228 Zenbakia 2003-10-31 / 2003-11-07
2003/10-31/11-07 La organización de la diáspora (II de II) Gonzalo Javier Auza
Como vimos en la primera parte de este trabajo, la organización distribuida, horizontal y colaborativa aparece como mayormente adecuada a los planteamientos sociales del siglo XXI de modo de asegurar una diáspora fortalecida. La organización regional
Si en el plano local esto es correcto, en el plano regional no es menos verdad la necesidad de crear redes sin establecer estructuras burocráticas y jerárquicas. En América tenemos el caso que no sobrevivió al tiempo de la Confederación de Entidades Vascas de América.
Por todo lo anterior deberíamos potenciar todos los vínculos horizontales entre distintas regiones de países muy grandes como Argentina, Estados Unidos o Brasil; entre ámbitos regionales como el Cono Sur, América Andina, Central y Caribe, América del Norte, etc. Esos lazos deberían darse no sólo en el plano organizacional, sino –mejor- en el plano individual. Los contactos personales de los dirigentes son los que efectivamente aseguran las posibilidades de cooperación y articulación de proyectos. Los nexos institucionales dependen de formalidades que restan agilidad y no permiten una gimnasia activa de creación y ejecución de propuestas en los tiempos acelerados que impone este siglo.
Los encuentros de los dirigentes en los Congresos de Colectividades Vascas, en las Semanas Nacionales (en el caso argentino), en las reuniones regionales de euskera, etc. aseguran el estrechamiento de relaciones entre directivos de instituciones diversas que, por vocación, están llamadas a la cooperación permanente. Sería esperable una promoción constante en el tiempo de actividades de alcance regional no sólo recreativas, sino de trabajo, a favor de estos objetivos. La organización internacional
Creemos que es vital, igualmente, asegurar la colaboración en el nivel internacional con una modalidad similar: distribuida y colaborativa bajo un esquema de red.
Para favorecer la comunicación y la cooperación en todo el colectivo vasco global Eusko Ikaskuntza promueve la creación de una red con base en Internet y con la asistencia de otros medios, de modo de incrementar los vínculos en el interior de la diáspora y entre la diáspora en su conjunto y Euskal Herria.
Mediante este proyecto esperamos “establecer una plataforma múltiple que facilite una comunicación fluida entre todas las organizaciones (y las personas que las integran) de Euskal Herria, de la diáspora vasca y de los ‘amigos de los vascos’ […] basada en el intercambio de información, contenidos y servicios -relacionados con el mundo cultural, social y económico vasco- generados de manera distribuida y con características multiaudiencia”; y “apuntalar mediante la plataforma comunicacional y la red de organizaciones y personas la existencia de un colectivo vasco global, que incluya a los vascos de Euskal Herria y de la diáspora y que facilite modalidades renovadas de pertenencia y de integración gradual”.
A través de “un nuevo enfoque en la comunicación” esperamos contribuir a la apertura de una “etapa novedosa para la vida y la relación entre los vascos de aquí y de allá y para la relación entre Euskal Herria y el mundo”; pues sólo con una diáspora consolidada que asegure su fortaleza, vitalidad y pervivencia en el tiempo, se podrán sostener programas internacionales eficaces a favor del pueblo vasco. A favor de la paz
Uno de los principales objetivos de la diáspora vasca debería centrarse en la colaboración con la paz en Euskal Herria. Para ello se deberían buscar los medios adecuados para presentar el conflicto político vasco en el ámbito internacional y propiciar programas a favor de una solución dialogada.
¿Qué es primero el huevo o la gallina? ¿Es necesario articular en el plano internacional a la diáspora antes de plantearse horizontes tan lejanos como contribuir a la paz en la tierra madre? ¿o, por el contrario, el hecho de plantear grandes ideales puede ser el vehículo para la obtención de una diáspora organizada internacionalmente?
