10 Zenbakia 1998-11-13 / 1998-11-20

Elkarrizketa

Kepa Junkera: "No me interesa la música en el sentido más estático"

ELORTZA, Urdin

Elkarrizketa Kepa Junkera, Trikitilari "No me interesa la música en el sentido más estático" Urdin Elortza Hasta hace no muchos años, el acordeón diatónico o trikitixa y una pandereta eran los principales protagonistas de las romerías y fiestas populares de cualquier rincón de Euskal Herria. En la última década, las nuevas generaciones de interpretes han revolucionado la concepción tradicional de la trikitixa, abriendo un amplio abanico de posibilidades mediante la fusión de los ritmos tradicionales con todo tipo de estilos musicales. Kepa Junkera, ha sido uno de los responsables de este giro musical. Con siete trabajos anteriores, a sus 33 años este bilbaíno del barrio de Recalde, esta a las puertas de conseguir un disco de platino. Su ultima producción, Bilbao 00.00 h, ha vendido cerca de 40.000 copias, todo un récord para un músico vasco. ¿Cómo explicarías a un neófito en la materia, que es la trikitixa? Ante todo le diría, que no se quede en compartimentos estancos, para mí lo más importante es la palabra música. Luego, hay muchos nombres y definiciones, y dentro de esas definiciones creo que la trikitixa significa muchas cosas. Para algunos representa una zona geográfica, para otros es un tipo de gente, etc. Pero para mí, es una serie de ritmos y melodías y una forma de entender la música que es muy vital, muy alegre y optimista; por ese motivo creo que merece la pena conocer este tipo de música, pero como lo merecen otras, simplemente porque creo, que la curiosidad musical es muy importante. ¿ Que significado ha tenido para tí el grupo "Oskorri"? Cuando yo todavía no me había subido a un escenario ellos ya tenían varios discos en la calle. Para mí, siempre ha sido un grupo muy "puntero", y he sido y soy gran admirador de ellos. Creo que han sido pioneros en el tratamiento de nuestra música de una manera especial, porque han sido los primeros en darse cuenta de la riqueza de nuestro patrimonio musical, sin dejar a un lado otro tipo de influencias musicales detodo tipo. No han querido estancarse en lo más tradicional, han sabido evolucionar y creo que consiguen componer unas melodías preciosas. Tuve la suerte de que me llamaran, hace ya unos quince años, para empezar a colaborar con ellos en conciertos y para mí estar con ellos ha sido, sin lugar a dudas, una escuela constante. Sigo aprendiendo de ellos y de su forma de ver la música. Tenemos una relación muy fructífera En el campeonato de trikitixa de 1986 quedaste en segundo lugar junto a tu compañero Mutriku, pero a los ojos del público lograsteis el primer puesto. ¿Qué recuerdos guardas de aquella etapa inicial de tu carrera? En aquel momento yo me presenté porque los campeonatos eran lo máximo. Pero ahora ya, fruto de la evolución, no le doy ninguna importancia a los campeonatos porque para mí la música es muy personal y creo que nadie te puede puntuar. En aquel momento participé con mis canciones, y creo que la gente del jurado no entendió mis canciones. Pero no guardo ningún tipo rencor; ganó Tapia, soy gran amigo y admirador de él y estoy muy orgulloso de ese segundo puesto. ¿Además de unos veloces dedos, qué cualidades necesita un buen trikitilari? Según mi forma de ver la música ahora, creo que lo de los veloces dedos es un tópico. Me parece un punto de vista muy competitivo el querer meter muchas notas. Para mí un buen músico, tiene que tener una gran pasión por la música, luego tener claro que es una carrera muy difícil pero muy bonita y estar constantemente en evolución, estudiando muchísimo. Los dedos y el oído se trabajan y se evoluciona, pero sin lugar a dudas, lo importante es la mente y tomártelo como algo vital. Has sido uno de los responsables más destacados del gran giro que ha dado la trikitixa en estos últimos años. ¿Cuál ha sido la clave de esta recuperación?, ¿ Cómo ves el panorama actual de la trikitixa en Euskal Herria?, ¿Hacia dónde crees que se dirige? Yo simplemente quise hacer lo que yo sentía, conocía lo que se hacia con la trikitixa peroquería hacer mi música y mis canciones, no quería ser sólo un interprete, he sido muy personal en ese sentido. En el año 86, que fue el comienzo del cambio, yo no era consciente de que estaba cambiando nada, me presenté al campeonato con lo que me gustaba a mí. Luego me di cuenta que ciertos sectores no entendían muy bien el cambio armónico y de ritmo que yo presentaba. Ahora hay muchos jóvenes con mucho talento, pero veo la necesidad de abrir un poco más la trikitixa en cuanto a forma; no sólo es la romería y el baile, la música tiene otras muchas posibilidades que son muy ricas. Es evidente que en el ámbito comercial es un buen momento, todos estos jóvenes han llegado a nuevas generaciones con su música alegre y desenfadada y eso es muy bueno. Pero a nivel musical creo que hacen falta más años. Sobre todo, hay que estudiar, investigar, explorar y