278 Zenbakia 2004-11-26 / 2004-12-03

Elkarrizketa

Soko Romano. Directora del Museo Naval: El museo debe ser un organismo vivo, en continuo movimiento

DOXANDABARATZ OTAEGI, Beñat

Nacida en Donostia en 1959. Vive en Oñati hasta que se desplaza a Valladolid a cursar la carrera de Geografía e Historia, tras lo cual va a Granada a estudiar la especialidad de Historia del Arte. Becada por la Diputación de Gipuzkoa, amplía sus estudios de Museología en París. Desde 1991 pilota junto a José Mari Unsain el timón del Untzi Museoa-Museo Naval de la Diputación Foral de Guipúzcoa, situado en el muelle de Donostia.

¿Dónde y cómo comienza Soko Romano su andadura en el mundo de la Museología?

En Valladolid, donde curso el primer ciclo de Geografía e Historia y luego me voy a Granada a estudiar la especialidad de Historia del Arte. En el último año de especialidad tengo una asignatura que se denominaba “museología”. El profesor era Mateo Revilla, que es actualmente el director del Patronato de la Fundación de la Alhambra, y con él descubro la museología como ciencia y disciplina que se estudia en la universidad.

Concluyó la carrera y...

Quería seguir profundizando en el mundo de los museos y estaba muy interesada en las teorías y proyectos diferentes como la nueva museología, y los ecomuseos.

En aquella época era algo rompedor y muy revolucionario, diferente, aportaba muchas cosas...., claro que estamos hablando de los años 80, y el concepto primigenio ha variado muchísimo y ya queda muy poco de aquello en lo que hoy en día entendemos por ecomuseo, pero bueno...

Así que pedí una beca en el Departamento de Cultura de Diputación de Gipuzkoa y me la concedieron, entonces me fui al Ecomuseo de Mont-Lozère, un pueblito de Francia de cien habitantes, agrícola y protestante... ¡imagina!... Después de conocer por experiencia propia lo que es un ecomuseo me fui a París, con otra beca, al Museo de Artes y Tradiciones Populares y tras éste al Museo del Instituto del Mundo Árabe que lo acababan de inaugurar.

¿La relación de Soco Romano con el Untzi Museoa-Museo Naval?

Fue allá por 1988. La Diputación de Gipuzkoa decidió crear el Untzi Museoa- Museo Naval, y se acordó de aquella becaria que tenían en París y... llamaron a la becaria... (risas) y me proponen comenzar, en coordinación con un grupo de trabajo en el nuevo proyecto de un Museo Naval.

¿Y la consumación de esa relación?

Se crea un equipo de trabajo en el que desde el principio participa José Mari Unsain, quien ha compartido conmigo la tarea de dirección del Museo –su papel ha sido muy importante en la vida de este centro- y después de tres años de gestación, en 1991 se inaugura el UM-MN. Desde Diputación se decide que el museo sea gestionado a través de una empresa de servicios culturales y saca a concurso público la gestión del mismo.

Y es entonces cuando...

Sin tener ni idea de lo que es una empresa, nos hallamos ante un reto muy estimulante: gestionar un museo desde el principio, desde sus inicios. Y me “embarco”, junto a José Mari Unsain, en la creación de una empresa de servicios culturales y nos presentamos a los diferentes concursos públicos que se han ido convocando para la gestión del Naval.

¿Cómo definiría Museo?

Bueno, en la definición de Museo me atengo a la aprobada en la Asamblea General del ICOM, y que considero la más perfilada: “El museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, difunde y expone los testimonios materiales e inmateriales del ser humano y su entorno para la educación y el deleite del público que lo visita”. Yo asumo con algunos matices esta definición.

¿Qué piensa entonces de dar la misma denominación al Museo del Prado que al “Museo del Pan”?

Bueno, sí que sucede que bajo la palabra Museo se denominan espacios diferentes, pero claro, ¿quién tiene la potestad de decir tú sí eres un Museo y tú no?... Yo creo que es a través del trabajo de la institución que se denomina Museo que podremos ver si es en realidad un museo. Es verdad que nos encontramos con lugares muy variopintos que se denominan museo, como el “Museo del Whisky” en el Boulevard Donostiarra que es un bar con muchísimos tipos de whiskys diferentes o como el que mencionabas en la pregunta, el Museo del Prado, entonces...

Seamos frívolos por un instante: si los museos fueran como los hoteles, ¿cuántas estrellas otorgaría al Museo Naval?

Uy ¡Dios me libre de ser yo quien haya de otorgarle o no una “estrella”....!

Y es que bajo la denominación nos encontramos con una gran diversidad de entidades e instituciones. Y ya que estamos con el tema, sí quisiera apuntar una reflexión sobre el tema de la denominación “museo”, ya que es una palabra que puede adaptarse para prestigiar culturalmente determinados lugares, “Museo de....”, o bien para todo lo contrario, para desprestigiar, como si museo fuese sinónimo casi de mausoleo... “era tan antiguo que debiera estar en un museo”, “era tan aburrido que parecía un museo...”, cuando en realidad es todo lo contrario. Un museo digno de ese nombre es algo muy vivo, en continuo movimiento. En fin, a mí siempre me ha parecido muy interesante cómo un mismo término puede tener esos sentidos tan opuestos.

Siguiendo con ejemplo de los hoteles, ¿cuál sería el “cinco estrellas” de los museos?

