160 Zenbakia 2002-03-22 / 2002-04-05

Gaiak

La ría de Bilbao: territorio, población y patrimonio

SERRANO ABAD, Susana

La ría de Bilbao: territorio, población y patrimonio La ría de Bilbao: territorio, población y patrimonio Susana Serrano Abad La optimación de la conservación, gestión y difusión del patrimonio natural y cultural del territorio vasco se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en una necesidad reclamada desde los más diversos foros. Basta recordar las conclusiones extraídas de tres de las más importantes reuniones celebradas, en torno a este debate, en los meses finales del 2001 en la Comunidad Autónoma Vasca: el Congreso Internacional sobre Gestión del Patrimonio Cultural, que tuvo lugar en Vitoria Gasteiz a iniciativa de la Fundación Catedral Santa María; el Congreso Vasco de Patrimonio Industrial, que la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública reunió en el sugerente edificio Ilgner de Baracaldo; y finalmente, el Seminario Internacional de Patrimonio Industrial y Reconversión, que conjuntamente organizaron las entidades Renaissance des Cités d´Europe, Lenbur Fundazioa y Habitat Forum Berlín. En este sentido, merece la pena hacer hincapié en un espacio de especial significación como es la Ría de Bilbao. Dicho eje fluvial ha servido de camino, de puente de enlace con otros países y culturas, llegando a formar parte de las principales redes internacionales de comunicación y comercio que se conformaron desde la Edad Media. Ha servido también de soporte energético en los procesos de protoindustrialización y modernización económica (ferrerías, molinos, tenerías, factorías siderometalúrgicas y navales, instalaciones hidroeléctricas, etc.), de soporte físico y territorial para los distintos usos industriales, y también de recurso básico para aprovechamientos menores, como la pesca y el ocio. La Historia explica el papel condicionante interpretado por la ría en el desarrollo de la metrópoli bilbaína. Ya el proceso de industrialización moderna que arrancó en el último cuarto del s. XIX transformó profundamente el paisaje natural del territorio vertebradopor aquella arteria fluvial, márgenes del Ibaizabal que en fechas precedentes, como manifestara W. Humboldt, eran coloreados por "colinas pintorescamente cubiertas de verdor", asemejándose "al más hermoso y variado jardín inglés". Los ferrocarriles y artilugios mineros de la margen izquierda, las obras de nuevo puerto y las modernas siderurgias de Baracaldo y Sestao capturaron los mejores suelos, al tiempo que el fenómeno urbano se extendía como una "mancha de aceite" por la ría y sus aledaños, convertida ésta en el epicentro de la industrialización vizcaína. Pero, los montes descarnados por la fiebre extractiva, los gigantes embarcaderos de mineral, las chimeneas humeantes de los complejos fabriles y el ir y venir de una potente flota naviera se convirtieron en el símbolo de la moderna sociedad industrial bilbaína, uno de los principales motores de la economía española de principios del s. XX. El proceso no se detuvo. Conoció una nueva fase de expansión en los años 60 del pasado siglo, cuando se consolidó la aglomeración urbana del llamado durante tiempo "Gran Bilbao". El uso intensivo y extensivo del suelo practicado por la industria, la expansión residencial, que hubo de recurrir a la escalada por la ladera de los montes y al crecimiento en altura de las edificaciones, destinadas éstas a albergar a una creciente población en buena medida derivada de la inmigración, y el entretejido de una densa red de comunicaciones provocó la entrada en conflicto de los distintos usos del suelo, la saturación y congestión urbana y la degradación del medio ambiente. Pero estos últimos problemas, sin embargo, no impidieron que se afianzase el modelo de ciudad, industrial y potente desde la perspectiva económica. La crisis de los años 70 y la posterior reconversión industrial y regeneración urbana pusieron fin a dicho modelo consolidado a lo largo de una centuria. Las "extensiones" fabriles dieron paso a las ruinas y la compleja trama urbana degeneró en unas poblaciones de difícillectura y mediocre calidad de vida. Y, en consecuencia, a la vieja área industrializada en declive de la Ría de Bilbao se le exigió un cambio de papel en la función a representar por la prósperas ciudades del III Milenio. La sustitución y el reemplazo de las centenarias ferrerías y molinos de la protoindustrialización vizcaína, así como también de ciertos símbolos de la posterior fase de modernización económica es el caso de la bella Compañía de Maderas emplazada en Abandoibarra , parecen ya haber sido asimilados. Pero, la sociedad actual reclama, sin embargo, rescatar para la memoria colectiva ese pasado industrial, marítimo y minero que, lejos de ser motivo de vergüenza y objeto de rechazo, se convierte en el patrimonio cultural de unas gentes que habitan un territorio de poderosas y atractivas connotaciones físicas y que han desarrollado unas formas de vida que le confieren una fuerte identidad. El embarcadero de mineral de la Franco Belga, el único existente en la actualidad; los hornos de calcinación de las antiguas minas de Muzkiz, los viejos diques de Euskalduna, factoría naval que estuvo a la cabeza del sector en España desde su apertura a principios del s. XX; y un largo listado de emblemas de la pasada era industrial aún están a tiempo a contribuir a nutrir nuestro patrimonio. Territorio, población y patrimonio, natural y cultural, conforman en la Ría de Bilbao un triángulo de estrechas interrelaciones que determinados espacios culturales deben proceder a articular y gestionar para su posterior divulgación. El territorio, el espacio geográfico, no sólo dispone de bienes medioambientales y naturales, sino que sirve de soporte de las relaciones sociales, y en él sus habitantes organizan su existencia y asumen el destino y la gestión de los bienes culturales. Sobre la base de estos renovados postulados, los recursos patrimoniales habrán de acometer la función de sugerir, enseñar, educar y también, cómo no, de divertir. Futuro Museo Marítimo Ría de Bilbao. Contamosya con dos iniciativas en el entorno de la Ría: el recién inaugurado Museo Minero de Gallarta, cuya larga trayectoria, desde que en 1986 un grupo de trabajadores jubilados de las minas comenzara a reunir y restaurar patrimonio de interés, ha culminado con la habilitación de este centro reutilizando un antiguo matadero local; y el futuro Museo Marítimo Ría de Bilbao, en proceso de gestación para, tras su apertura en los antiguos diques de Euskalduna, acometer la misión de velar por la conservación, investigación y adecuada difusión del patrimonio marítimo generado en la Ría de Bilbao y su entorno. La naturaleza, el hombre y la actividad productiva de siglos se han dado cita en este territorio, generando una riqueza histórica y patrimonial que debe valorarse como un "bien para uso y disfrute" de la comunidad. Fotografías: Están publicadas en "virtourist.com" y en la página web que está elaborando la Fundación Museo Marítimo Ría de Bilbao Euskonews & Media 160.zbk (2002 / 3 22 / 4 5) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria