349 Zenbakia 2006-05-26 / 2006-06-02
Una foto y una publicación de 1921 que llegaron a mis manos, gatilló la presente asociación de ideas.
El surgimiento de las primeras Euskal Etxeak en el cono sur de América (Argentina, Uruguay y Chile) en el último cuarto del Siglo XlX, fue coincidente. Es la época del auto-reconocimiento o conciencia de nación planteada por Sabino Arana, que repercutió en los vascos de América. Se suma a ello, las consecuencias de la última Guerra Carlista y el producto per cápita de Euskadi, por aquellos años inferior a los que tenían estos países, además de las múltiples posibilidades que este nuevo mundo podía dar a cantidad de personas con gran espíritu de trabajo y perseverancia.
En el caso de Chile, como en el resto de los países mencionados anteriormente, no se cuenta con muchos antecedentes escritos, lo que ha forzado a reconstruir la historia de estas instituciones, con antecedentes oficiales de inscripciones públicas o por relatos de terceros, con todo lo que ello implica. Esto último, afortunadamente ha ido cambiando desde hace ya años.
La labor de investigación más importante que se está haciendo, en nuestro caso, es desde las universidades con las memorias de título al término de las carreras. Tenemos dos o tres memorias dedicadas, en agradecimiento por profesionales de educación física, sobre la Pelota Vasca y un largo número de memorias, de historiadores, tales como: La Inmigración Vasca en Chile 1889-1990 de Maite Camus Argaluza, La Inmigración Alemana, Suiza y Vasca en el Sur de Chile en la década de 1870, Trinidad Zaldívar, junto a dos compañeras, escribió el libro Los Vascos en Chile 1680-1820, como memoria también para optar al título de Historia.
Este año, hay tres memorias más en desarrollo, una desde la Universidad del País Vasco, Ainara Madariaga termina su tesis sobre Euskal Herria desde el lejano Chile, y otra, Análisis del euskera en las revistas publicadas en Chile, de la vizcaína Iraia Saenz de Biteri, llegada a Chile en Marzo del 2004 a dar clases de Lengua y Cultura Vasca en la Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, Católica de Valparaíso y Universidad de Valparaíso, de su trabajo de investigación para el Curso de Estudios Vascos por Internet de la Fundación Asmoz de la Sociedad de Estudios Vascos/ Eusko Ikaskuntza.
La tercera desde la Universidad Católica de Santiago, de Carlos Eduardo Fariña, sobre las revistas publicadas por vascos en Chile en el siglo XX, lo que nos ha hecho reunir una serie de antecedentes.
Carlos Fariña encontró entre la documentación de la Biblioteca Nacional de Santiago el siguiente aviso publicado en la prensa en el año 1921, invitando a la creación del segundo CentroVasco en Santiago:
“Euzkotarra, óiganos:
A nadie debe extrañar los proyectos que los vascos, de aquende Los Andes, tiene de construir un ‘Frontón de Pelota’ y otros edificios, persiguiendo con ello los más nobles fines, fundando una especie de institución que consiguiese asociar a los euzkos, cualquiera que sea su nacionalidad, posición social y lugar donde estuvieren ubicados, con el objeto que se conozcan más y mejor, practiquen sus usanzas, costumbres y vivan en esta, su segunda patria, la vida que en Euzkadi llevan sus hermanos”.
Es decidora la forma en que parte la invitación y podría confirmar que si bien efectivamente existían las razones que empujaban a la creación de estas agrupaciones de vascos en estos países, fue la Pelota Vasca el elemento que logró la unificación, pese a los diferentes enfoques políticos que pudieron tener. Irurak bat.
La fotografía, ya que los escritos son escasos, permite ir reuniendo más datos. La primera es de una institución que desconocíamos, es del año 1902 en Valparaíso llamada Irurak Bat, que corresponde a una cancha de Pelota. Así como otra anterior, la cancha de Pelota, del tipo de plaza, llamada Plaza Euskara de 1889 en la ciudad de Concepción.
Unos días atrás, la familia Montory Diturbide nos trajo una foto donde aparece el abuelo entre el público y pelotaris, inaugurando una cancha de Pelota de plaza, cuyos terrenos fueron donados por el municipio (ayuntamiento) de la ciudad de Cañete, en el sur de Chile, del año 1886. Esta es hasta ahora, la foto de una cancha de Pelota más antigua que tenemos. Cañete, 1886. Al centro, Pedro Etxepare Borda, el alto. A la izq. bajo el quitasol, Miguel Montory Diturbide.
En la historia documentada podemos retroceder en el tiempo sin problemas, en el caso de Chile (no tengo antecedentes de Argentina y Uruguay, pero se puede suponer la misma situación), hasta el Gobernador Don García Hurtado de Mendoza, quien ejerció su cargo desde el año 1557 hasta 1561 en Santiago. Hurtado de Mendoza, alavés, fue un digno pelotari y pilotazale, que se preocupó de difundir el gusto por la Pelota en su época. Y desde entonces, con altos y bajos, podemos llegar con esta historia hasta nuestros días.
Las motivaciones de la creación de estas instituciones en esa época son variadas: el haber nacido de la misma camada (nación etimológica), sus usos, lengua y costumbres, y entre éstas, el juego y en el juego, la Pelota Vasca, como elemento aglutinador, donde no se hacía distinción social alguna, y el que ha dejado huella como herramienta que sirvió como base en la creación de gran número de Euskal Etxeak en el cono sur de América.1 Sería interesante hacer hoy un estudio comparativo entre aquellas motivaciones y las actuales, con todas las variables de las diferentes épocas y situaciones y compararlas con la creación de las nuevas casas vascas , en diferentes países en estos últimos años. 1 Predecesoras de éstas en América, fueron las sociedades de socorros mutuos, de antigua data en tierras vascas y aún vigentes en algunas zonas de antiguos caseríos, con un diseño muy simple y auto reguladas. En Oñati pude ver la reconstrucción, en conjunto con sus vecinos mediante este sistema, de un caserío incendiado poco tiempo atrás.