101 Zenbakia 2000-11-24 / 2000-12-01

Gaiak

Festival de cine de 2000: Aires de esperanza

GUTIÉRREZ, Juan Miguel

Festival de cine de 2000: Aires de esperanza Festival de cine de 2000: Aires de esperanza Juan Miguel Gutiérrez Han pasado ya varios días desde que el Festival del 2000 ha cerrado sus puertas dejando tras de sí una inmensa cantidad de imágenes y sonidos que permanecerán en la memoria intelectual, sensorial y emotiva de los afortunados espectadores que lo hemos seguido de cerca. Me invade una sensación de extrañeza al comprobar que un sector de la crítica ha calificado la edición de este año como un año más bien flojo. Argumentan esta impresión haciendo mención a la falta de glamour, producido por la ausencia de figuras del 7º arte y por una selección de películas de un nivel sensiblemente inferior a las ediciones anteriores. Discrepo totalmente de la opinión expresada por dichos colegas. Es cierto que las estrellas han desertado, por extrañas razones aunque todos intuimos que la actual situación política, vista y amplificada desde la lejanía, tiene algo que ver en ello pero la calidad y sobre todo la originalidad de las cintas proyectadas me hace considerar que este Festival ha sido uno de los mejores de los últimos años. Después de tantos y tantos años metido en el mundo del cine, no sólo en la labor de crítico de películas sino también en la praxis del mismo, busco en el Festival algo diferente, que vaya unos metros más allá de lo habitual: una mirada fresca hacia los contenidos; una nueva manera de contar; un acercamiento valiente tanto hacia la más desnuda realidad como havia la más desenfrenada fantasía. Rara es la vez a lo largo del año, que podemos degustar productos que se escapen de una manera standard de narrar, que aborden temas originales, o que, asumiendo temas clásicos, lo hagan con mirada nueva y fresca. Las razones de esta uniformidad radican en el conformismo imperante en nuestra actividad cinematográfica totalmente sometida por imperativos económicos y culturales a la manera uniforme de contar historias una y otra vez las mismas y narradas dela misma manera propias del gigante americano . El Festival de 2000 nos ha traído una cosecha insospechada en la que hemos descubierto innovadoras corrientes y escuelas que están haciendo emerger un cine joven, aunque, a veces, sean nombres consagrados los que protagonicen y guíen dichas investigaciones. Dirigido a públicos adultos, persiguen, por un lado, abordar temas nuevos y hacerlo con una calidad de mirada totalmente renovada y, por otro instaurar maneras de contar frescas y novedosas que rompan los inmutables cánones que regían hasta la fecha. Cineastas rompedores han existido siempre; maneras de contar vanguardistas también; pero siempre clasificadas con ficticia aureola de prestigio en la categoría de arte marginal destinado a minorías, sin futuro real y con vocación únicamente testimonial. Lo que sorprende en las nuevas corrientes es su vocación de salir a la palestra, de ampliar su público buscando nuevos medios de difusión evitando su confinamiento en círculos intelectuales o elitistas. Esta pequeña por el momento revolución, de consecuencias imprevisibles en un futuro no muy lejano tiene como inicio la transformación que las nuevas tecnologías están introduciendo imperiosamente en el mundo de la comunicación. Me refiero al nacimiento de lo que el multipremiado Arturo Ripstein ha bautizado como "Cine Digital". Denominación equívoca que recubre la realidad de un producto filmado en las nuevas tecnologías de Video Digital, tanto profesional como doméstico, destinado tanto al consumo videográfico, como televisivo, virtual e incluso cinematográfico previa transformación (kinescopado) de la imagen magnética u electrónica en imagen fotográfica, destinada a su proyección en salas de exhibición convencionales. Rodar con Video Digital, inclusive doméstico, ha traído como consecuencia un abaratamiento del producto que no sólo ha ampliado el espectro de creadores que pueden acceder al mensaje audiovisual sin el filtro de la selección por motivos económicos de producción,sino que también ha posibilitado que los temas abordados sean escogidos por razones de necesidad creativa o informativa y no, como era antes, por las razones de comercialidad y rentabilidad económica que imperaban en el mercado audiovisual. El "Cine Digital" va a posibilitar el acceso de creadores independientes, radicales, vetados, otrora por la industria más tradicional debido a su espíritu inconformista o reivindicativo, asi como el acceso a la producción y creación audiovisual en los países pobres confinados hoy en día al silencio o a compromisos de coproducción con los omnipresentes países ricos. Dejando de un lado las razones económicas antes citadas conviene asimismo destacar que las nuevas tecnologías están desarrollando maneras de abordar la realidad y estilos formales impensables hace unos años: Cámaras ligeras , que precisan de nula o muy escasa iluminación; cámaras que permiten rodajes sin límite de tiempo y que, por su propio tamaño y ligereza, pueden