Noticia de los rasgos comunes de las escuelas que históricamente han elaborado textos administrativos en euskera Noticia de los rasgos comunes de las escuelas que históricamente han elaborado textos administrativos en euskera * Traducción al español del original en euskera Imanol Trebiño En los años ochenta, llegada a su fin la dictadura de Franco y aprobadas ya la Constitución española y los estatutos de autonomía, al crearse nuevas instituciones y reformarse las antiguas, especialmente respecto a sus dirigentes, las administraciones del País Vasco peninsular empezaron a redactar sus escritos más importantes, los boletines oficiales, las actas, etc., no sólo en castellano, sino también en euskera. Al igual que hoy en día, entre dichos documentos cabía diferenciar: a) textos que las autoridades originariamente elaboraban, ya fuera verbalmente o por escrito, en castellano, con lo cual para su versión en euskera se requería la participación de un técnico o traductor; b) textos que originariamente eran creados oralmente en euskera, y cuya versión escrita hipotéticamente no tenía por qué crear ningún problema, pero en los que se veía obligado a intervenir este mismo técnico ya que al recaer la tarea de redactar estos documentos oficiales sobre el secretario de la institución, éste, en la mayoría de los casos, al igual que la mayor parte del personal al servicio de la administración e incluso del no perteneciente a la misma , era incapaz de elaborar un texto de estas características; y c) textos que las propias autoridades redactaban originariamente en euskera, y que no causaban ningún problema, pero que sin embargo no eran sino una minoría, ya que por lo general las autoridades no eran capaces de elaborar un texto de este nivel técnico. De lo expuesto se deduce que no resultaba fácil preparar textos administrativos y jurídicos en euskera sin contar con la participación de un técnico o intermediario. Pero es que incluso para ellos resultaba una tarea costosa, pues se tratabade un nuevo trabajo para el que apenas contaban con ayuda de ningún tipo. La Constitución Española de 1978 tuvo su versión en euskera; ese mismo año, el Boletín Oficial del Consejo General Vasco disponía de sus textos también en euskera; el Estatuto de Gernika de 1979 fue traducido a esta lengua; y en 1980, el Boletín Oficial del País Vasco, así como el boletín correspondiente al Parlamento Vasco, nacieron ajustándose al modelo bilingüe. En este artículo hemos tratado de analizar lo que creemos tuvo lugar durante ese período y compararlo con lo acontecido históricamente. Son precisamente estas lejanas épocas las que hemos estudiado en el recién publicado libro en cuya elaboración hemos invertido los últimos años, "Administrazio zibilaren testu historikoak" (IVAP HAEE, 2001), donde ofrecemos una exhaustiva colección de los textos elaborados a lo largo de la historia hasta poco antes de la constitución del Gobierno Vasco de 1936. Uno de los textos publicado en el libro "Administrazio zibilaren testu historikoak" (IVAP HAEE, 2001) (Para ver hacer clic sobre la imagen) Los documentos que nos ha proporcionado nuestro legado histórico pueden agruparse en cinco escuelas. Nos encontramos ante un tema que nos gustaría abordar en otro momento y en más profundidad, por lo cual no vamos a extendernos, aunque las citaremos muy someramente: 1. La correspondencia que durante los siglos XVIII y XIX mantuvieron los alcaldes de las regiones pirenaicas sobre facerías o pastos comunales para el ganado; 2. La época de la Revolución Francesa; 3. La actividad de las Juntas Generales de Bizkaia entre las dos guerras carlistas, de 1846 a 1872; 4. La costumbre de redactar los programas de las festividades oficiales en euskera, surgida a mediados del siglo XIX; y 5. La producción de las Diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa entre 1917 y 1920 y años posteriores. Se podría incluir una sexta escuela, la del primer Gobierno Vasco, entre 1936/37, aunque no ha sido objeto de estudio en nuestrolibro. Bien, pues veamos algunas de las características que destacan en los textos administrativos redactados en euskera durante los años del Estatuto de Gernika y que hallamos igualmente en las mencionadas escuelas históricas. 1. Estos textos comenzaron a producirse de forma repentina. En los años anteriores a la promulgación del Estatuto de Gernika no había nada, sólo literatura política en artículos de revistas, pero nada de literatura jurídica o técnica. Otro tanto sucede en las demás escuelas, sobre todo en los años de la Revolución Francesa y de las Diputaciones de 1917/20. Como excepción, se podría citar el caso de las facerías, en cierto modo ligado a la arraigada costumbre de intercambiar correspondencia. 2. Como consecuencia de lo anterior, la gente que se inicia en ese trabajo lo hace por vez primera, ya que nunca hasta entonces ha tenido contacto alguno con este tipo de textos técnicos. 3. Apenas conocen los textos legales que existían con anterioridad. Los autores de la Revolución Francesa seguramente no conocían ninguno, y los demás se encontrarían en el mismo caso, aunque puede que los autores de las Juntas Generales de Bizkaia de entre las dos guerras carlistas sí conocieran los programas oficiales de las festividades, o que los autores de 1917/20 supieran que cincuenta años atrás, en las Juntas Generales antedichas, hacían tareas semejantes. Los de la época del Estatuto de Gernika tuvieron más "suerte", ya que además de tener la oportunidad de consultar el boletín oficial original, para 1977 la edición facsímil del republicano Diario Oficial del País Vasco ya estaba publicada y acompañada de un índice temático (Durango: Leopoldo Zugaza). En cualquier caso, a estos últimos el modelo anterior les sirvió de ayuda sólo relativamente, entre otras causas porque eran épocas muy distintas entre sí: a finales del milenio no se sentía demasiado aprecio por el purismo de la primera mitad del siglo XX; siendo como fueron tiempos de guerra, se sabía que las condicionesno fueron las óptimas para elaborar textos reflexionados en profundidad; y el número de documentos que se producían en los nuevos tiempos no tardaría en superar, con creces, el antiguo legado. Por lo demás, todavía poseían un menor conocimiento sobre los textos jurídico administrativos elaborados anteriormente. 