Para mí una mezcla de varios de ellos. No creo que sea uno en concreto, cada uno tiene el sueño de museo ideal y seguramente se trata de unir elementos, incluir aspectos o servicios que nos gusten de otros museos en el propio.... Pues por ejemplo, el espacio tecnológico del Beaubourg, la magia del Museo del El Cairo, el presupuesto de El Prado, la imaginación de las exposiciones del Museo de las Civilizaciones de Québec, el emplazamiento del Museo de Red-Bay.... en fin, depende del día y del momento en que uno se encuentre, la selección y el orden varían.

¿Qué ingredientes son fundamentales para crear un buen museo?

Bueno: unos objetivos claros, un buen equipo, el mejor, y un buen presupuesto....(risas).

¿Cómo clasificaría los museos?

¡Uf!...Bien, si los clasificamos por temática la lista es inmensa, si es por tipo de gestión, pueden ser públicos, privados, mixtos..., si por dimensiones, grandes, medianos, pequeños...Ahora existen otros conceptos, centros de interpretación, economuseos, exposiciones permanentes... En fin, depende para qué quieras clasificarlos.

¿Qué evolución han llevado los museos en las últimas décadas?

Muy rápida en los últimos tiempos. Desde los años 60 han evolucionado mucho sobre todo en cuanto a la apertura al público. Destacaría el nuevo papel social, el museo se ha abierto a la sociedad. Por supuesto que sigue conservando, protegiendo y manteniendo su función aparentemente estática, pero se ha dado un vuelco en cuanto al tema de la divulgación, talleres abiertos, estudios de público, dinamización de actividades... y a veces creo que se ha pasado en algunas ocasiones de un extremo al otro en que se pone en riesgo la conservación de los fondos en pro de las actividades dirigidas a la apertura en la sociedad.

¿Qué personal es necesario para gestionar un museo?

El personal necesario es el que se adapte a las necesidades del museo. Ése es otro de los cambios que se han dado. En cuanto a la gestión, el personal es cada vez más formado y también más externo. La última tendencia es la de equipos pequeños y multidisciplinares con personal “autónomo” o “freelance”. Yo creo que nunca ha habido un personal tan preparado en los museos. Antes por ejemplo había muchísimo personal que vigilaban las salas; ahora todo eso se hace con pantallas de seguridad, alarmas y desde empresas externas al propio museo. Se ha reducido mucho la necesidad de personal en algunos ámbitos pero ha crecido en otros sectores (restauración, difusión) y creo que el personal que trabaja en museos tiene normalmente un perfil un tanto vocacional.

¿Qué hace que haya museos muy visitados y otros no tanto?

Hoy en día diría que es muy importante el impacto mediático, la prensa, anuncios... Incluso existe la figura del responsable de marketing, algo que hace unos años era inimaginable. De todas maneras a mi no me gusta hablar de público porque hay muchos tipos de públicos, tienes escolares, con sus programas específicos, el público de fin de semana, el público local, el extranjero... En fin, cada vez se nos exige más, servicios diferentes con una mayor exigencia pero seguimos contando con los mismos medios...

¿Qué hay tras las piezas expuestas en un museo?

Uyyy, muchísimo trabajo. Historias muy variadas; cómo llega; si es comprada, conseguir el dinero, si es donada negociarla,... Los caminos pueden ser muy diversos, complejos, en ocasiones hay que hacer auténtico “encaje de bolillos”. También hay ocasiones en las que vas detrás de una pieza durante años y no la consigues y la ves en otro museo; o piezas que las das por perdidas y por avatares del destino llegan a tus manos... Y una vez que entran en el museo hay que registrarlas, catalogarlas, documentarlas, restaurarlas, conservarlas....y éste trabajo de recuperación, de salvaguarda de la memoria, quizás sea el menos comprendido, pues no es tan vendible ni espectacular.

¿Cuál es el sueño de Soco Romano para el UM-MN?

Ya que llevamos unos cuantos años, me encantaría renovar la exposición permanente. También abordaría temas relacionados con la documentación de los fondos del museo, trabajo que con las nuevas tecnologías ha cambiado muchísimo y creo que no cuidamos lo suficiente porque, a diferencia de las exposiciones temporales y las actividades abiertas al público que te hagan estar en el candelero, son actividades que no se ven y que muchas veces cuesta localizar los recursos económicos necesarios y justificar cuánto trabajo llevan.

Y para concluir... ¿Por qué nadie debe perderse el UM-MN?

Pues porque es una buena opción, junto a pasear, ir al cine.... ¿por qué no? Es una buena opción de cultura, de ocio, de pasar una tarde de lluvia, de descansar, de perderse, de encontrarse en un espacio diferentes, con objetos llenos de un gran poder de evocación, una manera de conocer un aspecto muy importante de nuestra historia... un museo es muchas cosas.

Ahora, para finales de año estamos preparando una nueva exposición, de patrimonio subacuático y puede ser una inmejorable ocasión para pasar unas horas durante las vacaciones de Navidades, disfrutar de unos objetos procedentes del fondo marino de nuestro litoral, la mayoría de ellos van a ser expuestos por vez primera. Se puede venir con los niños, comprar regalos para navidades... venir a la biblioteca y conocer al personal del UM... y si tienen suerte ser “tocados” por el fantasma del Museo, que tener, lo tiene...

Ahora sí que por último, ¿nos puede adelantar sobre el futuro UM-MN? Bueno yo creo que la historia marítima del País Vasco se merece un museo acorde a su importancia. Un museo más grande, sin problemas de espacio, bien equipado y con unos presupuestos en consonancia. Un museo en el que podamos mostrar los fondos que este museo ha recuperado a lo largo de los años y guarda en almacenes por falta de sitio. Pero su creación depende de los políticos. El UM-MN es un museo de la Diputación y a ellos corresponde responder a esta pregunta.