Artaretoa
Miriam Aranguren Otaño
Mi nombre es Miriam Aranguren Otaño. Nací en Ampuero (Cantabria) en 1970. De madre euskaldun y padre cántabro siempre he vivido a caballo entre ambas tierras y mis vivencias me unen tanto a una como a otra comunidad por lo que puedo decir que me considero vasco-cántabra. A los 11 años comencé a asistir a clases de dibujo y pintura y a los 23 años me licencié en Bellas Artes en la UPV de Leioa (Bizkaia).
Tras varios años pintando, exponiendo, haciendo trabajillos e impartiendo clases por mi tierra natal, me trasladé a Durango con el proyecto de una academia entre las manos. Durante 5 años compaginé esta labor con las anteriores a los que añadí la fotografía en diferentes medios de comunicación y empresas.
Pero como hay que amoldarse a los años que vivimos, en Abril del año pasado dejé mis trabajos de Durango para ponerme al día en cuanto a programas de diseño gráfico, todo ello con la esperanza de mejorar mi situación laboral.
En Noviembre de 2002 traslado mi casa a Sevilla en donde he seguido estudiando a la vez que busco mi futuro profesional.
Es cierto que, con todo este ajetreo, poco tiempo y pocas ganas he tenido de seguir experimentando en la pintura por lo que los trabajos que aquí os enseño ya son de hace unos añitos.
LAS PINTURAS
Todas ellas giran entorno a la Naturaleza vivida como ente superior y dominante que siempre lucha contra el hombre. Para conseguir su comodidad éste la destruye sin saber que Ella siempre vencerá porque es incontrolable.
Jugando con el soporte y dividiendo la estructura en diferentes formatos, compagino la figuración y la abstracción, siempre con el color y la línea como recursos primordiales.
Las zonas más figurativas expresan la Naturaleza mientras las abstractas son el caos, la destrucción, la mano del hombre.
La Naturaleza viene representada en formatos horizontales en contra del caos que lo hace en verticales. Así, los primeros transmiten, ayudados de la composición, sensaciones más relajantes que se oponen a la inquietud de los segundos.
- En algunos cuadros aparecen en diferentes términos, a modo de ventana, o a un costado del resto. Entre una y otra parte se consigue el equilibrio que debería también darse en la realidad.
- En otros, la abstracción sirve de fondo. Sobre él aparecen pequeñas ventanas por las que se ve la Naturaleza, imágenes seccionadas, quebradas, de un mismo paisaje. Se convierten en una extraña visión donde lo "real" se confunde con lo imaginario.
Dentro de estos fragmentos la figura está tratada con mayor detalle en cuanto a dibujo y color, y los movimientos sinuosos de las líneas cobran importancia para finalmente perderse y difuminarse con el fondo. Aquí, claramente, la Naturaleza luchadora está siendo rodeada por la "destrucción".
- Por último, en otros se sigue viendo la combinación entre la figuración y la abstracción pero ésta ya no sólo como expresión de la destrucción sino que, ayudado del color, guarda una simbología. Para que se comprenda mejor pondré un ejemplo: En las "cajas", a través del color, de la abstracción, se simboliza la temperatura de una determinada estación del año mientras que en los formatos interiores los colores representan los campos y tierras; sobre ellas el cielo que podemos observar en cada temporada. ERAKUSKETA / EXPOSICIÓN
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