utilizar el talento que muchos jóvenes tienen para utilizarla en otra dimensión de la música, más a largo plazo. No preocuparse en un éxito instantáneo e intentar hacer productos más universales sin perder nuestra identidad, que creo que es lo difícil. Para la realización de tu último disco te has rodeado de un gran numero de colaboradores y amigos de excepción como Dulce Pontes, Carlos Nuñez o The Chieftains, y tú mismo has participado en muchos trabajos de otros artistas. ¿Cómo surgen estos intercambios de colaboraciones? Es una labor de muchos años, de ir poco a poco colaborando con ellos, conociéndoles, colaborando en conciertos etc. Pero sobre todo, se trata de ser valiente y no pensar en el qué dirán y tirar hacia delante sin ningún tipo de complejos. Hay una amistad y, por mi parte, una admiración hacia todos ellos. Yo siempre he intentado que otros aporten su esencia a mi música porque creo que se enriquece mucho más. No es fruto de una moda, ni de una campaña de marketing, simplemente es algo que siempre he llevado dentro. Es una labor, en mi caso, de toda una carrera. ¿La música folk ha supuesto para tí un motivode unión entre distintas culturas y gentes? Indudablemente. Gracias a la música he conocido, no solo músicos sino mucha gente de otro lugares. Ahora mismo me voy a Estocolmo y espero conocer otras gentes y lugares, y poco a poco difundir mi trabajo por esas tierras tan lejanas pero que en el fondo comparten una base de tradición musical con ciertas bases comunes. La difusión de tu último disco en el estado ha sido mucho más amplia que tus anteriores siete trabajos. ¿A qué se ha debido? No sólo en todo el estado; el último disco está en Francia, en Portugal, Bélgica, Irlanda, Inglaterra, Escocia, Alemania, Holanda, Italia incluso en Japón y pronto se distribuirá en Estados Unidos y Canadá. Tu puedes tener un gran trabajo pero si no lo distribuyes bien, se queda ahí. Esta claro que en la música no sólo cuenta el músico, el equipo cuenta con un papel cada vez más importante y se nota mucho todos los contactos que tiene la casa con la que he sacado este último disco. Sintetizando los sonidos tradicionales vascos con el jazz, la música clásica o incluso el rock has conseguido que la trikitixa salga del pequeño "ghetto" en el que se encontraba y difundirla por todo el mundo. ¿Cómo reacciona el público ante los sonidos del "fuelle del infierno"? Para mí la trikitixa nunca ha estado en un ghetto, es una forma de música como otra cualquiera, con sus defectos y sus virtudes, y yo lo entiendo como cualquier otro músico de otro estilo entiende su música. Para mí no era algo cerrado sino todo lo contrario, entonces me ha resultado sencillo mezclarme con otros músicos porque no tenía ningún miedo ni ningún complejo. Tengo el temor lógico de cualquier trabajo musical, que está intrínseco a todas las creaciones. Yo voy con mi música, con mi personalidad y con mi carácter y el único límite lo tengo, yo, como músico, no lo tiene el instrumento. Fuera de nuestras fronteras la gente reacciona muy bien, al ser un sonido muy alegre, vital y además con mucha energía les gusta y creo que lesmotiva mucho. ¿Se ha logrado por fin que la música folk se escuche por "grandes minorías"? Creo que si. Este último disco lleva vendidas 35.000 copias. Tampoco la cifra es lo más importante; siempre te hace feliz editar un disco. Pero está claro que cada vez hay más gente metida en el mundo de la música, y sobre todo que la gente se está abriendo a la infinita posibilidad del abanico musical. ¿Se puede afirmar que en cada concierto improvisas variaciones a los temas hasta el punto de crear temas nuevos? Te puedo garantizar que cada concierto es diferente, nunca tocamos ni el mismo repertorio ni tocamos igual. No sólo yo, toda la gente de mi grupo improvisamos y nos exigimos mucho para que cada vez sea algo distinto. No me interesa la música en el sentido más estático, me gusta que haya cambios constantemente, que podamos introducir cosas. Ir sintiendo cómo va evolucionando el tema, cómo se va trasformando y cómo lo percibe la gente en cada actuación, en cada escenario. Todo esto al final te va aportando un cambio. Posees una amplia colección de instrumentos. ¿Sigue adelante tu proyecto de museo de instrumentos tradicionales vascos? Siempre me ha gustado rodearme de instrumentos por todo lo que significaban para mí. De momento no estoy pensando en ello, tengo otras muchas cosas en la cabeza, pero algún año me gustaría llevar adelante ese museo. Algún día me animaré ¿Por qué no? ¿Qué nuevos proyectos rondan por la incansable cabeza de Kepa Junkera? Ahora, sobre todo, acabar este año que está siendo especial para mí, es un año muy importante que ha comenzado bien y espero terminarlo lo mejor posible. Tenemos una gira muy bonita e interesante por todo el Estado y Europa con muchos músicos invitados. Siempre estoy pensando en nuevas canciones y proyectos, pero de momento estamos volcados en la gira para dar lo mejor de nosotros.