350 Zenbakia 2006-06-02 / 2006-06-09

Elkarrizketa

Gregorio Monreal. Catedrático de Historia del Derecho: Cuando Zapatero dice que no existe el derecho a la autoderminación es sólo una frase de un político que expresa su voluntad respecto del reconocimiento de tal derecho en España, pero nada más

VELEZ DE MENDIZABAL ETXABE, Zuriñe

VELEZ DE MENDIZABAL ETXABE, Zuriñe

Gregorio Monreal es Catedrático de Historia del Derecho en la Universidad Pública de Navarra y conocido en diferentes ámbitos profesionales: ex-rector del la UPV, profesor en diversas Universidades y ex-presidente de Eusko Ikaskuntza, entre otros. Lleva unos meses trabajando en la Universidad de Nevada de Reno en el Centro de Estudios Vascos, merced a la beca que lleva el nombre de William A. Douglass, habiendo sido el primero en recibir esta ayuda.

¿Qué significa para Vd. ser primer “Distinguished Scholarship William A. Douglass”?

Una satisfacción grande. Por estar trabajando un año bajo el paraguas del CBS, institución por la que tengo la más grande estima, y por ocupar esta cátedra que lleva el nombre de una persona a la que estimo mucho intelectual y personalmente.

Vd. es catedrático de Historia del Derecho. Y ha sido político – senador en la Cámara Alta española. Vamos a hacer un pequeño recorrido sobre términos últimamente con frecuencia utilizados. ¿Qué es la cosoberanía? ¿Y lo de identidades compartidas? ¿Qué debemos entender por nación? ¿Es factible lo de estado plurinacional?

Cosoberanía equivale a soberanía compartida, es decir, a que dos formaciones políticas de igual o diferente rango tienen la titularidad y ejercen de algunas altas competencias que en los siglos XIX y XX se consideraban exclusivas del Estado. La identidad compartida tiene que ver con los sentimientos, con el hecho de que alguien no vea incompatible tener más de un sentimiento de pertenencia: considerarse, por ejemplo, vasco y español, o vasco y francés, o vasco y europeo, etc.

En cuanto a lo de nación, no hay acuerdo en la ciencia política sobre su definición. Pero hay un cierto consenso en cuanto a considerar que existe cuando concurren en una comunidad dos elementos: uno objetivo, que puede ser variadísimo (la lengua, religión, costumbres, determinaciones geográficas, peculiaridades económicas...) y otro subjetivo, la existencia de una conciencia nacional que se manifiesta en disponer de un proyecto político propio. En la práctica se da la nación cuando en una comunidad existe un sistema de partidos diferenciado, como expresión de un proyecto político distinto.

Por poder, es posible la existencia del Estado plurinacional o compuesto. Europa mismo, si pasa de ser la actual y ligera Confederación de Estados a una auténtica Federación, podría considerarse una especie de Estado plurinacional. Pero es algo muy difícil. Los Imperios plurinacionales desaparecieron: el turco, ruso, austrohúngaro... Y ya se ve con qué dificultad avanza la idea en España.

Hace poco dijo el Presidente español Rodriguez Zapatero que no existe el derecho de autodeterminación. ¿Entonces?

Es una frase de un político que expresa su voluntad respecto del reconocimiento de tal derecho en España, pero nada más. En todo caso, es un derecho difícil, tanto en cuanto al sujeto titular del mismo como a las formas de ejercicio. En la vieja Europa parece más práctico hablar del derecho a negociar el propio estatus político.

En su “The Old Law of Bizkaia (1452)” dice Vd que el Fuero bizkaino (vasco) es una manifestación del Derecho popular, de costumbre inmemorial.¿Cómo se puede desmontar, por lo tanto, eso de que los vascos tenemos privilegios?

Derecho histórico, Fueros, etc. son términos polisémicos y poco precisos. Para nuestros antepasados, aunque a veces hablaran de privilegios, el Derecho histórico era un Derecho propio elaborado de distintas maneras a lo largo del tiempo y que no se podía modificar unilateralmente sino de forma pactada. No lo veían como un privilegio del que se te puede privar unilateralmente.

Las instituciones históricas vascas ¿pueden ser la condición de futuro de nuestro país? Es decir, ¿tienen su encaje en la Europa actual?

Si por instituciones históricas se entiende instituciones concretas, no necesariamente. Quiero decir que muchas son eso, históricas, y corresponden a una sociedad vasca que ya no existe. Otras están vivas, tras sufrir una profunda evolución, como el Concierto Económico. Y son imprescindibles. Pero me parece preferible utilizar otro concepto que también formaba parte de la idea del Derecho histórico que mantenían nuestros ancestros. Me refiero a la capacidad constituyente. En ese sentido es algo fundamental, con o sin Europa.

Siguiendo con definiciones aclaratorias ¿qué debemos entender por entidades sub-estatales en la Unión Europea?

Yo entiendo por ello todas aquellas entidades –länder, regiones, comunidades autónomas, etc.- que no son Estados y que por ello no firmaron los Tratados que han ido constituyendo la Unión Europea. En algunos caso se trata de auténticas naciones o naciones en formación –Escocia, Gales, Flandes, Cataluña, Vasconia-.

Hemos comentado que Vd. fue senador. Y le tocó vivir de muy cerca las negociaciones del Estatuto de Gernika y del Concierto Económico, que por cierto hace poco cumplió su primer cuarto de siglo. ¿Cómo recuerda aquellos días?

Para ser exacto, sólo participe en la elaboración del Estatuto Vasco, porque pertenecí a la Ponencia redactora de la Asamblea de Parlamentarios Vascos. Aquello ha quedado lejos, pero sí recuerdo el entusiasmo, el ambiente de diálogo y la voluntad de consenso entre los partidos que permitió llegar a un resultado aceptable. Todo ello dulcificado por la memoria que borra otros recuerdos no tan estimulantes.

Hace bien poco también, un conocido y amigo suyo – Mikel Aramburu- acaba de publicar “Provincias Exentas. Convenio-Concierto: identidad colectiva en la Vasconia peninsular (1969-2005)” y ha declarado a los medios que el modelo Convenio/Concierto, tras siglo y medio de muy cambiante vida, se presenta hoy como un elemento de la identidad colectiva de los vascos peninsulares. ¿Está de acuerdo con ello? ¿Ha calado en la sociedad vasca en general el significado e importancia de estos acuerdos económicos?

En la sociedad vasca, como en cualquier otra, hay muchos estratos en cuanto a la percepción de las propias cosas e instituciones. Diría que una porción significativa del país se da cuenta de lo que es y vale el Concierto y el Convenio Económicos. Que no se puede hablar de autonomía auténtica si falta el gran instrumento de la fiscalidad. Esa conciencia ya existía en 1977 y 1978 cuando en grandes manifestaciones populares se reclamaba la devolución de los Conciertos Económicos a Gipuzkoa y a Bizkaia. Pero incluso el público en general se da cuenta de que el disponer de la “Hacienda propia” tiene mucho que ver los buenos servicios públicos, con la mejor Sanidad, Educación, vías de comunicación, etc. Además de con el sentimiento de la responsabilidad sobre nuestra propia vida pública.

Ha conocido la noticia de la tregua de ETA desde los Estados Unidos. ¿Cuál ha sido su impresión? ¿Qué cree que se avecina?

Con gran alegría y con esperanza de que pase esta plaga que ha hecho tanto daño al país en los últimos 40 años. Con esperanza sí, pero con incertidumbre. El mal es profundo, y el arreglo no va a ser fácil.

¿Cómo se ve Euskal Herria desde Reno?

Personalmente, con la mente sigo viviendo allí, al menos en parte. Lo veo como un pequeño (desde aquí mucho más pequeño) país, que podría ser uno de los mejores rincones de la tierra para vivir, si cambiáramos algunas cosas importantes. A los vascos nos sobra pasión, que es uno de los elementos atractivos de nuestra sociedad, pero nos falta desarrollar la lucidez para analizarnos y situarnos en el mundo. Otros lo han hecho mejor que nosotros en paz social (en esto casi todos los países del mundo) y en desarrollo democrático, en innovación, en urbanismo, en el cuidado de la naturaleza. Ciertamente, no somos el ombligo del mundo. Vale aquello del gran Xabier Lete: Euskal Herri nerea, ezin zaitut maite, baina non biziko naiz zugandik aparte? ("Mi querida Euskal Herria, no puedo amarte, pero ¿dónde voy a vivir yo de ti aparte?")

¿Cuál va a ser el resultado científico de su estancia en la Universidad de Reno?

Supongo que voy a llevar bastantes páginas escritas sobre un tema que me ha interesado desde hace ya bastantes años. La historia del pensamiento político tradicional en los territorios de Vasconia. Me divierte la investigación, y soy consciente de que lo que aprendo puede servir también a mis paisanos. ¿Qué más puedo se puede pedir?

¿Y qué tal se lleva la vida en esta pequeña ciudad norteamericana? Reno es, sobre todo, como otras tantas ciudades americanas, un lugar muy adecuado para trabajar. Pero está la estupenda pequeña colonia vasca que es el Center for Basque Studies y está la naturaleza espléndida de Nevada, fuente inagotable de satisfacciones para el que disfruta con ello. No me extraña haber oído a algunos académicos que pasaron por aquí, que aquí el tiempo es productivo y que templa el espíritu. Gregorio Monreal Zia Gregorio Monreal Zia, nació en Etayo (Nafarroa) en 1942. Es doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. En 1981 fue elegido rector de la Universidad del País Vasco, cargo en el que permaneció hasta 1985. En 1994 fue nombrado catedrático de Historia del Derecho en la Universidad Pública de Navarra. Entre 1992-1996 fue Presidente de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos. En el ámbito político fue senador en la Cámara Alta española y miembro ponente redactor del Estatuto de Autonomía de Gernika. Autor de la renombrada obra Las Instituciones públicas del Señorío de Vizcaya (hasta el siglo XIII), es uno de los mayores especialistas en derecho foral vasco. Ha dictado cursos en varias Universidades del mundo y en 2005 fue elegido primer profesor invitado en la“Distinguished Scholarship William A. Douglass” de la Universidad de Nevada (Reno. Estados Unidos).