190 Zenbakia 2002-11-29 / 2002-12-06

Elkarrizketa

Bingen Mendizabal : "Vivir de la música es complicado"

DIAZ DE MENDIBIL, Ismael

Entrevista: Bingen Mendizabal, Compositor Bingen Mendizabal, Compositor "Vivir de la música es complicado" * Traducción al español del original en euskera Ismael Diaz de Mendibil La vida de Bingen Mendizabal cambió radicalmente en 1989. Hasta entonces Mendizabal era un buen músico, que como otros muchos, sobrevivía en el panorama musical vasco. Por aquel entonces, el joven director Juanma Bajo Ulloa le ofreció la composición musical de su cortometraje "El reino de Victor". Sólo fue un primer paso, porque desde entonces nuestro protagonista no ha parado de trabajar. 13 años después, el resultado es espectacular: más de 20 bandas sonoras, diversos premios y un teléfono que no deja de sonar. El gran público conoce a Bingen Mendizabal por sus composiciones musicales para cine y por el grupo Hertzainak. Lo dicho no es poco, pero seguro que hay más. Me gusta la música tradicional, tanto la de aquí como la de otros sitios. Me apasiona, por ejemplo, la música irlandesa, así que siempre he estado en algún grupo de folk, aunque nunca han terminado de cuajar. Antes de tocar en Hertzainak, estuve en un grupo que se llamaba Nahiko. Hacíamos música en euskera, y era una mezcla de rock y funky. No era una música muy comercial, con lo que pasamos a mejor vida. Por aquel entonces, surgió lo que algunos llamaron el rock radical vasco. ¿Estaba de acuerdo con esa denominación? Bueno, era una etiqueta. Había grupos radicales, y otros lo eran menos, pero a todos se les metió en el mismo saco. Era una etiqueta más. Muchos de los músicos de aquellos grupos que pasaron a la historia del rock vasco no habían pasado por las escuelas de música, y eran autodidactas. Usted, sin embargo, sí provenía de la formación musical... Al terminar los estudios secundarios, comencé a estudiar música. Hice solfeo, armonía, contrapunto, violín, algo de composición... Empecé varias cosas, pero no terminé ninguna. Allí conocí a músicos como Carmelo Bernaola que fue profesor mío. ¿Y qué decía el profesorBernaola de un alumno joven y rockero como Bingen Mendizabal? Bernaola era un músico muy militante de su generación, y de su producto: La música de vanguardia. El rock no era lo suyo, ya que le pillaba muy mayor. Tenía dificultades para entenderlo, sobre todo en la vertiente de movimiento social. A cada músico le gusta lo que le gusta, como a cada aficionado. Ya decíamos que Hertzainak ha sido un capítulo importante de su vida. Pero, en concreto, ¿qué supuso aquello para usted? Antes de tocar con ellos, iba a sus conciertos y me gustaban mucho. Era una forma de ver la música y las cosas, la vida, al fin y al cabo. Aparte de que fue una época muy divertida; aprendí otra forma de ver las cosas. Era la época de la transición, y era un soplo de aire fresco, porque poníamos en duda casi todo. Buscábamos la libertad y la diversión, dentro de una sociedad muy encorsetada. Para mí fué muy positivo, aunque como todo movimiento, tuvo sus partes negativas. ¿Y cuáles eran esas partes negativas? Je, je. Hombre, también fue un momento en el que las drogas entraron a saco y muchos no supieron asimilar aquello. Algunos se metieron de lleno y... Aunque debo decir que para mí tuvo mucho más de positivo que de negativo. Desde luego, algo bueno, revolucionario e interesante tuvo que aportar Hertzainak, cuando los jóvenes del siglo XXI siguen escuchando su música. Por supuesto. Yo creo que mostramos un nuevo camino, mostramos que había otra forma de vivir, que había otra forma de pensar y eso siempre está bien. El arte debe intentar buscar nuevos caminos. Hertzainak decía: "Euskadin rock and rollak ez du dirurik emanen" (En Euskadi el rock and roll no da dinero). Pasados los años, ¿cree que Hertzainak andaba en lo cierto? Pues, hombre, la verdad es que mucho dinero no da. Vivir de la música es complicado, sobre todo, cuando tus fuentes de ingresos son las ventas de CDs y los conciertos. Yo he tenido bastante suerte, disfruto de cierta estabilidad, y la verdad, se agradece mucho.En lugar de tener que estar buscando trabajo, ahora, cada vez más, el trabajo te busca a ti. Ya no tienes que ir tocando miles de puertas, sino que el teléfono suena, cuando debe sonar. ¿Y cómo dió el salto del rock and roll al cine? Había hecho alguna cosa para imagen, pero nunca había pensado en ello. Juanma Bajo Ulloa me pidió que hiciera la música de su corto "El reino de Victor", y así empezó todo. La composición musical para cine cuenta con una base fundamental en su creación: la imagen. Sí, exactamente. Lo bueno que tiene trabajar para el cine es que ya partes de algo, de una idea, de una historia... A mí me resulta más sencillo que hacer a palo seco una canción. En el cine la música está siempre dentro de una estructura mayor, que es la película. Hay que intentar estar a la altura de la película, no puede ser ni inferior ni superior al resto. ¿Y las bandas sonoras tienen estilo propio? No tienen un estilo concreto. Según la película te acoges a un estilo o a otro. Las bandas sonoras son la mezcla de todos los estilos. Conoce dos espacios de trabajo totalmente diferentes. Por una parte, el estudio donde compone, y por otra, los escenarios y los conciertos. ¿Con cuál se queda? Lo de componer es una labor solitaria y estás mucho tiempo contigo mismo. En los escenarios, en cambio, muestras tu trabajo a la sociedad. Tú estás con el público, y el público está contigo, con lo que la respuesta la obtienes al momento. A mí me gusta combinar ambos espacios, como lo he hecho con Mikel Urdangarin y "Bar Puerto". Cuando lo combinaba con Hertzainak era más intuitivo y anárquico, trabajaba más de noche. Hoy en día, soy más ordenado, más consciente de lo que hago. Será la experiencia. Por cierto, ¿cómo se gestó "Bar Puerto" con Mikel Urdangarin? Yo tocaba con unos amigos una vez a la semana en un bar de Gasteiz. Un buen día apareció Mikel por allí, empezó a tocar con nosotros y surgió una gran amistad. Mikel tenía muchas ganas de recuperar el formato de Bar Puerto,porque era un espectáculo que él ya lo hizo hace un tiempo. Me lo propuso y no me lo pensé dos veces, con lo que nos decidimos a sacar el disco. Fué una experiencia muy grata, así que no descartamos volver en un futuro. Le devuelvo a la gran pantalla. ¿Hay algún denominador común entre las muchas películas que han contado con su música? No, son películas muy diferentes. Para dedicarte a esto, tienes que ser lo más versátil posible. Lo único que une a todas ellas es que la música es de Bingen Mendizabal. Ha trabajado con directores jóvenes y consagrados. Sí. Normalmente el director joven está más encima del músico, quiere controlar más el producto. El director entrado en años, en cambio, te deja hacer. A algunos no les gusta ese proceder de los jóvenes, pero a mí no me incomoda. Hay músicos, que antes de empezar a componer, hablan con el director, componen la música y no mueven ni una nota. Yo intento llegar a un acuerdo, hablo mucho con los directores y al final, suele haber fumata blanca. Cambio lo que creo que tengo que cambiar. No hay que olvidar que aunque el cine es una labor de equipo, parte de una creación personal. Hay una cabeza visible, que es el director. El cine es muy subjetivo. ¿Es un trabajo a contrareloj? Sí, normalmente no hay mucho tiempo y eso es un handicap. Los plazos suelen ser de un mes a cuatro meses, como mucho. Hoy en día el proceso de post producción es mucho más rápido. Antes con la moviola, el montaje de la imagen era muy lento. En la actualidad, gracias a la informática, se ha agilizado muchísimo el trabajo. Por cierto, Bingen, ¿qué hace falta para vivir de la música? ¡Jo, qué difícil!. Creo que hace falta constancia. El que la sigue, la consigue. Constancia, hasta pasar hambre en algunos momentos. Pues, sí. Hay momentos en los que no tienes trabajo, pero si sigues, vas haciendo un oficio y al final se reconoce. En esto de la música, ¿se necesitan padrinos? Por supuesto que hay algo de eso en la música. Por ejemplo, todos esosgrupos que están totalmente diseñados en el laboratorio de una casa de discos. Pero eso a la larga no funciona. Una pregunta filosófica: Con 40 años, ¿ha llegado a donde quería? Yo no quería llegar a ningún sitio, nunca me he puesto metas, porque las metas no conducen a ninguna parte. Yo estoy satisfecho con lo que hago. La metas se van haciendo todos los días, con lo que creo que marcarse grandes objetivos no es sano. De esta manera, he conseguido cosas