Quizá planteando el horizonte utópico de la paz en Vasconia se podría encolumnar a todos los vascos y contar con la contribución de diversas organizaciones culturales, sociales, civiles, políticas, académicas dentro de las cuales se mueve el conjunto de los miembros del octavo herrialde.
Esto no impediría que los líderes naturales –cumplan o no roles directivos dentro de una estructura jerárquica- proyecten un movimiento vasco internacional a favor de la paz, que pueda hacer oír su voz frente a los auditorios adecuados en todo el mundo.
Para esta tarea, naturalmente, debemos recorrer un largo camino de aprendizaje. Los ejemplos judío y armenio presentados en el Congreso Mundial de Colectividades Vascas de este año deben haber dejado pasmado a más de uno. El académico de la Universidad de Tel Aviv Alberto Spektorowski llegó a indicar que “en el momento actual, mucho más que en el pasado, vemos que la diáspora puede llegar a tener más poder e influencia que los representantes formales del estado de Israel mismo”. Un grupo de presión que puede torcer una decisión tomada por el presidente de los Estados Unidos de América y obligarlo a retractarse, evidentemente está a años luz de la realidad vasca.
No podemos, igualmente, de ninguna manera dejar que las circunstancias actuales nos llenen de pesimismo y debemos actuar acorde al desafío que nos presenta la hora. El desarrollo en Internet
Todas las voces señalan la importancia de las nuevas tecnologías para estrechar vínculos. El Plan Cuatrienal surgido del Congreso señalado nombra en diversos apartados el desafío del mundo on line. Esto es reflejo de las deliberaciones de Gasteiz, pero también de los congresos anteriores y de un estado de conciencia general sobre la importancia del tema dentro de toda la diáspora.
Hoy estamos a una distancia enorme de aprovechar las ventajas de Internet para la organización internacional de los vascos. Algunos sitios que sirven como punto de partida a un público amplio, como Buber’ Basque Page o el de la Fundación Vasco Argentina Juan de Garay cumplen una misión muy importante, pero no tienen como objeto organizar a la diáspora como un todo y sólo alcanzan las 25.000 y 20.000 visitas mensuales, respectivamente. Si bien son números de consideración, no se pueden comparar con los “cientos de miles de visitas” que según Panossian recibe Groong, el principal sitio de la diáspora armenia.
La importancia histórica que en su momento tuvo Radio Euzkadi II de Venezuela o alguna de las numerosas publicaciones del exilio debería tenerla hoy en día la presencia activa en Internet. Sin embargo la idea no termina de madurar en todo su esplendor. En el ámbito general de Argentina –por ejemplo- y salvando honrosas excepciones las discusiones giran alrededor de si los centros vascos y la federación pueden tener un sitio y cómo desarrollarlo y mantenerlo. De modo que falta recorrer un camino largo hasta hacer efectivas las bases a partir de las cuales organizar al octavo herrialde por medio de Internet.
Organización es una de las palabras más importantes del futuro próximo. Debemos debatir acerca de los modelos que impulsaremos dentro de cada país e internacionalmente. Que estos apuntes sirvan como contribución a ese intercambio de ideas. Referencias Bibliográficas
Auza, Gonzalo J., "El futuro de los centros vascos en Argentina (II de III)", Euskonews, N° 215 (20 al 27-6-2003).
http://suse00.su.ehu.es/euskonews/0215zbk/kosmo21503.html
Panossian, Razmik, “La diáspora armenia hoy: grupo de presión, política e identidad”, ponencia en el 3° Congreso Mundial de Colectividades Vascas, Gasteiz, junio de 2003. (inédita)
Spektorowski, Alberto, “La diáspora y el lobby judío hoy”, ponencia en el 3° Congreso Mundial de Colectividades Vascas, Gasteiz, junio de 2003. (inédita) Totoricagüena Egurrola, Gloria, “The North American Basque Organization, Incorporated”, Euskonews N° 193 (20-12-2002 al 10-1-2003).
http://suse00.su.ehu.es/euskonews/0193zbk/kosmo19301en.html