4. Escasez de material auxiliar. Los autores de épocas previas no disponían de las necesarias herramientas intelectuales que les permitieran desarrollar un trabajo tan técnico, como mucho tenían algún que otro diccionario general, como por ejemplo el de Larramendi. Los de 1980 iniciaron sus tareas prácticamente del mismo modo, ya que excepto la mencionada publicación de 1936/7, apenas existía nada más. Hay que tener en cuenta que "Administrazio, zirkulazio hiztegia" data de 1983 (Donostia: Elkar), y "Zuzenbide hiztegia", por su parte, de 1987 (Donostia: Elkar), de modo que en sus comienzos no contaron con ningún instrumento técnico elaborado. La Revolución Francesa. Imagen de un ejemplar de la biblioteca Azkue. 5. Como consecuencia de la situación expuesta, la función de crear el lenguaje técnico necesariamente recayó sobre estos especialistas, sobre todo en los documentos más elaborados, entre los cabe citar varios textos del periodo revolucionario francés, principalmente las dos versiones vascas del Décret relatif à la constitution des municipalités del 14 de diciembre de 1789, unos de los documentos jurídicos más importantes creados en euskera a lo largo de la historia y que sin embargo son prácticamente desconocidos; o, aunque más modestamente, los documentos de las Juntas Generales de Bizkaia del siglo XIX; o los de las escuelas del siglo XX. 6. Estos documentos en euskera, bilingües por lo general, son en la mayoría de los casos, aunque no siempre, resultado de un impulso político y de una nueva correlación de las fuerzas sociales, son fruto, como no podía ser de otro modo, de su época. Ello se puede apreciar claramente en los textos de la RevoluciónFrancesa, con los que se pretendía instaurar un nuevo sistema; en los textos de las Juntas General de Bizkaia del siglo XIX, donde, en los tiempos en los que más profunda era su crisis, el euskera jugaría un papel que no llegamos a entender muy bien; o, cómo no, en los textos de las escuelas del siglo XX (los de las Diputaciones de 1917/20, los del primer Gobierno Vasco y los del Gobierno Vasco posterior a la dictadura de Franco), instituciones en las cuales no deja de surgir y de desaparecer la documentación en euskera en función de las fuerzas que ostentan el poder. Discurso del corregidor en la Casa de Juntas de Bizkaia (1858). (Para ver hacer clic sobre la imagen) En cualquier caso, hay determinados supuestos en los que la existencia de documentos en euskera no responde a la situación política. Es el caso de las facerías, donde la producción en euskera se debe a las dotes comunicativas que esta lengua tiene en ese enclave para las relaciones entre vascos franceses y españoles ya que el otro idioma de los interlocutores es menos conocido; o de los programas de las festividades oficiales organizadas a partir de mediados del siglo XIX, impulsados principalmente por un mecenas como Antoine Abbadia interesado principalmente por la cultura. Parece apreciarse que la evolución posterior de estas escuelas depende del modo en que inician su camino, ya que las que tienen su origen en una iniciativa política surgen con gran ímpetu, pero no tardan en apagarse en cuanto otras fuerzas adoptan las decisiones contrarias, mientras que los que parten de decisiones extrapolíticas cuentan con una producción más moderada pero con una vida más prolongada, quizás precisamente por situarse lejos de los vaivenes políticos. Celebraciones oficiales, Hendaya 1901. (Para ver hacer clic sobre la imagen) 7. La versión en euskera desempeñaba varias funciones, además de la comunicativa (y suponemos que en la mayoría de los casos, al igual que todavía hoy en día, los euskaldunes leeríanla versión castellana o francesa) y de la simbólica (sobre todo prestigiando el euskera, y también como seña de identidad), cumplía una función de modelo, provocando un efecto imitación. Así, aquel modo de presentar los textos no tardaría en extenderse a otras instituciones: en el caso de las facerías varios consistorios pasarían a comunicarse entre sí asiduamente en euskera; en la Revolución Francesa, en vista del proceder de las máximas autoridades, el secretario de Ahetze decidió actuar del mismo modo; otro tanto en el caso de los programas festivos del siglo XIX, ya que la mencionada costumbre impulsada por Abbadia fue adoptada por otras entidades organizadoras; y lo mismo podemos decir de la escuela surgida a partir de 1978, en que la postura de las instituciones superiores finalmente fue extendiéndose hacia todas las demás inferiores. Circular de la Diputación de Bizkaia, 1917. (Para ver hacer clic sobre la imagen) 8. Hay otra característica que podríamos destacar, y es que todas esas escuelas históricas, quizás a excepción de la de los programas festivos, en un momento dado perecieron. Indudablemente, la vía abierta por la Constitución española de 1978 y por los ulteriores Estatutos de Autonomía está resultando ser la más productiva de la historia y por el momento no parece estar en vías de extinción, pero no olvidemos que hubo otras que pervivieron durante más tiempo y que finalmente terminaron por desaparecer. Imanol Trebiño, bibliotecario Euskonews & Media 160.zbk (2002 / 3 22 / 4 5) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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