173 Zenbakia 2002-06-28 / 2002-07-05

Elkarrizketa

Marino Lejarreta: "Debido a la tendencia a la planificación, ahora el ciclismo es menos aventurero que antes"

EZKERRA, Estibalitz

Elkarrizketa: Marino Lejarreta Marino Lejarreta, exciclista "Debido a la tendencia a la planificación, ahora el ciclismo es menos aventurero que antes" * Traducción al español del original en euskera Estibalitz Ezkerra La andadura profesional de Marino Lejarreta está plagada de anécdotas y curiosidades. La gran mayoría coincide en destacar la seriedad y constancia que caracterizan su carrera deportiva, como cuando en 1977, tras protagonizar una grave caída en el transcurso de una prueba que tuvo lugar en Mungia y en la que se rompió el omóplato y la cabeza del radio, se empeñó volver a competir. Por algo se apoda el Junco de Berriz. ¿Cuándo tomó la decisión de dedicarse al ciclismo? Más o menos un año antes de empezar. Para entonces mis hermanos ya solían andar compitiendo, y pensé que yo también podía tener posibilidades. ¿Pensó alguna vez durante los catorce años que estuvo en profesionales en que llegaría a tener semejante palmarés? En mis comienzos no esperaba llegar a tanto. Pensaba que sería un profesional bastante normal, que haría lo que pudiera, pero nunca se me pasó por la cabeza que pudiera ser capaz de dar semejante nivel. Ilusión sí que tenía, pero sin grandes pretensiones. ¿Le resultó duro? No especialmente. Hacía lo que me gustaba, y en esos casos no te detienes en los aspectos negativos. ¿Alguna prueba memorable? Mientras estás en activo puedes tener pruebas favoritas, pero me he dado cuenta de que pasado un tiempo soy incapaz de destacar una sola. Cada prueba tiene su encanto. Me quedo con todas. ¿Qué le han enseñado los años y la práctica? Sobre todo, a no perder la ilusión en lo que uno cree, y que las victorias van estrechamente unidas al sufrimiento. El ciclista tiene que estar dispuesto a sufrir, porque el deporte que ha elegido es especialmente duro. Pero si tienes fe en lo que estás haciendo, el sufrimiento pasa a un segundo plano. ¿Le resultó difícil adoptar la decisión de abandonar el ciclismo? Me resultó fácil, porque lo había decididode antemano. No es que se pierda la ilusión, pero llega un momento en el que hay que tomar una decisión. En las últimas carreras me daba perfecta cuenta de que físicamente ya no estaba como antes, y que lo mejor que podía hacer era abandonar el ciclismo. De todos modos, no fue una decisión traumática. Le hemos visto como ciclista, técnico y comentarista. Sigue muy vinculado al mundo del ciclismo. Al abandonar el ciclismo decidí seguir trabajando en este mundo, haciendo lo que me gustaba. Hago de todo un poco, pero sin agobiarme demasiado y disfrutando con mi trabajo. Después de pasar tantos años sobre una bicicleta es difícil desprenderse del mono, por eso, me ha venido muy bien seguir involucrado en este ambiente. ¿Baraja la posibilidad de trabajar como director? Alguna que otra vez ya me ha tocado hacer las veces de director, pero te someten a demasiadas presiones, y eso no me gusta. Ni siquiera cuando era ciclista me atraía el papel de director. ¿Qué necesita un ciclista para estar entre los primeros? Es difícil de responder. Las condiciones físicas ayudan mucho, pero los que se inician en el ciclismo deben tener, ante todo, una mentalidad adecuada e ilusión. Yo destacaría como factores determinantes la mentalidad, el físico y la suerte, que siempre es bueno tenerla a favor. ¿El ciclismo sigue siendo lo que era? Poco a poco las cosas han ido cambiando, y se ha avanzado mucho en beneficio de este deporte. Pero es posible que ya no sea lo que era. Hay que tener en cuenta que también la sociedad ha cambiado, y que quizás esa imagen que antaño se tenía sobre los ciclistas se haya desvanecido. Esa ilusión por