que no me había propuesto, je, je... Es mucho mejor así, ya que dejas margen a la sorpresa. Me acuerdo, cuando estudiaba, que siempre me ponían algún objetivo y a mí no me iba aquel sistema. No hay un sistema que valga para todos. Lo malo es que desde pequeño te intentan inculcar esa fórmula, tienes que aprobar los exámenes, luego sacar el título, luego... A mucha gente no nos sirve eso, aunque a otros muchos les motiva. Culturalmente hablando, ¿qué echa en falta por estos lares? Para ser algo hay que hacer lo que esta establecido, lo de todos. Hacer unos estudios, cubrir unas etapas, pasarlas... Están muy bien las escuelas, pero lo que hace falta son personas que quieran hacer cosas, en la música, y en todo....¡Y no tantas leyes, títulos y reformas!. Si no tienes título, no vales. No se les deja hacer a las personas que quieren ir por libre. Echo en falta la libertad necesaria para poder pensar y hacer diferente a lo que marca el sistema. Sitios donde se pueda tocar, hacer cine sin tener que poner miles de euros sobre la mesa... "No se les deja hacer a las personas que quieren ir por libre", ¿está hablando de su caso? Por supuesto, je, je... De mi caso y del caso de gente cercana a mí. Pero, ¿cree que algunos le han catalogado como compositor de segunda por no tener un título? No, porque tengo una trayectoria, pero, ¿y si no la tuviera?. Hay mucha gente buena en lo que hace y no les conoce nadie. Entonces, proyectos como el auditorio de Vitoria Gasteiz, le parecerán elitistas... ¡Sí a mi me parece muy bienel auditorio! Pero el auditorio, al fin y al cabo, es un edificio. Puede ser emblemático y lo que quieran, pero, ¿va a abrir nuevos caminos a los artistas o los va a cerrar?. Por poner un ejemplo, ¿va a abrir o cerrar puertas a todos los grupos que cantan y trabajan en euskera?. Ya que lo van a hacer, pediría una programación consecuente con las necesidades de Vitoria. Vamos terminando. ¿Cómo es posible que en una ciudad de tamaño medio como Vitoria Gasteiz, y con fama de conservadora y clerical, surgieran grupos como Hertzainak o Cicatriz? La juventud se sintió identificada con una serie de cuestiones que estuvieron tapadas por el franquismo. Nos situamos al margen del sistema y transgredimos. En una sociedad, ambas formas de pensar, la conservadora y la transgresora, son necesarias. En estos momentos vivimos una época claramente conservadora y valores como el de la solidaridad están de capa caída. Vivimos en la era del pensamiento único y está la cosa como para ser de izquierdas. Última cuestión. ¿Qué proyectos tiene en cartera? Estoy trabajando en la música de la última película del director italiano Salbatore, su título es "No tengo miedo". Este director consiguió un gran éxito con "Subterráneo", película con la que obtuvo un Oscar. Y en cuanto a tocar en directo, ya te diré... je, je... Entonces, ¿hay algo por ahí? Sí, hay algo. Queremos volver a los escenarios con un formato pequeño, pero ya os contaré. Filmografía de Bingen Mendizabal El reino de Victor Juanma Bajo Ulloa (1989) Alas de mariposa Juanma Bajo Ulloa (1991) El ojo del fotógrafo Iñaki Dorronsoro (1992) Mi hermano del alma Mariano Barroso (1993) Como ser infeliz y disfrutarlo Enrique Urbizu (1993) La madre muerta Juanma Bajo Ulloa (1993) La Regenta Fernando Méndez Leite (1994) Dame Lume Hector Carré (1994) Extasis Mariano Barroso (1995) Cachito Enrique Urbizu (1995) Hotel y domicilio Ernesto del Río (1995) Lucrecia Mariano Barroso (1995) Bajo la piel Francisco Lombardi(1996) Robo en el Cine Capitol Fernando Guillén Cuervo (1996) Airbag Juanma Bajo Ulloa (1997) Secretos del corazón Montxo Armendariz (1997) Vigo, the passion for life Julian Temple (1997) Doña Barbara Betty Kaplan (1998) La hora de los valientes Antonio Mercero (1998) Los lobos de Washington Mariano Barroso (1999) Pantaleón y las visitadoras Francisco Lombardi (1999) El arte de morir Alvaro Fernández Armero (2000) Tinta roja Francisco Lombardi (2000) Visionarios Manuel Gutierrez Aragón (2001) Nos miran Norberto López Amado (2001) El viaje de Carol Imanol Uribe (2002) Kamchatka Marcelo Piñeiro (2002) Ismael Diaz de Mendibil Fotografías del autor Euskonews & Media 190. zbk (2002 / 11 29 / 12 6) Euskomedia: Euskal Kultur Informazio Zerbitzua Eusko Ikaskuntzaren Web Orria