193 Zenbakia 2002-12-20 / 2003-01-10

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Juan Manuel Besnes e Irigoyen, un pintor donostiarra en Montevideo 1788 - 1865

IRIGOYEN ARTETXE, Alberto

Juan Manuel Besnes e Irigoyen, un pintor donostiarra en Montevideo 1788 - 1865 Alberto Irigoyen Artetxe Donostiako seme Hijo leal de San leiala Sebastian, Euskaldun ume Ilustre hijo argiya, euskaldun, Onraz betea Que realzó lleno goitu zuena de honra Beraren jayo El pueblo donde erriya; nació; Arte ederrez La nueva escuela ondekidatu que fundó Zuen eskola Con Bellas Artes berriya, Para él son los Beretzat dira grandes premios, sari aundiyak, Para él la Beretzako da gloria gloriya. Victoriano Iraola (1) Hijo del francés, natural de Grenvielle (Diepe), Joseph Besne Chavallie y la tolosarra María Antonia de Irigoyen Gaz, Juan Manuel Besné nació en Donostia el 13 de julio de 1789, siendo el mayor de ocho hermanos. Gracias a la documentación existente en el Archivo Histórico del Obispado de San Sebastián, sabemos que tanto el matrimonio de sus padres como el bautismo de todos sus hermanos, fue celebrado en la Parroquia San Vicente Levita y Mártir, de Donostia; sin embargo, a pesar de los esfuerzos de Carmen Besné, descendiente del hermano menor del pintor, a quien agradezco su auxilio en esta pesquisa, no ha sido posible ubicar la partida de nacimiento de Juan Manuel. Por lo tanto, a falta del documento original, nos remitimos al magnífico trabajo de Juan A. Apoland, (Génesis de la familia uruguaya, Montevideo, 1975) donde da cuenta de la existencia del certificado de nacimiento de Besnes, adjunto a la partida matrimonial que se halla en el Archivo de la Curia de Montevideo, único documento en donde consta fehacientemente la fecha correcta. Sobre la acuarela de Besnes de la antigua ciudadela de Montevideo, el retrato de Juan Manuel Besnes e Irigoyen atribuido al pintor uruguayo Juan Manuel Blanes. La circunstancia de que su apellido se transformara de Besné Irigoyen en Besnes e Irigoyen, es aclarada por el propio pintor en un añadido a su testamento fechado el 17 de Marzo de 1864, según lo recoge Fernández Saldaña (El dibujante Juan M. Besnes e Irigoyen, Montevideo, 1919): Habiendo en estos momentos (1808) declarado la guerra de España contra los franceses, fueron perseguidos no solamente éstos, sino aún los que tenían el apellido francés, no encontré otro remedio que aumentar al mío en la fe de bautismo una s, de lo que resulta como se ve en ésta, el apellido Besnes en lugar de Besné, que era francés. De este modo españolicé mi apellido, al que añadí, cuando llegué a Montevideo, el de mi madre... salvándome de este modo, sin perjudicar a nadie, de las persecuciones y odios que se declaraban contra los franceses y sus hijos... Juan Manuel había llegado a Uruguay, procedente del puerto de Pasajes, a bordo de la nave Nuestra Señora de la Concepción, en 1808. Sus primeras actividades en suelo americano son inciertas, atribuyéndole unos el puesto de escribiente del gobernador Elío y otros, una ocupación más humilde y acorde para un recién arribado, como empleado público. Día 9 de Marzo. De 1857 á las 12 del día. Salida de la Barca Lasarte capn dn Celestino Albizu, salió pº San Sebastián llevando el cuadro que trabajé pº el Ayuntamiento, mi retrato, un caracol y un pañuelo y la copia de un cuadro sacado al daguerrotipo El 20 de febrero de 1818, contrajo matrimonio con Juana Josefa Zamudio, viuda de Esteban Durán, nativa de la ciudad de Buenos Aires. No tuvieron descendencia, aunque sí adoptaron por lo menos a tres niños, Ramón, Feliciano y Juan Irigoyen. Una de sus primeras actuaciones públicas y de la cual se sintió orgulloso hasta el fin de sus días, fue su nombramiento como miembro de la Hermandad de la Caridad y la responsabilidad que le cupo, como miembro de su Junta administradora, en la ampliación de sus instalaciones. Soraluce recogía, de boca del propio Besnes, las siguientes palabras: de todos los títulos que he merecido, sólo podría decir que el que más me enorgullece, es el ser uno de los fundadores de la nueva construcción del Hospital de Caridad de Montevideo, hoy, quizá, uno de los mejores de esta parte de la América del Sur, y que habiendo trabajado por su engrandecimiento desde el año 1922, se me elevó a "Hermano benemérito". Pero con su ingreso en el Hospital de Caridad, Besnes dio un paso aun más trascendente: su ingreso a la masonería. Efectivamente, aunque con suma discreción y encubiertas intenciones, la Hermandad de San José y Caridad era una logia masónica en la cual habían participado conspicuos personajes del Montevideo colonial. Su orgullo de pertenecer a esta Logia, amén de las palabras que más arriba reproducimos, quedó consignado el daguerrotipo que se tomó ya de avanzada edad, y en el que incluye los iconos que jalonaron su vida: la banda de la Hermandad San José y Caridad, la Orden de Isabel la Católica, una de las tantas medallas con que fueron premiados sus trabajos, la escribanía de plata obsequiada por el Ayuntamiento donostiarra y una pluma, instrumento de su profesión de calígrafo y dibujante. En su actividad masónica lo hallaremos, en enero de 1831, como miembro fundador de la Logia Nº2 Constante Amistad. Hacia 1857 era miembro de la Logia Sol Oriental. En 1826, la Hermandad de la Caridad fundó una escuela, designando a Besnes como su director, cargo que dejaría en 1829 para hacerse cargo de la dirección de la Escuela Normal del Estado, en donde tendría como alumno al más tarde presidente argentino Bartolomé Mitre. En este último cargo sería muy criticada su decisión de brindar educación a las niñas. En 1857 fue nombrado miembro del Instituto de Instrucción Pública. En reconocimiento a su larga trayectoria como docente, dos meses antes de su fallecimiento, la Junta Económica Administrativa decretaba que la Escuela de Niñas Nº 2, llevara su nombre. En 1836, el propio Gobierno reconocería sus méritos como artista al destinar dos obras suyas a la Biblioteca Nacional. Se trataba de los retratos de los generales Rivera y Oribe, ambos presidentes de la república. En agosto de 1839, ambas obras serían elegidas para representar a Uruguay en París. Ambas se extraviaron en la travesía. En marzo de 1839 las autoridades nacionales nombraron una comisión para viajar hasta la ciudad de Durazno, distante 180 kilómetros de la capital, con la encomienda de tomar juramento constitucional al general Rivera, nuevo presidente de la república. Integrando la misma, como secretario, se designó a Juan Manuel Besnes e Irigoyen, a la sazón oficial de la Comisión Topográfica. En este viaje Besnes dibujaría su famoso cuaderno de acuarelas titulado "Viaje a la Villa del Durazno", en donde recoge meticulosamente lo que sería el primer registro gráfico de la ciudad San Pedro del Durazno, así como interesantes detalles de construcciones rurales y costumbres de sus habitantes, por lo que, más allá de su mérito como pintor, justifica un justo reconocimiento como atento y fiel cronista gráfico del nacimiento de una nación. Panorama de la Plaza de la Villa de Guadalupe o Canelon. A. Lado del N. - B.O. - C.S. - D.E.----20 de Marzo de 1839. En 1843, siendo miembro de la Comisión Topográfica, sus habilidades le hacen merecer el nombramiento de "Litógrafo del Estado". A partir de ese año, inicio del prolongado Sitio de Montevideo que, prolongado por casi nueve años, sería bautizado por Alejandro Dumas como "La Nueva Troya", realiza una serie de acuarelas en las que deja un fiel testimonio de la sangrienta gestación de esta república platense. También en ese período es donde fructificaron sus esfuerzos en la recién llegada técnica de la litografía, y en el periódico "El Telégrafo de la Línea", a la manera de moderno corresponsal de guerra, publicó una serie de litografías que pretendían informar a los lectores sobre los sucesos más destacados de la guerra. En 1859 reúne en un nuevo cuaderno una gran cantidad de trabajos acuarelados que constituyen, cada uno de ellos, en un precioso documento de su época. Allí encontramos numerosas marinas detallando fecha, hora, nombre y destino de los buques dibujados; su viaje a Monte Caseros, Argentina, donde viajó en misión oficial a visitar al general Urquiza; múltiples episodios militares, escenas rurales, pruebas litográficas, viajes a villas del interior del país y un largo etcétera. En la portada de este álbum, titulado "Prontuario de Paisajes", escribió: Dedicado a mi hermano Pedro María Besné e Irigoyen, natural de San Sebastián de Guipuzcoa y residente en dicha ciudad. Montevideo, septiembre, 1859. En la cuarta cláusula de su testamento disponía que Todos los diplomas, condecoraciones y Álbumes se remitirán á mi hermano á San Sebastián para que los deposite en el cabildo donde se hallan varios trabajos míos. Esta cláusula no llegó a cumplirse cabalmente, y el Prontuario de Paisajes se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de Montevideo. A pesar de ser donostiarra, se considera a Besnes e Irigoyen como el primer pintor uruguayo, ya que obras anteriores o contemporáneas a las suyas se deben a artistas extranjeros que se encontraban de paso por el país. Se le considera además, con merecido mérito, precursor de la pintura costumbrista uruguaya y se le reconoce su influencia en Juan Manuel Blanes, proclamado como el mejor exponente de la pintura nacional. "Mesa revuelta". Obra de Juan Manuel Besnés Irigoyen Pocos son los libros de historia uruguaya que se han permitido ignorar sus numerosos óleos y acuarelas. Cada vez que nos referimos a hechos claves de nuestra vida institucional, su legado se nos presenta recreando con luminosa claridad diversos episodios históricos que cambiarían para siempre la vida de los países del Plata. Es además una fuente ineludible para los historiadores a la hora de estudiar diversos aspectos del Uruguay del siglo XIX, tales como la evolución edilicia, los uniformes militares y acontecimientos históricos tan relevantes como la Jura de la Constitución o diversas batallas. Sin embargo, algunas de sus obras trascendieron más allá de fronteras logrando obtener numerosos premios internacionales. En la Exposición de París de 1885, su copia de "El descendimiento de la Cruz" de Rubens, obtuvo un diploma y la medalla de cobre otorgada por la Sociedad Universal de Artes e Industrias de Londres. También obtuvo una medalla el tema alegórico enviado en 1847 al Papa Pío IX. En 1852, una obra suya enviada a la Reina Isabel II de España le valió el título de Caballero de la Orden de Isabel la Católica. Esta fue entregada en manos a la soberana por su hermano menor Pedro Besné, radicado en su ciudad natal. Calígrafo de destacadas dotes, dejó testimonio de su habilidad en cuadros, diplomas, libros de visitas, ridículos y cuadernos de viaje. A pesar de la distancia y del prolongado tiempo que estuvo alejado de su solar natal, jamás olvidó su cuna. En diferentes oportunidades obsequió con diversas composiciones caligráficas al Ayuntamiento de San Sebastián, cuyo Cuerpo en reciprocidad le otorgó, en 1857, un plano de la ciudad de esta ciudad, y su campo con los nombres de todas las caserías; y en 1864, una Escribanía de plata que llevase gravado el escudo de las Armas de la Ciudad. Algunas de las composiciones caligráficas con las que obsequió a su ciudad natal son custodiadas por el Museo San Telmo de Donostia. Guardadas en sus depósitos, algunas de ellas reflejan el daño producido por el paso del tiempo y la humedad. También es posible hallar, entre otros objetos de su pertenencia, la mascarilla mortuoria de su mano y algunas de las plumas con las que realizó tales trabajos. Falleció en Montevideo a la edad de 77 años, el 20 de agosto de 1865. El periódico El Pueblo decía: Si como la iglesia canoniza sus santos, la sociedad tuviese un padrón donde inmortalizar el nombre de los que sirvieron con sublime dedicación, Irigoyen ocuparía en él un puesto eminente, como propagandista de la educación de los niños. Pocos días más tarde, el Ayuntamiento donostiarra rendía tributo a quien -decían- en medio de la distancia que lo separaba y del transcurso de medio siglo, ni olvidó su patria ni se entibiaron sus sentimientos filiales. Desde 1919, una calle montevideana lleva su nombre, y en 1983, la ciudad de Durazno hacía lo propio, recordando de esta manera a quien fuera su primer cronista gráfico. ----------- (1) Juan Manuel Besnes eta Irigoyen. Poesía señalada con mención honorífica en los Juegos Florales de San Sebastián. Euskal Erria, 1884. ----------- Alberto Irigoyen Artetxe