participar en las pruebas que yo palpaba en mis comienzos ha ido desapareciendo. Para mí, lo de las competiciones era una especie de aventura. El ciclismo en sí era una aventura. Aprendí mucho, andaba muy contento. Ahora, como se tiene a planificar todo, es menos aventurero. Ya no se dispone de la misma libertad que antes; ahora es el grupo el que decide laspruebas en las que tendrá que participar cada corredor. Pero lo digo sin ningún afán de criticar. Seguro que si me hubiera tocado competir en estos tiempos también hubiera estado contento. La sombra del dopping es bastante alargada. La alarma ha cundido tanto que ha perjudicado seriamente a la imagen que proyecta el ciclismo. Al generalizar un problema que sólo afecta a unos pocos, lo que han hecho es manchar el prestigio de los ciclistas, sin ningún motivo. El ciclismo está atravesando por unos duros momentos, pero confío en que algún día todo este alboroto llegue a su fin. ¿Los ciclistas presentan un buen nivel? ¿Cuentan con una preparación física adecuada? Las preparaciones actuales son mejores que las de antes. Basta con mirar los resultados que están cosechando. Sin embargo, en determinados casos todavía se recurre a métodos tradicionales. Está claro que en determinados campos la técnica ha progresado los conocimientos que hoy disponemos sobre el funcionamiento del cuerpo humano permiten organizar mejor los entrenamientos , pero, por otra parte, se han dado cuenta de que algunas de las técnicas que se venían empleando siguen resultando rentables. Yo creo que eso está bien. Otro de los nubarrones que se cierne sobre el ciclismo se refiere al futuro de este deporte, ya que algunos no ven del todo asegurado el relevo generacional y entienden que los jóvenes no están dispuestos a competir como profesionales. No estoy muy de acuerdo con esa afirmación. Yo creo que el ambiente es bueno, y que al ciclismo de Euskal Herria le aguarda un buen porvenir. Es importante que los jóvenes disfruten con el ciclismo, que lo practiquen con ilusión, sin cegarse con los beneficios que puedan obtener o estar esperando al momento en que pasen a profesionales. Entonces sí que lo pasarían bastante mal. ¿Qué consejos le ofrece a su sobrino Iñaki? Yo creo que va por buen camino. Está muy ilusionado, acaba de empezar a saborear las mieles de este deporte. Pero no aspira a pasar a profesionales,prefiere seguir como hasta ahora y seguir practicando el ciclismo como afición. Con el tiempo se verá si debe seguir adelante o no, porque ese tipo de decisiones no siempre dependen de uno. En cualquier caso, lo que le digo es que, pase lo que pase, se siga divirtiendo. Marino Lejarreta Arrizabalaga (Berriz, 1957) Es el más joven de cuatro hermanos. Empezó a montar en bicicleta por la influencia de sus hermanos Ismael y Nestor. Dio sus primeros pasos en la Sociedad Ciclista Amorebieta. Empezó a participar en competiciones en 1973. La primera prueba en la que resultó vencedor fue la de Txurdinaga. Un año más tarde ganó otras dos, y se clasificó primero en la categoría de contrarreloj del campeonato de España, con la selección de Bizkaia. En 1979 dio el salto a profesionales de la mano del grupo Novostil, y luego pasaría por otros seis grupos: Teka, Alfa Lum, Alpilaiatte, Seat, Caja Rural y ONCE. En 1982 ganó la Vuelta a España, y en la siguiente edición se clasificó en tercer lugar. En su palmarés destacan la Vuelta a Burgos, la Clásica de San Sebastián, la subida a Urkiola y las etapas que ganó en el Giro de Italia y en el Tour de Francia. En 1991 le fue concedido el premio al mejor deportista vasco. En 1992 decidió abandonar el ciclismo y trabajar como técnico y comentarista. Fotografías: Usoa Otaño Unzurrunzaga Euskonews & Media 173.zbk (2002 / 6 28 / 7 5) Euskomedia: Euskal Kultur Informazio Zerbitzua Eusko Ikaskuntzaren Web Orria