ser rápidamente olvidadas por los actores, introduciendo, de esta manera, estilos de interpretación menos encorsetados que permiten de manera natural el acceso de los no profesionales a la interpretación, etc.. La ligereza del material permite, asimismo, además de los encuadres convencionales, movimientos de cámara versátiles, posicionamientos de la misma difíciles de conseguir con otro material, escapándose de la tiranía del trípode y erigiendo como unidad estilística el plano secuencia, tan escaso y de difícil resolución en épocas pasadas. Estas ventajas de tipo técnico, económico y estilístico han acarreado un cambio sustancial en lo que se refiere a las temáticas que se abordan: El cine de compromiso social, de acercamiento a la realidad más inmediata, sin maquillajes ni compromisos a pesar de que nunca había desaparecido que está dando, gracias a estas técnicas, un paso de gigante del que todos los que consideramos al 7º Arte como algo más que una fábrica de sueños, nos vamos a beneficiar. El Festivalde 2000, el último de la era Galán, nos ha dejado una hermosa muestra de estas tendencias y posibilidades. El maestro Arturo Ripstein acompañado de su mujer y guionista Paz Alicia Garciadiego ha encontrado en el Video la manera más adecuada para contar en largos planos secuencia sus narraciones mejicanas, en las que la pasión y el humor nos hacen penetrar en el alma de un pueblo singular. Tanto la premiada con la Concha de Oro: "La perdición de los hombres" como "Así es la vida" han sido lo mejor de esta edición. Premio especial del Jurado: "Paria" de Nicolas Klotz, muestra, para lo bueno y para lo malo, hasta dónde pueden llegar las nuevas tecnologías marcando de manera diáfana donde están los límites positivos y negativos de las mismas. Nadie ha permanecido indiferente al agudo retrato, sin concesiones, de la marginación en las calles de una ciudad como París. Sin dejar de valorar la calidad del acercamiento al problema, si podemos deplorar la falta de calidad técnica del producto final. El rodaje ligero no debería hacer dejación de los parámetros técnicos, que deben cumplir siempre unos mínimos necesarios para que el mensaje se transmita correctamente, aún admitiendo que la relación entre fondo y forma a menudo son inseparables. Jean Pierre Sinapi:Cartel promocional de "Nationale 7". Rodada asimismo en Video, "National 7" de Jean Pierre Sinapi y producida por la cadena de TV francesa "Arte.La Sept" ha sido la gran revelación del Festival. Con una economía de medios admirable, pero con un acercamiento ejemplar el filme nos hace vibrar con el itinerario hacia la consecución de un pequeño espacio de libertad de una comunidad de discapacitados físicos. A la seriedad de la lucha se une el humor y las ganas de vivir que, saliéndose de los tópicos al uso, demuestra dicho colectivo. El resultado es una obra insólita , deliciosa, llena al mismo tiempo de encanto y denuncia. "To much flesh" de Jean Marc Barr y Pascal Arnold; "La espalda del mundo" de Javier Corcuera ; "Timesup" de Cecilia Barriga son otros de los ejemplos , más o menos conseguidos, de esta tendencia, y que demuestran que las nuevas tecnologías no son un movimiento standard y uniforme sino que, a través de ellas, cada autor transmite su personal universo creativo. No es justo, sin embargo, olvidar otras cintas que sin recurrir a la tecnología citada, participan de unos planteamientos similares y que han brillado con luz propia en esta Fiesta del Cine , la peruana "Tinta roja" de Pancho Lombardi; "Tuto sangue" de Roberto Winspeare; "Purely Belter" de Mark Herman ; "El Bola" de Achero Mañas o la gran revelación del certamen: "Amores Perros" del mejicano Alejandro González Iñárritu. Circulando por caminos propios, el clasicismo de obras como "Vuelta a casa" de Zhag Yimou o "Harrison's Flowers" de Elie Chouraki o "Infiel" de Liv Ullman o la irrupción del debutante Antonio Aloy con "El celo" nos han sorprendido gratamente. Alejandro González Iñárritu: Fotomontaje a partir de fotogramas de "Amores Perros". EL Festival de San Sebastián, a pesar de estar a punto de cumplir el medio siglo de vida, lejos de instalarse en el conformismo apuesta por el descubrimiento de nuevas formas de ver el cine y la vida. La rara cualidad que tiene su comité de selección es el saber calibrar el pulso cinematográfico de la temporada, acogiendo obras que se adelantan a su época. Tal vez no sean las mejores del año , pero son, sin duda, las que mejor revelan los signos de los tiempos, las que auguran para el cine, inclusive y sobre todo para el cine pobre, un futuro inmediato más enriquecedor y libre. Ojalá los vascos: creadores, productores, responsables de festivales, Administración, etc. seamos capaces de estar a la altura de los nuevos aires que soplan en el mundo audiovisual, atreviendonos a transitar por los nuevos y esperanzadores caminos que se abren también ante nosotros. Juan Miguel Gutiérrez, presidente de la sección de cinematografía de Eusko Ikaskuntza Euskonews & Media 101.zbk (2000/ 11 24 / 12 1) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria