga, maestro cantero. Este mismo año, por iniciativa de los contratistas, se redactan nuevas condiciones con trazas de maese Martín de Ibarguen. A la entrega de la cantería en 1576 dió comienzo un largo pleito entre el concejo y los canteros por el valor de la misma. Este hecho provocó el abandono de la obra hasta 1580, año en que San Juan de Anitua, maestro carpintero, se hizo cargo de la carpintería. En 1682 la Real Chancillería de Valladolid falló a favor de los canteros y el capital disponible fue utilizado para pagar el pleito y la deuda. El edificio no se concluyó hasta 1589. Cabe destacar que el tracista Martin de Ibargüen, trabajó en el Monasterio del Escorial desde 1567, aún así, no dejan de sorprender lo avanzado de sus planteamientos para la época (pórtico clasicista), sólo posibles de la mano de un maestro capaz y conocedor del nuevo estilo. La reforma de 1770, alteró de forma notable el lenguaje arquitectónico del siglo XVI. Las obras rematadas en Juan Ignazio de Urquiza consistieron en administrar cinco balcones, esculpir en la fachada las armas y trofeos de la Villa y, engalanar el piso alto con una serie de pinturas rococos obra del pintor Ignacio de Zumárraga, vecino de Bilbao. Tras la Guerra Civil, la reedificación y ampliación llevada a cabo ante el estado ruinoso del edificio, contribuyó igualmente a distorsionar su imagen. Se amplio el Consistorio siguiendo la traza del viejo edificio, del que sólo se aprovecho la planta del antiguo soportal. Mención aparte merece la Torre del Concejo de la ciudad de Orduña, ya que no fue construida expresamente para consistorio, sino que aprovecha una construcción municipal previa. Como ocurre con otras de la Corona de Castilla (Los antiguos consistorios de Burgos, Aranda de Duero...), formaba parte del amurallamiento de las ciudades, empleándose sin llevar a cabo en ella grandesobras de adptación. Se trata de abrir una puerta hacia el interior de la ciudad y construir una escalera para acceder a los pisos superiores donde se celebran los ayuntamientos, y se sitúa el archivo. El inferior y los sótanos servían de cárcel, mientras que en el último piso se disponía una habitación con una galería abierta para el vigilante. En Orduña, englobada en la actual Casa de Ayuntamiento, la torre sirvió en el siglo XVI como archivo, cárcel, habitaciones del carcelero y acogió las reuniones del concejo hasta que en 1547 estas se trasladan a un edificio anejo. En el solar de este último se levantó el actual Consistorio en 1773. Ana Isabel Leis, Licenciada en Historia